Con el coronavirus otra vez en el centro de la escena de los mercados globales, los precios de la soja en la Bolsa de Chicago lograron cerrar casi sin cambios gracias a la devaluación del dólar y al aumento de los derechos de exportación del complejo soja en la Argentina, mientras que el maíz se favoreció con las compras de oportunidad de los fondos de inversión para terminar la semana con ganancias próximas al 3%. Para el trigo estadounidense el balance fue negativo debido a la competitividad que ganó el cereal ruso por una persistente caída de sus cotizaciones y a la previsión de una recuperación de la oferta australiana en la campaña 2020/2021. En el mercado local el maíz fue el producto más activo por el fluido programa de embarques y el trigo se mantuvo muy firme, mientras que la soja registró un repunte muy parcial, mientras digiere en aumento de las retenciones.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

 

Viernes 6 de marzo

Viernes 28 de febrero

Diferencia en %

Petróleo

41,28

44,76

-7,77

Dólar/Euro

1,1311

1,1030

+2,55

Real/Dólar

4,6269

4,4815

+3,24

Peso/Dólar*

62,280

62,010

+0,44

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.

SOJA

Finalmente, el jueves se publicó en el Boletín Oficial la suba del 30 al 33% de los derechos de exportación para la soja y para la harina y el aceite de la oleaginosa. En cuanto a los precios, la mercadería física experimentó un muy parcial repunte tras las fuertes bajas acumuladas en las semanas precedentes. En efecto, las ofertas abiertas de las fábricas para el Gran Rosario subieron de 215 a 228 dólares por tonelada.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 13.887, mientras que para el lunes fue fijado en 13.809 pesos. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 219,90 dólares por tonelada, equivalentes a $ 13.727. En cuanto a la soja de la nueva cosecha, la BCR relevó el FAS en 214,10 dólares por tonelada. El valor FOB en los puertos argentinos cayó de 342 a 330 dólares por tonelada.

En cuanto a la soja de la nueva cosecha, de los 205 dólares vigentes el viernes anterior en la zona del Gran Rosario para las entregas entre abril y mayo se pasó a 210 dólares para abril y a 205 dólares para mayo. En Bahía Blanca y en Necochea la posición de entrega abril/mayo de la oleaginosa subió de 215 a 218 y de 213 a 218 dólares por tonelada, respectivamente.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 4 y el 25 de marzo deben salir desde el Gran Rosario 7200 toneladas de poroto de soja, 1.028.006 toneladas de harina y 166.600 toneladas de aceite, y desde Necochea, 4000 toneladas de aceite.

Acerca de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) informó que la falta de lluvias y las elevadas temperaturas registradas aceleran la pérdida de humedad en lotes de soja y comprometen los rindes a cosecha. “A la fecha se estima que un 43% del área sembrada se encuentra finalizando el ciclo o aun transitando etapas tempranas del cultivo sin restricciones ambientales. Sin embargo, buena parte del 57% del área remanente se encuentra definiendo rendimientos bajo condiciones de estrés termo-hídrico, provocando mermas en las productividades a cosecha. Bajo este escenario se descarta la posibilidad de futuros aumentos en la producción y la actual proyección de 54,5 millones de toneladas se convierte máximo potencial que podría alcanzar el cultivo durante la presente campaña”, advirtió la entidad. En el detalle sobre el estado de las plantas, la Bolsa marcó una fuerte caída, de 69 al 50%, de la proporción de cultivos en estado bueno/excelente. Un año atrás ese valor se ubicaba en el 52%. Respecto de la condición hídrica de los suelos del área cubierta con soja, en la semana el estado óptimo/adecuado cayó del 96 al 76% y quedó también abajo del 87% vigente a igual fecha de 2019.

 

Prácticamente sin cambios cerró la semana la soja en la Bolsa de Chicago, dado que las posiciones marzo y mayo registraron quitas mínimas, del 0,03 y del 0,17%, tras variar de 324,63 a 324,54 y de 328,03 a 327,48 dólares por tonelada. La devaluación del dólar frente al euro y la suba de derechos de exportación al complejo sojero argentino fueron los factores que le brindaron sostén a las cotizaciones de la oleaginosa en medio del derrumbe de los precios del petróleo y de la caída de los principales indicadores bursátiles globales por efecto de la incertidumbre que genera sobre las finanzas mundiales el aún incontrolable brote de coronavirus.

Como se verá a continuación, la ausencia de compras chinas también fue negativa para la oleaginosa. Sin embargo, el viernes la agencia Reuters informó que China otorgó exenciones arancelarias a algunas trituradoras para la importación de soja estadounidense. “La exención, que entrará en vigor a partir del día de emisión, será válida por un año”, dijeron fuentes informadas sobre el asunto. “Muchas compañías solicitaron la exención y obtuvieron la aprobación. No fue difícil”, le dijo una de las fuentes a Reuters. Ahora restará saber si los pedidos se efectivizan en el corto plazo o si sólo fueron una previsión para cuando la abundante oferta sudamericana comience a menguar.

Volvió a ser negativo para el mercado de soja el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos. En efecto, el jueves el USDA relevó ventas 2019/2020 de poroto de soja por 345.000 toneladas, levemente por encima de las 339.300 toneladas del reporte anterior, pero lejos del rango previsto por los operadores, de entre 500.000 y 1.000.000 de toneladas. Entre los destinos de la mercadería estadounidense no apareció China. Respecto del ciclo comercial 2020/2021, el organismo reportó ventas por apenas 1400 toneladas, contra las 22.100 toneladas de la semana pasada y frente a un rango previsto entre 0 y 25.000 toneladas.

En Brasil, donde al viernes la recolección de soja avanzó sobre el 53% del área apta según Arc Mercosul, la consultora IEV Vantage (ex Informa Economics) elevó el martes de 125 a 128 millones de toneladas su proyección sobre la cosecha 2019/2020. Para la Argentina la firma aumentó su previsión de 53 a 55 millones de toneladas.

El martes el USDA publicará su informe mensual con las estimaciones sobre oferta y demanda. En el mercado este reporte no despierta mucho interés, dado que no se prevén cambios relevantes sobre las existencias estadounidenses que, según el promedio de las previsiones privadas, se ubicaría en 11,59 millones de toneladas, muy cerca de los 11,55 millones proyectados por el organismo en febrero.

 

MAÍZ

El maíz fue el producto con mayor actividad durante la semana en el mercado disponible local, producto del inicio de la cosecha y de un programa de embarques sumamente fluido. Con ese marco, las ofertas de los exportadores crecieron de 130 a 135 dólares por tonelada para el Gran Rosario y de 150 a 155 dólares para Bahía Blanca. Para Necochea las propuestas se mantuvieron estables desde el lunes, en 150 dólares por tonelada.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 8528, mientras que para el lunes fue fijado en 8434 pesos. En un clima de menores ofertas entre el jueves y el viernes, las propuestas de los consumos relevadas por la BCBA pasaron de 8050/9200 pesos a 8250/9400 por tonelada, según condición, calidad, procedencia y forma de pago. El valor FOB en los puertos argentinos pasó de 169 a 170 dólares por tonelada.

El valor del grano para las entregas en abril mejoró de 130 a 140 dólares por tonelada para el Gran Rosario y de 145 a 155 dólares para Bahía Blanca. También fue positivo fue el cierre de los negocios en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones abril y julio crecieron de 137,50 a 142 y de 130,50 a 133 dólares por tonelada.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 4 y el 25 de marzo deben salir desde el Gran Rosario 1.484.520 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 171.400 toneladas, y desde Necochea, 23.522 toneladas.

Respecto de los cultivos, el jueves la BCBA informó que desde su informe previo la cosecha de maíz con destino a grano comercial continua a buen ritmo en el centro del área agrícola nacional. “El avance de la cosecha ya se ubica en el 2,7% de las 6.300.000 hectáreas. Frente a este panorama mantenemos la proyección de producción en 50 millones de toneladas para el presente ciclo”. Añadió que la actual estimación está sujeta a la evolución de los cuadros tardíos, los cuales transitan el periodo de definición de rinde con reservas hídricas ajustadas. En el detalle del estado de las plantas, la entidad marcó una caída del 59 al 50% de la proporción de cultivos en estado bueno/excelente, frente al 55% vigente un año atrás. En cuanto a la condición hídrica, la proporción óptima/adecuada bajó del 95 al 81%, contra el 84% de igual momento de 2019.

 

El maíz estadounidense logró quebrar una racha negativa de tres semanas consecutivas en la Bolsa de Chicago, donde el segmento terminó con mejoras del 2,94 y del 2,10% para los contratos marzo y mayo, cuyos ajustes crecieron de 144,28 a 148,52 y de 144,97 a 148,02 dólares por tonelada. La mejora se sustentó en las ruedas del lunes, el martes y el miércoles, donde los fondos de inversión hicieron “compras de oportunidad”, favorecidas por la fuerte depreciación que había registrado el cereal.

Esas compras de oportunidad se sustentaron también en algunos reportes que auguran tiempo más húmedo que el necesario sobre las zonas agrícolas estadounidenses que en poco más de un mes deben comenzar con las siembras 2020/2021 y en la anteriormente citada devaluación del dólar frente al euro, que mejora la competitividad de la mercadería estadounidense y compensa el impacto negativo generado por la depreciación del real frente al dólar.

Fue neutro para el mercado de maíz el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que las 769.200 toneladas 2019/2020 relevadas el jueves por el USDA quedaron debajo de las 864.600 toneladas del reporte anterior y cerca del mínimo previsto por los operadores, que manejaron un rango que fue de 700.000 a 1.200.000 toneladas. El organismo también confirmó ventas por 100.000 toneladas de maíz 2020/2021, frente a las 113.600 toneladas de la semana pasada y a un rango de 0 a 100.000 toneladas esperado por los privados.

Para el reporte mensual que el USDA publicará el martes no hay grandes expectativas entre los operadores, que, en promedio, prevén las existencias finales estadounidenses en 47,96 millones de toneladas, muy cerca de los 48,07 millones del trabajo de febrero.

 

TRIGO

Mayormente positivo resultó el balance de la semana para los precios del trigo argentino. En efecto, la transición de las ofertas de los exportadores que buscaron mercadería para completar embarques fue de 195 a 205 dólares por tonelada para Bahía Blanca y de 185 a 195 dólares para el Gran Rosario, mientras que para Necochea las propuestas se mantuvieron en 190 dólares por tonelada.

Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 12.333, mientras que para el lunes fue fijado en 12.346 pesos. El rango de ofertas de los molinos relevado a diario por la BCBA pasó de 12.200/15.550 a 12.000/13.420 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago. El valor FOB del trigo pan en los puertos argentinos se mantuvo en 245 dólares por tonelada. 

En el Matba Rofex la semana cerró con saldo favorable. Los ajustes de las posiciones marzo y julio subieron de 201,40 a 202 y de 204,50 a 206,50 dólares por tonelada. También mejoró el contrato diciembre, de 162,50 a 164 dólares por tonelada.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 4 al 25 de marzo deben salir desde el Gran Rosario 315.500 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 60.125 toneladas; desde Necochea, 138.635 toneladas, y desde otros puertos, 31.000 toneladas.

 

Los precios del maíz de los Estados Unidos volvieron a cerrar la semana en baja. En la Bolsa de Chicago las posiciones marzo y mayo del cereal resignaron un 2,84 y 3,39%, al pasar de 194,37 a 191,53 y de 192,90 a 189,51 dólares por tonelada. En la Bolsa de Kansas los mismos contratos perdieron un 1,40 y un 1,54%, tras variar de 163,69 a 161,40 y de 166,54 a 163,97 dólares por tonelada. Entre los factores que ocasionaron las bajas para el trigo se destacaron la crisis bursátil global como consecuencia del coronavirus; la caída del precio y consecuentemente la mayor competitividad del trigo de Rusia, y la previsión de un repunte de la producción en Australia. La devaluación del dólar impidió pérdidas mayores.

Sobre este último punto, el martes la Agencia Australiana de Agricultura, Recursos Económicos y Ciencias (Abares) proyectó en 21,30 millones de toneladas la producción 2020/2021 de trigo australiano, muy por encima de la cosecha 2019/2020, de 15,17 millones, la más baja en 12 años. El organismo espera que los productores planten 12 millones de hectáreas, en comparación con los 10,1 millones de hectáreas del ciclo anterior, que fue el tercero consecutivo bajo condiciones de sequía. Abares sustentó sus cálculo en que las fuertes lluvias recientes deberían alentar a los agricultores a aumentar la siembra de granos. Sin embargo, algunos analistas han advertido que es demasiado pronto para predecir con precisión los niveles de siembra, dadas las incertidumbres sobre las perspectivas climáticas.

Resultó neutro para los precios del trigo el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses, dado que si bien las 542.400 toneladas 2019/2020 reportadas el jueves por el USDA quedaron por encima de las 381.800 toneladas de la semana pasada no lograron superar el rango previsto por los operadores, que fue de 350.000 a 600.000 toneladas. Las ventas 2020/2021 fueron de apenas 28.000 toneladas, contra las 68.100 tonelada del trabajo anterior y frente a un rango previsto entre 25.000 y 75.000 toneladas.

Al igual que en soja y en maíz, el informe mensual que el USDA publicará el martes no despierta grandes intereses, porque no se esperan en él cambios relevantes en las variables comerciales. En promedio, las estimaciones privadas ubicaron las existencias finales estadounidenses en 25,69 millones de toneladas, cerca de los 25,58 millones proyectados por el organismo en febrero.

Granar Research