Los granos no lograron aislarse ayer de la caída que volvieron a experimentar los principales indicadores bursátiles y el petróleo, como consecuencia del agravamiento del brote de coronavirus, que fue calificado como pandemia por la Organización Mundial de la Salud, y de la puja que existe entre los principales productores de crudo.
En ese clima de incertidumbre sobre las consecuencias que los factores descriptos tendrán sobre la economía mundial, la soja, el trigo y el maíz se negociaron con saldo negativo en la Bolsa de Chicago.
Al momento de fijar los ajustes de la rueda, las pizarras reflejaron quitas de US$1,93 y de 1,11 sobre los contratos marzo y mayo de la soja, cuyos valores fueron de 318,84 y de 320,86 dólares por tonelada
Las bajas para la soja -operó durante buena parte de la jornada en alza- pudieron haber sido mayores de no mediar la confirmación, por tercer día consecutivo, de una nueva venta estadounidense. A las 246.500 toneladas reportadas entre el lunes y el martes, el USDA sumó ayer un negocio por 194.000 toneladas de la oleaginosa, de la cuales 126.000 correspondieron al ciclo comercial 2019/2020, como las operaciones de las dos jornadas precedentes, y las otras 68.000 toneladas fueron para la campaña 2020/2021.
La particularidad de las tres operaciones confirmadas por el USDA fue que se anunciaron hacia "destinos desconocidos". Frente a esto, el mercado especula con que el destino final de toda esa mercadería sea China, que la semana pasada comenzó a emitir exenciones arancelarias a empresas procesadoras de soja para que puedan adquirir mercadería en los Estados Unidos.
Las bajas más pronunciadas de la jornada las padeció el trigo. En efecto, la posición mayo del cereal en las Bolsas de Chicago y de Kansas perdió US$3,49 y 3,40, al cerrar con un ajuste de 188,40 y de 160,02 dólares por tonelada, respectivamente.
Además de la influencia negativa general que recibieron los granos desde el resto de los mercados, el trigo reaccionó de modo bajista a las previsiones de un importante aumento de la producción en Australia, luego de tres campañas consecutivas con sequía.
La semana pasada la Agencia Australiana de Agricultura, Recursos Económicos y Ciencias proyectó en 21,30 millones de toneladas la producción 2020/2021, pero anteayer, estimadores privados calcularon que gracias a las importantes lluvias que se vienen registrando sobre las principales zonas agrícolas, la cosecha australiana podría apuntar a los 28 millones, contra los 15,17 millones del ciclo 2019/2020.
En cuanto al maíz, las pizarras de Chicago mostraron bajas de US$0,30 y de 1,18 sobre las posiciones marzo y mayo, cuyos ajustes fueron de 149,30 y de 147,43 dólares. La caída del valor del petróleo (un 4,02%, de 32,98 a 34,36 dólares por barril) fue el principal factor bajista para el cereal, por su vínculo con el etanol.
Mercado local
En la plaza doméstica el producto destacado de la jornada fue el maíz, dado que las propuestas de los exportadores por el grano con entrega inmediata crecieron de 135 a 140 dólares por tonelada para el Gran Rosario. Así, en dos ruedas el valor del cereal repuntó US$10. "Durante la jornada se concretaron ventas por unas 30.000 toneladas, un volumen importante en medio del cese de comercialización", contó a LA NACION una fuente del sector comercial.
Por maíz para abril también se ofrecieron US$140, sin cambios, aunque por lotes grandes algunos compradores habrían superado ese nivel. En el Matba Rofex las posiciones abril y julio del cereal sumaron US$1,50 y 0,90, tras cerrar con ajustes de 143 y de 133,40 dólares.
En cuanto a la soja, las ofertas abiertas de las fábricas para el Gran Rosario se mantuvieron en US$220 por tonelada, que pudieron elevarse hasta US$222/225 por lotes grandes, sin embargo, las ventas fueron prácticamente nulas.
La Nación - Dante Rofi