SAN NICOLÁS.– Productores autoconvocados quieren hacer un tractorazo en Buenos Aires para protestar contra la mayor presión impositiva y alertar a la sociedad en general, según explicaron aquí, que corre riesgo su continuidad en la actividad.
En un día gris, con momentos con lluvia, más de 500 productores que llegaron de distintos puntos del país, entre ellos de Salta, Chaco, Tucumán, Entre Ríos y Córdoba, además de la provincia de Buenos Aires, se movilizaron hasta el kilómetro 224,5 de la ruta 9, cercano al predio donde se realiza Expoagro. Fue en medio del cese de comercialización de granos y hacienda para faena y en una fecha cuando se cumplen 12 años de la resolución 125, que en 2008 desató cuatro meses de disputa entre el campo y el gobierno de Cristina Kirchner.
“Vamos a programar un tractorazo a Buenos Aires”, dijo Ariel Bianchi, un autoconvocado del norte bonaerense, que fue uno de los oradores y organizadores de la movilización. El tractorazo a Buenos Aires aún no tiene fecha. En un documento, los autoconvocados además le sugirieron a la Mesa de Enlace que adopte, entre otras, esta acción. En enero pasado, Bianchi ya había participado de la organización de un tractorazo en Pergamino con casi 150 tractores.
El Gobierno subió en diciembre pasado de 24,7 a 30% las retenciones a la exportación de soja y la semana pasada elevó la alícuota al 33%. La suba porcentual fue de 33% en dos meses. En tanto, en diciembre pasado incrementó las retenciones al trigo y al maíz del 6,7 al 12%, una suba del 79 por ciento.
Si bien el incremento de las retenciones fue el detonante, los productores le apuntan a la presión impositiva en general. En la reunión, que se hizo luego de una primera suspensión por lluvia, y que aguardaba más gente que no se pudo acercar por las precipitaciones en varias zonas, se escucharon propuestas de sembrar lo mínimo posible, retener la cosecha y hacer más paros de comercialización. También hubo productores que llamaron a aplicar nuevas estrategias de reclamo con una fuerte presencia comunicacional, sobre todo en las redes sociales.
En el encuentro se cantó el himno nacional, hubo arengas por mantenerse unidos, críticas a la Mesa de Enlace por su ausencia [sobre el escenario había cuatro sillas vacías] y hasta hubo un momento de tensión cuando una mujer gritó que estaba dispuesta ir a parar los camiones en la ruta.
Los autoconvocados dieron un fuerte mensaje de que lo que le ocurre al productor luego se traslada a otros eslabones de la cadena agroindustrial. “Si nos va mal a los de acá, les va a ir mal a los de allá”, apuntó Juan Amestoy, un productor de Altos Fierro, Córdoba, en referencia a los vendedores de insumos.
“Si nos quitan la posibilidad de producir, el país se va a achicar. No queremos salir a cortar rutas ni molestar”, dijo José Perkins, productor de Pehuajó, Buenos Aires.
Según los productores autoconvocados, podría haber bajas del 30% en la producción de granos por la mayor presión impositiva, lo que llevaría a “menos volumen para los acopios, menos viajes de camiones y menos servicios para el campo”. Agregaron que “se esperan caídas del uso de tecnología del 45%”.
El perfil de los productores autoconvocados es de chico a mediano, muchos con una actividad familiar pasada de generación en generación. Carlos Strólogo, productor de Armstrong, en el sur de Santa Fe, contó a LA NACION que en esa región de buenos rindes la escala de superficie promedia las 150 hectáreas. “Hoy estamos bajo cero, comiendo el capital”, advirtió.
La Nación – Fernando Bertello