Soplan aires un poco más favorables para los productores en términos de precios de los granos. En el mercado internacional de soja y maíz se verificaron aumentos del orden de 20U$S/t en las últimas ocho semanas y ese factor es una inyección de oxígeno en las alicaídas economías de los agricultores, muy golpeados luego de vender la cosecha pasada a precios que fueron los peores de los últimos años. Nadie puede asegurar que este proceso mantendrá la misma tendencia en los próximos meses, pero lo que sí se puede asegurar, sin dudas, son precios de los granos que cierren las cuentas de la campaña. Mediante ventas futuras u opciones se puede garantizar una cotización determinada para cuando se entregue la cosecha, independientemente del nivel que alcance en ese momento.
La contrapartida de este escenario relativamente favorable para los agricultores es la escasez de humedad que se observa en importantes áreas de la región agrícola, que impide o posterga la implantación de los cultivos.
¿Cómo se explica la recuperación de precios de los granos? El consultor Sebastián Olivero, de la corredora StoneX, recuerda que "si la demanda goza de buena salud, la oferta de granos no puede fallar". En 2020 se está viendo que la demanda de soja está recobrando la buena salud porque los importadores chinos han vuelto comprar con fuerza en Estados Unidos, obligados por las necesidades de alimentar a un rodeo de cerdos que ingresó en una franca etapa de recuperación tras el control de la peste porcina. Este fenómeno se enfrenta con una cosecha de soja estadounidense que no será tan importante como se esperaba: un huracán y la escasez de humedad posterior redujeron las estimaciones de producción de 120 a 114 millones de toneladas. Además, Brasil sobrevendió tanta soja en junio y julio que se quedó sin stock para abastecer a su demanda interna y los operadores calculan que deberá importar. Adicionalmente, los pronósticos de La Niña le echan más leña al fuego porque, si se concretan, provocarían escasez de humedad en el sur de Brasil y en la Argentina, lo que afectaría la siembra y evolución de la nueva campaña sudamericana.
Al poner el foco en el maíz, Olivero explica que el huracán de agosto se llevó puestos 13 millones de toneladas de grano por viento y vuelco de plantas: el último informe del USDA estimaba una producción de 388 MM/TT pero los operadores privados ahora calculan que se recolectarán 375 MM/TT. "Sigue siendo una buena producción de maíz, pero menor a la esperada, ante lo cual los precios tomaron distancia de los de junio-julio, que fueron los peores de la década", sintetiza el analista.
El mercado doméstico se subió al tren alcista por las perspectivas de que pase la época de siembra de maíz de primera con muy poco implantado y por el sostenido ritmo de embarques de cosecha vieja que concreta de exportación, que acepta trabajar a contramargen algunos días con tal de originar mercadería.
El girasol es otro vagón del tren que impulsa precios más altos. El mercado internacional está sostenido por sequía en Ucrania y Rusia, los dos jugadores más importantes del mercado. Se esperaba una cosecha conjunta superior a 31 a MM/TT y ahora se reduciría a menos de 30.
En la región norte de cultivo primicia de la Argentina las últimas lluvias resultaron insuficientes y sigue complicada la implantación. Además, la molienda de girasol y de soja se redujo respecto de la campaña anterior por los problemas logísticos provocados por el COVID 19 y eso influye en los precios de la harina que se exporta.
Para Carlos Pouiller, analista de mercados de AZ-Group, "se está viviendo un proceso de normalización, de salida de la crisis que provocó la pandemia, que había desplazado a un costado los fundamentals de los mercados de soja y maíz. Además, el derrumbe del precio del petróleo paralizó el consumo de maíz para producir etanol en Estados Unidos. Así, en el segundo trimestre del año hubo una fuerte caída del precio del cereal, acentuada por el viraje de los fondos especulativos buscando refugio en otros destinos.
No obstante, como la población mundial debe seguir consumiendo "en el tercer trimestre se nota una recuperación de las cotizaciones de los granos por la gradual reactivación de la actividad económica en el hemisferio norte", observa Pouiller.
Por otro lado, China, que había reducido sus compras de soja durante 2019 en EE.UU, fue consumiendo sus stocks internos y se vio obligada a retomar las importaciones en el segundo semestre de 2020, al tiempo que agregó adquisiciones de maíz. Los dos factores determinaron que el mercado volviera a funcionar con los fundamentals, lo que permitió alcanzar un nuevo nivel en las cotizaciones, según el analista.
En el movimiento alcista también influyó la pérdida de valor del dólar, que favorece el precio de los commodities agrícolas; la recuperación del precio del petróleo y la rectificación de las proyecciones de rindes y producción de maíz y soja en Estados Unidos efectuadas por el USDA. En los primeros cálculos estimaba un rinde promedio de maíz de 11,4 t/a -jamás alcanzado en toda la historia- y de 3,6t/ha de soja, que luego sufrieron recortes por las adversidades climáticas.
Hacia adelante, Pouiller alerta que no hay una tendencia definida a la suba, con garantías de que los precios sigan mejorando con el avance del almanaque. Por esa razón, afirma que "hay una gran oportunidad para ir avanzando con coberturas flexibles de precios en soja y maíz, para asegurar pisos que no obliguen a la entrega de grano físico en el momento de cosecha, en un año con fuerte incertidumbre climática".
Qué van a hacer los productores
En el norte de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba se registra déficit hídrico desde hace varios meses. El primer cultivo de grano grueso por implantar en esa gran región es el maíz de primera, que ofrece precio atractivo para el otoño de 2021. Por esa situación, "si se recargaran los perfiles con próximas lluvias podría aumentarse el nivel de fertilización nitrogenada por el mayor valor del grano", sostiene el consultor Julio Lieutier.
"Con las cotizaciones anteriores del cereal -130U$S/t- los modelos indicaban que había que ofrecer 150Kg/ha de nitrógeno al cultivo entre lo disponible en el suelo y lo aplicado como fertilizante. Ahora, con precios más favorables -148U$S/t- se podría llegar a 180Kg/ha", distingue, aunque aclara que se deberían elegir muy bien los lotes y asegurar anticipadamente los precios de maíz para que le ecuación descripta resulte válida.
En el sur bonaerense los suelos están bien provistos de humedad. De cara a la próxima campaña de granos gruesos, muchos productores disminuirán el área sembrada con soja de primera por los malos resultados de las últimas campañas en los que la oleaginosa alcanzó bajos rindes por causas climáticas y agronómicas. En esa zona, el girasol permite rindes más estables, por lo que aumentará el área, lo mismo que el maíz, fogoneado por los altos precios.
"Como todos los años, los productores tienen interés en sembrar granos gruesos, aunque los márgenes brutos no son espectaculares. No sobra nada en los resultados esperados y no hay lugar para un aumento de retenciones u otras medidas intervencionistas", advierte el consultor Luis Benjamín Banks. Hay que tener en cuenta que se pagaron más de 300US$ t/ha por los arrendamientos en la zona de Tres Arroyos.
"Los rendimientos por obtener gravitarán muchísimo en los resultados económicos de la campaña; si se ubican por debajo del promedio histórico, los márgenes brutos serán negativos", proyecta Banks y alerta que "casi no quedan stocks de granos de la campaña anterior en manos de los productores; con los ingresos del ciclo 2019/20, se compraron insumos, para evitar desabastecimientos ante un eventual cierre de importaciones, y se pagaron anticipadamente los alquileres".
Cómo implantar maíz y soja de primera sin fracasos
El desafío de los próximos días es implantar granos en lotes que no presentan condiciones óptimas de humedad. En muchos potreros de Pergamino, Chacabuco y Chivilcoy hay capas superficiales secas, pero humedad en profundidades mayores a 60cm. En otras zonas más al norte el perfil está más seco. Para encarar la siembra en esos casos habría que seguir las siguientes recomendaciones que propone el consultor Julio Lieutier
El primer paso es medir el agua útil en el suelo hasta un metro de profundidad y descartar los lotes que tengan menos del 70%. La medición se hace en laboratorio, con estufa, a partir de muestras tomadas cada 20 centímetros de suelo. Los lotes que no alcancen el umbral podrían reorientarse hacia maíz tardío
No obstante, hay que considerar que el precio del maíz tardío es 20 US$/t menor al del temprano para la época de cosecha en 2021. A eso hay que agregarle alrededor de 8US$/t más para secarlo. Ese costo se debe confrontar con el rinde por obtener para establecer la cuenta final. También hay que considerar que la necesidad de secada exige pasar por un acopio local, en vez de dirigirse directamente a un puerto o industria
Soja temprana
Para encarar la siembra de soja de primera todavía falta un mes. En el norte de Buenos Aires se recomiendan las fechas de octubre para los buenos ambientes, especialmente de la primera quincena. La razón es contundente: se pierden 30-35Kg/ha por cada día de atraso después del 30 de ese mes
Más cerca del fin de septiembre también habrá que medir el agua útil de cada lote y la temperatura del suelo para tomar la decisión de siembra. Hay que tener en cuenta que este año los niveles de cobertura son elevados, lo que reduce la temperatura y obligará a una siembra a mayor profundidad
También se debe considerar que hay muchos cultivos de cobertura, que se deberán secar temprano si se quiere evitar que jueguen en contra de la temperatura y de la humedad disponibles en el suelo atrasando la germinación. También hay que controlar muy bien el poder germinativo de la semilla
Campo – La Nación – Carlos Marin Moreno