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NOTICIAS AGROPECUARIAS

Martes, 06 Abril 2021 22:20

PANORAMA AGRÍCOLA SEMANAL AL 03/04/2021

La semana en la que el mercado comenzó a desandar el empalme de precios entre la actual campaña 2020/2021 y la 2021/2022, en Chicago lo mejor quedó para la posición noviembre de la soja, que aumentó un 4,68%, y para el contrato septiembre del maíz, que subió un 3,57%. Estos movimientos estuvieron relacionados estrechamente con el informe sobre perspectiva de siembras estadounidenses, donde el USDA estimó las áreas respectivas para los granos gruesos por debajo de las expectativas de los operadores. Esa posibilidad, que deberá ser refrendada en el Medio Oeste en los próximos meses, sumada a la incertidumbre que plantea el clima y a un nivel de existencias finales para ambos granos que apunta a dejar los remanente más bajos desde el ciclo 2013/2014, habilita a pensar que el empalme pueda darse con sentido ascendente desde los niveles que hasta el miércoles a las 13 mostraban las posiciones coincidentes con el ingreso de las nuevas cosechas. Para el trigo se mantuvo el panorama bajista en Chicago y en Kansas por la mejora que evidencian los cultivos de invierno. En el mercado local la tónica externa posibilitó firmeza para los precios de la soja y del maíz que, en el Matba Rofex, siguen brindando chances para diseñar estrategias comerciales que permitan capturar buenos valores, incluso con las cosechadoras en marcha.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

 

Jueves 1º de Abril

Viernes 26 de Marzo

Variación en %

Petróleo

61,45

60,97

+0,79

Dólar/Euro

1,1768

1,1794

-0,22

Real/Dólar

5,7143

5,7574

-0,75

Peso/Dólar*

91,80**

91,64

+0,17

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación **Cierre del miércoles 31/3

SOJA

La corta pero volátil semana de negocios en el mercado local cerró el miércoles con saldo positivo para los precios de la soja, dado que las ofertas para las entregas inmediatas sobre las terminales del Gran Rosario crecieron de 328 a 332 dólares por tonelada (de 30.058 a 30.480 pesos). Cabe tener en cuenta que durante la rueda del martes las propuestas de los compradores habían caído hasta los 320 dólares por tonelada.

Para el miércoles el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 30.703, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 32.344 pesos. Para la rueda del miércoles –previo a las fuertes subas en Chicago– la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 332,40 dólares por tonelada, equivalentes a 30.566 pesos. El valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos pasó de 509 a 522 dólares por tonelada; el del aceite, de 1198 a 1215 dólares, y el de la harina, de 425 a 445 dólares por tonelada, según los datos publicados por Agricultura.

Sin una tendencia definida se comercializó la soja para las entregas en mayo, dado que mientras para el Gran Rosario las ofertas crecieron de 330/331 a 335/336 dólares por tonelada, para Bahía Blanca bajaron de 322 a 320 dólares y para Necochea se mantuvieron estables en 320 dólares por tonelada.

Gracias a las fuertes subas del miércoles, la semana en el Matba Rofex terminó con saldo a favor de la soja. En efecto, los ajustes de las posiciones mayo y julio sumaron un 1,66 y un 1,64%, luego de pasar de 331,50 a 337 y de 334,50 a 340 dólares por tonelada.

Sin actualización en la corta semana de Pascua, el informe semanal sobre carga de buques programada de la BCR para el período de 23 de marzo al 22 de abril marcó que deben salir desde el Gran Rosario 94.800 toneladas de poroto de soja, 1.877.400 toneladas de harina y 460.510 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 31.150 toneladas de poroto y 20.000 toneladas de aceite, y de otros puertos, 25.000 toneladas de harina.

En su informe semanal sobre cultivos, el miércoles la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) indicó que la falta de piso, como consecuencia de las abundantes precipitaciones de la última semana, dificultó el ingreso de las cosechadoras. “A la fecha, se estima que solo el 1,02% de la superficie apta fue recolectada. Dicho avance refleja una demora interanual de 7,12 puntos. Los resultados hasta el momento se mantienen por debajo a los promedios históricos, con la provincia de Córdoba informando rindes medios de 30 quintales por hectárea y con ambos núcleos reportando una alta variabilidad, con mínimos de 12 y máximos de 45 quintales, elevando la media regional a 34 quintales por hectárea. Bajo este escenario, la estimación de producción se mantiene en 44 millones de toneladas para la campaña 202/2021”, dijo la Bolsa.

 

¡Bienvenidos al empalme 2020/2021-2021/2022! Ese sería el mejor resumen de lo ocurrido durante la semana en el mercado estadounidense, donde el informe del USDA sobre perspectiva de siembras resultó un parteaguas que puso a los operadores a mirar más allá del actual estado de situación, donde la escasez de soja –que continuará siendo un hecho tangible en los próximos meses– ya está incorporada en el nivel de precios, y donde la nueva misión de los inversores será achicar la brecha de cara a una nueva campaña que, por lo pronto, se iniciaría con un millón de hectáreas menos que las previstas por los formadores de opinión en la principal plaza global de commodities agrícolas.

Dicho lo anterior, el balance de los negocios de la semana en la Bolsa de Chicago dejó subas del 0,11 y del 0,34% para las posiciones mayo y julio de la soja, que pasaron de 514,60 a 515,15 y de 511,20 a 512,94 dólares por tonelada, y una mejora del 4,68% para el contrato noviembre, que marca la entrada de la soja de la nueva cosecha en el circuito comercial, que creció de 443,59 a 464,35 dólares por tonelada.

Pero, recapitulando sobre el suceso central de la semana, el miércoles el USDA estimó en 35,45 millones de hectáreas la superficie que será sembrada en la campaña 2021/2022, arriba de los 33,62 millones del ciclo 2020/2021, pero por debajo de los 36,42 millones que promediaron las estimaciones privadas y de los mismo 36,42 millones de hectáreas que el propio organismo había proyectado en su Foro Anual, en febrero. Para sumar como referencia, Brasil sembró en la campaña 2020/2021 –según la Conab– 38,46 millones de hectáreas.

Con la cifrada estimada por el USDA, y a modo de cálculos tentativos propios, llegarían a la cosecha 35,10 millones de hectáreas que, con un rinde promedio en el orden de los 33,63 quintales por hectárea, dejarían una cosecha de 118 millones de toneladas, frente a los 112,55 millones 2020/2021. ¿Será suficiente un volumen como ese tras una campaña que dejará como remanente no mucho más de 3 millones de toneladas y frente a una demanda que, por el momento, no muestra síntomas de retracción?

Esa será la pregunta con la que el mercado “jugará” durante los próximos meses, mientras los reportes climáticos sobre el Medio Oeste se transformen en el combustible diario de las pizarras, junto con la evolución de las exportaciones brasileñas y las compras chinas.

Eclipsado por el reporte de siembras, el miércoles el USDA también relevó las existencias estadounidenses de soja al 1º de marzo y las relevó en 42,57 millones de toneladas, arriba de los 41,99 millones estimados por los privados, pero un 30,63% debajo de los 61,37 millones vigentes a igual momento de 2020.

En cuando al reporte semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos para el período del 19 al 25 de marzo, el jueves el USDA relevó las ventas de poroto de soja 2020/2021 en 105.800 toneladas, levemente por encima de las 101.800 toneladas del informe anterior y cerca del mínimo previsto por los operadores, en un rango que fue de 100.000 a 450.000 toneladas. Ahora, el 99,35% de los 61,24 millones de toneladas que el organismo calculó como exportaciones para todo el ciclo comercial está comprometido, a poco más de 5 meses del inicio de la nueva cosecha.

 

MAÍZ

Las tres ruedas de negocios de la semana dejaron valores firmes para el maíz disponible, con una suba de 202 a 203 dólares por tonelada para las terminales del Gran Rosario (de 18.511 a 18.635 pesos). Cabe tener en cuenta que el martes las propuestas de los exportadores habían caído hasta los 195 dólares por tonelada. En los puertos del sur de Buenos Aires, donde los compradores completan buques, las ofertas crecieron de 220 a 225 dólares por tonelada (de 20.161 a 20.655 pesos) para Bahía Blanca, mientras que para Necochea se mantuvieron estables en 220 dólares por tonelada.

Para el miércoles el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 17.344, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 18.045 pesos. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos pasó de 237 a 243 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura.

Para las entregas durante abril las ofertas crecieron de 200 a 203 dólares por tonelada para el Gran Rosario, mientras que para Bahía Blanca y para Necochea se mantuvieron en 220 dólares por tonelada.

Fue positivo el balance de la semana para el maíz en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones abril y julio sumaron un 1,34 y un 1,13%, luego de pasar de 201,30 a 204 y de 195,30 a 197,50 dólares por tonelada.

Sin actualización en la corta semana de Pascua, el informe semanal sobre carga de buques programada de la BCR para el período de 23 de marzo al 22 de abril marcó que deben salir desde el Gran Rosario 1.806.800 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 403.951 toneladas; desde Necochea, 48.0000 toneladas, y desde otros puertos, 140.800 toneladas.

En su reporte sobre cultivos, el miércoles la BCBA indicó que las lluvias relevadas en gran parte del área agrícola nacional volvieron a demorar las labores de cosecha de maíz con destino grano comercial. “Los elevados registros de precipitaciones generan falta de piso en los lotes tempranos y mantienen los niveles de humedad de los granos por sobre los óptimos de recolección. A la fecha se logró recolectar el 7,9% del área apta, luego de un avance semanal de 0,9 puntos, mientras que la demora interanual sube hasta los 14,3 puntos porcentuales. Los rindes de planteos tempranos se mantienen por debajo de las expectativas iniciales. Frente a este panorama, mantenemos la proyección nacional de producción para la campaña 2020/2021 en 45 millones de toneladas”, indicó la entidad.

 

El balance de la semana fue positivo para los precios del maíz en Chicago, donde las posiciones mayo y julio sumaron un 1,31 y un 1,77%, tras pasar de 217,51 a 220,36 y de 210,92 a 214,66 dólares por tonelada, pero donde el contrato septiembre, que marca la entrada de la nueva cosecha, trepó un 3,57%, al variar de 190,44 a 197,23 dólares por tonelada. Lo dicho en el espacio de la soja bien aplica para el maíz, entonces, bienvenidos al proceso de empalme entre las campañas 2020/2021 y 2021/2022.

El informe sobre perspectiva de siembras fue el fundamento central de la semana. En él, el USDA estimó en 36,88 millones de hectáreas la superficie que será cubierta con maíz en la nueva campaña,  debajo de los 37,72 millones previstos en promedio por los privados y de los 37,23 millones pronosticados por el propio organismo en febrero. Quizás lo más llamativo del trabajo oficial resultó que pese a que los precios del cereal alcanzaron el nivel más alto desde mediados de 2013 en Chicago, la intención de siembra apenas crece 130.000 hectáreas respecto de los 36,75 millones del ciclo 2020/2021. ¿Cómo se sostiene ese aparente desinterés?

Como lo sostuvimos el miércoles en el COMENTARIO DE CIERRE DE MERCADOS, el paso de los días y el tránsito de las sembradoras dirá si lo que estimó el USDA dejará lugar a “correcciones” a partir de mayo, cuando el organismo difunda su informe mensual con las primeras proyecciones sobre las diversas variables comerciales 2021/2022.

En función de los 36,88 millones de hectáreas proyectados por el USDA, y con una tasa usual de pérdidas próxima al 9%, consideramos que a la cosecha llegarían unos 33,52 millones de hectáreas que, con un rinde promedio en torno de los 110,47 quintales por hectárea, dejarían una producción levemente superior a los 370 millones de toneladas, contra los 360,25 millones 2020/2021.

Por lo pronto, y en función del escenario planteado por el USDA, el clima cobrará un mayor protagonismo al que ya tenía. Con las reducidas existencias que dejaría la campaña 2020/2021 –difícilmente arriba de los 35 millones de toneladas–, eventuales pérdidas productivas podrían acentuar la firmeza de las cotizaciones y posibilitar un empalme de precios hacia arriba.

Al respecto, así están los suelos del Medio Oeste para el inicio de las siembras de granos gruesos, con la falta de humedad más importante concentrada entre el noroeste de Iowa y buena parte de Minnesota:

Algo que no debería quedar de lado en el análisis de lo que vendrá para el maíz estadounidense es la cuestión ETANOL. Por la "debilidad" de la Administración Trump ante el lobby petrolero y por la pandemia de Covid-19, que golpeó el consumo de energía, la industria del biocombustible arrastra padecimientos desde la campaña 2019/2020, con márgenes castigados y con plantas que quedaron inactivas. Sin embargo en las últimas semanas el sector comenzó a experimentar cierto alivio, por las subas en los precios del petróleo y por programas de fomento que impondría la Gestión Biden que, además, cortaría con las exenciones otorgadas por la Agencia de Protección Ambiental en los años anteriores a las refinerías petroleras para evitarles así la obligatoriedad de mezclar el combustible fósil con productos como el etanol y el biodiésel.

Entonces, por qué no pensar que desde los 125,73 millones de toneladas de maíz destinados a la industria del etanol en la campaña 2020/2021 se pueda retornar a los 136,61 millones del ciclo 2018/2019. Y si a ese eventual aumento de demanda interna se adiciona China, que pasó de importar 4,48 a 24 millones de toneladas en sólo tres campañas, ¿tiene alguna chance de recomponerse la relación entre la oferta y la demanda en Estados Unidos con una cosecha en torno de los 370 millones de toneladas o un volumen semejante sólo bastaría para no agravar la tensión actual? Otra pregunta con la que jugarán los especuladores en los próximos meses, hasta tanto haya una respuesta concreta.

Aunque menor en la consideración, el informe sobre existencias al 1º de marzo hizo su aporte a la corriente alcista, dado que los 195,61 millones de toneladas de maíz relevados por el USDA quedaron debajo de los 197,29 millones previstos por los privados y de los 201,98 millones vigentes un año atrás.

Por último, en su informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses el USDA relevó ventas por 797.300 toneladas de maíz 2020/2021, lejos de las atípicas 4.481.900 toneladas del reporte anterior, pero dentro del rango previsto por los operadores, que fue de 600.000 a 1.200.000 toneladas. Con negocios por 65,73 millones de toneladas al 25 de marzo, ya está comprometido el 99,53% de los 66,04 millones que el organismo pronosticó como ventas externas para toda la campaña. El viernes próximo el USDA publicará su nuevo informe mensual con las estimaciones de oferta y demanda, por lo que el mercado estará pendiente de un posible incremento en la proyección de exportaciones que, de darse, podría ajustar todavía más el nivel de existencias finales.

 

TRIGO

Con mayoría de bajas transcurrió la corta semana de negocios para el trigo argentino, con propuestas de los exportadores que retrocedieron de 215 a 212 dólares por tonelada (de 19.703 a 19.462 pesos) para el Gran Rosario y de 195 a 190 dólares por tonelada para Necochea, mientras que para Bahía Blanca las ofertas se mantuvieron estables en 195 dólares por tonelada.

Para el miércoles el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 19.728, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 19.737 pesos. El valor FOB del trigo en los puertos argentinos pasó de 268 a 265 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura.

En cuanto al trigo de la próxima campaña, las propuestas de los compradores se mantuvieron estables en 195 dólares por tonelada para Bahía Blanca y en 190 dólares para Necochea, en tanto que para el Gran Rosario descendieron de 195 a 190 dólares por tonelada.

Fue negativo el balance semanal para el trigo en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones julio y diciembre perdieron un 2,34 y un 0,25%, luego de pasar de 222,20 a 217 y de 196,50 a 196 dólares por tonelada.

Sin actualización en la corta semana de Pascua, el informe semanal sobre carga de buques programada de la BCR para el período de 23 de marzo al 22 de abril marcó que deben salir del Gran Rosario, 216.050 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 40.480 toneladas; desde Necochea, 183.878 toneladas, y desde otros puertos, 3000 toneladas.

 

Con mayoría de bajas volvió a cerrar la semana el trigo en el mercado estadounidense, donde la mejora en el estado de los cultivos de invierno volvió a ser el principal fundamento negativo para las cotizaciones. En Chicago, mientras la posición mayo sumó la quinta semana bajista consecutiva, al resignar un 0,37% tras pasar de 225,33 a 224,50 dólares por tonelada, el contrato julio logró cortar la racha negativa al recuperar un 0,21% y variar de 223,86 a 224,32 dólares. En Kansas, justo donde las plantas evidencian la mayor recuperación, los precios completaron la sexta semana bajista seguida, con quitas del 0,57 y del 0,44% para las posiciones antes citadas, que retrocedieron de 208,80 a 207,60 y de 211,09 a 210,17 dólares por tonelada.

El lunes, en los reportes estaduales, el USDA volvió a relevar una mejora en el estado de los trigos de invierno en Kansas, donde la proporción de plantas en estado bueno/excelente trepó del 45 al 50%. Desde este lunes, a las 17, el organismo abrirá su ciclo 2021 de informes semanales sobre estado de cultivos a nivel país y ahí los operadores tendrán una mejor dimensión del estado general de los trigos de invierno estadounidenses.

Como también vino sucediendo en las últimas semanas, los trigos de invierno mejoran su condición de cara a la cosecha en la Unión Europea, Rusia y en Ucrania. Y, atado a esa situación, es interesante lo que ocurre en Rusia, donde la caída de los precios de exportación, sumado a un arancel de 50 euros por tonelada, están ralentizando el ritmo de las ventas externas. Esta coyuntura de precios en baja y aranceles elevados abre la posibilidad a que resulte más conveniente diferir ventas para el inicio de la campaña 2021/2022, donde el cálculo de un arancel flotante, vinculado con el precio de mercado del cereal, genere un negocio más conveniente para los vendedores.

En ese sentido, la consultora Rusa SovEcon, que esta semana ajustó de 39,10 a 38,90 millones de toneladas su estimación sobre las exportaciones 2020/2021 de trigo, explicó que si se mantienen los precios de exportación actuales, el volumen impositivo real puede disminuir significativamente a partir de junio. “Por ejemplo, cuando se vende en junio a 235 dólares por tonelada, el impuesto puede ser de 24,5 dólares, frente a los 50 euros fijos actuales. Esto puede apoyar un crecimiento de las exportaciones del trigo remanente de la actual cosecha para el comienzo de la próxima temporada”.

De nuevo en Estados Unidos, más allá de que el miércoles el trigo se plegó a las subas generadas en Chicago por la soja y el maíz tras la publicación del informe sobre perspectiva de siembras, el grano fino no contó con fundamentos sólidos como para mantener esa tendencia. Ocurre que a diferencia de lo sucedido con los granos gruesos, el USDA estimó las siembras de trigo por encima de la expectativa de los operadores, con 18,76 millones de hectáreas, frente a los 18,20 millones calculados por los privados, a os 18,21 millones pronosticados por el organismo en febrero y de los 17,95 millones 2020/2021.

En el detalle por variedad, el USDA estimó que los trigos de invierno cubren 13,40 millones de hectáreas, frente a los 12,31 millones del ciclo anterior, mientras que el grano de primavera + candeal serían implantados sobre 5,37 millones de hectáreas –en línea con la expectativa del mercado–, debajo de los 5,64 millones del ciclo 2020/2021.

Tampoco resultó constructivo para el trigo el informe sobre existencias al 1º de marzo, que fueron relevadas por el USDA en 35,76 millones de toneladas, por encima de los 34,78 millones esperados por los operadores, pero por debajo de los 38,52 millones de igual momento de 2020.

Por último, en su informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses, el USDA relevó el jueves ventas de trigo 2020/2021 por 250.100 toneladas, por debajo de las 343.600 toneladas del reporte anterior, pero dentro del rango previsto por los privados, que fue de 125.000 a 450.000 toneladas. Así, al 25 de marzo las exportaciones suman 25,10 millones de toneladas, equivalentes 93,62% de los 26,81 millones previstos por el organismo para todo el ciclo comercial, que concluye a fines de mayo.