La semana en la que el USDA brindó su informe mensual, el trigo volvió a ser el punto distintivo del mercado estadounidense, con alzas mayores al 6% en Chicago, por los nuevos ajustes sobre los volúmenes respectivos a las cosechas de Estados Unidos, Canadá y de Rusia. La tónica alcista también favoreció a los granos gruesos, con mejoras superiores al 2,9 y al 2,1% para el maíz y para la soja, por los recortes que el organismo hizo sobre sus perspectivas de rindes y de cosechas estadounidenses, en virtud del déficit de humedad que persiste en amplias zonas del Medio Oeste y de las Grandes Planicies. Estos recortes sobre la soja y el maíz archivaron la expectativa que los operadores imaginaron para la campaña 2021/2022, como la de la recomposición de las existencias. Las nuevas cifras oficiales dejan en claro que la ajustada relación entre la oferta y la demanda se prolongará en el nuevo ciclo comercial. La tendencia alcista externa también favoreció al mercado doméstico, donde hubo mejoras generalizadas. Las mayores ganancias también las evidenció el trigo, que presenta valores interesantes en el Matba Rofex como para generar estrategias de cobertura.
Indicadores exógenos que impactan sobre los precios
|
Viernes 13 |
Viernes 6 |
Variación en % |
Petróleo |
68,44 |
68,28 |
+0,23 |
Dólar/Euro |
1,1796 |
1,1759 |
+0,31 |
Real/Dólar |
5,2494 |
5,2301 |
+0,37 |
Peso/Dólar** |
96,91 |
96,70 |
+0,22 |
*Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación
SOJA
La soja argentina terminó la semana con saldo positivo para sus precios, dado que las propuestas de los compradores crecieron de 335 a 341,50 dólares por tonelada (de 32.395 a 33.095 pesos) para la zona del Gran Rosario y de 335 a 340 dólares por tonelada para Bahía Blanca y para Necochea.
Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 32.556, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 33.370 pesos. En su última referencia semanal, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 333 dólares por tonelada, equivalentes a 32.321 pesos. El valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos pasó de 533 a 548 dólares por tonelada; el del aceite, de 1258 a 1321 dólares, y el de la harina, de 388 a 400 dólares por tonelada.
También en Matba Rofex el balance semanal fue positivo para la soja, con mejoras del 2,07 y del 1,88% para los ajustes de las posiciones septiembre y noviembre, que pasaron de 338 a 345 y de 340 a 346,40 dólares por tonelada.
Respecto de la soja de la próxima cosecha, las propuestas de los compradores mejoraron de 310/313 a 315/318 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 310 a 315 dólares para Bahía Blanca, y de 305 a 312 dólares por tonelada para Necochea.
En su informe semanal sobre carga de buques programada para el período del 11 de agosto al 5 de septiembre, la BCR marcó que deben salir desde el Gran Rosario 379.000 toneladas de poroto de soja, 1.973.000 toneladas de harina y 327.000 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 339.000 toneladas de poroto, 33.000 toneladas de harina y 5000 toneladas de aceite; desde Necochea, 175.703 toneladas de poroto, 18.000 toneladas de harina y 33.000 toneladas de aceite, y desde otros puertos, 155.000 toneladas de poroto y 13.830 toneladas de harina.
El jueves, en su informe mensual, el USDA redujo de 46,50 a 46 millones de toneladas su previsión sobre la cosecha de soja argentina 2020/2021. Acerca de las exportaciones, elevó de 28,25 a 28,50 millones de toneladas las de harina, pero mantuvo estables, en 6,25 y en 3,70 millones las de aceite y poroto, respectivamente. En cuanto al ciclo 2021/2022 dejó sin cambios su proyección para la cosecha, en 52 millones de toneladas.
El balance semanal fue positivo para los precios de la soja en la Bolsa de Chicago, donde los contratos septiembre y noviembre sumaron un 2,14 y un 2,11%, al pasar de 493,93 a 504,49 y de 491,17 a 501,55 dólares por tonelada. Entre los fundamentos que alentaron las ganancias se destacaron la sucesión de nuevas ventas confirmadas por el USDA y los ajustes hechos por el organismo en su informe mensual sobre el rinde y la cosecha estadounidense.
Sobre el primero de los fundamentos, el viernes el USDA confirmó nuevas operaciones de venta de soja y acumuló así siete jornadas consecutivas de anuncios positivos sobre la demanda de la oleaginosa, algo que el mercado venía reclamando en las semanas precedentes. En estas siete ruedas el volumen total comercializado sumó 1.711.200 toneladas que, con la excepción de 200 toneladas que correspondieron a la campaña 2020/2021, fueron por grano del nuevo ciclo comercial. De ese total, 653.000 toneladas fueron adjudicadas nominalmente a China y el resto, a destinos desconocidos.
El efecto positivo de estas ventas se complementó con el reporte semanal sobre las exportaciones estadounidenses, en este caso para el segmento del 30 de julio al 5 de agosto, donde el USDA relevó el jueves ventas de soja 2020/2021 por 96.900 toneladas, por encima de las 11.400 toneladas del reporte anterior y dentro del rango esperado por los operadores, que fue desde cancelaciones por 100.000 toneladas a ventas por 100.000 toneladas. Los negocios con soja 2021/2022 fueron reportados en 1.120.300 toneladas, por encima de las 424.800 toneladas de la semana anterior y del rango estimado por los privados, de entre 500.000 y 900.000 toneladas.
Y respecto del segundo fundamento alcista, que fue el informe mensual que el USDA difundió el jueves, es importante señalar que si bien en esa jornada el efecto resultó neutro sobre los precios, sus cifras dejan en claro que la ajustada relación que se vivió en la campaña 2020/2021 entre la oferta y la demanda persistirá en el nuevo ciclo comercial 2021/2022, porque el clima no fue el ideal que el mercado se planteó en el inicio de las siembras. Ese es un principio de fortaleza coyuntural para los precios que, claro, luego tiene que ser validado y sostenido por la demanda.
En el repaso de las cifras dadas por el USDA, para la campaña 2020/2021 hizo recortes sobre la molienda y las exportaciones estadounidense que lo llevaron a elevar de 3,66 a 4,34 millones de toneladas su estimación sobre las existencias finales, un volumen que superó los 4,03 millones previstos por los privados. Ahí está uno de los factores que limitaron una lectura alcista del reporte global en la rueda del jueves, que se potenció en el hecho de que la demanda china fue reducida de 98 a 97 millones de toneladas.
Acerca de la nueva campaña, y en función del análisis del estado de los cultivos, el USDA sinceró sus expectativas y redujo de 34,16 a 33,63 quintales por hectárea la estimación para el rinde promedio nacional, contra los 33,89 quintales previstos por los privados y frente a los 33,76 quintales del ciclo precedente. Por esta caída de la expectativa de rendimientos, el volumen de la cosecha fue proyectado en 118,08 millones de toneladas, abajo de los 119,88 millones del mes pasado y de los 119,07 millones calculados por los operadores en la previa del reporte oficial.
Para el resto de las variables comerciales, y con el dato del aumento del stock inicial de 3,66 a 4,34 millones de toneladas, el USDA redujo de 60,56 a 60,01 millones de toneladas la molienda y de 63,81 a 63,24 millones el uso total, en tanto que las exportaciones fueron ajustadas de 56,47 a 55,93 millones. Así, el volumen de las existencias finales fue prácticamente mantenido estable, dado que la variación fue de 4,22 a 4,21 millones de toneladas, un dato que igualmente quedó debajo de los 4,33 millones previstos por los privados.
Esa falta de cambios sobre las existencias finales pese a la reducción de la cosecha y el ajuste de 102 a 101 millones de toneladas hecho sobre las compras chinas de la nueva temporada también fueron datos que atentaron contra la firmeza de las cotizaciones el jueves. Sin embargo, si se los analiza en profundidad, ninguno de los dos modifica el hecho de que las reservas estadounidenses siguen en uno de los niveles históricos más bajos, que vuelven al mercado vulnerable a eventualidades, cuanto todavía restan transitar varias semanas hasta el inicio de la cosecha y, luego, hasta su término.
En vistas de la condición de los cultivos que el propio USDA mostraban semana tras semana, desde este mismo espacio señalamos en nuestro reporte anterior que resultaba “casi un acto de fe en los paquetes tecnológicos y en el clima de agosto” el sostener la chance de rindes elevados, e incluso superiores a los del ciclo anterior, cuando las plantas presentaban un estado bastante mejor que el actual. Eso era insostenible, para la soja y para el maíz. Y hoy consideramos que el clima debe mejorar sobre las zonas del oeste y del norte del Medio Oeste y sobre el este del centro-norte de las Grandes Planicies, donde el déficit de humedad le resta potencial de rinde a las plantas. Si eso no sucede, y pronto, quizás el USDA deba volver a recalcular su números para la oferta de soja estadounidense.
El lunes pasado, en su ponderación sobre la condición de los cultivos, el organismo relevó un 60% de la soja en estado bueno/excelente, sin cambios respecto de la semana pasada, pero abajo del 74% vigente un año atrás. El dato oficial quedó en línea con el 60% previsto en promedio por los privados. Atravesó la floración el 91% de las plantas, frente al 86% de la semana anterior, al 91% de igual momento del año pasado y al 89% promedio. Formó vainas el 72% de los cultivos, contra el 58% del reporte anterior, el 73% de 2020 y el 68% promedio.
MAÍZ
Con la persistencia de un fuerte diferencial a favor de los embarques desde los puertos marítimos, el maíz terminó la semana con saldo a favor de sus precios en el mercado local. Las propuestas de los exportadores crecieron de 220 a 230 dólares por tonelada (de 21.274 a 22.289 pesos) para Bahía Blanca; de 220 a 225 dólares para Necochea, y de 190 a 195 dólares por tonelada para las terminales del Gran Rosario.
Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 19.124, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 19.131 pesos. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos pasó de 240 a 244 dólares por tonelada.
El balance también fue positivo para el maíz en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones septiembre y diciembre ganaron un 1,51 y un 1,46%, al pasar de 199 a 202 y de 205 a 208 dólares por tonelada.
Acerca del maíz de la nueva campaña, las propuestas de los compradores crecieron a lo largo de la semana de 205 a 210 dólares por tonelada para los puertos de Bahía Blanca y de Necochea, y de 190 a 195 dólares para el Gran Rosario.
En su informe semanal sobre carga de buques programada para el período del 11 de agosto al 5 de septiembre, la BCR marcó que deben salir desde el Gran Rosario 1.838.750 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 1.130.750 toneladas; desde Necochea, 349.278 toneladas, y desde otros puertos, 100.418 toneladas.
Respecto de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) indicó que desde el informe previo la recolección de maíz con destino grano comercial continuó avanzando sobre gran parte del área agrícola nacional. “Mientras transitamos la última etapa de las labores, la cosecha se concentra sobre lotes sembrados durante el verano. Los rindes relevados se mantienen cercanos a los promedios de las últimas semanas, brindando un rinde medio a nivel nacional de 78,5 quintales por hectárea. A la fecha se logró recolectar el 94,7% del área apta, luego de relevar un avance semanal de 5,5 puntos porcentuales. Frente a este panorama, mantenemos la proyección nacional de producción en 48 millones de toneladas”, dijo la entidad.
En su informe mensual, el jueves el USDA mantuvo en 48,50 millones de toneladas su proyección sobre la cosecha 2020/2021 de maíz, pero elevó de 35,50 a 36,50 millones el cálculo sobre las exportaciones. Ese incremento tranquilamente puede ser parte del volumen de grano argentino que está yendo a Brasil, donde el aumento de los valores internos lo volvió competitivo. Para la campaña 2021/2022 el organismo mantuvo sin cambios sus proyecciones sobre producción y exportaciones, en 51 y en 36 millones de toneladas.
El balance semanal fue positivo para los precios del maíz en Chicago, donde las posiciones septiembre y diciembre sumaron un 2,39 y un 2,97%, al pasar de 218,49 a 223,71 y de 219,08 a 225,58 dólares por tonelada. Entre los fundamentos que contribuyeron con la tónica alcista se destacaron el informe mensual del USDA, por sus ajustes en rinde y cosecha para Estados Unidos, y la chance de que una menor oferta de trigo reste competencia en el mercado forrajero.
Respecto del informe mensual del USDA, en la revisión del ciclo comercial 2020/2021 elevó de 128,28 a 128,91 millones de toneladas la demanda de maíz para etanol, pero redujo de 72,39 a 70,49 millones de toneladas su previsión sobre las exportaciones. Ese último movimiento fue clave para llevar de 27,48 a 28,37 millones de toneladas el stock final que, así, superó los 27,80 millones previstos por los privados.
Sin embargo, el costado alcista del trabajo oficial estuvo en el segmento dedicado a la nueva campaña, donde, al igual que en el caso de la soja, sinceró sus expectativas y dejó atrás la esperanza de un rendimiento récord, de 112,66 quintales por hectárea, al ubicarlo ahora en 109,59 quintales, más acorde con el déficit de humedad que aún sigue vigente en zonas de Iowa, en casi todo el territorio de Minnesota y en el este de las Dakotas. El nuevo dato quedó abajo de los 111,47 quintales previstos por los privados, pero aún supera los 107,96 quintales de la campaña precedente. Con el achique del rendimiento el USDA proyectó la cosecha de EE.UU. en 374,68 millones de toneladas, debajo de los 385,21 millones previstos en julio y de los 381,12 millones calculados por el mercado.
Acerca del resto de las variables comerciales, redujo el uso forrajero de 145,42 a 142,88 millones de toneladas y el uso total, de 313,45 a 311,16 millones, sin modificar el volumen destinado a la industria del etanol, de 132,09 millones. Las exportaciones fueron recortadas de 63,50 a 60,96 millones de toneladas. Con todos estos retoques el USDA estimó las existencias finales en 31,56 millones de toneladas, por debajo de los 36,37 millones del reporte de julio y de los 32,90 millones calculados por los privados.
Con este informe mensual del USDA, el mercado dejó atrás la consigna de que la campaña 2021/2022 sería la que comenzaría a resolver la ajustada relación entre la oferta y la demanda de maíz vista durante el ciclo 2020/2021. En cambio, ahora el objetivo parece ser que esa relación no se agrave aún más. Por delante al mercado de maíz estadounidense le resta resolver la situación de la demanda interna, en particular de la industria del etanol, dado que si bien el USDA no mostró una retracción en la demanda para ese fin, las cifras de producción no repuntan. En ese sentido, el miércoles, la Administración de Información sobre Energía de EE.UU. marcó una caída de la producción de etanol por quinta semana consecutiva, esta vez, de 1.013.000 a 986.000 barriles por día. En tanto que el stock fue reportado en baja por segunda semana seguida, de 22.469.000 a 22.276.000 barriles.
Como lo señalamos en el caso de la soja, la posibilidad de que el rendimiento del maíz estadounidense fuera récord, como lo proyectada el USDA, había dejado de ser una posibilidad cierta varias semanas atrás. Pero la historia no está cerrada y los cultivos siguen necesitando humedad en zonas muy relevantes para la cosecha. Y pese a una mejora, el hecho concreto es que aún hoy los cultivos están peor que un año atrás. Al respecto, el lunes pasado el USDA ponderó en estado bueno/excelente el 64% del maíz, por encima del 62% de la semana pasada, pero abajo del 71% de igual momento de 2020. El dato oficial superó el 62% previsto en promedio por los privados. Atravesó la etapa de polinización el 95% del maíz, frente al 91% de la semana anterior, al 96% igual momento de 2020 y al 94% promedio de las cuatro campañas precedentes. La etapa de grano lechoso la transitó el 56% de las plantas, contra el 38% de la semana anterior, el 56% del año pasado y el 51% promedio. Está dentado el 8% del maíz, respecto del 10% de 2020 y del 11% promedio.
Para alcanzar el nivel de rinde planteado por el USDA el jueves, las lluvias deben llegar pronto a las zonas que más las necesitan, donde el maíz entró en tiempo de descuento.
En otro de los datos más esperados por el mercado, el USDA redujo el jueves de 93 a 87 millones de toneladas su estimación sobre el volumen total de la cosecha de maíz brasileño, en tanto que el cálculo sobre sus exportaciones fue ajustado de 28 a 23 millones. Las importaciones las mantuvo en 3,50 millones de toneladas. El martes la Conab redujo de 93,38 a 86,50 millones de toneladas su estimación sobre la cosecha total de maíz brasileño y de 29,50 a 23,50 millones las ventas externas.
Además, en cuanto a la demanda, el organismo mantuvo sin cambios, en 26 millones de toneladas, las importaciones chinas para las campañas 2020/2021 y 2021/2022.
Por último, en su reporte semanal sobre las exportaciones estadounidenses, el jueves el USDA relevó ventas 2020/2021 de maíz por 377.600 toneladas, muy por encima de las 68.200 toneladas del informe anterior y del rango previsto por los privados, que fue desde cancelaciones por 100.000 toneladas a ventas por 200.000 toneladas. Los negocios 2021/2022 fueron reportados en 601.800 toneladas, por debajo de las 830.200 toneladas de la semana anterior, pero dentro del rango calculado por los operadores, de entre 400.000 y 900.000 toneladas.
TRIGO
Con la persistente tendencia alcista global para los precios del trigo, el grano argentino terminó la semana en alza. Por el trigo con entrega inmediata las ofertas crecieron de 215 a 230 dólares por tonelada (de 20.791 a 22.289 pesos) para el Gran Rosario; de 220 a 235 dólares para Bahía Blanca, y de 200 a 210 dólares por tonelada para Necochea.
Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 22.286, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado 22.540 pesos. El valor FOB del trigo en los puertos argentinos pasó de 283 a 286 dólares por tonelada.
La tónica alcista comprendió al trigo de la nueva cosecha, con propuestas de los exportadores que crecieron de 220 a 235 dólares por tonelada (de 21.274 a 22.774 pesos) para el Gran Rosario y para Bahía Blanca, y de 215 a 230 dólares por tonelada para Necochea.
El Matba Rofex también reflejó importantes ganancias para los precios del trigo de la nueva cosecha. En efecto, los ajustes de las posiciones diciembre y enero sumaron un 5,48 y un 6,11%, tras pasar de 219 a 231 y de 221 a 234,50 dólares por tonelada. Un año atrás estos mismos contratos se negociaban en 174,50 y en 176,30 dólares por tonelada.
En su informe semanal sobre carga de buques programada para el período del 11 de agosto al 5 de septiembre, la BCR marcó que deben salir del Gran Rosario, 79.000 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 57.500 toneladas, y desde Necochea, 40.068 toneladas.
Acerca de los cultivos, el jueves la BCBA indicó que en el transcurso de los últimos 7 días, tras un progreso semanal de 0,3 puntos porcentuales, “finalizó la siembra 2021/2022, alcanzando el objetivo de 6,5 millones de hectáreas”. Y añadió que precipitaciones acumuladas durante el fin de semana permitieron implantar los cuadros remanentes del centro y del sudeste bonaerense, además de impulsar la emergencia de lotes recientemente incorporados, demorados por las temperaturas frías y por la falta de humedad superficial. No obstante advirtió que “sobre el norte del país se profundiza el déficit hídrico, afectando el desarrollo de los cuadros más avanzados”.
En su informe mensual, el jueves el USDA mantuvo sin variantes sus previsiones para la Argentina, con una cosecha de 20,50 millones de toneladas y exportaciones por 13,50 millones.
Los precios del trigo terminaron la semana en alza por tercera semana consecutiva en el mercado estadounidense. En Chicago los contratos septiembre y diciembre sumó un 6,01 y un 5,59% al pasar de 264,19 a 280,08 y de 269,42 a 284,49 dólares por tonelada. En Kansas, las mismas posiciones ganaron un 5,17 y un 5,22%, tras variar de 254,08 a 272,73 y de 263,64 a 277,41 dólares por tonelada. La oferta de trigo en el nivel mundial será menor a la prevista hasta el mes pasado, con recortes importantes en Estados Unidos, Canadá y en Rusia. Ese fue el principal fundamento alcista para las cotizaciones del cereal, contenido en el nuevo informe mensual del USDA.
Esos recortes, que ya habían tenido una primera escala en el informe del USDA de julio, en el que la estimación sobre la producción estadounidense fue ajustada de 51,66 a 47,52 millones de toneladas, tuvieron su segunda parte el jueves. En efecto, el organismo ajustó ahora su cálculo de cosecha de 47,52 a 46,18 millones de toneladas, como consecuencia del ajuste del rinde promedio, de 30,80 a 29,93 quintales por hectárea. Es importante hacer notas que más allá de que el trigo de primavera fue el responsable de la mayor merma en el reporte de julio, en este caso el peso del ajuste recayó sobre el trigo de invierno. En concreto, el volumen de la cosecha de variedades de invierno pasó de 38,21 a 36,93 millones de toneladas, mientras que el de la producción de primavera lo hizo de 9,31 a 9,25 millones.
En cuanto al resto de las variables comerciales, el USDA redujo de 4,63 a 4,35 millones de toneladas el uso forrajero y de 32,52 a 32,22 millones el uso total, en tanto que las exportaciones fueron sostenidas en 23,81 millones de toneladas. Así, la estimación sobre las existencias finales fue ajustada de 18,09 a 17,05 millones de toneladas y quedó debajo de los 17,50 millones previstos por los privados.
Dos datos para valorar: la cosecha 2021/2022 de trigo en Estados Unidos es la más baja desde los 43,71 millones de toneladas del ciclo 2002/2003 y desde los 42,08 millones de la lejana temporada 1972/1973, mientras que las existencias finales resultan las menores desde los 16,07 millones de toneladas de la campaña 2013/2014 y desde los 8,32 millones 2007/2008.
Acerca del progreso de las cosechas estadounidenses, el lunes el USDA marcó el avance de la de invierno sobre el 95% del área apta y la de primavera, sobre el 38%, en este caso, contra el 17% de la semana pasada, el 14% de igual momento de 2020, el 21% promedio. El organismo ponderó un 11% del trigo de primavera en estado bueno/excelente, por encima del 10% de la semana pasada, pero muy lejos del 69% vigente en 2020.
Los otros dos grandes datos del informe mensual del USDA fueron:
- Canadá. El importante e inesperado –por su magnitud– recorte de la producción, de 31,50 a 24 millones de toneladas, y de la expectativa de exportaciones, de 23 a 17,50 millones. Este último dato es el más bajo desde los 17,35 millones de la campaña 2011/2012.
- Rusia. El ajuste de la proyección de su cosecha, de 85 a 72,50 millones de toneladas, y de sus exportaciones, de 40 a 35 millones. Sobre este punto vale señalar que el mismo jueves el Ministerio de Agricultura ruso indicó que la producción se mantendría en torno de los 81 millones de toneladas, pero los privados la auguran en 76,40 y en 77 millones de toneladas, según las últimas proyecciones de SovEcon y de IKAR.
El USDA también marco aumentos para los saldos exportables de Ucrania, de 21 a 23,50 millones de toneladas; de la Unión Europea, de 34 a 35 millones, y de Australia, de 20,50 a 22 millones, pero no logran compensar las pérdidas en el bloque Estados Unidos-Canadá-Rusia.
Al respecto, en el nivel mundial el USDA proyectó el volumen de la cosecha de trigo en 776,91 millones de toneladas, por debajo de los 792,40 millones del informe de julio. Las existencias finales fueron calculadas en 279,06 millones de toneladas, también abajo de los 291,68 millones del mes pasado y de los 288,20 millones previstos por los privados.
Por último, en su informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos el jueves el USDA relevó ventas de trigo por 293.100 toneladas, por debajo de las 308.300 toneladas del reporte anterior y cerca del mínimo previsto por los operadores, que manejaron un rango de entre 250.000 y 550.000 toneladas.