La situación climática para el campo volvió a complicarse en un momento clave de la campaña agrícola, según coinciden expertos consultados por LA NACION. En los últimos días del mes pasado y primeros del actual, se registraron en gran parte de la región pampeana lluvias de entre 20 y 30 milímetros (en algunos lugares con precipitaciones mayores) que trajeron un alivio. Así, se recompusieron lotes con trigo y se permitió cargar algo de humedad los suelos para sembrar maíz.
Sin embargo, en las últimas tres semanas no se produjeron precipitaciones y otra vez las alarmas se encendieron. Los trigos más adelantados en su ciclo están requiriendo agua que no aparece. Además, lo mismo pasa para el maíz recién sembrado, que necesita lluvias para desarrollarse. Para este fin de semana habría nuevas precipitaciones, pero no llegarían a todas las regiones, como Córdoba, la más afectada por la sequía.
El panorama fue reconocido con crudeza por la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) del Ministerio de Agricultura de la Nación. En un informe difundido ayer, señaló que "sería un hecho" la ocurrencia de un fenómeno "La Niña", que suele generar lluvias por debajo de lo normal. La intensidad, no obstante, sería "débil a moderada".
"El IRI ha publicado el 19 pasado una actualización del pronóstico para la temperatura del Pacífico Ecuatorial central. Según el informe, a mediados de septiembre la temperatura de la superficie del Pacífico centro-este está por debajo del promedio y la mayoría de las variables atmosféricas son consistentes con las condiciones de La Niña. Es decir, La Niña sería un evento ya instalado, con una temperatura oceánica de algo más de medio grado por debajo de lo normal", indicó.
"Los resultados de los modelos de pronóstico indican alrededor de un 80% de probabilidad de La Niña para la primavera y un 70% para el verano (modelo consensuado). El CPC/IRI le adjudica una probabilidad algo menor, del 75%", agregó.
En Códoba. Así cayó la humedad superficial para la siembra desde mayo pasado
De acuerdo al informe que difundió ORA, la intensidad sería "débil a moderada". Agregó: "Tampoco se espera un evento de larga duración, ya que a partir del trimestre febrero-marzo-abril la probabilidad de La Niña decae notablemente".
Toda esta situación se puede ver en la caída de la humedad superficial para la siembra que reflejan imágenes de la plataforma NASA Harvest. A modo de ejemplo, en mayo pasado en Córdoba la humedad superficial promedio para el área agrícola rondaba el 60% y se desplomó ahora a poco más del 20%. En Santa Fe también estaba en torno del 60%, bajó a 28% hace unas semanas y ahora está en el 36,5%. En tanto, en Buenos Aires retrocedió del 60 al 40%.
"Está complicado nuevamente y no dan mucha lluvia para diferentes sectores de Córdoba y los núcleos productivos", señaló Esteban Copati, de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires sobre la situación climática. Agregó que "las heladas siguen pegando duro". En rigor, golpearon fuerte al trigo.
"Continuamos en un deterioro casi ininterrumpido en algunos sectores del centro y norte del país", agregó el experto.
Cristian Russo, de la Bolsa de Comercio de Rosario, señaló que "nos estamos jugando las fichas a lo que pase este fin de semana", en relación a las lluvias que podrían registrarse en los próximos días. Remarcó: "Esperemos que lleguen a la zona núcleo, pero no sabemos si lo van a hacer en Córdoba".
Recordó que en la zona núcleo a la semana pasada se logró el mayor avance de siembra para maíz de los últimos 10 años. Se implantaron 675.000 hectáreas con el cereal, el 45% de lo que allí se prevé implantar. Eso ocurrió tras las anteriores precipitaciones. "La gente salió a sembrar rápido", apuntó.
En Santa Fe. Retroceso en la humedad superficial para la siembra
Ahora la expectativa está puesta en las próximas lluvias. La necesidad es grande: Córdoba sigue requiriendo más de 120 mm para recomponerse y en Santa Fe eso está por encima de los 80 milímetros.
Según el Sistema de Información de Sequías para el Sur de Sudamérica del Centro Regional del Clima, Córdoba no tiene área que no esté seca y en el 62,72% de la superficie la sequía allí es severa. En Buenos Aires solo el 24,4% del territorio no está seco y el resto se reparte entre "anormalmente seco" y sequía que va desde moderada a severa y extrema. En el caso de Santa Fe, apenas el 35,96% del territorio no está seco.
En Buenos Aires también bajó la humedad superficial para la siembra
Estado de las reservas para el trigo
La Nación - Fernando Bertello