El gobierno de Alberto Fernández marcó un cambio frente al anterior ciclo kirchnerista sobre la política exportadora. Replegó en algo el discurso que privilegiaba el mercado interno (“la mesa de los argentinos”) por sobre las exportaciones. También abrió un canal de diálogo fluido con la Unión Industrial Argentina (UIA) y con las entidades del agro mediante el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), a través del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de su par de Agricultura, Luis Basterra.
El CAA prepara lo que se denomina "la estrategia nacional agroalimentaria" (ENA), con lineamientos para aumentar la producción y promover las exportaciones. Esto incluiría un marco impositivo para los próximos dos a tres años, con incentivos como la creación de una cuenta tributaria única para canalizar saldos y ayudas para mejorar la productividad invirtiendo en insumos y en maquinaria.
Pero esas buenas intenciones chocan con las posiciones más duras de sectores ligados a la vicepresidenta Cristina Fernández, según reconocen fuentes en contacto con el Gobierno.
De ahí que hasta ahora ninguna de las medidas torció las expectativas del sector exportador.
“Es justo reconocer que las medidas para frenar la pandemia provocaron un freno abrupto sin precedentes en la producción y en los flujos internacionales. Pero, por ahora, las señales oficiales son insuficientes y algunas medidas van en el sentido contrario”, advierte Beatriz Nofal, de la consultora Eco-Axis.
Un ejemplo fue el recorte de las retenciones a las exportaciones agropecuarias, agroindustriales y manufactureras. A pesar de que en la CAA las entidades del agro piden rebajas a las economías regionales y, en forma gradual, para granos y carnes, sólo se aplicaron desde octubre y en forma temporal, con un retorno paulatino hasta llegar en enero próximo a las tasas previas.
“Hay muchos funcionarios convencidos de aumentar las exportaciones y eso es un gran paso, pero hasta ahora no se ha plasmado en medidas concretas. Esta rebaja en las retenciones, al menos en el agro, no va a promover una mayor producción en la campaña 2020/2021. Además, la brecha cambiaria y el cepo juegan en contra”, señala David Miazzo, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (Fada).
Otro botón de muestra es la reciente modificación de la ley de la Economía del Conocimiento, que quitó la posibilidad de tomar a cuenta de Ganancias las retenciones que pagan las empresas en países con los que Argentina no tiene convenio de doble tributación y otras facilidades impositivas que tenía la norma aprobada en 2019. Ahora, las empresas de este sector buscan “mejorar” la ley tratando de incidir en la reglamentación.
Ventas en baja. Hasta agosto, las exportaciones cayeron 11,8 por ciento en dólares respecto de los primeros ocho meses de 2019, según el Indec. La proyección de Marcelo Elizondo, titular de DNI, es que 2020 termine en 10 por ciento a 12 por ciento por debajo de las ventas al exterior del año pasado, porcentaje en el que se redujo el comercio mundial por efecto de la pandemia.
La Voz del Interior – Diego Dávila