En la zona de Oncativo, la empresa El Triunfo siembra unas 800 hectáreas con sorgo. Históricamente, el cereal integró la rotación agrícola, incluso con la variedad blanca ya que la firma posee un molino que produce harinas de este grano. Sin embargo, en las últimas tres campañas había sido completamente desplazado por el maíz. Para el ciclo que está comenzando, la perspectiva cambió: el crecimiento de los precios, traccionados por una fuerte demanda China, y el pronóstico de un año Niña, pusieron al sorgo nuevamente en carrera. “Este año vamos a volver a hacer entre 80 y 100 hectáreas. Ambos factores empujaron la decisión, pero aún si no hubieran subido tanto los precios y estuvieran cinco por ciento por debajo del maíz, lo hubiéramos elegido por la condición hídrica”, subraya José Cueva, de El Triunfo.
La empresa también es proveedora de semillas y el productor agrega que hubo más demanda que otros años, lo que ratifica la decisión de reincorporar al sorgo dentro de los planes de siembra.
La Bolsa de Cereales de Córdoba lo confirma: la primera proyección del Departamento de Información Agronómica de la entidad reflejan que se implantarían unas 118.500 hectáreas, 22 por ciento más que en la campaña pasada. Sería la mayor superficie en cinco temporadas, desde las 126.000 del ciclo 2015/16.
Se cortaría así, además, una racha de nueve años consecutivos de achique del área sorguera.
Según la encargada de estimaciones agrícolas de la Bolsa, Silvina Fiant, las labores ya comenzaron y ya se cubrió alrededor de un cinco por ciento del área estimada. Los departamentos con más panojas son Presidente Roque Sáenz Peña y San Justo: concentran 50 por ciento del total.
“La mayor intención de siembra se debe a los precios, los menores costos de producción y su mayor eficiencia en el uso del agua. Por cada milímetro de agua, produce 15 kilos; la soja, nueve”, ejemplificó Fiant.
Más que el maíz
El alza que refleja la cotización del sorgo es realmente una motivación.
De acuerdo con un informe del economista Carlos Ghida Daza, del Inta Marcos Juárez, en la proyección de márgenes brutos para la actual campaña, el sorgo, con 53.404 pesos por hectárea (suponiendo un escenario de rindes promedio), le pisa los talones al maíz, que aportaría 56.159 pesos. Y con una ventaja financiera adicional: mientras el maíz arrojaría dos pesos por cada peso gastado; el sorgo sumaría 3,6 pesos.
“Es importante adaptarse a estos cambios. Si a esto se agrega el factor agronómico de mejora por una mayor resistencia a la sequía, es un cultivo a incorporar en las rotaciones agrícolas de la zona núcleo. También por su aporte de nutrientes y como fuente de forraje en planteos mixtos”, sostiene Ghida Daza.
Los cálculos de la Bolsa de Cereales provincial coinciden. El investigador Lucio Dipré elaboró tres posibles escenarios de precios a cosecha (el jueves los contratos a futuro llegaron a 202 dólares), que oscilan entre 195 y 220 dólares. Así, hasta la previsión más pesimista supera al maíz (170 dólares el temprano y 155 el tardío).
Bajo el supuesto de un rinde de 52 quintales, el sorgo dejaría un margen bruto de entre 565 dólares y 682 dólares por hectárea; el maíz temprano, 668 dólares y el tardío 481 dólares.
Manejo agronómico
Que el sorgo tenga la capacidad de adaptarse a escenarios climáticos adversos no significa que haya que descuidar las condiciones de manejo.
En principio, José Cueva considera que es clave no sobrepasarse con la densidad de siembra: su recomendación es implantar como máximo hasta el 30 de noviembre, a 52 centímetros, con el objetivo de lograr entre 12 y 14 plantas por metro. “Y si te quedan ocho plantas, el sorgo compensa muy bien. No hay que densificarlo demasiado”, repasa.
Desde el Inta Manfredi, Diego Ortiz, encargado del programa de mejoramiento de sorgo, opina similar. “Con la densidad hay que ser cuidadosos, porque si uno se pasa va a tener un mayor consumo de agua; entonces este año hay que ser conservador. Del otro lado, si se queda corto, el sorgo compensa con el macollo, pero eso puede generar un problema a la cosecha porque se incorpora más materia verde en la trilla y el cultivo tarda más tiempo en perder humedad”, remarca Ortiz.
Para el técnico del Inta, el rango óptimo es levemente superior al que sugiere Cueva: entre 18 y 20 plantas por metro.
En cuanto a la fertilización, la sugerencia es plantear algo similar que para el maíz: nitrógeno y fósforo donde este último sea deficitario.
“El sorgo tiene ese karma de que lo tiran siempre al peor lote, pero la genética ha ido avanzando muchísimo. Hay zonas donde puede llegar a dar 80 quintales de promedio. Este es el año para demostrar que, si le metemos tecnología y manejo, responde. Hay precio, hay año Niña, están todas las condiciones para que le demos una oportunidad”, cierra Ortiz.
Agrovoz – La Voz del Interior (Córdoba) – Fabio Ré