Ni la baja temporal de retenciones, ni la escalada de los precios internacionales que consolidaron un incremento mayor al 30% desde marzo pasado, lograron acelerar la liquidación de divisas del agro en noviembre, que concluiría con alrededor de u$s1.600 millones, mostrando incluso un retroceso de alrededor del 5% respecto al mes previo, según adelantaron fuentes del sector a Ámbito. La verdadera apuesta por parte del Gobierno sucedió en octubre pasado cuando anunció la rebaja temporal de tres puntos en las retenciones al poroto de soja y la restitución del diferencial a favor de los productos con mayor valor agregado, básicamente aceite y harina. En aquel entones la medida no resultó efectiva porque la liquidación del sector también mostró un retroceso del 4% respecto al mes previo al sumar alrededor de u$s1.700 millones.
A partir de noviembre el tributo se elevó hasta el 31,5% para la oleaginosa sin procesar, desactivando la esperanza para las arcas nacionales de contar con un mayor ingreso de divisas por parte del sector agroindustrial. En tanto, la suba de las cotizaciones en el mercado internacional y su fiel reflejo en el ámbito local, oficiaron como oportunidad ideal para que los productores que en aquel entonces aún conservaban poco más de 15 millones de toneladas en los silos concretaran mayores ventas.
Lo cierto es que finalmente la comercialización interna de la soja tampoco mostró una aceleración durante noviembre. Según indican en el sector, la brecha entre el dólar oficial y el blue desalienta los negocios, pero eso no es todo. Este año también los agricultores accedieron a créditos a tasas convenientes para financiar la actual campaña en marcha y por eso no debieron, como otros años, vender granos para hacerse de capital de trabajo.
Quizás el único dato alentador es que durante octubre la industria aceitera tuvo un pico de declaración de ventas al exterior de harina y subproductos, lo que se traduciría quizás en una menor primarización de las exportaciones a partir de la reimplementación del tan cuestionado por los productores diferencial de dos puntos menos a favor de los productos con mayor valor agregado. En noviembre esta tendencia también se habría consolidado porque por lo pronto las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) que diariamente provee el ministerio de Agricultura
En este contexto se prevé que el 2020 concluiría con una caída de alrededor del 15% en la liquidación de divisas del campo. La salvedad al caso es que, a partir de agosto del año pasado, luego de las elecciones PASO, el campo se apuró a liquidar la cosecha ante la inminente suba de retenciones que dispondría el nuevo Gobierno.
Campaña 2021
Mientras tanto avanza la siempre de soja de la actual campaña y los pronósticos climáticos son alentadores para los próximos días ya que se prevén lluvias en las principales zonas agrícolas que aportarían la humedad necesaria a los suelos.
A la fecha, según las estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires se lleva implantado el 40% el área proyectada en 17,2 millones de toneladas.
En este marco, y gracias a la suba de las cotizaciones que se mantendrían firmes en el mediano plazo, se prevé que el valor bruto de la cosecha de soja y maíz alcance los u$s24.326 millones, mientras que el ingreso de divisas ascendería a más de u$s26.000 millones, mostrando un incremento del 14% respecto al ciclo previo.
Ámbito Financiero – Yanina Otero