Luego de caer un 3,5% el viernes, los precios del maíz aumentaron hasta un 6% en la Bolsa de Chicago, donde la tendencia alcista tuvo al clima como principal fundamento por el comportamiento irregular de las lluvias sobre el medio oeste de los Estados Unidos entre el fin de semana y ayer, con precipitaciones excesivas donde no hacían falta y con acumulados mínimos en las regiones más necesitadas de humedad, en momentos en que el cereal entró en la etapa clave de la polinización, que comenzará a formar el potencial de rinde futuro. Al cierre de los negocios, las pizarras reflejaron alzas de US$15,35 y de 11,02 sobre los contratos julio y septiembre del maíz, cuyos ajustes pasaron de 250,58 a 265,93 y de 208,75 a 219,77 dólares por tonelada.
El principal Estado productor de maíz estadounidense es Iowa, que hasta el jueves pasado presentaba déficit de humedad en el 92,46% de sus suelos y condiciones de sequía severa sobre el 43,88%, según el Centro Nacional de Mitigación de la Sequía. Las lluvias de los últimos días dejaron acumulados que no superaron los 35 milímetros sobre el noroeste, la zona que más necesitaba agua. Lo mismo ocurrió con el este de Dakota del Sur, otra región relevante para el cereal, que padece sequía entre moderada y severa, y que en los últimos siete días apenas acumuló entre 10 y 15 milímetros de lluvias.
En cambio, entre el viernes y ayer se registraron tormentas y acumulados mayores a los 150 milímetros sobre el centro de Missouri y de Illinois –éste último es el mayor productor de soja y el segundo de maíz–, áreas que no necesitaban aportes extraordinarios de agua y que ahora registran anegamientos.
Frente a este cuadro agronómico que está lejos de ser ideal para la campaña 2021/2022, que arranca con la certeza de que el stock inicial de maíz será el más bajo desde el ciclo 2012/2013, según lo indicó el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) en su último informe mensual, los fondos de inversión ayer compraron unos 30.000 contratos del cereal, equivalentes a poco más de 3,8 millones de toneladas, y postergaron –de momento– su preocupación por el impacto que el fallo de la Corte Suprema de Justicia estadounidense podría tener sobre la demanda de maíz para la fabricación de etanol.
Luego del cierre de los mercado el USDA publicó su informe semanal sobre cultivos y en él redujo del 65 al 64% la proporción de maíz en estado bueno/excelente y la alejó del 73% vigente en igual momento del año pasado. Además, el organismo indicó que ya atravesó la etapa de polinización el 4% de las plantas, dato similar al de 2020, pero menor al 6% promedio de las cuatro campañas anteriores.
El mercado de granos ahora pondrá su atención sobre el informe de áreas sembradas en Estados Unidos que el USDA publicará mañana, dado que hay cierto consenso entre los operadores en cuanto a que la superficie cubierta con el cereal resultó mayor que los 36,87 millones de hectáreas proyectados por el organismo a fines de marzo último. En promedio, los privados prevén que esa cifra crezca hasta los 37,95 millones de hectáreas.
Ayer la tónica alcista derivada del clima también favoreció a la soja. En efecto, las posiciones julio y agosto de la oleaginosa en Chicago sumaron US$10,01 y 12,49, al cerrar con ajustes de 498,61 y de 491,17 dólares por tonelada, mientras que el contrato noviembre, que marca la entrada formal de la nueva cosecha, subió US$15,71 y quedó con un valor de 482,26 dólares.
En su informe semanal sobre los cultivos estadounidenses el USDA mantuvo ayer en el 60% la proporción de soja en estado bueno/excelente, sin cambios, pero por debajo del 71% vigente un año atrás. El organismo agregó que ya atravesó la etapa de floración el 14% de las plantas, contra el 13% de igual momento del año pasado y el 11% promedio de los cuatro ciclo agrícolas precedentes.
Para el informe sobre áreas sembradas en EE.UU. que el USDA publicará mañana el promedio de las estimaciones privadas ubicó la superficie cubierta con la oleaginosa de la campaña 2021/2022 en 36 millones de hectáreas, por encima de los 35,45 millones calculados por el organismo a fines de marzo.
La Nación – Dante Rofi