El tratamiento de semillas es un proceso clave para lograr mayor rendimiento en los cultivos. Mediante la aplicación de diversas técnicas, lo que se busca es proteger a la planta de patógenos presentes en la semilla, en el suelo y rastrojos y que puedan afectar la calidad de los cultivos en las fases iniciales de su desarrollo. No obstante, en los últimos años, se desarrollaron productos compuestos por nuevas moléculas, como carboxamidas, que también controlan enfermedades foliares y cuyo origen no es la semilla ni el rastrojo como son las royas.
En los cereales de invierno, el tratamiento de semillas apunta a prevenir las principales enfermedades asociadas a las semillas de trigo y cebada en el país para lograr una buena siembra. De esta forma, de acuerdo con un informe del Grupo de Fitopatología de INTA Pergamino, el objetivo es desarrollar técnicas que ayuden a evitar enfermedades como la Mancha amarilla, Septoriosis, Carbón cubierto o caries, Mancha del nudo y de la gluma, Tizón bacteriano, Brusone o quemado, Punta negra, Carbón volador, Rayado bacteriano, Mancha en red, Escaldadura, Salpicado necrótico o Ramulariosis y Royas.
“Esta estrategia de curado y cuidado y de la semilla es de suma importancia para que el cultivo logre un adecuado stand de plantas y crezca y se desarrolle mejor y más sano. Por eso, durante la última campaña el equipo técnico de BASF se enfocó en desarrollar técnicas eficaces mediante la utilización de productos que cumplan con los requerimientos de los productores en el control de enfermedades y en la calidad de la siembra”.
En ese sentido, “hemos desarrollado Kit Sistiva® (Fluxapyroxad + Triticonazole) para los cultivos de Trigo y Cebada, que ha demostrado muy buenos resultados en las enfermedades que aparecen con mayor frecuencia en estos cultivos, cómo Carbones, Fusarium, Manchas y ciertas Royas. También, hemos desarrollado un polímero para el Tratamiento Profesional de Semillas con el objetivo de mejorar la fluidez al momento de la siembra y disminuir el desprendimiento de los productos aplicados a la semilla”, explica Pablo Ramírez, Gerente de Tratamiento de Semillas de BASF.
El Kit Sistiva® permite mejor implantación favoreciendo el desarrollo inicial del cultivo, además de aportar movilidad única de raíz a la hoja, excelente distribución, mayor desarrollo de raíces y absorción de nutrientes. Asimismo, el Kit Sistiva® brinda protección prolongada contra enfermedades, disminuyendo incidencia en el cultivo hasta 45 días y la severidad hasta los 60 días.
“Luego de los ensayos realizados por el equipo de INTA Pergamino, que comparan tratamientos testigos y la utilización en conjunto del Kit Sistiva® como curasemillas, vimos que los fungicidas de BASF permitieron llegar a los umbrales de aplicación entre siete y diez días posteriores a los otros tratamientos”, comenta Pablo. “Esto generó dos ventajas: Por un lado, la flexibilidad en la aplicación foliar ante eventos climáticos desfavorables; y por otro lado, dependiendo de la estrategia de manejo, al bajar la presión de enfermedades, la eficacia de los fungicidas foliares tiende a mejorar debido a que estamos aplicando con umbrales más bajos. Asimismo, cuando usamos el Kit Sistiva®, los umbrales de aplicación suceden en estadios fenológicos más avanzados, por lo que la aplicación foliar sucede en etapas posteriores y en definitiva logramos proteger al cultivo por más tiempo, sobre todo, cuando utilizamos aplicaciones foliares de Orquesta® Ultra”, agrega.
De esta forma, el tratamiento de semillas es un proceso crucial para que el posterior desarrollo de los cultivos de trigo y cebada se de en mejores condiciones. “Desde BASF buscamos acercarle al productor agropecuario soluciones innovadoras que mejoren el desempeño del cultivo desde la semilla. Queremos estar presentes acompañándolos durante todas las etapas de su campaña, desde la siembra hasta la cosecha”, finaliza Ramírez.
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