Un informe del Departamento de Investigación y Prospectiva de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indicó que creció el uso de tecnología en el cultivo de trigo en el ciclo 2019-2020. "La tecnología aplicada en trigo se concentró en niveles medios. Hubo una disminución en el nivel de baja tecnología respecto al ciclo pasado", explicó e l trabajo llamado Relevamiento de tecnología Agrícola Aplicada.
Si bien el piso tecnológico alcanzado por el cultivo se mantiene en términos generales, hay ciertos indicadores que muestran mejoras, observó el trabajo de los expertos.
Por ejemplo, la adopción de siembra directa en el cultivo alcanzó el 90% del área sembrada, un aumento de 3 puntos porcentuales con respecto a la campaña pasada.
En paralelo, las dosis de fertilización registraron también un nuevo aumento. La urea es la fuente nitrogenada más utilizada en trigo y en la campaña 2019/20 la dosis promedio aplicada a nivel país fue de 150 Kilos por hectárea, un incremento del 11% en relación a la campaña 2018/19.
En cuanto al fósforo, el fosfato diamónico es una de las principales fuentes para aplicar este nutriente en el cereal. A nivel país la dosis promedio utilizada fue de 85 kilos por hectárea. Esto representó un aumento del 17% comparado a la campaña 2018/19.
Asimismo, en el manejo sanitario se reforzó la tendencia hacia el uso de productos de formulación compuesta (dos o más principios activos), dentro de los cuales se destacan cada vez más los que poseen carboxamidas en su composición.
"El uso de esas formulaciones denotan un mayor nivel de inversión en cuidado sanitario y tecnología, se trata de las moléculas más nuevas en materia de fungicidas, presentan mayor residualidad y eficacia que otros principios activos", dijo el trabajo del Departamento de Investigación y Prospectiva.
Por otro lado, los grupos de calidad utilizados por los productores en trigo no muestran gran diferencia en relación al año anterior a nivel nacional, aunque regionalmente se observan variaciones importantes.
"A nivel nacional se observa que el GC2 es el de mayor adopción, siendo a su vez el predominante en la zona triguera: Centro, Sudoeste y Sudeste de Buenos Aires. Los mapas debajo refieren al uso de cada grupo en estas regiones"; marcó el informe.
Cabe recordar que en el ciclo 2019/20 el área sembrada con trigo alcanzó las 6,6 millones de hectáreas y marcó un aumento del 6,5 % respecto a la campaña anterior. Para este año la Bolsa de Cereales porteña estimó 6,8 millones de hectáreas.
Clarín