Los embarques de soja brasileña a China alcanzaron un récord mensual superior a 9 millones de toneladas en abril, lo que pone en duda si Beijing podrá cumplir con las metas del primer año incluidas en su acuerdo comercial con Washington. La soja está en el centro del intercambio comercial agrícola entre Estados Unidos y China, y representó casi dos terceras partes de las exportaciones estadounidenses a China en 2017, antes de la guerra comercial.
En la fase uno del acuerdo comercial entre Washington y Beijing, el gobierno chino se comprometió a comprar productos agrícolas norteamericanos por al menos u$s 80.000 millones en dos años, incluidos u$s 36.500 millones en 2020.
Pero hasta ahora China ha comprado algo más de u$s 3.000 millones, según American Farm Bureau Federation (AFBF), que representa a los agricultores estadounidenses.
La compra de soja estadounidense por parte del sector privado chino se mantuvo moderada comparado con años anteriores. Si bien el departamento de agricultura norteamericano anunció algunas importaciones considerables por parte China la semana pasada, las mismas provienen de empresas con respaldo estatal, incluyendo a Sinograin y Cofco, sostienen los analistas.
En abril se embarcaron 9,3 millones de toneladas de soja desde los puertos brasileños hacia China, según el agente marítimo Braemar ACM. "China por ahora parece estar tratando de cubrir toda su demanda desde Brasil. Eso es lo que también vimos el año pasado", afirmó Nick Ristic de Braemar ACM.
Los chinos tienen incentivos económicos para comprarle a Brasil. La cosecha récord de soja brasileña cercana a 125 millones de toneladas, la caída del real frente al dólar y el flete más barato para las materias primas a granel colocaron el precio de la oleaginosa brasileña 23% por debajo de la norteamericana.
El Cronista - Financial Times - Emiko Terazono y Sun Yu