El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, defendió el esquema de retenciones que aplica el Gobierno argentino desde principios de marzo y prometió que las compensaciones prometidas para productores que cosechen menos de mil toneladas anuales de soja comenzarán a pagarse en septiembre. Así lo expresó durante una videoconferencia que mantuvo con socios de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham), en el marco de los encuentros que organiza esta entidad denominados “Argentina Moving Forward”.
"Hicimos una ley que fija topes a los derechos de exportación dando una muestra clara para la actividad, donde sólo se incrementaron los derechos de exportación en soja, en base a un criterio de redistribución que vamos a empezar a devolver en septiembre a los productores de menor escala", manifestó Basterra.
El esquema de reintegros que se anunció el 3 de marzo pero nunca se formalizó era el siguiente: productores pequeños de menos de 100 toneladas (unos 12.275) pagarían solo 21 por ciento de alícuota; entre 101 y 200 (9.000), 24 por ciento; entre 201 y 300 (6.682 productores), 27 por ciento; entre 301 y 400 (4.643), tributarán 28 por ciento; entre 401 y 500 (3.299), 29 por ciento; y entre 501 y 1.000 (30 por ciento). El resto seguirá abonando un 33 por ciento de retenciones.
Posiciones
En la conversación con los miembros de AmCham, Basterra destacó el rol del agro como productor de alimentos que no frenó durante la pandemia de Covid-19.
"Comenzamos a articular con los actores de cada una de las áreas para delinear protocolos que nos permitieron salir del campo de la incertidumbre e ingresar al de la prevención del riesgo. Esto hizo que la cadena no tuviera interrupciones", valoró el funcionario.
En tanto, hizo referencia a la necesidad de avanzar “desde los intereses particulares genuinos, en la construcción de una visión compartida, para que le vaya bien al conjunto, porque nadie se salva solo".
Por otro lado, hizo referencia a las políticas proteccionistas que están asumiendo muchos países, con barreras sanitarias que en muchos casos no tienen justificación técnica o científica.
“Estamos en permanente contacto con los organismos, profundizamos la relación de intercambio científico tecnológico con Brasil y con Estados Unidos, con quien nos alientan ánimos similares para que las normas sanitarias de algunos países no se conviertan en barreras paraarancelarias”, subrayó.