Los cultivos de cobertura o de servicio se han introducido fuertemente en los sistemas agrícolas del país. Es un “puente verde” que permite llegar con el lote en condiciones óptimas en pleno invierno y parte de la primavera entre cada campaña gruesa, si es que no se siembra un cultivo invernal. Y el maíz tardío es uno de los cultivos más beneficiado con la incorporación de este manejo. Porque Se siembra normalmente en diciembre, luego de un cultivo de soja, que se cosecha entre los meses marzo y abril. “El suelo pasa seis meses desnudo y principalmente, transcurre los meses de primavera donde predominan las lluvias en la cual pueden hacer que se proliferen las malezas”, comenzó explicando Andrés Madias, coordinador técnico del sistem Chacra de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid).
En este sentido, remarcó que para que no se multipliquen las malezas difíciles en el lote (uno de los principales flagelos que atraviesa la agricultura moderna) se debe hacer una buena estrategia de barbecho con un control químico o hacer un manejo ajustado con los cultivos de servicio.
Los beneficios de los cultivos de servicios en general son justamente el control de malezas, donde cada vez crece la resistencia a diferentes herbicidas, y el aporte de nitrógeno al suelo.
Y ya mirando a largo plazo, los cultivos de servicios mejoran la materia orgánica de los suelos y ayuda a que se capte con mayor eficiencia el agua que cae de las precipitaciones y no se pierda.
“Se recomienda sembrar lo antes posible al grano anterior que fue cosechado para favorecer la producción antes del otoño del cultivo de servicio y se terminan secando entre octubre y diciembre”, indicó el técnico de Aapresid quien coordina una red de maíz tardío y otra de cultivos de servicio.
“Algunos productores hacen siembra en verde, esto es, sembrar el maíz con el cultivo de servicio en pie, describió.
“El momento de secado depende del perfil de humedad y los pronósticos de lluvias. Este año se están adelantando los secados porque el invierno fue muy seco y no hay pronósticos que haya recarga de agua”, agregó el técnico.
Una de las especies más utilizadas, indicó, es la vicia villosa por los buenos resultados que logra.
Según comentó, en gran porcentaje de los ensayos que realizaron dieron mejores resultados productivos el manejo con la vicia versus el barbecho químico.
“Si no hay deficiencias de agua y tenés el nitrógeno que te da la vicia que te da un plus de rinde. Además, se reduce el uso de herbicidas que se aplica en los barbechos químicos”, explicó.
Otros productores, agregó, hacen vicia con gramíneas pero deben ajustar el manejo para que se libere el del nitrógeno cuando lo necesita el maíz.
Y en relación a los cultivos de cobertura con gramínea, con centeno, sobre todo en el norte de Córdoba, es clave hacer una buena fertilización para no tener un impacto negativo porque la gramínea inmoviliza el nitrógeno.
“Muchas veces en esta zonas con inviernos más duros la especie más utilizada es el centeno porque se logra con bajo consumo de agua pero se empezaron a ver buenos resultados con vicia”, dijo.
Con respecto a la siembra en verde, aseguró que es una alternativa, en principio, arriesgada para este año por la deficiencia hídrica que se viene dando en esta campaña agrícola.
“Este manejo permite incrementar la producción de biomasa de los cultivos de servicio y aumenta los beneficios, sobre todo de la vicia con el aporte de más nitrógeno. No es lo mismo una vicia de 4.000 kilos a 8.000 kilos”, dijo.
En este sentido, remarcó que tiene mucha incidencia en el manejo posterior que haga el productor que seca los cultivos de servicio tanto en octubre o en diciembre.
“Son dos meses de primavera que ayuda a la vida del suelo y al aporte de carbono. Además, la usan para maíces tempranos para que se extienda el periodo de aporte de la vicia de nitrógeno”, argumentó.
Rural – Clarín – Esteban Fuentes
Maíz tardío: ¿Cómo realizar un efectivo control de malezas?
Por Brand Studio para Summit Agro
El maíz tardío año tras año gana más superficies, vence dificultades y se convierte en el elegido de los productores por su mayor estabilidad, ya no solo en la zona núcleo sino también en regiones y provincias no tradicionales.
Con el paso del tiempo, el rendimiento por unidad de superficie se ha incrementado producto de la generación de mejoras en los materiales, en el manejo del cultivo ya sea en la fertilización y control de enfermedades, insectos y malezas, como así también la adaptación a las distintas zonas.
Sin embargo, las malezas generan el principal dolor de cabeza de los productores. Si bien el maíz tardío tiene un alto potencial de rendimiento, se debe realizar un efectivo control para evitar que estas avancen. Para ello se requiere conjugar un manejo integrado, una planificación acorde a cada lote y conocer el momento indicado para realizar este control.
Mara Paván, Gerente de Investigación y Desarrollo en Summit Agro Argentina, manifiesta la importancia que estos controles sean realizados por profesionales. “El nivel tecnológico que requiere producir en el campo con márgenes tan finos justifica aún más la presencia de un ingeniero agrónomo. Muchas veces es difícil dimensionar cuánto se pierde por no contar con este servicio”.
Se debe tener en cuenta que las malezas afectan directa e indirectamente al cultivo. Algunas de ellas liberan sustancias alelopáticas afectando el crecimiento de los cultivos y compitiendo por sus recursos, como es el agua, la luz y los nutrientes. Esta situación provoca una competencia por la demanda de recursos limitados que desencadena en un descenso de rendimiento. Por esta razón, es fundamental la intervención de diferentes herramientas eficientes en el momento justo que serán de gran ayuda en el período crítico de competencia para lograr un control efectivo y prevenir pérdidas de rendimiento.
En el maíz, este período crítico comprende aproximadamente entre 40 y 45 días desde la emergencia. Cabe destacar que si durante este tiempo se permite que el cultivo compita libremente con las malezas la disminución en el rendimiento puede alcanzar hasta un 50% en situaciones de alta infestación y escasez de agua.
Brucia
Summit Agro Argentina, empresa con tecnología japonesa líder recomienda la utilización de herbicidas pre emergentes antes que las malezas emerjan. Sin embargo, para poder llevar a cabo este tipo de aplicaciones se requiere de un conocimiento exhaustivo de los lotes, situación compleja en la actualidad donde los sistemas de producción se dan en más de un 60% en superficies alquiladas, muchas de ellas en forma anual, con rotación de inquilinos.
Dada esta coyuntura donde los herbicidas residuales pueden no dar los resultados esperados, Summit Agro lanzó Brucia, un herbicida específico para maíz para el control post emergente de las malezas más difíciles. Este producto está formulado en base al activo Tolpyralate (modo de acción HPPD).
Brucia se destaca principalmente por su efectividad en el control de las malezas más difíciles y abundantes, como así también por ser un herbicida banda verde, con características físico-químicas que lo hacen muy amigable con el medio ambiente.
Pero podría decirse que su característica más atractiva es la flexibilidad en las rotaciones de los cultivos invernales que puedan seguir al maíz, ya sea para producción o de servicio, debido a la baja toxicidad que presenta. De esta manera, se podrá sembrar sin riesgos 3 meses después de la aplicación de Brucia. Desde Summit Agro enfatizan que: “estas características lo hacen más seguro y plástico a la hora de pensar en una rotación”.
La Niña
Tal como se mencionó anteriormente, el maíz tardío fue ganando terreno en las últimas campañas, pero particularmente este año se le suma el fenómeno de la niña que ha llevado a que el productor opte por una actitud más defensiva atrasando la siembra con la posibilidad que las condiciones mejoren y se pueda tener un balance hídrico más favorable. Desde Summit Agro aseguran: “es un año ambientalmente muy particular, donde las condiciones son adversas. Se necesita que las lluvias comiencen para poder lograr normalizar la humedad del perfil”.
Clarín