La cotización internacional de la soja inicia la semana por debajo de los u$s500: el viernes en una jornada para el olvido, perdió más de 4% y cerró en torno a los u$s480 por tonelada. Las lluvias que se esperan en Latinoamérica en los próximos días, que beneficiarán al cultivo, sumado a un posible rebrote de fiebre porcina en el ganado del gigante le pusieron freno al vertiginoso rally alcista. De todas formas, la cotización de la oleaginosa se mantiene 50% por encima de lo que valía un año atrás y por eso los analistas adelantan que de mantenerse los actuales valores el ingreso por exportaciones sumaria u$s7.000 millones adicionales.
Lo que se espera de ahora en más en el mercado internacional de los commodities agrícolas es extrema volatilidad y así lo explican desde la corredora Granar: “Más allá de considerar si las bajas del viernes fueron o no una sobreactuación del mercado, ejecutada por los fondos de inversión, hay que poner bajo consideración que, aunque retrasada, la cosecha de soja de Brasil ya está en marcha y que su entrada en el circuito comercial presionará sobre los precios, sobre todo si, como ocurrió el viernes, el real retoma la senda de la devaluación frente al dólar, que hará más competitiva la venta del grano brasileño y que alentará a los productores a desprenderse de la mercadería. El seguimiento sobre lo que suceda en China con el brote de fiebre porcina será necesario para alejar fantasmas o para plantear una nueva etapa en el mercado. Sin duda, los especuladores estarán muy atentos a cualquier factor que ponga en riesgo las acreencias que todavía tienen adentro del mercado. Por eso, ahora atravesamos un tiempo para seguir de cerca los acontecimientos, pero, sobre todo, para tomar decisiones, cuando aún los precios vigentes para los granos argentinos de la nueva campaña resultan muy superiores a los previstos pocos meses atrás”. (Reporte completo, aquí)
La recomendación entonces para los productores locales es aprovechar las actuales cotizaciones internacionales y recurrir al mercado de futuros y las coberturas a precio que se ofrecen. Otra alternativa, quizás menos factible por la idiosincrasia local será la de adelantar ventas a precio tal como está sucediendo en Brasil.
En este marco, desde Ecolatina remarcan los sólidos valores que muestra el mercado de futuros que incluso están por arriba de los máximos conseguidos en diciembre pasado. Es por ello que sus proyecciones indican que “aunque al momento hay incertidumbre sobre la magnitud de la actual cosecha, si las lluvias siguieran siendo favorables, el incremento rondaría los u$s7.000 millones (70% de ellos gracias al complejo sojero y 30% al trigo y el maíz) comparado con el ingreso que hubiera habido de mantenerse los precios del primer semestre del año pasado”, detalla un informe elaborado por la consultora.
En cuanto a las posibilidades que puede tener el Gobierno gracias al ingreso de divisas extraordinario la consultora plantea: “Este flujo adicional de divisas aliviaría las tensiones en el mercado cambiario, permitiendo fortalecer las Reservas netas del Banco Central o apreciar el tipo de cambio real, o una combinación de ambas. Un avance de la liquidación de divisas podría despejar expectativas devaluatorias, a la vez que serviría para afrontar el pago de deuda externa sin mayores tensiones (pese a que los vencimientos de títulos en moneda dura son muy acotados en 2021, el Tesoro podría aprovechar la disponibilidad de divisas para cancelar pasivos con el Club de París). Alternativamente, podría ser una oportunidad para disminuir las restricciones a la compra de dólares. En particular, las dificultades que hoy tienen los importadores para acceder a los dólares golpean la actividad económica y podrían suspenderse con un mayor influjo de divisas. Un desafío en este sentido será que las ventas al exterior efectivamente se concreten: la elevada brecha cambiaria y las tasas de interés en pesos por debajo de la expectativa de inflación/devaluación son claros incentivos para posponer/minimizar exportaciones (que deben liquidarse rápidamente en el oficial)”.
Como punto positivo extra se suma una mayor recaudación por retenciones y desde Ecolatina concluyen: “ La ganancia externa también contribuye a una mejoría fiscal. Esta suba podría ubicarse por arriba de los ARS 180.000 M (0,4% del PBI, un 31% de los ingresos por retenciones del 2020)”.
Ámbito Financiero – Yanina Otero