Los especialistas afirman que el año pasado fue excepcional para el cultivo de sorgo, ya que aumentó considerablemente su superficie de siembra, para uso en pastoreo, silaje o grano, debido al pronóstico Niña para la campaña gruesa 2020-21 y los buenos precios internacionales. Fue así que a partir de la demanda de China, muchos productores de la región agrícola central volvieron a confiar en el sorgo para un escenario con estrés hídrico, donde el cultivo se “defiende” muy bien. Además, actualmente al sorgo se le agrega mucho valor transformándolo en carne, siendo un componente ideal en la dieta para rumiantes como el vacuno, utilizándose mucho en los campos mixtos y ganaderos, siendo una excelente opción nutricional.
950.000 hectáreas y unos 3,5 millones de toneladas de grano
Según las últimas estimaciones publicadas por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, solamente para destino grano, en nuestro país se sembraron 950.000 hectáreas de sorgo durante la campaña gruesa 2020-21.
Este notable incremento en la superficie de siembra de sorgo, incluso provocó que muchos semilleros se quedaran sin semillas, según informó la Asociación Semilleros Argentinos (ASA).
Mientras en general se aguarda la cosecha del cereal, productivamente el cultivo tuvo un muy buen desarrollo, más allá que en muchos casos lo hizo en ambientes con marcado estrés hídrico y la inesperada aparición del pulgón amarillo.
Por lo tanto, con rindes promedios, el sorgo granífero ofrece este año un pronóstico de 3 a 3,5 millones de toneladas de grano.
Precio-Márgenes Brutos, pronóstico Niña y plasticidad de siembra
A los factores que influyeron para que se diera el “boom” del cultivo del sorgo en la campaña gruesa 2020-21 y las perspectivas para la próxima 2021-22, en diálogo con El ABC Rural, se refirió el ingeniero agrónomo Carlos Sosa, un reconocido y experimentado profesional que desde hace muchos años trabaja con el cereal.
“Fundamentalmente hubo tres factores que influyeron en el crecimiento del sorgo en Argentina, como precio-Márgenes Brutos, pronóstico de año Niña y plasticidad de siembra”, indicó Sosa.
En cuanto a precio-Márgenes Brutos, explicó que “Argentina creció en exportación de sorgo con destino al mercado de China, y esta demanda del país asiático generó una necesidad por parte de los exportadores que empezaron a ofrecer contratos Forward (a futuro) con precios muy interesantes para el sorgo”.
Incluso, destacó que “fueron superiores a los del maíz, que normalmente está entre un 15 y 20% por encima del sorgo, por lo que los análisis de Margenes Brutos y retorno a la inversión fueron muy favorables, al igual que la relación producto-insumos”.
Sobre el pronóstico de año Niña, el entrevistado recordó que “hubo sequía y bajas reservas de humedad al momento de implantación de los cultivos, y el sorgo es reconocido por su capacidad de ser más tolerante al estrés hídrico que otros cultivos”.
En plasticidad de siembra, informó que “el sorgo tiene una gran adaptación para sembrarse en distintos ambientes, desde el norte del país al sur de la región agrícola, adaptación a distintos tipos de suelo y posibilidades de una siembra extendida en el tiempo”.
Buenas perspectivas para la próxima campaña
-¿Cuáles son las perspectivas para la campaña 2021-22?
-Son buenas y somos muy optimistas respecto del cultivo de sorgo, porque los factores fundamentales siguen siendo favorables, como demanda y precio. Aparentemente la demanda por parte de China sigue firme y ya hay precios Forwards muy interesantes para negocios con sorgo para el 2022 sobre puertos cercanos a Rosario.
-¿El aspecto climático volvería a jugar a favor?
-Sí, porque finalizado el episodio La Niña, el panorama es un año neutro, donde las precipitaciones serían normales y no alcanzarían para recomponer totalmente los perfiles de suelo. Por eso arrancaríamos otra campaña con posible déficit en algún momento crítico de los cultivos y ahí es donde el sorgo demostró su mayor competitividad.
El ABC Rural – Lu