El control de malezas ha sido y será uno de los grandes problemas de la producción de soja de los últimos 15 años y la biotecnología la principal herramienta para solucionarlo. Entre el problema y la solución están los productores, que con la adopción de las tecnologías hacen posible la evolución de los sistemas productivos argentinos. En la próxima campaña varias compañías semilleras tendrán disponible en sus variedades de soja la tecnología Enlist. El trait Enlist E3® combina tolerancia a glifosato, a 2,4-D y a glufosinato de amonio en un único estaqueado molecular, permitiendo controlar un amplio espectro de malezas.
Mucho conocemos sobre el glifosato y el 2,4-D, pero vale la pena repasar los alcances del nuevo integrante del equipo. El glufosinato de amonio es muy conocido por su uso en el cultivo de maíz y propone un modo de acción diferente y complementario, contribuyendo a disminuir la presión de selección sobre las malezas.
Este herbicida posee características diferenciales que le permiten controlar malezas difíciles que se escapan a otros. A su vez, ofrece una versatilidad de uso que va desde el barbecho hasta post emergencia de los cultivos tolerantes sin ocasionar problemas de fitotoxicidad o carry over.
Esta flexibilidad en el momento de aplicación es de gran ayuda para rotar modos de acción, característica muy importante para el manejo de Yuyo Colorado y Rama Negra, cuyos flujos de emergencias son muy prolongados en el tiempo.
El glufosinato de amonio es un herbicida de amplio espectro, de contacto, selectivo para los cultivos de soja y maíz tolerantes, cuyas características ambientales y de seguridad favorecen y contribuyen a solucionar el problema de malezas de difícil control como así también el complejo de gramíneas, cuyo manejo se complejiza año a año.
Como recomendación, recordamos que debe ser aplicado en momentos en que se le permita captar la mayor cantidad de horas luz, respetando las condiciones ambientales. Por tratarse de un producto de contacto, el tamaño de gotas debe ser el adecuado para lograr la mayor cantidad de impactos. En cuanto al tamaño de malezas, deben ser pequeñas -menores a 10 centímetros en malezas de hoja ancha y menos de 3 macollos en gramíneas-. Recomendamos el agregado de sulfato de amonio para su uso, ya que favorece el ingreso del glufosinato a la planta, potenciando su control.
Así es que con la incorporación del sistema Enlist podremos realizar un solo tratamiento en conjunto con 2,4 D o un doble golpe dentro del cultivo de soja, una práctica con la que no contábamos hasta la actualidad. Para el caso de Yuyo Colorado los controles superan el 90%, muy por encima de lo que se ve a campo utilizando la estrategia de un post emergente. Como resultado obtendremos una disminución de los bancos de semilla, además de mejores manejos de estas malezas en combinación con otras estrategias de largo plazo.
Estamos ante un nuevo aporte de la ciencia de los cultivos que debemos cuidar para que sus beneficios perduren en el tiempo. El uso adecuado de las nuevas herramientas no solo permite mejorar el manejo de las malezas resistentes sino también avanzar en la búsqueda de una agricultura más sostenible. En este camino todos debemos cumplir nuestra parte.
El autor es gerente de Desarrollo y Asuntos Regulatorios de UPL Argentina
Campo – La Nación