Como consecuencia de la crisis económica causada por el coronavirus, hay una caída generalizada del valor del ganado vacuno en todo el mundo. En Uruguay, a principios de año, el novillo cotizaba a 3,90 dólares por kilo en gancho, mientras que ahora no vale más de 3,15 dólares (-19 por ciento).
En Brasil, también desde enero, el novillo cayó 25%. En Europa, la merma es de 7,4% y se acumula día a día ganado sin poder ser vendido y carne en cámara sin salida. En Paraguay, la retracción es de 21,5%, mientras que en Australia la caída es sólo dos por ciento.
Hace unas semanas, antes que el virus llegara, en Estados Unidos se produjo una reacción inicial a la baja muy fuerte, por el temor a una caída de la actividad económica y de una reducción en la demanda por carne vacuna.
A esto le siguió una recuperación parcial, al aumentar las ventas por el efecto freezer, pero luego el precio del ganado volvió a caer, ante la paralización casi total del food service y el cierre de varias plantas frigoríficas grandes por casos positivos entre sus trabajadores.
Hoy por hoy, el novillo en gancho cotiza 15% menos en comparación con enero. En el caso de Uruguay, Brasil y Australia, a la baja en las cotizaciones del ganado, a causa del coronavirus, se le agrega la pérdida de valor de las monedas de esos países frente al dólar.
China, de vuelta al ruedo
En el primer bimestre del año, China importó 720 mil toneladas de carne de cerdo (98,2% más) y 297 mil toneladas de carne vacuna, 41% más que en enero-febrero del 2019.
De este volumen, Brasil participó con 95,7 mil toneladas, Argentina con 65 mil, Australia con 57,5 mil, Uruguay con 33 mil y Nueva Zelandia con 28 mil toneladas.
El 65% de la carne vacuna importada por China proviene de Sudamérica y 29% de Oceanía.
Nos comenta un exportador: “La producción de carne de cerdo en China será este año entre 15 millones y 20 millones de toneladas inferior a la de 2018, volumen imposible de ser cubierto por el resto del mundo. Este desfase entre oferta y demanda se expresará a lo largo del año, no sólo en importaciones récord, sino también en una mejora paulatina de los valores pagados por la carne. ¿Un gran peligro? Un rebrote generalizado del coronavirus. De todos modos, no parece que se puedan repetir las voluminosas compras de marzo que sorprendieron a todos”.
En los dos primeros meses del año, las importaciones de carne de China totalizaron 1,25 millones de toneladas, 70% más que el primer bimestre del año pasado, pero en marzo las compras se habrían acelerado, hasta tocar 920 mil toneladas .
Si bien este formidable volumen se dio en las peores condiciones, las ventas de Brasil, Australia, Uruguay y Argentina mostraron ese mes una notable recuperación con respecto a los dos primeros meses del año.
La Voz del Interior – Ignacio Iriarte