Una decisión de la nueva administración fue que el proceso priorice a los pequeños y medianos productores agropecuarios. El ministro de Agricultura, Luis Basterra, recibió a lo largo de los últimos dos meses reiterados comentarios de productores y directivos de entidades agropecuarias sorprendidos porque “se nos acreditó un reintegro de AFIP”. A pesar de las marcadas diferencias en cuanto a reintegros, los directivos de entidades patronales cuestionan la dinámica implementada por el Gobierno a partir del 10 de diciembre.
En medio del derrumbe en el precio del petróleo y en las bolsas mundiales, los granos tuvieron caídas más leves.
A lo largo del segundo semestre de 2019, el Gobierno de Mauricio Macri puso el freno de mano sobre las devoluciones para maquillar la recaudación. Pisar el mecanismo le permitía abultar en forma ficticia los ingresos tributarios por IVA. Por ejemplo, hubo tres meses del año en los que el sector agropecuario no recibió devoluciones de AFIP correspondientes al denominado régimen de granos. El correlato de esa decisión fue acumular una montaña de atrasos en materia de devoluciones que heredó el Gobierno de Alberto Fernández.
Poner el freno de mano no implicó paralizar las devoluciones sino reducir su ritmo. Las nuevas autoridades del organismo identificaron que las devoluciones realizadas durante la gestión de Leandro Cuccioli utilizaban como único parámetro la fecha de corte sin importar los regímenes o las características de los contribuyentes.
A partir del 10 de diciembre, no sólo se dejaron de limitar las devoluciones, sino que se priorizaron aquellos sectores más postergados y vulnerables, como son las pequeñas y medianas empresas.
Ámbito Financiero – Ezequiel Rudman