Luego de caer cerca del 5% durante la semana pasada, la soja cerró con bajas del 3,2% para la posición mayo, que descendió de 311,86 a 301,94 dólares por tonelada, hasta el nivel más bajo desde principios de mayo último.
Como consecuencia del persistente derrumbe del petróleo (bajó otro 9,6%, de 31,73 a 28,70 dólares por barril), dentro del complejo sojero la peor caída la registró el aceite de soja -materia prima para la elaboración de biodiésel-, que resignó ayer un 5,2% de su valor, al pasar de 581,35 a 550,93 dólares por tonelada.
En cuanto al maíz, que durante la semana pasada retrocedió un 2,8%, al término de la rueda registró una pérdida del 3% sobre el contrato mayo, que cayó de 143,99 a 139,66 dólares por tonelada, el nivel mínimo desde septiembre pasado. El cereal también está fuertemente relacionado con el crudo por la industria estadounidense del etanol que, según las previsiones del USDA, durante el ciclo comercial 2019/2020 demandará 137,80 millones de toneladas de los 347,78 millones cosechados.
El trigo, que en la Bolsa de Chicago perdió poco menos del 2% durante la semana pasada, resignó ayer un 1,6% sobre la posición mayo, que descendió de 185,92 a 182,98 dólares por tonelada, hasta el peor nivel desde octubre.
La crisis sanitaria derivada del coronavirus plantea, para la demanda de granos y de subproductos agrícolas, varios interrogantes. Entre ellos:
- la incertidumbre sobre la capacidad financiera de los países importadores de materias primas agrícolas para sostener la demanda fluida de esos productos;
- el daño que el derrumbe del petróleo generará sobre la industria de los biocombustibles, dado el impacto que provoca sobre los precios del etanol en base a maíz y del biodiésel en base a aceite de soja;
- los cambios que producen las oscilaciones de las monedas sobre la competitividad de los proveedores de materias primas (por primera vez, el real quebró ayer la barrera de los 5 reales por dólar),
- y el impacto de la salida del dinero que los grandes fondos de inversión tenían puesto en los mercados de materias primas agrícolas, frente al rojo que se registra en los mercados financieros.
Por estos días la esperanza de muchos operadores de Chicago está puesta en China, punto de origen del virus, que ahora se presenta como uno de los pocos países que tendría controlado el brote y que se plantea un retorno a la normalidad, con medidas oficiales que impulsan el resurgir de la industria y del consumo.
En ese sentido, el mercado estadounidense espera que China se ponga a tono con los compromisos asumidos en la "fase uno" del acuerdo comercial firmado el 15 de enero pasado, donde acordó invertir 36.500 millones de dólares en la compra de productos agropecuarios de los Estados Unidos.
Dos semanas atrás, el gobierno de Xi Jinping anunció que otorgará exenciones arancelarias a plantas procesadoras de soja que manifiesten su necesidad de importar poroto de soja estadounidense. Y se prevé que lo mismo ocurra para la compra de otras mercaderías.
Mercado local
Por tonelada de soja disponible para las terminales del Gran Rosario la propuesta de las fábricas retrocedió de 215 a 210 dólares, mientras que por el grano de la próxima cosecha para la entrega durante el mes próximo la oferta bajó de 210 a 205 dólares. El volumen de negocios fue prácticamente nulo.
En el Matba Rofex las pizarras reflejaron quitas de US$3,40 sobre los contratos mayo y julio de la soja, cuyos ajustes fueron de 213,70 y de 218 dólares por tonelada.
Según el informe diario del Ministerio de Agricultura de la Nación, la caída de los valores FOB en los puertos argentinos fue de 315 a 305 dólares por tonelada para el poroto de soja, de 585 a 556 dólares para el aceite de soja y de 333 a 329 dólares para la harina de soja.
La coyuntura doméstica con un programa de embarques muy fluido le permitió al maíz exhibir ayer algunos valores destacados, como los 170 dólares que ofreció la exportación por grano con entrega inmediata sobre el puerto de Bahía Blanca, contra los 160 dólares vigentes el viernes. Esto es producto de la urgencia de la demanda por completar buques. En Necochea el cereal volvió a negociarse a 150 dólares por tonelada, mientras que en la zona del Gran Rosario el precio del cereal bajó de 140 a 135 dólares.
Por maíz con descarga en abril los compradores redujeron su oferta de 155 a 150 dólares por tonelada para Bahía Blanca, pero la mantuvieron estable en 140 dólares para el Gran Rosario.
En el Matba Rofex las posiciones abril y julio del maíz resignaron US$4 y 2,90, en tanto que sus ajustes fueron de 140 y de 131,80 dólares por tonelada.
En su reporte diario, Agricultura mostró una baja de 167 a 163 dólares por tonelada del valor FOB del maíz en los puertos argentinos.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) indicó que los consumos pagaron entre 8600 y 9900 pesos por tonelada de maíz, según calidad, condición, procedencia y forma de pago.
Acerca del trigo, los exportadores ofrecieron 200 dólares por tonelada disponible para Bahía Blanca y 190 dólares para el Gran Rosario, US$5 menos que el viernes pasado. En Necochea la demanda elevó su propuesta de 190 a 192 dólares.
Por el trigo de la próxima cosecha, con entrega en diciembre, las ofertas se mantuvieron en torno de los 160 dólares por tonelada.
Las pizarras del Matba Rofex reflejaron ayer quitas de US$1,50 y de 3,40 sobre los contratos marzo y julio del trigo, cuyos ajustes fueron de 191,50 y de 194,10 dólares por tonelada. La posición diciembre resignó US$1,80 y terminó la rueda con un valor de 160 dólares.
El valor FOB del trigo en los puertos argentinos retrocedió de 245 a 240 dólares por tonelada, según el reporte de Agricultura.
Por último, la BCBA informó que los molinos pagaron entre 12.000 y 13.300 pesos por tonelada de trigo, según calidad, procedencia y forma de pago.
La Nación - Dante Rofi