Las recientes lluvias aliviaron a muchos productores. Sin embargo, el agua sigue siendo la preocupación principal… y eso que no faltan otras. Retenciones, precios máximos, vaivenes en la cotización de los granos, dificultades financieras. Todo esto forma parte del devenir cotidiano de los productores argentinos. Sin embargo, saben bien que si no hay agua todo se hace más difícil. La sequía es lo que termina de definir el “poder de fuego” que tendrá un agricultor al final de la campaña. Sin “físico”, todo se hace más difícil. Con él, la cosa se aligera. Esta campaña gruesa, de días calurosos y…