Agro Premiun S.R.L.

ANALISIS DE PRODUCTOS

CÓRDOBA.- La empresa cordobesa Bio4 -instalada en Río Cuarto y una de las más importantes productoras de etanol a base de maíz del país- se diversificó ante la crisis del coronavirus y la baja demanda del bioetanol. En solo un mes instrumentó el proceso para desarrollar un alcohol de mayor calidad. El nuevo producto se usará como materia prima en la elaboración, a gran escala, de alcohol sanitizante y en gel.

Ayer las instalaciones fueron recorridas por el vicegobernador, Manuel Calvo, junto al intendente riocuartense Juan Manuel Llamosas y ministros del gabinete provincial.

La decisión de la empresa implicó la adaptación de su proceso de desarrollo por medio de una serie de inversiones y modificaciones llevadas a cabo en un sector de su planta industrial. De este modo, Bio4 ha logrado poner en marcha equipos que hasta el momento estaban sin producir, debido a la baja demanda y la caída en las ventas de etanol.

Las modificaciones permitirán obtener un producto de utilidad en la coyuntura sanitaria, ya que abastecerán de alcohol sanitizante y en gel de forma mayorista a laboratorios y elaboradores. Se podrán producir casi 3 millones de frascos de medio litro de alcohol sanitizante por mes.

Calvo sostuvo que con la reconversión la empresa "está aportando, y mucho, al sistema sanitario argentino". En ese contexto, ratificó que la provincia acompaña los pedidos del sector del bioetanol a la Nación para elevar el corte de los biocombustibles del 12 al 15 por ciento.

"Empezamos ya con la destilación realizando 60 metros cúbicos, pero la idea de acuerdo a lo que nos dicen los tecnólogos es pensar en 100 metros por día", dijo Germán Di Bella, director de la firma.

El ejecutivo indicó: "Estamos con pérdidas porque no podemos sostenernos con una caída del 90 por ciento del mercado, ese fue el porcentaje de la caída de la venta de alcohol. De 7500 metros cúbicos que vendíamos por mes logramos terminar abril con 2500".

La planta tiene una capacidad de producción de 90 millones de litros anuales, procesando más de 200.000 toneladas de maíz.

La Nación - Gabriela Origlia

En el primer trimestre del año se pudo ver un incremento del 10% en el volumen de las exportaciones argentinas (de productos del agro) hacia los Estados Unidos ", dijo José Molina, agregado agrícola argentino en ese país. En una charla virtual organizada por la Bolsa de Cereales de Córdoba, Molina destacó entre esos productos a la carne vacuna, quesos, productos enlatados y no perecederos, entre otros. Vale recordar que hasta 2016 el principal producto argentino de exportación a los Estados Unidos fue el biodiésel, pero ese mercado se cerró luego de sanciones contra la Argentina por supuesto dumping, algo rechazado por la industria local. En carne vacuna el país tiene una cuota abierta de 20.000 toneladas desde fin de 2018.

En Estados Unidos, el cierre de frigoríficos debido al coronavirus llevó a que se limiten las ventas en supermercados.

"Mucha de la producción de carne argentina va a parar a las hamburguesas, porque más del 50% de los productos cárnicos va al consumo de hamburguesas y ellos necesitan suplir producción a base de feedlots con carnes que llegan de la Argentina, Nueva Zelanda, Australia y Uruguay", describió.

Molina advirtió que luego de la pandemia podría haber una merma en la producción de carne de ese país, aunque señaló que era aventurado hablar sobre lo que podría pasar más adelante.

"La Argentina tiene una cuota de 20.000 toneladas, la cual es utilizada debido a la suma dependencia del producto", dijo. "Estaba viendo que en el primer trimestre del año se superaron todas las exportaciones del mismo período de 2019", manifestó. Señaló que parte se debió al incremento de compras en el marco de la cuarentena en ese país.

Estados Unidos es el segundo mayor importador de alimentos del mundo con US$170.000 millones. Según Molina, en los últimos 10 años creció un 60% su demanda de alimentos y antes de la llegada del coronavirus se esperaba un aumento del 35% en la demanda. Agregó que en el actual contexto esa previsión deberá ser actualizada. De todos modos, podría haber una mejora del 15% en la demanda total de alimentos, con niveles del 55% en frutas y del 35% en hortalizas.

Sobre el etanol de maíz, cuya situación se complicó en EE.UU. por la caída de la demanda de combustibles, dijo que hay mucho stock acumulado. Añadió que para el mediano plazo se habla de una recuperación en "U" más que de una "V", ya que el virus está generando "una crisis petrolera que impacta en la baja del consumo".

"La clave en la demanda del maíz en Estados Unidos es el etanol. El 40% de la utilización de maíz es para el etanol. Ellos tienen el corte obligatorio del 10% de etanol en el combustible, lo que representa cerca de US$15.000 millones anualmente. Además, la caída del consumo de naftas en EE.UU., que es del 43%, impactó mucho en su consumo y es una industria que estaba apostando mucho a la exportación de etanol", amplió.

Productos

Las peras, manzanas, frutillas, limones, langostinos, miel, te, vinos y ajos, son algunos de los productos argentinos que se exportan hacia EE.UU. En el último año se vio un incremento en quesos, donde la Argentina tiene una cuota de 3800 toneladas para el producto del tipo italiano.

Molina destacó oportunidades para las legumbres. "Vemos con alegría que se hayan identificado como potencial de crecimiento el poroto común y el negro", afirmó.

La quinoa y chía son productos considerados "nuevos" en Estados Unidos por lo que, de acuerdo con Molina, van a tener mucha demanda a futuro. "El consumidor estadounidense es un consumidor viejo y hay un nuevo mercado para los productos con altas capacidades de vitaminas y minerales para reducir el colesterol. Es un mercado más exigente, porque hay enormes medidas para entrar con productos etiquetados en la producción", destacó.

"El mercado (norteamericano) es muy diversificado, las importaciones son de alto valor agregado con mucho impacto regional. Nuestro primer rubro de importación son los vinos, el segundo son los productos de la pesca, las frutas y hortalizas", sostuvo.

La Nación - Belkis Martínez

La circulación comercial en el río, que se había visto interrumpida por un derrumbe sobre el canal principal de navegación a la altura del kilómetro 390 del Paraná, volvió ayer prácticamente a la normalidad, aunque todavía quedan algunos buques que están pasados de calado y que no podrán seguir su trayecto hasta que la draga que está trabajando regularice la profundidad del canal.

Como lo publicó La Capital en su edición de ayer, el accidente geográfico se originó a la altura de la ciudad de Arroyo Seco, a partir de donde debió interrumpirse la navegación.

Esto obligó a la empresa concesionaria de la hidrovía a poner en funcionamiento dos dragas, la "Alvar Núñez Cabeza de Vaca" y la "Manzanillo".

Esta última, continuaba ayer con los trabajos a la altura del kilómetro 402 del río Paraná (en la zona de Alvear) para regularizar la situación.

Así lo indicó en comunicación con este diario el gerente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas, Guillermo Wade, quien explicó que la mayoría de los barcos que habían quedado detenidos pudieron seguir su trayecto a partir del incremento de la profundidad del lecho, pero ayer restaban aún "unos cuatro buques que están pasados de calado, esperando la mejora de la situación".

Profundidad: 9 metros

Es que con el derrumbe del canal la profundidad cayó a 9 metros, lo que impidió a algunos buques de ultramar que pudieran continuar la marcha.

"Ahora están moviendo la draga Manzanillo al kilómetro 402 para continuar los trabajos, todo esto es muy cambiante por la naturaleza del lecho del río Paraná, pero calculamos que en no menos de dos días podrá solucionarse el problema", narró Wade.

La situación se da además en el marco de la bajante histórica que sufre el cauce de agua, que ya desde el vamos trae inconvenientes en la navegación de los barcos de ultramar que llegan a los puertos de la región.

El déficit hídrico comprometió seriamente la navegación, y en el caso de esta zona de Arroyo Seco se sumó el accidente geográfico, que complicó aún más la navegabilidad de las embarcaciones granarias.

Como lo indicó este diario en su edición de la víspera, la concesionaria de la hidrovía informó que el último sábado se produjo la caída de una porción del veril (pared del canal) del río Paraná a la altura del kilómetro 390 en la zona de Arroyo Seco, al sur de Rosario.

"Este acontecimiento generado por causas naturales y que puede ocurrir con algún grado de frecuencia, provocó en esta ocasión, mayores preocupaciones y complicaciones, por el contexto de bajante histórica en el que ya se encuentra el río Paraná desde hace varias semanas", indicó en un comunicado la compañía, Hidrovía S.A., consorcio integrado por la belga Jan de Nul y la argentina Emepa.

Mientras tanto, y con la bajante del río, sumado al derrumbe, los buques deben recortar sus cargas para poder atravesar la vía fluvial.

Es que un buque carga habitualmente unas 50 mil toneladas de granos, pero hoy están perdiendo unas 11 mil toneladas por carga, cerca de un 24 por ciento de la habitual para esta época del año.

"Ahora continuarán los trabajos en el kilómetro 402. En no menos de dos días podrá solucionarse"

Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja, y el tercero de porotos de soja y de maíz. En la región de Rosario se embarca cerca del 80 por ciento de las exportaciones agrícolas y agroindustriales del país.

4500 barcos por año

Por esa zona pasan unos 4.500 barcos por año y actualmente es la temporada alta de soja y sus subproductos, y de maíz, con lo cual es la época de mayor demanda, dijo a la agencia Reuters, Gustavo Idígoras, titular de la Cámara de Exportadores y Procesadores de Granos de Argentina.

"Lo que está sucediendo hoy es que aquellos barcos que estaban cargando ya en las 32 terminales de esa zona están cargando menos todavía de lo que ya lo venían haciendo" debido a una histórica bajante en el nivel de Paraná, señaló Idígoras, quien confirmó que el inconveniente afecta a los puertos rosarinos.

Para el directivo, la reducción en la carga de granos y sus derivados por el derrumbe en el canal agrava las pérdidas de 240 millones de dólares para el sector agroexportador estimados por la Bolsa de Comercio de Rosario, producto de la severa caída en el nivel del Paraná.

La Capital (Rosario) – Marcelo Castaños

Con la expectativa de los operadores puesta en el informe mensual que el USDA publicará hoy con sus primeras proyecciones para la campaña 2020/2021, el inicio de la semana en la Bolsa de Chicago dejó ayer subas para los precios de la soja y ligeras bajas para las cotizaciones del maíz.

Al momento de fijar los ajustes de la rueda, las pizarras reflejaron alzas de US$1,65 y de 1,37 sobre los contratos julio y agosto de la soja, cuyos valores fueron de 314,16 y de 314,43 dólares por tonelada.

Los rumores de nuevas compras chinas fueron los responsables de la tónica alcista de la soja, mientras persiste la incertidumbre sobre si el nivel de las importaciones que China hizo desde la firma de la "fase uno" del acuerdo con Estados Unidos será suficiente para mantener calmo al presidente estadounidense, Donald Trump.

Acerca del informe que el USDA publicará hoy, el promedio de las estimaciones privadas ubicó el volumen de la cosecha de soja 2020/2021 en Estados Unidos en 112,67 millones de toneladas, por encima de los 96,84 millones del ciclo anterior. No obstante, el stock final fue calculado en 11,76 millones, por debajo de los 13,07 millones previsto por el organismo como remanente 2019/2020.

Ayer, tras el cierre del mercado el USDA relevó el avance de la siembra de soja sobre el 38% de la superficie prevista, por delante del 8% de igual momento de 2019 y del 23% promedio de las anteriores cuatro campañas. El progreso semanal, sin embargo, quedó por debajo del 42% previsto por los operadores.

En cuanto al maíz, las pizarras de Chicago mostraron quitas de US$0,29 y de 0,30 sobre las posiciones julio y septiembre, cuyos ajustes resultaron de 125,39 y de 127,55 dólares por tonelada. Pese a que también los rumores de compras chinas incluyeron al cereal, la perspectiva de cifras bajistas en el informe que se conocerá hoy impidieron un cierre positivo para los precios.

En ese sentido, según el promedio de las estimaciones privadas, la cosecha 2020/2021 de maíz en los Estados Unidos será de 400,04 millones de toneladas, muy por encima de los 347,78 millones recolectados en la campaña anterior. A diferencia de la expectativa de los privados para la soja, en el caso del maíz, la demanda no lograría asimilar el aumento de la oferta. En ese sentido, el mercado prevé las existencias finales de la nueva temporada agrícola en 86,10 millones de toneladas -el rango de las proyecciones va de 67,70 a 109,10 millones-, por encima de los 53,15 millones que el USDA calculó en abril como stock final 2019/2020.

Acerca de los cultivos, ayer el USDA relevó el progreso de la siembra de maíz estadounidense sobre el 67% de la superficie estimada en 39,25 millones de hectáreas, por encima del 28% vigente un año atrás y del 56% promedio de las cuatro campañas precedentes. Este nuevo dato quedó abajo del 71% previsto por los privados, por lo que marcó una leve desaceleración de las tareas.

En cuanto a las bajas temperaturas que se registraron durante el fin de semana en buena parte del medio oeste, los operadores consideraron que no tendrán mayor incidencia sobre las plantas. El USDA indicó en su reporte que ya emergió el 24% del maíz, contra el 22% promedio de las cuatro campañas anteriores.

Respecto del trigo, la jornada resultó bajista en el mercado estadounidense. La posición julio, que marca el ingreso de la cosecha del hemisferio Norte, mostró una pérdida de US$1,74 en la Bolsa de Chicago y de US$1,84 en Kansas, mientras que el ajuste fue de 190,06 y de 174,53 dólares por tonelada, respectivamente.

De cara al informe del USDA de hoy, el promedio de las estimaciones privadas ubicó la cosecha total de trigo 2020/2021 de los Estados Unidos en 50,30 millones de toneladas, por debajo de los 52,26 millones de la anterior campaña. Las existencias finales fueron proyectadas por los operadores en 22,43 millones, también debajo de los 26,40 millones que el USDA pronosticó en abril como remanente 2019/2020.

Ayer, tras el cierre del mercado, el USDA redujo del 55 al 53% la proporción de trigos de invierno en estado bueno/excelente y la dejó lejos del 64% vigente un año atrás. En cuanto al trigo de primavera, el organismo relevó el avance de la siembra sobre el 42%, frente al 63% promedio de las cuatro campañas precedentes.

Mercado doméstico

En la plaza local las ofertas por la soja con entrega inmediata oscilaron ayer entre 213 y 215 dólares por tonelada para las terminales del Gran Rosario, sin variantes respecto del viernes pasado. En Bahía Blanca las propuestas crecieron de 215 a 217 dólares, mientras que en Necochea se mantuvieron estables, en 220 dólares por tonelada.

Con las complicaciones que la bajante del Paraná sigue generando, en el período del 6 al 28 del actual deben salir desde la zona del Gran Rosario 486.980 toneladas de poroto de soja, según indicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en su último reporte sobre carga programada de buques. La entidad agregó que en el mismo segmento desde Bahía Blanca deben salir 412.550 toneladas de poroto; desde Necochea, 362.065 toneladas, y desde otros puertos, 305.000 toneladas.

En el Matba Rofex las posiciones mayo y julio de la soja subieron US$2,30 y 2, tras cerrar con ajustes de 219,80 y de 221 dólares por tonelada.

Por tonelada de maíz disponible los exportadores ofrecieron 120 dólares para las terminales del Gran Rosario y 125 dólares por el grano con entrega contractual (dentro de los 30 días), sin variantes. En Bahía Blanca la demanda elevó de 130 a 135 dólares su propuesta por el cereal con entrega inmediata.

Según la BCR, entre el 6 y el 28 del actual se prevé la salida de barcos con 1.776.100 toneladas de maíz desde el Gran Rosario; 942.099 toneladas desde Bahía Blanca; 30.000 toneladas desde Necochea, y con 92.667 toneladas desde otros puertos.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) informó que los consumos pagaron entre 7500 y 8300 pesos por tonelada de maíz, según calidad, condición, procedencia y forma de pago.

En el Matba Rofex las posiciones julio y septiembre del maíz perdieron US$0,70 y 0,50, mientras que sus ajustes fueron de 119 y de 121,50 dólares por tonelada.

En cuanto al mercado de trigo disponible, la exportación mantuvo su oferta en 190 dólares por tonelada para Bahía Blanca; la elevó de 180 a 185 dólares para Necochea, y la redujo de 183 a 180 dólares para el Gran Rosario.

El cereal de la próxima cosecha, para las entregas entre diciembre y enero, se cotizó sin cambios, en 160 dólares por tonelada para todas las terminales.

La BCBA informó que los molinos pagaron entre 12.800 y 14.700 pesos por tonelada de trigo, según calidad, procedencia y forma de pago.

En el Matba Rofex las posiciones julio y diciembre del trigo sumaron US$2,90 y 0,50, al terminar la rueda con ajustes de 193,50 y de 160 dólares por tonelada.

La Nación - Dante Rofi

El cultivar de trigo elegido, la fecha y la densidad de siembra, y el manejo nutricional e hídrico son decisiones que los productores toman con tal de alcanzar el máximo rendimiento en grano, con una aceptable calidad agroindustrial.

Para un dado cultivar de trigo, tanto un exceso como un defecto de semillas viables sembradas por unidad de superficie pueden alejarnos del rendimiento alcanzable. Para lograr este objetivo es necesario determinar la densidad óptima, o la menor densidad que posibilita maximizar el rendimiento en grano.

Para una dada variedad de trigo, su densidad óptima varía según la región triguera en la que se lo cultive, fecha de siembra, tipo y manejo del suelo. Aun cuando se retenga que está dicha la última palabra en cuanto a la densidad de siembra óptima en trigo, el mejoramiento genético posibilita la obtención de nuevas variedades que no necesariamente se encuadran en los paradigmas vigentes.

En los cultivos regados y fertilizados con nitrógeno por encima de la dosis de base, el rendimiento en grano respondió lineal o cuadráticamente a medida que se incrementó la densidad de siembra, ubicándose la densidad óptima alrededor de las 300 semillas viables por metro cuadrado. Las densidades consideradas como óptimas en secano fluctúan entre las 125 y las 215 semillas viables.

Ensayo

El objetivo de este estudio fue determinar el efecto de la densidad y de la fecha de siembra sobre el comportamiento agronómico de cuatro cultivares de trigo con distintos ciclos biológicos cultivados en secano en la región central semiárida de la provincia de Córdoba.

El ensayo comparativo de rendimiento en trigo se realizó durante 2019 en el Área Experimental del Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de Córdoba (FCA-UNC).

Se evaluaron los siguientes cuatro cultivares comerciales de trigo para pan: ACA 906 (ciclo corto), Klein Liebre (ciclo intermedio), Baguette 801 y Klein Guerrero (ambos de ciclo largo). Las densidades de siembra usadas fueron dos: 100 y 200 semillas viables m-2.

Los materiales se sembraron en dos fechas, el 12 de mayo y el 17 de junio de 2019.

Se midieron o estimaron las siguientes variables: rendimiento en grano y en biomasa aérea con humedad de cosecha (kg ha-1), índice de cosecha (%), peso de 1000 granos (g), número de granos y espigas m2 y número de granos espiga-1. D

Del total de agua que el cultivo tuvo a su disposición, entre el 20 por ciento (primera fecha de siembra) y el 30 por ciento (segunda fecha de siembra) provino de las precipitaciones que acontecieron durante su ciclo biológico. Que haya diferencias entre medias es tan significativo como que no las haya.

Resultados

La significancia estadística observada en cuanto a la elección del cultivar y la fecha de siembra sobre el rendimiento en grano brindan una lectura directa de los resultados obtenidos. Hay cultivares que rinden más que otros y que un adelanto en la fecha de siembra trae consigo más altos rendimientos.

Distinto fue el caso en cuanto al efecto de la densidad de siembra sobre la producción de grano. Desde el punto de vista estadístico, sembrar 200 o 100 semillas viables por metro cuadrado pareciese dar lo mismo.

Pero la no significancia estadística no se corresponde con la significancia socioeconómica que significa sembrar más alimento sin tener como contrapartida más alimento. El peso promedio de mil granos para los cuatro cultivares evaluados fue 34 gramos. La siembra de 100, 200 o 300 semillas por metro cuadrado se corresponden con la siembra de 34, 68 o 102 kilogramos por hectárea.

Por lo general se siembran unas 250 semillas metro cuadrado u 85 kilos por hectárea, en función del peso promedio del grano antes mencionado. Bien se podrían “ahorrar” unos 50 kilogramos de grano, sin por ello incidir de manera significativa sobre el rendimiento a cosecha, y obtener harina para 45 kilos de pan.

En conclusión: elección de varietal y fecha de siembra priman entre las decisiones de manejo de un cultivo de trigo en secano en la región central semiárida de la provincia de Córdoba.

El autor es docente e investigador de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNC.

La Voz del Interior

 
 
 
 
Lunes, 11 Mayo 2020 21:38

ESTADO DE CULTIVOS EN EE.UU.

En su nuevo informe semanal, el USDA marcó una pausa en el raudo avance de la siembra de granos gruesos que, no obstante, se mantiene bastante adelantada respecto del promedio de las cuatro campañas precedentes. En efecto, el organismo relevó la siembra de maíz y de soja sobre el 67 y el 38% de sus respectivas áreas, por delante del 56 y del 23% promedio, respectivamente. Los nuevos datos quedaron, sin embargo, por debajo del 71 y del 42% previsto por los operadores. En cuento al trigo, redujo del 55 al 53% la proporción de cultivos de invierno en estado bueno/excelente, contra el 64% vigente un año atrás. La siembra del cereal de primavera progresó sobre el 42% de la superficie prevista, por detrás del 63% promedio.

MAÍZ

El USDA relevó hoy el progreso de la siembra de maíz sobre el 67% del área prevista, por delante del 51% de la semana pasada; del 28% de 2019 para la misma fecha, y del 56% promedio de los últimos cuatro ciclos comerciales. El dato oficial quedó por debajo del 71% previsto en promedio por los privados. En Iowa e Illinois, los principales Estados productores de maíz, las siembras progresaron desde el 78 y el 56% de la semana pasada al 91 y al 68%, frente al 45 y al 11% de igual fecha del año pasado y ante el 66 y el 66% promedio, respectivamente.

Además, el organismo indicó que emergió el 24% de las plantas, frente al 8% de la semana pasada; al 9% de igual momento del año pasado, y al 22% promedio de las últimas cuatro campañas.

SOJA

Según el USDA, la siembra de soja avanzó sobre el 38% del área prevista, por encima del 23% de la semana pasada; del 8% de igual momento de 2019, y del 23% promedio. El dato oficial resultó menor que el 42% previsto por los operadores. En Illinois y en Iowa, los dos principales Estados productores de la oleaginosa la siembra pasó del 31 y del 46% de la semana pasada al 43 y al 71%, contra el 3 y el 12% de igual momento del año pasado y frente al 25 y al 24% promedio de las últimas cuatro campañas.

El USDA agregó que emergió el 7% de las plantas, frente al 1% de igual momento de 2019 y al 4% promedio.

TRIGO DE INVIERNO

El USDA ponderó hoy un 53% de los trigos de invierno en estado bueno/excelente, por debajo del 55% de la semana pasada y del 64% vigente un año atrás. El dato oficial quedó por debajo del 54% previsto por los operadores. En Kansas, el principal Estado productor del cereal, la proporción de cultivos en estado bueno/excelente bajó del 42 al 38 por ciento.

El organismo añadió que está espigado el 44% de las plantas, frente al 32% de la semana pasada; al 38% del año pasado para la misma fecha, y al 50% promedio de las cuatro campañas precedentes.

TRIGO DE PRIMAVERA

El USDA relevó el progreso de la siembra del trigo de primavera sobre el 42% de la superficie prevista, contra el 29% de la semana pasada; el 38% vigente un año atrás, y el 63% promedio. El dato oficial quedó abajo del 49% previsto por los operadores. Emergió el 16% de las plantas, respecto del 6% del reporte anterior; del 8% de igual momento de 2019, y del 29% promedio.

En el norte de la provincia de Buenos Aires, la familia Romano le ajustó toda las tuercas a un planteo de Agricultura Siempre Verde, con cultivo de cobertura que devuelven la inversión y con un esquema que mejora los rendimientos y la calidad del suelo. Bernardo Romano es miembro de la Regional Aapresid Bragado-Chivilcoy. Además de asesorar la empresa familiar, este agrónomo en constante capacitación tiene un campo propio y alquila establecimientos en Chivilcoy y Alberti.

Junto a su padre Miguel, pionero de la siembra directa (SD) y de quien aprendió todo sobre la actividad, los Romano implementan el sistema de SD desde hace 30 años, con reposición de nutrientes y rotaciones de maíz, trigo y soja de segunda. Cuando Bernardo empezó a alquilar campos que venían de monocultivo, sin reposición e incluso uso de rastrojos para rollos, les dio igual manejo que a los propios. “Pero en esos campos ‘chacareados’ costaba mucho estabilizar el sistema. Esto significaba mucho tiempo y muy baja renta”, advirtió.

Fue cuando optó por aumentar el número de cultivos/año metiendo una cebada de cosecha antes del maíz, pero su baja relación carbono/nitrógeno penalizaba el rinde de los cultivos subsiguientes. En 2007 empezaron las pruebas con vicia como cultivo de servicio (CS), al principio como antecesor de maíces tardíos. La vicia entrega al maíz entre 60 y 90 kg de nitrógeno, más otros 30 a 40 kg al trigo siguiente. Compite perfectamente con malezas, aporta carbono y aumenta el potencial de rinde del maíz, trigo y soja de 2da subsiguientes.

“En pocos años y con la misma tecnología los topes de 110 quintales en campos chacareados igualaron los 130-140 quintales de los campos familiares”, destacó. Así continuaron el camino de los cultivos de servicio o cobertura jugando con nuevas especies y mezclas, llevándolos gradualmente al resto de la superficie.

Cultivos de servicios en maíces tempranos

“La llegada de la Chacra Aapresid Bragado-Chivilcoy en 2013 puso rigor científico a lo que veníamos viendo a campo y nos dio el empujón para empezar a probar los cultivos de servicio en los maíces tempranos”, contó Romano.

Hoy, el plus de rendimiento de maíces tempranos sobre cultivos de servicio promedia las 1,6 tonelada por hectárea respecto del barbecho, con los mejores resultados sobre mezclas de vicia+centeno+rabanito. Se vio que aun previo a maíces tempranos los cultivos de cobertura mantenían todos sus beneficios, incluido el buen control de malezas: “No nos animamos a eliminar los residuales sino hasta el segundo año. Hoy las triazinas, ALS y PPOs están casi ausentes y la pulverizadora mucho más descansada. Esto reduce el impacto ambiental y los costos”.

La estrategia: ‘buen timing’ y toda la carne al asador

El 100% de los lotes de los Romano que va a maíz tiene algún cultivo de servicio, porque para Bernardo, uno de los secretos del éxito de un planteo verde basado en CS es "el timing" para la decisión. Y estar atento a los pronósticos, es el primer paso.

Los otoños húmedos permiten siembras aéreas del CS sobre cultivo vivo, con altina o avión. Esto permite anticipar la implantación y llegar a la cosecha del cultivo estival con un CS en crecimiento. En estos casos elige CS monoespecie ya que las siembras aéreas necesitan semillas homogéneas para ser uniformes.

“Solemos aprovechar ‘la cola de cosecha’ del invierno anterior para generar naturalmente mezclas de CS, por ejemplo de vicia + trigo. Esto además reduce costos”, aseguró. Cuando el otoño pinta seco, la prioridad es garantizar la buena implantación del CS, y esto se logra con siembras terrestres. Aquí son posibles las mezclas dobles o triples, cuya composición también depende del año.

Elegir el momento óptimo de supresión del CS es clave para no fallar, ya que de esto depende la ventana de recarga del perfil y el agua para el cultivo siguiente: “En años Niña adelanto el rolado para dejar un periodo de recarga que me permita llegar a la siembra del maíz con igual o más agua que si hubiera hecho barbecho”.

“En años húmedos o con lluvias incipientes apuntamos a maximizar los beneficios de los planteos verdes con siembras de maíz sobre CS vivo”, apuntó. Además, mejora la operatividad de la sembradora: “El rolado o secado químico previo generan un rastrojo que con la humedad de la mañana provocan un efecto de arrastre de la sembradora reduciendo su operatividad, y con ella, la ‘felicidad’ del contratista”.

La siembra sobre CS vivo permite sembrar todo el día ya que el cultivo esta más débil, anclado a la tierra, y la estructura del suelo es ideal. Un tip importante es sembrar el maíz en profundidad para lograr la mayor uniformidad de emergencia. Además, la primera aplicación de herbicidas se hace recién en V4, con glifosato más algún hormonal.

“Estamos logrando planteos de cobertura viva permanente. Cuando podemos sembrar sobre antecesores vivos aseguramos actividad biológica ininterrumpida y maximizamos los beneficios la Agricultura Siempre Verde. Tenemos lotes con niveles de P y MO superiores a los del material originario”, contó Romano.

Para el productor, el rol de la logística en los planteos verdes es palabra mayor: “Contamos con maquinaria propia que complementamos con servicios de siembra y cosecha para suplir épocas de mayor demanda, como el otoño, cuando detrás de cada cosechadora hay un contratista listo para sembrar”.

El productor también apunta a la mirada de largo plazo y la necesidad de poner toda la carne al asador. “Estos planteos exigen hacer un cultivo pensando en los impactos que tendrá sobre los siguientes. Ahí te das cuenta, por ejemplo, que para hacer un CS hay que hacerlo bien, eligiendo la mejor tecnología”, insistió.

Para Bernardo la inoculación en vicia no se discute, y es doble en lotes con bajo inóculo. Además del fósforo que se agrega por default, está midiendo el impacto de fertilizaciones con azufre y calcio sobre la producción de vicia y la posibilidad bajar aún más el requerimiento de N sintético de la rotación.

La “pata económica”

Para Bernardo, la clave de estos planteos dejar la visión de costo para pensar en inversión con tasa de retorno, positiva y creciente a mediano plazo. El costo de un CS puede oscilar entre los 55 y los 150 dólares por hectárea, dependiendo de la tecnología, especies, técnica de siembra y necesidad de aplicaciones. Pero mirando la rotación, hay que considerar un ahorro de entre 54 a 220 dólares por hectárea por menor uso de fertilizante y de aplicaciones de herbicida.

Si a esto se suma el plus de rinde que aportan a los cultivos de renta (15% a 20% en trigo y maíz y 8% en soja de segunda), la tasa de retorno anual puede crecer del 10% al 50%. En dos años, el retorno acumulado de un planteo verde oscila según el año del 20% al 60%. Esto es clave en tiempos donde la presión impositiva obliga a bajar costos: “Es cierto que cuando se achica la inversión se achica el costo, pero también la tasa de retorno. Si bien los planteos verdes implican una mayor inversión inicial, con el tiempo se traducen en menos costos y más ingresos”.

Más allá de lo económico, los planteos verdes permiten mejoras en el suelo cuyo techo aún desconocemos: “La Agricultura Siempre Verde es un nuevo peldaño en los sistemas de SD hacia la sustentabilidad, sobre todo en un contexto de cambio climático”.

Clarín

 
 
 
 

El noreste argentino es una de las principales zonas girasoleras del país. Por eso, la empresa NK está presentando sus híbridos para esa región que se destacan por sus rendimientos, su resistencia a vuelco y a downy mildew (mildiu),  una enfermedad de riesgo para el cultivo. “Los productores validan la inversión y el desarrollo que venimos realizando en la evolución de nuestros girasoles porque tuvieron la oportunidad de comprobar los resultados en sus campos”, aseguró Francisco Pérez Brea, gerente de Marketing de NK.

El SYN3970 CL se ha convertido en el híbrido con mayor potencial de rendimiento del mercado. “El productor lo aceptó porque aporta un potencial de rendimiento más alto y tiene una bonificación importante en materia grasa. Es ideal para el NEA ya que, al ser de ciclo corto, se cosecha antes y permite hacer un nuevo cultivo inmediatamente después”, resaltó Luciano Belloni, Líder de Desarrollo de Producto Girasol en NK.

El SYN4070 CL es otro híbrido de excelente respuesta para ambientes con alto potencial de rendimiento, en los que se destaca por su alta tolerancia al vuelco y máxima seguridad a cosecha. “Es un hibrido con una buena agronomía y muy recomendado para zonas que suelen recibir fuertes lluvias en épocas cercanas a la cosecha”, aclaró Belloni.

Con destacado perfil sanitario, el SYN3939 CL ofrece gran productividad de ciclo intermedio para la región norte y es una semilla especialmente indicada para los ambientes de mediano a bajo potencial. Otro gran protagonista del portfolio es el SYN4066, también con gran potencial de rinde, tolerancia al vuelco y resistencia genética a Downy Mildew.

Dentro de la nueva generación de híbridos alto oleico, NK destaca al SYN3975 CLHO. Tiene un potencial superior a todos los materiales disponibles para el NEA, tanto en rendimiento de grano como en contenido de aceite, característica que además permite a los productores obtener un valor diferencial.

Es importante señalar que todos los productos de NK para girasol tienen gran contenido de materia grasa y, sobre esa base, cada híbrido tiene sus características específicas. Así, por ejemplo, cuando se menciona al SYN3970 CL se destaca que su contenido de aceite es aún mayor y que además tiene alto potencial de rendimiento, del mismo modo que el SYN4070 CL se destaca por su excelente comportamiento frente a vuelco y el SYN 3939 CL por sus resultados en ambientes de bajo potencial.

Por otra parte, la marca presentará en la región el “Sistema NK”, una herramienta clave para proyectar el resultado en cada lote. Con ella el productor puede analizar junto al asesor de su zona, cuál es el material más adecuado para cada ambiente y cuál el manejo más eficiente para lograr los mejores resultados.

“Los productores notan que la genética NK mejora los negocios en el cultivo de girasol tanto para rendimiento como para materia grasa, la genética se hace realidad tanto en la cosecha como en la liquidación final y el Sistema NK brinda confianza y genera recomendaciones precisas, basadas en datos obtenidos durante años en la red de ensayos más amplia del país”, concluyó Pérez Brea.

Clarín

 
 
 
 
Lunes, 11 Mayo 2020 21:35

La Previa del USDA – MAYO

Mañana el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos publicará su nuevo informe mensual con las estimaciones sobre oferta y demanda de granos y de subproductos en el nivel mundial. En plena pandemia, el mercado estará con el foco puesto en el uso doméstico de maíz y de soja estadounidenses, y de su relación con las existencias finales, pero la mayor expectativa pasa por conocer las primeras proyecciones oficiales sobre el ciclo comercial 2020/2021, que podrían traer una marca sin precedente histórico para el maíz de los Estados Unidos.

A continuación ofrecemos las previsiones hechas por los privados:

SOJA

Campaña 2019/2020

Existencias finales en Estados Unidos (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

Abril

USDA

2018/2019

13,47

13,07

24,74

 

Existencias finales en el Mundo (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

Abril

USDA

2018/2019

99,60

100,45

110,81

 

Campaña 2020/2021

Cosecha en Estados Unidos (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

112,67

96,84

 

Rinde promedio (en quintales por hectárea)

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

33,49

31,88

 

Existencias finales en Estados Unidos (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

11,76

13,07

 

Existencias finales en el Mundo (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

103,50

100,45

 

MAÍZ

Campaña 2019/2020

Existencias finales en Estados Unidos (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

Abril

USDA

2018/2019

57,86

53,15

56,41

 

Existencias finales en el Mundo (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

Abril

USDA

2018/2019

307,50

303,17

320,94

 

Campaña 2020/2021

Cosecha en Estados Unidos (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

400,04

347,78

 

Rinde promedio (en quintales por hectárea)

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

111,53

105,45

 

Existencias finales en Estados Unidos (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

86,62

53,15

 

Existencias finales en el Mundo (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

318,00

303,17

 

TRIGO

Campaña 2019/2020

Existencias finales en Estados Unidos (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

Abril

USDA

2018/2019

26,51

26,40

29,39

 

Existencias finales en el Mundo (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

Abril

USDA

2018/2019

292,10

292,78

278,10

 

Campaña 2020/2021

Cosecha en Estados Unidos (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

50,30

52,26

 

Existencias finales en Estados Unidos (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

22,43

26,40

 

Existencias finales en el Mundo (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

293,50

292,78

 

Este viernes, el río Paraná midió apenas 55 centímetros en el hidrómetro del Puerto de Rosario, muy cerca de las terminales portuarias en las que se embarcan más del 80% de los granos que exporta la Argentina. Son tres metros menos que la altura media del río para esta época del año (3,69 metros), según los registros del Instituto Nacional del Agua (INA).

En la historia del río Paraná, que en Rosario se mide desde 1884, se han registrado bajantes más importantes, pero si se analiza el último medio siglo el estiaje -así les dicen los ingenieros a los pisos mínimos- es extraordinario y está costando muy caro: unos 244 millones de dólares por los sobrecostos de navegación y en los puertos rosarinos, según una estimación del equipo económico de la Bolsa de Comercio de Rosario.

La entidad organizó una conferencia para analizar las proyecciones hidrológicas en la estratégica cuenca del Paraná, que también es la hidrovía por la que baja la soja paraguaya y se exportan los productos del clúster oleaginoso argentino, que tiene un peso sensible en la generación de divisas. Los productos del clúster sojero -“poroto”, harina y aceite- son la principal exportación del país.

Sin vueltas, en la conferencia se reconoció que el escenario de bajante se puede profundizar y que no hay perspectivas de un repunte significativo en las lluvias en el mediano plazo. También se desmitificó el rol de las represas brasileñas, que en realidad tuvieron un rol importante para que el estiaje no sea aún más significativo.

El santafesino Carlos Paoli, investigador asociado del INA y ex director del Centro Regional Litoral del INA, contó que hubo bajantes más importantes en 1916, 1925, 1934 y a finales de la década del 60’. Incluso recordó que en 1944 y 1969 hubo mínimos por debajo de la escala del cero en el hidrómetro del puerto rosarino (-1,20 metros en el 44’ y -0,80 metros en 1969).

“Pero a partir de 1970 se inicia un ciclo más húmedo. También hubo cambios en el uso del suelo, como la mayor deforestación y la expansión de la frontera agrícola, que influyeron en el impacto de las lluvias en la cuenca y levantaron los pisos mínimos de los estiajes, lo mismo que el efecto modulador de las represas. Por eso se puede considerar esta bajante como extraordinaria”, precisó Paoli.

Además dijo que es posible que el río se repliegue todavía más si no se recupera el régimen de lluvias en la alta cuenca del río, que es la que aporta el mayor caudal al tramo medio del Paraná que comienza a partir del eje Corrientes - Resistencia.

De la charla también participó Juan Borus, el ingeniero que realiza los pronósticos de crecidas y bajantes del Sistema de Información y Alerta Hidrológico de la Cuenca del Plata del INA, un servicio que se puso en marcha en 1983 en el marco de una crecida extraordinaria el Paraná, la misma que derrumbó el Puente Colgante en la ciudad de Santa Fe.

Borus recordó que el escenario de estiaje mostró sus primeros síntomas en junio del 2019, cuando comenzó a descender el río Paraguay -otro afluente clave del Paraná- que perdió más de 7 metros durante ese año. “Es la bajante más importante que se tiene registrada en ese río”, aseguró.

Luego mostró dos imágenes fuertes: la toma de agua de Puerto Iguazú -que “emergió” por la falta de agua en un río que puede superar los 30 metros de profundidad- y una satelital de la zona de islas entre Rosario y Victoria. “Yo estoy desde 1983 y nunca las ví así. Es muy grave la situación”, insistió.

Lo más importante es que reconoció que no hay una indicación climática clara que permita proyectar un cambio en el marco climático e hídrico. “Es un escenario persistente y no sabemos cuándo va a terminar. Hasta el 31 de julio continúa la incertidumbre sobre las lluvias y una coyuntura predominante de sequía”, adelantó. Quizás, haya que esperar hasta la reactivación de las lluvias, bien entrada la primavera, para que los niveles repunten “en serio”.

El cierre de la conferencia estuvo a cargo de Julio Calzada, director de Informaciones y Estudios Económicos de la BCR, que estimó en 244 millones de dólares las pérdidas económicas que está generando la bajante.

Hay cinco problemas logísticos bien definidos. Los buques panamax y supramax están cargando unas 8.000 toneladas menos de granos porque necesitan navegar a un calado de 30 pies -34 pies es el habitual en este tramo de la hidrovía- y tienen que completar la carga en las terminales de Quequén y Bahía Blanca.

Los buques más chicos -los handymax- están embarcando unas 7.000 toneladas menos, lo que aumenta el costo del flete (en vez de viajar con 40.000 toneladas van con 33.000).

Los barcos “tanqueros”, los que se usan para transportar el aceite de soja, están demorando mucho más en “subir y bajar” por el riesgo de sufrir “varaduras”. Y encima están cargando unas 6.000 toneladas menos.

Las barcazas que bajan con la soja paraguaya, que es clave para elevar el nivel de proteína en la harina de soja argentina, también tienen que venir menos cargadas para navegar el Paraná. “Prácticamente, se necesita el doble de barcazas para traer la misma cantidad de poroto que en condiciones normales”, advirtió Calzada.

Además hay demoras en las terminales de crushing (molienda) de la soja y el girasol por los problemas logísticos de la bajante que generan sobrecostos.

Es que la histórica bajante es un desafío logístico para la agroindustria argentina, al que hay que sumar el impacto económico que está generando la pandemia de coronavirus.

Clarín – Gastón Neffen

 

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