Agro Premiun S.R.L.

ANALISIS DE PRODUCTOS

Según un informe de la consultora AZ Group, "la disponibilidad de insumos para la agricultura tiende a la normalidad, con precios semejantes a los de la campaña anterior, que por ahora se liquidan según el tipo de cambio oficial". "La explicación de este comportamiento estable se asocia a la gran competencia que generan muchos oferentes de productos, que necesitan ubicar los stocks creados en la primera parte del año, cuando calcularon el consumo potencial de los agricultores. Esta planificación se realizó antes de la pandemia que redujo la producción mundial de muchos bienes y encareció los fletes marítimos de los productos importados", indicó.

"Solo una pequeña proporción de los vendedores de insumos se muestra renuente a concretar negocios por temor a no poder reponer lo vendido al precio vigente", añadió.

De acuerdo al relevamiento, los mercados internacionales de fertilizantes nitrogenados y fosforados están recuperando valor luego de la caída sufrida en invierno, cuando había sobreabundancia de stocks: la urea pasó de US$340/t en junio a 370 en la actualidad. En tanto, el fosfato díamónico lo hizo de 450 a US$465/t en el mismo período.

"El mercado interno copió esa leve suba, pero ofrece amplia disponibilidad de ambos productos, que cotizan en dólares oficiales", dijo Jeremías Battistoni, autor del informe. "Muchas empresas agropecuarias grandes ya compraron el 100% de sus necesidades en los meses pasados para aprovechar los bajos precios, y algunas están pensando en adquirir lo que necesitarán para la campaña 2021/22, ante el riesgo de eventuales restricciones a las importaciones. También consideran la tendencia al incremento que se observa en los precios, motorizados por el consumo estacional de Sudamérica y por la suba del barril de petróleo ", indicó.

"Quienes no concretaron compras tempranas, también están cerrando operaciones este mes, de la mano del aumento de precio de los granos, que torna favorables las relaciones insumo/ producto", precisó.

En tanto, la colocación de herbicidas, insecticidas y fungicidas también se desarrolla en un marco de gran competencia entre empresas proveedoras, con precios semejantes a los de la campaña anterior y disponibilidad plena.

Relaciones insumo/producto 

Relaciones insumo/producto

Por Juan Brihet.

Frente a una nueva campaña agrícola 2020/2021 y un escenario complejo, que prevé una caída de la producción del 6% con una merma del 1,2% en el área a sembrar, podría pensarse que muchos productores volverán a planteos defensivos y de menor nivel como hace cinco años atrás. Sin embargo, esa estrategia de bajar el nivel de inversión pareciera no ser la salida actualmente. La clave estará en ajustar los procesos y en la eficiencia productiva para no perder competitividad. A esto se agregan precios de cultivos que se han recuperado después de niveles mínimos este año, y una relación insumo/producto más favorable para los fertilizantes.

En la Argentina el piso de nivel tecnológico se ha elevado en los últimos cinco años. El manejo técnico que se viene aplicando, el tipo de insumos y las estrategias productivas así lo demuestran. Al mismo tiempo aún existe un 65% del área sembrada con niveles medios y bajos de tecnología aplicada: visto en el escenario actual, es un margen importante de mejora potencial para explorar.

La sostenibilidad del sistema actual tiene varios pilares fuertes. Está establecido el uso de siembra directa en el 90% del área sembrada, y de biotecnología en prácticamente el 100% del área con soja y maíz. A su vez, la rotación de cultivos con cereales se mantiene en torno al 40% y esta contribución es significativa en relación a años anteriores.

Bajo el concepto de mejora continua, se ven crecer también nuevas tecnologías. Prácticas como la siembra de cultivos de cobertura que alcanza al 13% de los productores, y la aplicación variable de insumos en alrededor del 9% del área agrícola.

Sobre el uso variable de insumos, los datos muestran una adopción entre el 7% y el 9% del área, aunque la variabilidad aparece entre regiones según se mire la dosificación de semillas, fertilizantes o herbicidas. Este últimos se aplican en forma variable principalmente en el norte, mientras que los fertilizantes en la región central; la dosificación de semilla se muestra polarizada en los extremos del NEA y del Sudeste de Buenos Aires.

Con foco en los fertilizantes, su uso es sostenido durante los últimos cinco años y se aumentan las dosis, principalmente en gramíneas como trigo y maíz con un aumento mayor al 60%. El muestreo de suelos creció levemente al 23% de los productores, pero sigue siendo bajo en relación a lo deseable.

Asimismo, el aumento en producción está siendo más que proporcional al del consumo de fertilizantes, lo que genera un balance de nutrientes deficitario. Y esto analizado sobre rendimientos actuales: si pensáramos en que la Argentina puede explorar rendimientos potenciales aún mayores, debería más que duplicarse el consumo actual de fertilizantes para alcanzarlos en forma sostenible.

Para seguir mejorando en el contexto actual, deben repensarse algunos aspectos del sistema productivo, para establecer un objetivo claro de cierre de brechas tecnológicas, con un manejo de cultivos aún más eficiente y bajo un correcto marco económico, social y ambiental.

El autor es coordinador Investigación y Prospectiva de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires

La Nación

Las exportaciones de sembradoras argentinas al mundo no frenan y Bulgaria es uno de los países, entre otros, donde se fortalece la tecnología argentina. Allá un distribuidor de sembradoras argentinas organizó una gran jornada de siembra directa con la presencia de más de 100 productores. Y como la protagonista del evento fue la sembradora Tigón de la marca Tanzi. "En realidad, hace 4 años que estamos trabajando en aquel país y fruto de ello tenemos ubicadas unas 25 máquinas", disparó Ignacio Tanzi uno de responsables de la fábrica que tiene su planta industrial en Arequito, Santa Fe.

Y detalló un poco más diciendo: "de a poco vamos retomando las actividades comerciales donde se puede, debido a las restricciones que nos impone la pandemia, como por ejemplo que se han suspendido todas las ferias internacionales. Entonces, vamos haciendo lo que permite cada país y respetando todas las prácticas correspondientes".

En Bulgaria, están comenzando con la tecnología de la siembra directa, adoptando configuraciones de máquinas similares a las que proveemos en el mercado interno argentino.

"Producen de trigo como actividad importante y por ello hay cierta predominancia de las sembradoras de grano fino sobre las de grueso. Y además hay una escala bastante diversa de productores y por ello es que tenemos trabajando máquinas desde 6 metros y hasta de 14 m de ancho de siembra, con distancias entre hileras de 19 o 19,2 cm. La tolva con tabique divisorio para fertilizar en la línea", dijo Tanzi,

También la empresa hace experiencia en otros mercados como por ejemplo los de España y Uruguay, y si bien se ajustan a cada ambiente, la totalidad de las unidades vendidas son air drill. "Esto más allá de las adecuaciones necesarias en cada caso. Por ejemplo, en España hay zonas con mucha piedra y los trenes de siembra son provistos con detalles específicos de diseño y fabricación. No obstante esas excepciones, todo es muy similar al producto colocado en nuestro país", sostuvo,

"Ya son 55 años con presencia de la marca en el mercado y con mucha impronta en la exportación. Ello hace que Tanzi sea reconocida y es por ello que el fruto de ese esfuerzo consistente en el tiempo nos da sus frutos" señaló. "Eso hace que siempre lleguen consultas de varios lugares del mundo. Nos conocen en ferias como la FIMA de España, en Batagro de Bulgaria, en Agritechnica de Alemania, Eima de Italia, Expoactiva de Uruguay entre otras", agregó.

En estos días el 15% de la facturación de la empresa corresponde a la exportación y la idea es crecer en este aspecto, más allá de los eventuales atrasos cambiarios.

"Cada operación involucra además de la máquina, suministrar el conocimiento necesario para su asistencia y uso en siembra directa, lo mismo que el mantenimiento y el soporte técnico necesarios. Y ese esfuerzo es más importante aún en los primeros años cuando abrimos un nuevo mercado. De esta manera logramos competir con los gigantes globales que están con sus plantas en Europa y con los fabricantes de Estados Unidos que resultan también aguerridos competidores. No olvidemos que hacemos todo el producto en Argentina y luego lo transportamos hasta cada lugar de destino, redondea Ignacio para finalizar", remarcó.

En la actualidad Tanzi es la marca de sembradoras de mayor facturación FOB de Argentina con alrededor de 65% más que el que sigue en la escala.

Clarín

En su informe semanal el USDA relevó el progreso de las cosechas de maíz y de soja sobre el 15 y el 20% de las respectivas áreas aptas, contra el 8 y el 6% de la semana anterior. En cuanto al estado bueno/excelente de las plantas, el organismo mantuvo el 61% del maíz en esa condición y elevó del 63 al 64% la proporción de soja. La siembra de trigos de invierno avanzó sobre el 35% de la superficie prevista.

MAÍZ

El progreso de la cosecha de maíz fue relevado por el USDA sobre el 15% del área apta, contra el 8% de la semana pasada; el 10% de igual momento de 2019, y el 16% promedio de las últimas cuatro campañas. En promedio, el mercado esperaba un avance sobre el 17% de la superficie apta. En Iowa y en Illinois la cosecha avanzó sobre el 12 y sobre el 13% de las respectivas áreas aptas.

Además, ponderó el 61% de los cultivos en estado bueno/excelente, sin cambios respecto de la semana pasada y por encima del 57% de igual momento de 2019. En Iowa y en Illinois la proporción de maíz en estado bueno/excelente se mantuvo sin cambios, en el 42 y en el 73 por ciento, respectivamente.

El organismo indicó que está maduro el 75%, contra el 59% del reporte precedente; el 39% del año pasado, y el 65% promedio.

SOJA

El avance de la cosecha de soja fue relevado por el USDA sobre el 20% del área apta, contra el 6% de la semana pasada; el 6% de igual momento de 2019, y el 15% promedio de las últimas cuatro campañas. El promedio de las estimaciones privadas había augurado el avance de la cosecha sobre el 18% del área. En Illinois y en Iowa la recolección progresó sobre el 11 y sobre el 30% de las respectivas superficies aptas.

En su valoración sobre la condición de las plantas, el USDA ponderó el 64% de la soja en estado bueno/excelente, por encima del 63% de la semana pasada y del 55% de igual momento de 2019. En Illinois la proporción de soja en estado bueno/excelente creció del 71 al 72%, pero en Iowa bajó del 48 al 47 por ciento.

El organismo agregó que está perdiendo hojas el 74% de la soja, contra el 59% del reporte anterior; el 49% del año pasado, y el 69% promedio.

TRIGOS DE INVIERNO

El USDA relevó el progreso de la siembra de trigos de invierno sobre el 35% de la superficie estimada, contra el 20% de la semana pasada; el 34% de igual momento del año pasado, y el 33% promedio. El dato oficial quedó en línea con la expectativa de los operadores. Emergió el 10% de las plantas, frente al 3% de la semana anterior; al 8% de 2019, y al 8% promedio.

Lunes, 28 Septiembre 2020 20:55

PANORAMA AGRICOLA SEMANAL AL 26-09-2020

Tras seis semanas alcistas, se cortó la racha positiva para los precios de la soja y del maíz en Chicago, donde el avance de las cosechas y las menores compras chinas alentaron una toma de ganancias de los fondos de inversión. Las pérdidas semanales superaron el 3,9% para la oleaginosa y el 3,6% para el cereal. Las bajas también comprendieron al trigo, que retrocedió más de un 5,3% en Chicago y más de un 5,7% en Kansas, producto, en parte, de la apreciación del dólar frente al euro, que les restó competitividad a las exportaciones estadounidenses. El mercado local quedó inmerso en la tónica bajista externa, con bajas para todos los productos.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

 

Viernes 25

Viernes 18

Variación en %

Petróleo

40,25

41,11

-2,09

Dólar/Euro

1,1625

1,1851

-1,91

Real/Dólar

5,5610

5,3528

+3,89

Peso/Dólar*

75,65

75,18

+0,63

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.

SOJA

Tras varias semanas positivas, la soja argentina terminó el segmento comercial con saldo negativo para sus precios, en línea con la caída de los valores en la Bolsa de Chicago. La transición de las ofertas por la mercadería disponible fue de 286 a 280 dólares por tonelada (de 21.500 a 21.200 pesos) para la zona del Gran Rosario; de 275 a 270 dólares para Bahía Blanca, y de 273 a 270 dólares por tonelada para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 20.172, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 20.266 pesos. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 267,30 dólares por tonelada, equivalentes a 20.256 pesos. El valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos bajó de 434 a 422 dólares por tonelada; el del aceite, de 846 a 806 dólares, y el de la harina, de 398 a 396 dólares por tonelada, según los datos publicados por Agricultura.

El mismo recorrido semanal bajista de la soja se reflejó sobre las pizarras del Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones noviembre y mayo perdieron un 1,73 y un 2,38%, tras variar de 289 a 284 y de 256 a 249,90 dólares por tonelada.

También hubo bajas en el segmento de ventas anticipadas de la cosecha 2020/2021. En efecto, las propuestas para las entregas entre abril y mayo cayeron de 255 a 247 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 255 a 250 dólares para Bahía Blanca, y de 253 a 245 dólares por tonelada para Necochea.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 23 de septiembre y el 11 de octubre deben salir desde el Gran Rosario 40.000 toneladas de poroto; 1.099.725 toneladas de harina y 257.611 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 74.080 toneladas de poroto, 17.470 toneladas de harina y 2000 toneladas de aceite; desde Necochea, 50.600 toneladas de poroto y 16.400 toneladas de harina, y desde otros puertos, 30.000 toneladas de poroto y 13.500 toneladas de harina.

Según datos publicados por el Ministerio de Agricultura de la Nación el lunes, en agosto la molienda de soja argentina sumó 3.297.111 toneladas, un 6,2% menos que en julio pasado (3.514.229 toneladas) y un 20,6% abajo de igual mes de 2019 (4.154.295 toneladas). El stock de poroto de soja en poder de la industria al 1º de septiembre fue de 2.569.183 toneladas, un 16,3% menor al del 1º de agosto último (3.069.590 toneladas), pero un 19% mayor que el volumen vigente al 1º de septiembre de 2019 (2.159.726 toneladas).

En cuanto a los cultivos, a la espera del inicio de la siembra, el miércoles la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) proyectó en 46,50 millones de toneladas la cosecha 2020/2021 de la soja, en función de un área destinada a la oleaginosa de 17,20 millones de hectáreas. Esta estimación resulta muy inferior a los 53,50 millones calculados por el USDA en su último informe mensual.

 

Tras seis semanas alcistas consecutivas, la soja registró un balance negativo en la Bolsa de Chicago, donde los contratos noviembre y enero de la oleaginosa retrocedieron un 3,93 y un 3,92%, al pasar de 383,42 a 368,36 y de 384,80 a 369,73 dólares por tonelada. Entre los fundamentos que provocaron la caída de las cotizaciones de la soja se destacaron el avance de la cosecha con un tiempo ideal para esas labores, dada la escasez de lluvias sobre las principales zonas agrícolas, y un menor ritmo de las compras por parte de China que, como agravante, el jueves próximo comenzará una semana de feriados con motivo del Día Nacional de China y del Festival de la Luna. Vale destacar que los compradores también están evaluando cómo responder frente a un valor de la materia prima que en poco tiempo registró un alza del orden del 20 por ciento.

Además, contribuyeron con el descenso de los precios la toma de ganancias de los fondos de inversión especuladores, tras las fuertes mejoras acumuladas en las seis semanas precedentes, que pusieron al valor de la oleaginosa en lo más alto desde mayo de 2018. Asimismo, la devaluación del real frente al euro fue interpretada por los operadores como un factor que podría alentar a más productores brasileños a sembrar y a comercializar en forma anticipada su cosecha 2020/2021.

Pero más allá de las bajas, el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos volvió a resultar muy positivo para el recorrido que las ventas externas deben completar a lo largo del ciclo comercial 2020/2021. En efecto, el jueves el USDA relevó ventas de poroto de soja por 3.194.700 toneladas, por encima de las 2.457.100 toneladas de la semana pasada; de los 1,11 millones de toneladas de promedio semanal necesario para cumplir con la actual meta de exportaciones proyectada por el organismo (57,83 millones de toneladas), y del rango previsto por los operadores, de entre 2 y 3 millones de toneladas. Las compras chinas en el total sumaron 1.879.100 toneladas.

Y durante la semana, el USDA confirmó nuevas operaciones por 1.223.000 toneladas de poroto de soja, de las cuales sólo 530.000 toneladas tuvieron por comprador cierto a China. He ahí el dato que desalentó al mercado y que “invitó” a los especuladores a poner a buen resguardo una parte importante de las ganancias acumuladas en las semanas anteriores.

Acerca de los cultivos, en su primer relevamiento sobre la cosecha de soja el USDA confirmó el lunes su progreso sobre el 6% del área apta, contra el 2% de igual momento de 2019 y frente al 6% promedio de las últimas cuatro campañas. El promedio de las estimaciones privadas había augurado el avance de la cosecha sobre el 5% del área. En Illinois y en Iowa la recolección progresó sobre el 1 y el 7% de las respectivas superficies aptas. En su valoración sobre la condición de las plantas, ponderó el 63% en estado bueno/excelente, sin cambios respecto de la semana pasada y por encima del 54% de igual momento de 2019. El mercado contemplaba una caída de la condición óptima hasta el 62%. En Illinois la proporción de soja en estado bueno/excelente se mantuvo en el 71% y en Iowa, en el 48%. El organismo agregó que está perdiendo hojas el 59% de la soja, contra el 37% del reporte anterior; el 29% del año pasado, y el 50% promedio.

El viernes, confirmando el impacto del clima amigable para el progreso de la cosecha, los operadores estimaron el progreso de la recolección de soja sobre el 20% de la superficie apta.

 

MAÍZ

El maíz argentino también detuvo su marcha alcista durante la semana. La transición de las ofertas de los exportadores fue de 170 a 162 dólares por tonelada (de 12.820 a 12.255 pesos) para la zona del Gran Rosario; de 165 a 160 dólares para Bahía Blanca, y de 160 a 155 dólares por tonelada para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 11.564, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 11.639 pesos. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos pasó de 194 a 192 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura.

El saldo semanal fue adverso para el maíz en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones diciembre y abril resignaron un 4,36 y un 5,23%, al pasar de 172 a 164,50 y de 162,50 a 154 dólares por tonelada.

También retrocedieron las propuestas de los compradores por el maíz 2020/2021 para las entregas entre marzo y mayo, de 165 a 152 dólares por tonelada para las terminales del Gran Rosario; de 170 a 155 dólares para Bahía Blanca, y de 165 a 150 dólares por tonelada para Necochea.

La caída fue brusca, pero no habría que perder de vista que los valores actuales continúan bastante por encima de las expectativas más optimistas tenidas hasta no muchas semanas atrás. En el PAS anterior, en pleno auge alcista, advertimos sobre la necesidad de no dejar pasar el momento para diseñar un plan de comercialización concienzudo, ligado a la realidad y no a ambiciones voluntaristas. Esa recomendación no cambia hoy.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 23 de septiembre y el 11 de octubre deben salir desde el Gran Rosario 907.123 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 318.600 toneladas, y desde Necochea, 86.538 toneladas.

Acerca de los cultivos, el jueves la BCBA elevó de 6,2 a 6,3 millones de hectáreas la superficie que sería destinada al maíz para grano comercial en la campaña 2020/2021, contra los 6,5 millones del ciclo anterior. “El avance nacional de la siembra se ubica en el 11% del área prevista, reflejando una demora interanual de 5 puntos porcentuales en las labores. Todos los cuadros incorporados se corresponden con planteos tempranos. Los mayores avances relevados se concentran en el centro del área agrícola nacional, particularmente en sectores que cuentan con una adecuada humedad superficial. Hacia las provincias de Córdoba y San Luis, las labores se encuentran demoradas por la falta de precipitaciones relevadas durante las últimas semanas”, detalló la entidad, que el miércoles proyectó la nueva cosecha en 47 millones de toneladas, por debajo de los 50 millones previstos por el USDA en su último reporte mensual.

 

Al igual que la soja, tras seis semanas alcistas consecutivas, los precios del maíz terminaron el segmento comercial con saldo negativo en la Bolsa de Chicago, donde los contratos diciembre y marzo resignaron un 3,50 y un 3,68%, al variar de 149,01 a 143,79 y de 152,55 a 146,94 dólares por tonelada. Está claro que los movimientos no son inagotables y que el maíz sacó una buena tajada de ganancias de las complicaciones climáticas que redujeron las previsiones de cosecha y de un inusual apetito importador de China.

Ahora, los síntomas de moderación de esas compras chinas durante la semana; el buen progreso de las labores de cosecha, y la vigencia de un nivel de existencias finales previsto en un volumen histórico muy elevado (63,57 millones de toneladas) motivaron el quiebre de la racha positiva de las cotizaciones del cereal.

Además, la tónica bajista en el mercado de granos fue espejo de lo sucedido en el mercado financiero, donde los principales indicadores de Estados Unidos y de Europa reflejaron la incertidumbre que generan los rebrotes de Covid-19, que amenazan con interrumpir el resurgimiento de la demanda de combustibles (la industria del etanol sigue envuelta en su propia crisis) y el despegue de las economías, en la tensa espera de una vacuna que ponga fin a la pandemia.

También al igual que en el caso de la soja, el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos (refleja lo sucedido durante la semana precedente) volvió a ser positivo para la necesaria “administración” de las existencias 2020/2021. En efecto, el jueves el USDA relevó ventas de maíz por 2.139.000 toneladas, por encima de las 1,609.200 toneladas del reporte anterior; del promedio semanal de 1,14 millones necesario para cumplir con la meta de exportaciones fijada por el organismo para el ciclo comercial (59,06 millones de toneladas), y del rango previsto por los privados, de entre 1,05 y 1,80 millones de toneladas.

Pero, en línea con lo señalado anteriormente, durante la semana, en su partes diarios, el USDA confirmó nuevas ventas de maíz por sólo 460.000 toneladas, un volumen muy inferior al que venía reportando en las semanas anteriores. De ese total, apenas 140.000 toneladas fueron adquiridas por China.

Y respecto de los cultivos, el progreso de la cosecha de maíz fue relevado por el USDA el lunes sobre el 8% del área apta, contra el 5% de la semana pasada; el 6% de igual momento de 2019, y el 10% promedio de las últimas cuatro campañas. En promedio, el mercado esperaba un avance sobre el 11% de la superficie apta. En Iowa y en Illinois la cosecha avanzó sobre el 4% de las respectivas áreas aptas. Además, ponderó el 61% de los cultivos en estado bueno/excelente, por encima del 60% de la semana pasada y del 57% de igual momento de 2019. Los privados calculaban un recorte hasta el 59%. En Iowa la proporción de maíz en estado bueno/excelente se mantuvo en el 42%, mientras que en Illinois subió del 72 al 73%. El organismo indicó que está dentado el 95% del maíz, respecto del 89% de la semana anterior; del 76% de 2019, y del 90% promedio. Y está maduro el 59%, contra el 41% del reporte precedente; el 26% del año pasado, y el 49% promedio. El viernes los operadores estimaron el progreso de la cosecha sobre el 20% del área apta.

 

TRIGO

La semana fue negativa para los precios del trigo argentino de la nueva cosecha, a pesar de cierto sostén que dieron las condiciones de estrés hídrico en muchas zonas productoras del cereal. En la zona del Gran Rosario, las propuestas para las entregas entre noviembre y diciembre cayeron de 195 a 185 dólares por tonelada, en tanto que para enero, lo hicieron de 200 a 187 dólares. En Bahía Blanca y en Necochea, las ofertas por el grano para diciembre/enero retrocedieron de 200 a 190 y de 190 a 185 dólares por tonelada, respectivamente.

En cuanto al escaso trigo disponible, las ofertas de los compradores se mantuvieron en 200 dólares por tonelada para Bahía Blanca y en 190 dólares para el Gran Rosario, mientras que para Necochea crecieron de 180 a 185 dólares por tonelada.

Para el jueves el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 15.235, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 15.250 pesos. El valor FOB del trigo en los puertos argentinos para embarques cercanos pasó de 247 a 249 dólares por tonelada, mientras que para los embarques entre enero y febrero pasó de 234 a 231 dólares por tonelada, según lo informado por Agricultura.

Las bajas semanales también fueron fuertes en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones diciembre y enero cayeron un 5,29 y un 5,24%, tras pasar de 198,50 a 188 y de 200,50 a 190 dólares por tonelada.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 23 de septiembre y el 11 de octubre deben salir desde Bahía Blanca, 86.000 toneladas.

Respecto de los cultivos, el jueves la BCBA redujo del 14 al 9% la proporción de trigo en estado excelente/bueno, contra el 41% de igual momento de 2019, en tanto que elevó del 46 al 47% la proporción normal, frente al 38% del año pasado, y del 40 al 44% la proporción bajo condición regular/mala, un dato que quedó muy por encima del 21% vigente un año atrás. “Desde nuestro informe previo, la condición hídrica de regular a sequía aumentó en 10 puntos porcentuales. Esto no sólo debido a la falta de registros de lluvias en la semana, sino también a la acción de fuertes vientos sobre el centro y el sur de la región agrícola que incrementan la demanda atmosférica, la transpiración del cultivo y que aceleran el secado de los primeros centímetros del suelo. En las regiones NOA y NEA las expectativas sobre el volumen de producción son cada vez menores. Mientras tanto, al centro y al sur del área agrícola nacional las estimaciones podrían mejorar de concretarse los pronósticos de lluvias para este fin de semana”, indicó la entidad, que el miércoles, en medio de una jornada sobre proyecciones agrícolas, estimó en 17,50 millones de toneladas el volumen de la cosecha 2020/2021 de trigo, un dato que queda bastante por debajo de los 19,50 millones previstos por el USDA en su último informe mensual.

 

El trigo completó el cuadro semanal bajista en Estados Unidos. Las posiciones diciembre y marzo en la Bolsa de Chicago perdieron un 5,35 y un 5,36%, tras pasar de 211,28 a 199,98 y de 214,12 a 202,64 dólares por tonelada. En Kansas, los mismos contratos resignaron un 5,75 y un 5,78%, luego de variar de 185,28 a 174,62 y de 189,23 a 178,30 dólares por tonelada.

La apreciación del dólar frente al euro, que restó competitividad, y el mayor movimiento exportador desde los países de la zona del Mar Negro (Rusia y Ucrania), donde los precios se volvieron más atractivos para los compradores, fueron los principales fundamentos bajistas para las cotizaciones del grano fino estadounidense, que en breve comenzarán a sentir la presión de la cosecha en Australia, que sumará oferta en el mercado de exportación.

En cuanto a los cultivos, el lunes el USDA relevó el progresó de la cosecha del trigo de primavera sobre el 96% del área apta, contra el 92% de la semana pasada; el 84% del año pasado, el 96% promedio de los últimos cuatro ciclos agrícolas. El dato oficial quedó abajo del 97% previsto por los privados. Mientras que sobre las variedades de invierno, relevó su siembra sobre el 20% de la superficie estimada, contra el 10% de la semana pasada; el 18% de igual momento del año pasado, y el 19% promedio. Los operadores esperaban un avance sobre el 22% de la superficie. Emergió el 3% de las plantas, frente al 2% del año pasado y al 2% promedio.

El informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos resultó neutro para el mercado, dado que el jueves el USDA relevó ventas de trigo por 351.300 toneladas, levemente por encima de las 335.700 toneladas del reporte anterior y dentro del rango previsto por los operadores, de entre 250.000 y 600.000 toneladas. El volumen relevado por el USDA quedó debajo del promedio semanal necesario de poco más de 510.000 toneladas para cumplir con la expectativa oficial de exportaciones 2020/2021 (26,54 millones de toneladas).

 

 
 
 
Lunes, 28 Septiembre 2020 20:52

PREVIA USDA STOCK Y COSECHA DE TRIGO

El miércoles el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos publicará dos nuevos reportes sobre el devenir agrícola estadounidense. Los reportes serán:

  • Stocks trimestrales al 1º de Septiembre
  • Revisión anual de la Cosecha de Trigo

Como sucede en la previa de cada trabajo oficial, los privados anticiparon sus propias previsiones, con los promedios que mostramos a continuación:

Stocks Trimestrales al 1º de Septiembre (en millones de toneladas)

SOJA

Promedio

Privados

USDA

1º de Junio 2020

USDA

1º de Septiembre 2019

15,68

37,72

24,85

 

MAÍZ

Promedio

Privados

USDA

1º de Junio 2020

USDA

1º de Septiembre 2019

57,15

132,69

53,70

 

TRIGO

Promedio

Privados

USDA

1º de Junio 2020

USDA

1º de Septiembre 2019

61,09

28,41

64,91

 

Cosecha de Trigo (en millones de toneladas)

Promedio

Privados

USDA

Septiembre

USDA

2019/2020

50,10

50,01

52,26

Viernes, 25 Septiembre 2020 11:29

PANORAMA AGRICOLA SEMANAL

La tendencia alcista para el valor de los granos se prolongó a lo largo de la semana. En Chicago, la soja y el maíz completaron el sexto balance positivo consecutivo, tras cerrar el segmento comercial con mejoras superiores al 4,7 y al 2,7%, respectivamente. El buen desempeño de las exportaciones estadounidenses, con China a la cabeza de los compradores, volvió a ser uno de los principales fundamentos alcistas. Las subas más pronunciadas las registró el trigo, dado que superaron el 6% en Chicago y el 7% en Kansas, en virtud de la mayor participación de los fondos especuladores, pero también por la noticia de que grandes importadores, como Egipto, buscan incrementar sus reservas estratégicas ante una eventual escasez del grano fino en medio de la pandemia actual. Las ganancias externas se replicaron en el mercado local, donde a la influencia de los factores descriptos se agregó la escasez de humedad que sigue perjudicando al trigo y que plantea interrogantes para el avance de la siembra de los granos gruesos. Tiempo para diseñar estrategias de comercialización.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

 

Viernes 18

Viernes 11

Variación en %

Petróleo

41,11

37,33

+10,13

Dólar/Euro

1,1851

1,1831

+0,17

Real/Dólar

5,3528

5,3200

+0,62

Peso/Dólar*

75,18

74,71

+0,63

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.

SOJA

Muy positivo volvió a ser el balance de la semana para los precios de la soja argentina, dado que la transición de las propuestas de los compradores fue de 268 a 286 dólares (de 20.000 a 21.500 pesos) por tonelada disponible para las terminales del Gran Rosario; de 258 a 275 dólares para Bahía Blanca, y de 252 a 273 dólares por tonelada para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 20.115, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 20.584 pesos. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 274,50 dólares por tonelada, equivalentes a 20.674 pesos. El valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos subió de 405 a 434 dólares por tonelada; el del aceite, de 793 a 846 dólares, y el de la harina, de 371 a 398 dólares por tonelada, según los datos publicados por Agricultura.

La tendencia alcista también se reflejó sobre las pizarras del Matba Rofex, donde los contratos noviembre y mayo ganaron un 7,64 y un 5%, tras pasar de 268,50 a 289 y de 243,80 a 256 dólares por tonelada.

Las alzas externas y la incertidumbre sobre el clima local y sobre el aporte de humedad para el inicio de la siembra 2020/2021 de la oleaginosa en la Argentina posibilitó el aumento de los precios de la soja de la nueva campaña. En efecto, las ofertas de los compradores crecieron de 240 a 250 dólares por tonelada con entrega entre abril y mayo sobre el Gran Rosario y Bahía Blanca, y de 235 a 253 dólares sobre Necochea.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 16 de septiembre y el 10 de octubre deben salir desde el Gran Rosario 40.000 toneladas de poroto; 1.617.915 toneladas de harina y 303.000 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 52.080 toneladas de poroto, 17.470 toneladas de harina y 2000 toneladas de aceite; desde Necochea, 16.400 toneladas de harina y 16.000 toneladas de aceite, y desde otros puertos, 74.000 toneladas de poroto, 12.000 toneladas de harina y 6600 toneladas de aceite.

 

Los precios de la soja cerraron con resultado positivo por sexta semana consecutiva en la Bolsa de Chicago, donde los contratos noviembre y enero ganaron un 4,77 y un 4,80%, tras pasar de 365,97 a 383,42 y de 367,16 a 384,80 dólares por tonelada. Así, la oleaginosa alcanzó el nivel de precios más alto desde fines de abril de 2018, es decir, desde el momento en que comenzó la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Y, justamente, entre los fundamentos alcistas se volvió a destacar el ímpetu de las compras chinas en Estados Unidos, que no responden al fin de las diferencias entre ambos países, sino a la necesidad china de recomponer sus existencias porcinas tras el duro impacto de la fiebre porcina africana. Ahora, si el ritmo actual de esas compras se mantiene constante en los niveles de los últimos dos meses, el mercado podría comenzar a considerar que el volumen de las existencias finales estadounidenses, que en su último informe el USDA calculó en 12,52 millones de toneladas, está sobreestimado y que la previsión de las exportaciones, de 57,83 millones de toneladas, resulta subestimada.

En línea con lo antedicho, volvió a ser constructivo para el mercado de la soja estadounidense el informe semanal sobre las exportaciones. En efecto, el jueves el USDA relevó ventas de poroto de soja por 2.457.100 toneladas, abajo de las 3.161.800 toneladas del reporte anterior, pero en la parte alta del rango proyectado por los operadores, entre 1,5 y 2,8 millones de toneladas. Además, el dato oficial quedó nuevamente muy por encima del promedio semanal de 1,11 millones de toneladas necesario para cumplir con el objetivo de exportaciones 2020/2021 previsto por el organismo. Del total comercializado, 1.487.100 toneladas correspondieron a compras chinas.

Sumado a esto, en sus reportes diarios, durante la semana el USDA confirmó nuevas ventas de soja por 1.794.500 toneladas, de las cuales 984.000 fueron para China. Y, como ya lo hemos señalado en otras ocasiones, si bien el resto fueron reportadas hacia destinos desconocidos, es un hecho que una buena parte de ellas terminarán en puertos chinos.

Con el panorama externo como un factor positivo sólido para los precios, y con Brasil agotando su saldo exportable, el fundamento que debe revalidar su argumento alcista ahora es la cosecha, que en los reportes oficiales aparece disminuida por la falta de humedad en Estados clave y por las tormentas de vientos huracanados de principios de agosto. El avance de las máquinas dirá si los augurios técnicos fueron ciertos o si la tecnología incluida en los cultivos da lugar a alguna sorpresa productiva.   

Al respecto, el lunes el USDA ponderó el 63% de la soja en estado bueno/excelente, por debajo del 65% de la semana pasada, pero por encima del 54% de igual momento de 2019. El mercado no esperaba cambios en la condición de las plantas. En Illinois la proporción de soja en estado bueno/excelente mejoró del 68 al 71% y en Iowa, del 47 al 48%. El organismo agregó que está perdiendo hojas el 37% de la soja, contra el 20% del reporte anterior; el 13% del año pasado, y el 31% promedio. Este lunes el USDA comenzará a relevar el avance de la cosecha, que el viernes fue estimado por los operadores sobre el 2% del área apta. En cuanto al estado de las plantas, los privados consideraron una nueva caída de la condición óptima hasta el 62 por ciento.

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MAÍZ

Muy favorable para los precios del maíz argentino resultó el balance de la semana. Las propuestas de los exportadores crecieron de 155 a 170 dólares por tonelada disponible (de 11.582 a 12.820) para la zona del Gran Rosario; de 155 a 165 dólares para Bahía Blanca, y de 155 a 160 dólares por tonelada para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 11.494, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 11.693 pesos. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos creció de 184 a 194 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura.

También fue muy positivo el saldo semanal en el Matba Rofex, donde los ajustes de los contratos diciembre y abril crecieron un 7,84 y un 7,97%, al pasar de 159,50 a 172 y de 150,50 a 162,50 dólares por tonelada.

La bonanza de los precios comprendió, asimismo, al maíz de la nueva campaña, con una transición para las ofertas de los interesados que fue de 150 a 165 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 155 a 170 dólares para Bahía Blanca, y de 145 a 165 dólares por tonelada para Necochea. Como en el caso de la soja nueva, el incierto panorama meteorológico y la escasez de humedad en muchas zonas del país donde se inicia la ventana de siembra para el grano grueso potenciaron la tónica alcista.

En este punto, y a la luz de los precios actuales del maíz, pero también de la soja y del trigo, impensados pocas semanas atrás, reiteramos la necesidad de generar estrategias de comercialización concienzudas, que pongan a buen resguardo la inversión depositada en la tierra y que brinden la posibilidad de “capturar” eventuales mayores alzas que potencien el negocio. Contar con seguros de precios en una actividad tan inestable y riesgosa por una multiplicidad de factores como la producción de granos jamás debería ser visto como un gasto, sino como otra inversión, a la par de la semilla y del resto de los insumos, capaz de evitar problemas futuros al minimizar la exposición a riesgos y al aportar previsibilidad.  

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 16 de septiembre y el 10 de octubre deben salir desde el Gran Rosario 1.017.150 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 374.561 toneladas, y desde Necochea, 42.400 toneladas.

Respecto de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) dio por iniciada la etapa de siembra 2020/2021 de maíz. “Las lluvias relevadas en el este del área agrícola durante septiembre impulsaron las labores en las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y de Buenos Aires. El avance de siembra relevado se ubica en el 6,5% de nuestra proyección de área, de 6.200.000 hectáreas. Esta superficie representa en números absolutos 100.000 hectáreas menos que las implantadas la campaña previa. A la fecha, las labores muestran un adelanto interanual de apenas 0,3 puntos porcentuales”, indicó la entidad. La Bolsa agregó que el inicio de la nueva campaña sigue marcado por las reservas hídricas ajustadas o insuficientes que se registran en los perfiles. “Las precipitaciones relevadas el último mes mejoraron la humedad en los primeros centímetros del suelo en el este del país, pero aún son necesarias nuevas lluvias para asegurar el cumplimiento de los planes de siembras tempranas. Las actuales condiciones de las reservas hídricas, sumadas al contexto económico general, impulsarían en esta campaña la incorporación de planteos tardíos y de segunda ocupación por sobre los tempranos”.

 

Como la soja, el maíz completó la sexta semana alcista consecutiva en la Bolsa de Chicago, donde las posiciones diciembre y marzo del cereal aumentaron un 2,72 y un 2,44%, al pasar de 145,07 a 149,01 y de 148,91 a 152,55 dólares por tonelada. El actual es el nivel de precios más alto desde la segunda semana de marzo último. Y el fundamento alcista central también es el buen nivel de las exportaciones estadounidenses que, si bien responde a un grupo de compradores diversificado, tiene a China como uno de los actores protagónicos, como pocas veces antes y como nunca desde el inicio de la guerra comercial. Ese buen momento también contempla la previsión de una cosecha menor en Ucrania, el principal competidor de Estados Unidos en el hemisferio Norte. La tendencia alcista fue complementada por el temor a los efectos del huracán Sally sobre la logística exportadora en el Golfo de México.

En línea con lo expuesto, resultó positivo el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses, dado que el jueves el USDA relevó ventas de maíz por 1.609.200 toneladas, abajo de las 1.823.300 toneladas del informe anterior, pero en la parte alta del rango estimado por los operadores, entre 800.000 y 1.900.000 toneladas. Además, el volumen negociado superó el promedio semanal de 1,14 millones de toneladas necesario para cumplir con la estimación de exportaciones 2020/2021, de 59,06 millones de toneladas. En sus reportes diarios, durante la semana el USDA confirmó nuevas ventas de maíz por 1.046.000 toneladas y de ellas, 700.000 fueron adjudicadas a China.

El repunte del valor del petróleo también podría considerarse como un factor positivo para los precios del maíz, por su influencia sobre la industria del etanol. Sin embargo, la crisis del sector del biocombustible difícilmente se subsane con una semana de precios en alza para el crudo. Por lo que ver esto como un real fundamentos positivo, todavía es prematuro, sobre todo sabiendo que se suman las refinerías que, ante el actual estado de crisis producto de la pandemia y de la caída del consumo de combustibles, demandan ser exceptuadas de la obligatoriedad de cortar el combustible fósil con el etanol o el biodiésel.

Vale recordar que más allá del buen momento de las exportaciones de maíz, para “administrar” una oferta que pese a los contratiempos productivos derivados del clima será abundante, la demanda de la industria del etanol continúa siendo necesaria. Como lo señalamos en el informe de la semana anterior, los 129,55 millones de toneladas que se prevén destinar a la fabricación del biocombustible representan poco más del 34% de la cosecha, cuando en un cálculo ideal esa proporción debería oscilar del 36 al 37 por ciento.

En cuanto al avance de la cosecha, el lunes el USDA relevó su progreso sobre el 5% del área apta, contra el 3% de igual momento de 2019 y el 5% promedio de las últimas cuatro campañas. Este dato estuvo en línea con la expectativa del mercado. Además, ponderó el 60% de los cultivos en estado bueno/excelente, por debajo del 61% de la semana pasada, pero por encima del 55% de igual momento de 2019. Los privados no esperaban cambios en la condición del maíz. En Iowa la proporción de maíz en estado bueno/excelente bajó del 43 al 42, mientras que en Illinois subió del 70 al 72%. El organismo indicó que está dentado el 89% del maíz, respecto del 79% de la semana anterior; del 64% de 2019, y del 85% promedio. Y está maduro el 41%, contra el 25% del reporte precedente; el 16% del año pasado, y el 32% promedio. El viernes los operadores estimaron un avance de la recolección sobre el 12% del área y volvieron a pronosticar una caída del estado óptimo de las plantas hasta el 59 por ciento.

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TRIGO

Cuando resta cerca de un mes para el inicio de la cosecha local 2020/2021, fue muy positivo el balance de la semana para los precios del trigo nuevo. En efecto, para la zona del Gran Rosario la transición de las propuestas de los exportadores fue de 187 a 195 dólares por tonelada con entrega entre noviembre y diciembre, y de 190 a 200 dólares para enero. En Bahía Blanca las ofertas crecieron de 190 a 200 dólares por tonelada para el bimestre diciembre/enero y en Necochea, de 180 a 190 dólares por tonelada.

En el acotado mercado de trigo disponible las propuestas de los exportadores subieron de 190 a 200 dólares por tonelada para Bahía Blanca, mientras que para el Gran Rosario y para Necochea se mantuvieron estables en 190 y en 180 dólares por tonelada, respectivamente.

Para el jueves el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 14.892, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 15.030 pesos. El valor FOB del trigo en los puertos argentinos para embarques cercanos subió de 244 a 247 dólares por tonelada, mientras que para los embarques entre enero y febrero creció de 228 a 234 dólares por tonelada, según lo informado por Agricultura.

El saldo a favor de los precios del trigo se replicó en el Matba Rofex, donde los ajustes de los contratos diciembre y enero sumaron un 5,87 y un 5,80%, tras variar de 187,50 a 198,50 y de 189,50 a 200,50 dólares por tonelada.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 16 de septiembre y el 10 de octubre deben salir desde el Gran Rosario 30.000 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 86.000 toneladas, y desde otros puertos, 2200 toneladas. 

Acerca de los cultivos, el jueves la BCBA redujo del 22 al 14% la proporción de trigo en estado excelente/bueno, que sigue lejos del 44% vigente un año atrás. En tanto que la proporción en estado normal fue elevada del 41 al 46%, contra el 38% de 2019. En estado regular/malo fue reportado el 40% de las plantas, frente al 37% de la semana anterior y al 18% del año pasado. Respecto de la condición hídrica, la superficie en estado regular/sequía creció en la última semana del 46 al 49%, frente al 50% de 2019. “Tras una semana sin lluvias, en el norte del país, ya próximos a iniciar la recolección de los primeros cuadros implantados, las expectativas de cosecha tras la sequía y las heladas son bajas. En el centro del área agrícola, los sectores que hace dos semanas recibieron lluvias mantienen su condición, sin embargo, los que no fueron alcanzados por el frente de tormenta se encuentran más comprometidos. Finalmente, en las provincias de Buenos Aires y La Pampa la condición del cereal es variable, en función de las precipitaciones y las heladas, y están a la espera de nuevas lluvias para emparejarse”, indicó la entidad.

 

Luego de las leves bajas de la semana anterior, el trigo retomó la senda alcista en los Estados Unidos. En la Bolsa de Chicago las ganancias fueron del 6,09 y del 5,81% para las posiciones diciembre y marzo, tras pasar de 199,15 a 211,28 y de 202,37 a 214,12 dólares por tonelada. En Kansas, los mismos contratos crecieron un 7,01 y un 6,79%, al variar de 173,15 a 185,28 y de 177,20 a 189,23 dólares por tonelada. Además de una notable participación compradora de los fondos de inversión especuladores en las últimas ruedas de la semana y de la influencia positiva de la prolongada tendencia alcista del maíz, las noticias internacionales, entre ellas la falta de humedad para los cultivos de la Argentina y los movimientos de la demanda, fueron las responsables del balance positivo del grano fino.

En efecto, como modo de asegurarse mercadería en medio de una pandemia con fin incierto a partir de los rebrotes que se registran en diversos puntos del mundo donde se creía superado el problema, países centrales de la demanda, como Egipto o Argelia (se prevé que compren 12,7 y 7,1 millones de toneladas, respectivamente), están acelerando sus importaciones para fortalecer sus reservas estratégicas de trigo. Por caso, Egipto evidencia un crecimiento interanual del 40% en sus compras en el inicio del año comercial 2020/2021. El gobierno de ese país dispuso mantener reservas del grano que garanticen seis meses de abastecimiento del consumo doméstico.

La elección de abastecedores que estos países hagan en el corto plazo determinará los pasos de los precios en las bolsas estadounidenses. En ese sentido vale tener en cuenta que Argelia,  que usualmente se abastece en la Unión Europea, sobre el cierre de la semana habilitó a la Unión de Exportadores de Cereales de Rusia para que tome parte de las próximas licitaciones de importación.

Fue negativo para el mercado el informe semanal sobre las exportaciones del trigo de los Estados Unidos, dado que el jueves el USDA relevó ventas por 335.700 toneladas, abajo de las 484.400 toneladas del reporte anterior, del rango previsto por los operadores, de entre 300.000 y 700.000 toneladas, y del promedio semanal necesario, levemente superior a las 510.000 toneladas, para cumplir con la expectativa oficial de exportaciones 2020/2021, de 26,54 millones de toneladas.

Respecto de los cultivos, el lunes el USDA relevó el progresó de la cosecha del trigo de primavera sobre el 92% del área apta, contra el 82% de la semana pasada; el 75% del año pasado, el 92% promedio de los últimos cuatro ciclos agrícolas. El dato oficial quedó arriba del 91% previsto por los privados. Acerca de la siembra de trigos de invierno, el organismo relevó su progreso sobre el 10% de la superficie estimada, contra el 5% de la semana pasada; el 6% de igual momento del año pasado, y el 8% promedio. Los operadores esperaban un avance sobre el 13% de la superficie. El viernes los privados estimaron un progreso de la siembra sobre el 23% de la superficie prevista.

Si bien los riesgos siempre están implícitos, de los tres principales productos que aquí analizamos, el trigo resulta el de mayor “cuidado” al momento del seguimiento de precios. Rusia recién se está despabilando con sus ventas externas y Australia se prepara para salir al mercado tras varias campañas ausente. Como se destacó en el espacio del maíz argentino, analizar los actuales niveles de precios y diseñar estrategias de comercialización debe dejar de ser una excepción para convertirse en norma.

Granar Research

Viernes, 25 Septiembre 2020 11:28

Una campaña agrícola con las lluvias ajustadas

La incertidumbre es la única certeza para el sector agrícola frente al cambio climático. Sin embargo, hay indicadores que, más allá de los tecnicismos, señalan que éste es un “año Niña”, y de allí ya se pueden hacer algunas especulaciones a la hora de la toma de decisiones. Desde ya, la recomendación desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) es la permanente información climática para dispersar riesgos y repartirlos, ensayando distintos momentos de siembra, siempre teniendo en cuenta, en principio, la disponibilidad de agua del suelo durante este período de sequía.

En este contexto, es probable “que se presente, por ser año Niña, una primavera fresca”. Y para el verano, “se puede esperar que tengamos algunos milímetros por debajo de los valores normales que acumulamos en general”, arriesgó Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta). En una charla virtual organizada por la estación Oliveros, el especialista brindó un panorama sobre las perspectivas climáticas para la toma de “decisiones agropecuarias inteligentes”.

Mercuri observó que este año el invierno “no empezó tan temprano, tardó en comenzar la secuencia de heladas, y ello impide que se desarrollen fenómenos de precipitaciones de magnitud”. De allí que no descarta que se produzca alguna helada más, por lo que será necesario seguir observando los datos que arrojan las estaciones meteorológicas, radares y satélites, para determinar la duración del ciclo.

“Hay que estar atentos al seguimiento y al riesgo que asumo si hago una siembra muy temprana, en cuanto a temperatura del suelo, probabilidades de heladas y disponibilidad de agua en el suelo”, remarcó. Es que “estamos en una serie de años secos”, dijo, aunque aclaró que se necesita la observación de muchos años para determinar esa tendencia. “Pero incluso los años en que llueve por encima de lo normal y que sostienen la disponibilidad de agua en el suelo, han sido años Niña”, dijo.

En ese sentido, Mercuri destacó que “en los años deficitarios, las conclusiones que elaboramos de los modelos tienden a minimizar la ocurrencia de lluvia”.

Aclaró, no obstante, que “no porque ahora hay una Niña y estamos deficitarios es el fin del mundo”. Señaló que no están acopladas las distintas variables globales como para favorecer con lluvia, pero “hay una inestabilidad a fin de septiembre, y los modelos no muestran que octubre sea un mes deficitario”.

En ese sentido, añadió que “si bien es probable que siendo un año Niña estemos ajustados en el acumulado de las precipitaciones y que no seguimos a los niveles normales de lluvia de cada trimestre, no hay ningún indicador que diga que está sequía se puede prolongar. Todavía no tenemos indicadores para decirlo”, dijo y pidió cautela con este dato que significaría el fin de la Niña. Por el momento, “tenemos más chances de lo normal de que las lluvias se presenten de forma normal a deficitaria en primavera y en el inicio del verano”, reiteró el refrente del Inta.

Por otra parte, Mercuri remarcó que “es muy importante tener en cuenta la variable de los días consecutivos sin lluvias para la toma de decisiones, para no caer justo en esos períodos”, a la hora de sembrar. Este es “un indicador nuevo y clave a seguir, especialmente porque tenemos tanta frecuencia de años deficitarios y una tendencia hacia una baja de precipitaciones, lo cual puede ser una tendencia hacia un ciclo más seco con el que estemos conviviendo y que se esté profundizando”.

El especialista en clima del Inta insistió con que todas las variables indicadas deben ser monitoreadas a través de los datos locales o regionales, dada la irregularidad y variabilidad climática en cada zona. Y ante la incertidumbre o dudas sobre qué sembrar y cuándo, “siempre hay que tener en cuenta en primer lugar si hay agua en el perfil del suelo porque es muy incierto lo que viene”.

Tener reserva hídrica “podría significar una chance para ensayar cultivos de ciclos más largos porque el riesgo va a ser un poco menor. Pero la clave está también en dispersar el riesgo; si hay posibilidades de hacer las dos alternativas (ciclo corto, ciclo largo), hay que hacerlo porque es tanta la incertidumbre, que cualquier cosa que uno diga está sujeto a mucho error”, advirtió.

Lo probable

Mercuri resumió las características más probables del comportamiento climático esperadas para esta campaña, que incluyen en principio, como ya se dijo, una disponibilidad de agua ajustada. “Vamos a estar a la expectativa de la caída de milímetros en lugares donde no hay agua en el suelo”, acotó. También es de esperar cambios bruscos, es decir, que “de repente vamos a tener un período de lluvias pero eventualmente varios días sin precipitaciones. Es lo que está ocurriendo ahora”.

Las lluvias se presentarían no regionalizadas, dispares e irregulares, a diferencia de lo que ocurre “en general en los años Niño, que vienen con eventos de precipitación que ocupan grandes áreas de nuestro territorio, que todos los radares meteorológicos en seguida suman para poder mapear una tormenta. No lo podemos ver con un solo radar”. En general estos años más fríos, tal como hasta ahora se ha perfilado el 2020, “es probable que tengamos lluvias más dispares, que estemos comparando en seguida con otras localidades y vecinos, para ver cuánto le llovió a cada uno”.

Respecto de los forzantes oceánicos, Mercuri transmitió que “estamos a inicios de primavera y se confirma el enfriamiento del Pacífico, y podría disminuir su impacto en el verano. Hay un tecnicismo por el cual se deben acumular trimestres móviles para determinar si viene Niño o Niña, pero evidentemente y lamentablemente estamos ante una situación de enfriamiento. Lo bueno es que por ahora es leve, y que los modelos dicen que terminaría tempranamente hacia fin de año, a inicios del verano y volvería a valores neutrales”, señaló el especialista.

“Convivimos con una alta variabilidad climática actual. Estamos a expensas de una mayor frecuencia eventos extremos, de alto impacto en los sistemas de producción. Vemos en el largo plazo que en el este del cono sur tiene una mayor frecuencia de precipitaciones normales o superiores a lo normal. Y en la franja subhúmeda y semiárida del país, más frecuencia de precipitaciones de normales a menores”, añadió Mercuri.

Según el profesional, los escenarios de cambio climático trazados en general no son adversos a los rendimientos de las producciones pampeanas. Las olas de calor en el centro del país son más frecuentes y tienen alto impacto en los veranos, no sólo en lo que hace a la disponibilidad agua sino en producción y bienestar animal.

Por todo lo expuesto es que “es muy importante la agrometeorología de precisión, por zona y por sistema de producción. Lograr tener datos locales para ver cómo funciona cada región, medir la napa a nivel local, medir la disponibilidad de agua. Y la agrometeorologia de precisión la hacemos también con la pala, no sólo el pluviómetro, viendo cuánto tenemos en el lote debajo de nuestros pies. La mejor preparación que tenemos que hacer interanual es la gestión del agua”.

“Otro gran desafío que tenemos es cómo aprender a tomar decisiones con información probabilística y dinámica. Todo lo que analicé que viene de la Niña es lo más probable, no es certero ni determinístico. Una recomendación es que (los productores) sigan los pronósticos de corto plazo, a lo largo de toda la campaña. Que comparen entre distintos pronósticos, distintas fuentes de datos”.

Y por supuesto también que se basen en el pronóstico estacional del Inta, que normalmente se emite a mediados de cada mes.

“El Centro Regional tanto en Oliveros como en Reconquista y Rafaela ha generado informes del estado de situación de los cultivos, del estado de evolución de las variables meteorológicas locales y están disponibles, son informes importantes para los tomadores de decisiones y para las autoridades, pero también son importantes para tomar conciencia de cuál es el estado de situación”, remató Mercuri.

“Estamos en un momento en el que se está definiendo el rendimiento del potencial del cultivo de trigo, estamos ya sembrando el maíz de primera y a las puertas de comenzar la siembra del cultivo de soja. De más está decir que fue un año muy particular, donde faltó el agua, donde las heladas nos han tenido a mal traer”, comentó Alejandro Longo, director regional de Inta Santa Fe.

“Nos parece muy importante saber qué va a pasar con el clima y cómo hacer para reservar el agua y algunas cuestiones que tienen que ver con la toma de decisiones inteligentes a la hora de manejar los cultivos, dijo sobre el inicio de la charla.

Gestión del agua

Tras la disertación de Mercuri, Longo reflexionó que los productores “nos tenemos que preparar en esta tendencia (de déficit hídrico) de mediano y largo plazo, pensar sistemas productivos que realmente puedan trabajar sobre la gestión del agua, no sólo desde el Inta sino desde otros organismos de ciencia y técnica y organizaciones de productores. Ya se viene pensando en sistemas que sean sustentables a lo largo del tiempo y en la gestión del agua no sólo en los momentos de déficit hídrico sino en los momentos de excesos”.

“Hoy nos convoca la sequía, pero en otros momentos nos urge el problema de las inundaciones. Entonces estas cuestiones que influyen sobre los sistemas de producción indudablemente nos generan siempre alguna incertidumbre”, concluyó Longo.

La situación climática para el campo volvió a complicarse en un momento clave de la campaña agrícola, según coinciden expertos consultados por LA NACION. En los últimos días del mes pasado y primeros del actual, se registraron en gran parte de la región pampeana lluvias de entre 20 y 30 milímetros (en algunos lugares con precipitaciones mayores) que trajeron un alivio. Así, se recompusieron lotes con trigo y se permitió cargar algo de humedad los suelos para sembrar maíz.

Sin embargo, en las últimas tres semanas no se produjeron precipitaciones y otra vez las alarmas se encendieron. Los trigos más adelantados en su ciclo están requiriendo agua que no aparece. Además, lo mismo pasa para el maíz recién sembrado, que necesita lluvias para desarrollarse. Para este fin de semana habría nuevas precipitaciones, pero no llegarían a todas las regiones, como Córdoba, la más afectada por la sequía.

El panorama fue reconocido con crudeza por la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) del Ministerio de Agricultura de la Nación. En un informe difundido ayer, señaló que "sería un hecho" la ocurrencia de un fenómeno "La Niña", que suele generar lluvias por debajo de lo normal. La intensidad, no obstante, sería "débil a moderada".

"El IRI ha publicado el 19 pasado una actualización del pronóstico para la temperatura del Pacífico Ecuatorial central. Según el informe, a mediados de septiembre la temperatura de la superficie del Pacífico centro-este está por debajo del promedio y la mayoría de las variables atmosféricas son consistentes con las condiciones de La Niña. Es decir, La Niña sería un evento ya instalado, con una temperatura oceánica de algo más de medio grado por debajo de lo normal", indicó.

"Los resultados de los modelos de pronóstico indican alrededor de un 80% de probabilidad de La Niña para la primavera y un 70% para el verano (modelo consensuado). El CPC/IRI le adjudica una probabilidad algo menor, del 75%", agregó.

En Códoba. Así cayó la humedad superficial para la siembra desde mayo pasado 

En Códoba. Así cayó la humedad superficial para la siembra desde mayo pasado

De acuerdo al informe que difundió ORA, la intensidad sería "débil a moderada". Agregó: "Tampoco se espera un evento de larga duración, ya que a partir del trimestre febrero-marzo-abril la probabilidad de La Niña decae notablemente".

Toda esta situación se puede ver en la caída de la humedad superficial para la siembra que reflejan imágenes de la plataforma NASA Harvest. A modo de ejemplo, en mayo pasado en Córdoba la humedad superficial promedio para el área agrícola rondaba el 60% y se desplomó ahora a poco más del 20%. En Santa Fe también estaba en torno del 60%, bajó a 28% hace unas semanas y ahora está en el 36,5%. En tanto, en Buenos Aires retrocedió del 60 al 40%.

"Está complicado nuevamente y no dan mucha lluvia para diferentes sectores de Córdoba y los núcleos productivos", señaló Esteban Copati, de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires sobre la situación climática. Agregó que "las heladas siguen pegando duro". En rigor, golpearon fuerte al trigo.

"Continuamos en un deterioro casi ininterrumpido en algunos sectores del centro y norte del país", agregó el experto.

Cristian Russo, de la Bolsa de Comercio de Rosario, señaló que "nos estamos jugando las fichas a lo que pase este fin de semana", en relación a las lluvias que podrían registrarse en los próximos días. Remarcó: "Esperemos que lleguen a la zona núcleo, pero no sabemos si lo van a hacer en Córdoba".

Recordó que en la zona núcleo a la semana pasada se logró el mayor avance de siembra para maíz de los últimos 10 años. Se implantaron 675.000 hectáreas con el cereal, el 45% de lo que allí se prevé implantar. Eso ocurrió tras las anteriores precipitaciones. "La gente salió a sembrar rápido", apuntó.

En Santa Fe. Retroceso en la humedad superficial para la siembra 

En Santa Fe. Retroceso en la humedad superficial para la siembra

Ahora la expectativa está puesta en las próximas lluvias. La necesidad es grande: Córdoba sigue requiriendo más de 120 mm para recomponerse y en Santa Fe eso está por encima de los 80 milímetros.

Según el Sistema de Información de Sequías para el Sur de Sudamérica del Centro Regional del Clima, Córdoba no tiene área que no esté seca y en el 62,72% de la superficie la sequía allí es severa. En Buenos Aires solo el 24,4% del territorio no está seco y el resto se reparte entre "anormalmente seco" y sequía que va desde moderada a severa y extrema. En el caso de Santa Fe, apenas el 35,96% del territorio no está seco.

En Buenos Aires también bajó la humedad superficial para la siembra 

En Buenos Aires también bajó la humedad superficial para la siembra

Estado de las reservas para el trigo 

Estado de las reservas para el trigo

La Nación - Fernando Bertello

El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, se mostró preocupado por el impacto de la sequía en el nuevo ciclo agrícola. Así lo expresó en el seminario sobre el lanzamiento de la campaña gruesa 2020/2021 realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. En tanto, señaló que se está trabajando con las provincias para agilizar la circulación de los productores que han enfrentado trabas en algunas zonas por la pandemia de coronavirus. También aseguró el acceso a los insumos para el sector pese a las restricciones con el dólar.

"Vemos que los productores están comprometidos con cultivar el suelo argentino; está el compromiso de ellos, con una importante expectativa de siembra, pero que la seca está haciendo disminuir día a día lo que era la expectativa que teníamos hace tres meses", relató.

"Ese espíritu de tenacidad (de los productores) se refleja en la expectativa de una cosecha récord nueva para el maíz con insumos que están siendo reservados para augurarnos realmente una muy buena voluntad de iniciar la siembra de la campaña 2021. Esperamos que esto se lleve adelante con éxito y que las condiciones climáticas acompañen y podamos tener un año muy productivo", destacó Basterra.

En tanto, aseguró el acceso a los insumos para el sector pese a las restricciones al dólar. "Los insumos, aún con las tremendas dificultades que están teniendo las restricciones externas, nos augura una campaña de accesibilidad a los insumos", dijo.

Por otro lado, habló de los problemas de los productores para circular en algunas provincias. "El esfuerzo que hizo el sector para la definición de la actividad esencial se demuestra en el final de la campaña gruesa (pasada) y el inicio de la campaña fina que estamos transcurriendo; sin dudas se verá en esta que se inicia prontamente. Estamos colaborando con las distintas instancias gubernamentales para que el flujo de bienes y personas se agilice", mencionó.

"Este compromiso colectivo que hemos asumido en la vida, hace muchas veces complejo poder alcanzar el objetivo de circular en algunos distritos. En algunos hemos resuelto y en otros estamos en pleno diálogo para que, positivamente, podamos cumplir con esta tarea esencial que aporta a satisfacer lo que son las demandas internas. Pero con la posibilidad de cumplir con los compromisos externos, generando divisas que tan necesarias son para nuestra nación", concluyó el ministro.

La Nación - Belkis Martínez

 

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