Agro Premiun S.R.L.

ANALISIS DE PRODUCTOS

"Trabajé en la instalación del primer equipo de aplicación selectiva de herbicidas en la Argentina, en la aceitera General Deheza, y desde allí mi actividad con esta tecnología nunca se detuvo", recuerda el ingeniero Julián Muguerza, productor, asesor y contratista en tecnologías que aplican quienes producen siguiendo las buenas prácticas agrícolas. En la actualidad, Muguerza desarrolla sus trabajos en Laboulaye (Córdoba), General Rivas (Buenos Aires) y desde una administración en Posadas (Misiones) desde donde desarrolla tecnología en campos de Paraguay Uruguay. "Entre la superficie trabajada en forma directa, más la que asesoramos y donde prestamos servicios, totalizamos unas 5.000 a 6.000 hectáreas por año", precisa el ingeniero, que es el CEO de Glimax, una empresa conformada por un grupo de profesionales especializados en tecnologías como las de aplicaciones selectivas, lo que les lleva bastante tiempo en pruebas y experimentación de campo.

Otra herramienta que utilizan para hacer más eficiente sus aplicaciones de fitosanitarios es la pulverización anticipada, en la cual se evita el "enmalezado" al hacer aplicaciones con las malezas más chicas. "Así podemos ajustar la dosis y lograr ahorros de herbicidas de hasta el 95%. Así fue por ejemplo en un lote de Rye Grass en el norte de Buenos Aires", subraya Muguerza.

"Otra técnica es la aplicación variable, con distintas dosis de herbicidas según la textura del suelo -por ejemplo, ajustamos la dosis de atrazina según textura-. Otro ejemplo es cuando diferenciamos áreas donde no aplicamos sulfonilureas donde el PH del suelo es muy alto", contó el ingeniero.

Otra tecnología que utilizan es la fertilización con dosis variable. "En ella hacemos cada cuatro años muestreo de suelos de alta definición y a partir de allí analizamos fósforo, azufre, calcio y materia orgánica pensando en el nitrógeno. Lo que más atención lleva en el sistema, es la aplicación variable de fósforo y así diferenciamos lugares que no requieren este nutriente, de otros que precisan dosis muy bajas y otros lugares donde no hay respuesta a la fertilización. Lo que hacemos es una nivelación con dosis variable de fósforo", indicó.

Todos los años trabajan con mapas de rinde y calculan las cantidades de fósforo que extrae el cultivo y reponen esa cantidad evitando la “agricultura minera” y la pérdida consecuente de minerales del suelo.

"Trabajamos con una fertilizadora de granulados con balanza, que se ajusta por temperatura e inclinación de la máquina, con mecanismos para aplicar dosis variable y corte por secciones", aseguró Muguerza .

Cuando hacen el mapeo de alta definición utilizan radiación gama de suelo y electro-conductividad. Esta última releva parámetros físicos del suelo como textura en forma general. Y con la radiación gama, se trasforman las muestras de suelo tomadas cada 5 o 6 hectáreas, en datos continuos. "Así tenemos mapas de los nutrientes del suelo, además de conductividad, medida con un medidor de cuchillas. Así conocemos los niveles de molibdeno, boro, cobre, cobalto, calcio, potasio, azufre y fósforo, con un dato cada 100 metros cuadrados, o sea más de 900 datos por hectárea", precisó.

En lo que hace a control de malezas, trabajan con el sistema Weed it Cuadro para aplicaciones selectivas por un lado, en cobertura total por otro y también con la programación de una dosis más alta exclusivamente sobre las malezas que lo requieren. En este caso la sensibilidad de los sensores de malezas se calibra para la detección de malezas más desarrolladas que requieren una dosis distinta.

"Así aplicamos una dosis mínima en cobertura completa y una dosis mayor para las malezas de mayor tamaño. Es lo que llamamos dosis variable en función del tamaño de malezas y todo hace que ahorremos herbicida y a la vez ganamos mucha efectividad en el control de las malezas", remarca el especialista.

Otra función que utilizan en el equipo es la aplicación de alta calidad, en cobertura completa con la regulación de dosis mediante el sistema PWM (pulse wide modulation), con el que se controla cada pico de manera independiente.

"Ello permite la compensación en curvas, es decir cuando la máquina dobla tenga la misma dosis en todo el ancho de la máquina, evitando que la parte interna de la curva tenga una mayor dosis porque va más despacio y la parte exterior a la curva que va más rápido tenga una dosis menor. Además, permite el corte en más secciones, o por pico. Ahora estamos incursionando en hacer dosis variable con ese sistema directamente con un mapa", adelanta el ingeniero.

Otro grupo que desarrolla técnicas y estrategias en aplicaciones dirigidas de fitosanitarios es el de Agustín Bilbao, que se llama Viento Sur, en el sudeste de Buenos Aires, donde han instalado ocho equipos que trabajan a pleno en la zona de Necochea, otro en Lobería, otro en Tres Arroyos y uno más en Tandil.

Son pulverizadoras autopropulsadas que han hecho campañas con dos aplicaciones por año. En cuanto al ahorro detalla Bilbao, hubo máquinas que bajaron al 5% la superficie tratada por lote, otras bajaron hasta el 20% del lote, y otras al 50%. Es decir que los ahorros en herbicida anduvieron en el 95%, 80% y 50%, respectivamente.

Al promediar las distintas situaciones, el ahorro ronda el 70%. Los trabajos se hacen en campos en forma individual con cada productor y con la participación de asociaciones como Crea y Aapresid.

"Lo cierto es que los ahorros en fitosanitario, en gasoil, agua y tiempo son realmente notables. También que el conocimiento involucrado y el trabajo previo para lograr estos beneficios es mayor que en las pulverizaciones tradicionales", reconoce Bilbao. Y completa la idea: "Pero los beneficios lo ameritan y por ello se difunden entre los productores".

Rural – Clarín – Juan B. Raggio

Mientras los productores avanzan con la siembra de soja, que hasta el momento se han implantado 20% de las 17,2 millones de hectáreas proyectadas según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en la última semana se dieron dos noticias muy importantes en relación al cultivo: el valor de la soja aumentó fuertemente pero se confirmó que la campaña sojera será atravesada por el fenómeno de “La Niña”. Vamos por la positiva en primer lugar. El precio de la oleaginosa venía mostrando una tendencia alcista en el último tiempo pero esta semana se disparó el valor en el mercado de Chicago y cerró la semana en 420 dólares por tonelada. La fuerte suba se debió fundamentalmente al informe mensual del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) publicado el martes que resultó alcista para este cultivo.

El organismo informó una importante reducción de stocks finales ya que recortó la cosecha norteamericana a 113,50 millones de toneladas en comparación a las 115,69 millones de toneladas adelantadas por los privados. Y el remanente de campaña por una menor producción caería a 5,17 millones de toneladas.

Ante este circunstancia, la cosecha de soja se revalorizó pese a que la producción caería a 46 millones de toneladas, un 7% menos debido a la falta de agua. En este sentido, el promedio del Valor FOB oficial de Argentina (tiene de referencia al mercado de Chicago y los negocios de las agroexportadoras) de los últimos 12 meses (sin contar noviembre 2020) fue de 363 dólares por tonelada, mientras que el promedio en los primeros 13 días del corriente mes fue de 446 dólares, un 23% más.

Por lo que la producción sojera 2020/21 se revaloriza a 20.500 millones de dólares, 2.700 millones de dólares de crecimiento versus el ciclo 2019/20 que generó 17.800 millones de dólares.

Teniendo en cuenta que el 80% del complejo oleaginoso se exporta, ingresarían divisas entre poroto y subproductos por unos 16.000 millones de dólares versus los 14.000 millones del período 2019/20 que se prevé (todavía continúa el ciclo comercial).

El otro gran beneficiado por esta suba del cultivo es el Gobierno, ya que recaudaría unos 700 millones de dólares extras de retenciones, totalizando 5.400 millones de dólares por la cosecha de la soja.

Y la negativa tiene que ver con el clima. La semana pasada en Clarín Rural se dio cuenta de la situación adversa que se viene para el desarrollo del cultivo, también incluyendo a todos los cultivos de la gruesa (el trigo ya lo sufrió con un recorte de 5 millones de toneladas de lo previsto) ya que continuarán las condiciones deficitarias de lluvias sobre casi todo el país.

 

Y esta semana la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) también alertó por este fenómeno en un comunicado. En primer lugar, citó el informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que advirtió que, luego de más de un año de mostrar condiciones neutrales, entre agosto y septiembre de este año se produjo en el Pacífico Tropical una transición hacia condiciones características de La Niña. Al momento existe un 90% de probabilidades de que persista hasta finales de 2020, y un 55% de que lo haga hasta el primer trimestre de 2021.

De acuerdo con un informe elaborado por la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la FAUBA, se espera que el episodio de La Niña de este año sea moderado a intenso. La última vez que se registró un episodio intenso fue en 2010/2011, seguido por un episodio moderado en 2011/2012.

En la zona de Oncativo, la empresa El Triunfo siembra unas 800 hectáreas con sorgo. Históricamente, el cereal integró la rotación agrícola, incluso con la variedad blanca ya que la firma posee un molino que produce harinas de este grano. Sin embargo, en las últimas tres campañas había sido completamente desplazado por el maíz. Para el ciclo que está comenzando, la perspectiva cambió: el crecimiento de los precios, traccionados por una fuerte demanda China, y el pronóstico de un año Niña, pusieron al sorgo nuevamente en carrera. “Este año vamos a volver a hacer entre 80 y 100 hectáreas. Ambos factores empujaron la decisión, pero aún si no hubieran subido tanto los precios y estuvieran cinco por ciento por debajo del maíz, lo hubiéramos elegido por la condición hídrica”, subraya José Cueva, de El Triunfo.

La empresa también es proveedora de semillas y el productor agrega que hubo más demanda que otros años, lo que ratifica la decisión de reincorporar al sorgo dentro de los planes de siembra.

La Bolsa de Cereales de Córdoba lo confirma: la primera proyección del Departamento de Información Agronómica de la entidad reflejan que se implantarían unas 118.500 hectáreas, 22 por ciento más que en la campaña pasada. Sería la mayor superficie en cinco temporadas, desde las 126.000 del ciclo 2015/16.

Se cortaría así, además, una racha de nueve años consecutivos de achique del área sorguera.

Según la encargada de estimaciones agrícolas de la Bolsa, Silvina Fiant, las labores ya comenzaron y ya se cubrió alrededor de un cinco por ciento del área estimada. Los departamentos con más panojas son Presidente Roque Sáenz Peña y San Justo: concentran 50 por ciento del total.

“La mayor intención de siembra se debe a los precios, los menores costos de producción y su mayor eficiencia en el uso del agua. Por cada milímetro de agua, produce 15 kilos; la soja, nueve”, ejemplificó Fiant.

Más que el maíz

El alza que refleja la cotización del sorgo es realmente una motivación.

De acuerdo con un informe del economista Carlos Ghida Daza, del Inta Marcos Juárez, en la proyección de márgenes brutos para la actual campaña, el sorgo, con 53.404 pesos por hectárea (suponiendo un escenario de rindes promedio), le pisa los talones al maíz, que aportaría 56.159 pesos. Y con una ventaja financiera adicional: mientras el maíz arrojaría dos pesos por cada peso gastado; el sorgo sumaría 3,6 pesos.

“Es importante adaptarse a estos cambios. Si a esto se agrega el factor agronómico de mejora por una mayor resistencia a la sequía, es un cultivo a incorporar en las rotaciones agrícolas de la zona núcleo. También por su aporte de nutrientes y como fuente de forraje en planteos mixtos”, sostiene Ghida Daza.

Los cálculos de la Bolsa de Cereales provincial coinciden. El investigador Lucio Dipré elaboró tres posibles escenarios de precios a cosecha (el jueves los contratos a futuro llegaron a 202 dólares), que oscilan entre 195 y 220 dólares. Así, hasta la previsión más pesimista supera al maíz (170 dólares el temprano y 155 el tardío).

Bajo el supuesto de un rinde de 52 quintales, el sorgo dejaría un margen bruto de entre 565 dólares y 682 dólares por hectárea; el maíz temprano, 668 dólares y el tardío 481 dólares.

Manejo agronómico

Que el sorgo tenga la capacidad de adaptarse a escenarios climáticos adversos no significa que haya que descuidar las condiciones de manejo.

En principio, José Cueva considera que es clave no sobrepasarse con la densidad de siembra: su recomendación es implantar como máximo hasta el 30 de noviembre, a 52 centímetros, con el objetivo de lograr entre 12 y 14 plantas por metro. “Y si te quedan ocho plantas, el sorgo compensa muy bien. No hay que densificarlo demasiado”, repasa.

Desde el Inta Manfredi, Diego Ortiz, encargado del programa de mejoramiento de sorgo, opina similar. “Con la densidad hay que ser cuidadosos, porque si uno se pasa va a tener un mayor consumo de agua; entonces este año hay que ser conservador. Del otro lado, si se queda corto, el sorgo compensa con el macollo, pero eso puede generar un problema a la cosecha porque se incorpora más materia verde en la trilla y el cultivo tarda más tiempo en perder humedad”, remarca Ortiz.

Para el técnico del Inta, el rango óptimo es levemente superior al que sugiere Cueva: entre 18 y 20 plantas por metro.

En cuanto a la fertilización, la sugerencia es plantear algo similar que para el maíz: nitrógeno y fósforo donde este último sea deficitario.

“El sorgo tiene ese karma de que lo tiran siempre al peor lote, pero la genética ha ido avanzando muchísimo. Hay zonas donde puede llegar a dar 80 quintales de promedio. Este es el año para demostrar que, si le metemos tecnología y manejo, responde. Hay precio, hay año Niña, están todas las condiciones para que le demos una oportunidad”, cierra Ortiz.

Agrovoz – La Voz del Interior (Córdoba) – Fabio Ré

Martes, 10 Noviembre 2020 19:30

PANORAMA AGRICOLA SEMANAL

Los precios de los granos retomaron el camino de las subas en la Bolsa de Chicago, donde la soja y el maíz ganaron más del 4,2 y del 2,6%, respectivamente, por la posible reducción de las existencias estadounidenses y por la fortaleza de las exportaciones. Para el trigo las mejoras fueron de hasta el 2,7% en Kansas, por la falta de humedad en la región de las Grandes Planicies y por la devaluación del dólar, que mejoró la competitividad de las ventas de los Estados Unidos. En el mercado local se destacaron las subas de la soja y la firmeza del trigo y del maíz nuevo. 

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

 

Viernes 6 de noviembre

Viernes 30 de octubre

Variación en %

Petróleo

37,14

35,79

+3,77

Dólar/Euro

1,1882

1,1643

+2,05

Real/Dólar

5,4751

5,7356

-4,54

Peso/Dólar*

78,90

78,12

+1,00

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.

SOJA

Positivo resultó el balance de la semana para los precios de la soja argentina, con una transición para las propuestas de los compradores que fue de 325 a 332 dólares (de 25.390 a 26.300 pesos) por tonelada disponible para las terminales del Gran Rosario y de 290 a 300 dólares para Bahía Blanca y para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 25.698, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 25.411 pesos. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 315,70 dólares por tonelada, equivalentes a 24.972 pesos. El valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos pasó de 453 a 468 dólares por tonelada; el del aceite, de 833 a 881 dólares, y el de la harina se mantuvo en 456 dólares por tonelada, según los datos publicados por Agricultura.

En cuanto a la soja de la próxima cosecha, para las entregas entre abril y mayo, las mejoras semanales fueron de 265/270 a 278/285 dólares por tonelada para el Gran Rosario y de 265 a 280 dólares por tonelada para los puertos de Bahía Blanca y de Necochea.

Igualmente positivo resultó el balance de la semana en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones noviembre y mayo de la soja sumaron un 1,70 y un 5,74%, tras pasar de 331,36 a 337 y de 270 a 285,50 dólares por tonelada.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 4 y el 11 de noviembre deben salir desde el Gran Rosario 1.098.330 toneladas de harina y 375.150 toneladas de aceite; desde Necochea, 9000 toneladas de aceite, y desde otros puertos, 6000 toneladas de aceite.

Respecto de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) marcó el inicio de la siembra de soja 2020/2021 y relevó su progreso sobre el 4,1% de los 17,2 millones de hectáreas previstos, lo que representó un atraso interanual de 4,6 puntos. “De las 700.000 hectáreas incorporadas, más de un 77% se concentra en ambos núcleos, el Norte de la Pampa-Oeste de Buenos Aires y en el Centro-Este de Entre Ríos. Pese a un importante avance inicial, traccionada por las precipitaciones de la semana previa a la presente publicación, dichas regiones aguardan por futuras lluvias que brinden fluidez a la siembra. Con excepción del Norte de la Pampa-Oeste de Buenos Aires, la demora interanual de la región alcanza un valor medio de 10 puntos porcentuales. En paralelo, la provincia de Córdoba junto con el Centro-Norte de Santa Fe registraron avances aislados producto de una heterogénea oferta hídrica. Ambas regiones fueron afectadas por el déficit hídrico desde marzo y dependen de futuras precipitaciones para ayudar a destrabar la incorporación de soja de primera y para garantizar los planes de siembra de soja de segunda”, dijo la entidad.

 

Tras las bajas de la semana anterior, la soja retomó el camino alcista en la Bolsa de Chicago, donde los contratos noviembre y enero ganaron un 3,97 y un 4,28%, tras pasar de 388,20 a 403,63 y de 388,11 a 404,73 dólares por tonelada. De este modo, la oleaginosa alcanzó el nivel de precios más alto desde mediados de julio de 2016. La reactivación de compras chinas, que ya acumulan un volumen no visto desde antes de la guerra comercial; la falta de humedad en determinadas zonas agrícolas de Brasil y de la Argentina, y –sobre todo– la posibilidad de que el martes el USDA vuelva a reducir su estimación sobre las existencias finales estadounidenses fueron los principales factores alcistas para la soja.

Sobre esto último, el promedio de las estimaciones privadas que se pueden ver en La Previa del USDA ubican las existencias finales de soja estadounidense en 6,40 millones de toneladas, por debajo de los 7,90 millones del informe oficial de octubre y de los 14,25 millones con que cerró la campaña 2019/2020. De concertarse la previsión de los operadores, el stock resultaría el más bajo desde los 5,35 millones del ciclo 2015/2016.

Según la visión de los privados, esta caída de las reservas en el nuevo informe mensual del USDA sería consecuencia no sólo de una reducción de la cosecha, que los operadores ven en 115,70 millones de toneladas desde los 116,15 millones de octubre, sino que también respondería a mayores exportaciones y a un mayor uso doméstico.

El informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos volvió a ser constructivo para el mercado de la soja, dado que el jueves el USDA relevó ventas por 1.530.500 toneladas, por debajo de las 1.620.700 toneladas del reporte anterior, pero dentro del rango previsto por los operadores, que fue de 800.000 a 1.700.000 toneladas. Del total, 810.000 toneladas fueron reportadas para China, incluidas 578.600 toneladas que fueron oportunamente anunciadas hacia destinos desconocidos. Una vez más, recordamos que para cumplir con la meta de exportaciones planteada por el USDA en octubre, de 59,87 millones de toneladas, el promedio semanal necesario es levemente superior a los 1,15 millones, un volumen que viene siendo superado semana tras semana en los últimos tres meses.

Durante la semana un reporte oficial del gobierno estadounidense reveló que las exportaciones de soja durante septiembre sumaron 7,8 millones de toneladas, dato que duplicó el volumen despachado en igual mes de 2019. De ese total, 5,1 millones fueron colocados en China, la cifra más alto desde noviembre de 2017.

Acerca del avance de la cosecha de soja, fue relevado el lunes por el USDA sobre el 87% del área apta, contra el 83% de la semana pasada; el 71% de igual momento de 2019, y el 83% promedio de las últimas cuatro campañas. El dato oficial resultó inferior al 91% previsto por los privados. En Illinois y en Iowa la recolección progresó sobre el 93 y sobre el 97% de las respectivas superficies aptas. El viernes los operadores estimaron el progreso de la cosecha sobre el 94% del área apta.

La ralentización de la cosecha estadounidense también resultó un dato alcista para los precios. En particular, a los operadores les preocupa la demora en Missouri, donde el 60% recolectado queda atrás del 67% promedio de los últimos cinco años, y Ohio, que avanzó sobre el 77% de la superficie, contra el 86% promedio. Complicaciones en estos Estados, que usualmente ocupan el 6º y el 7º lugar en la tabla de mayores productores de la oleaginosa, podrían ser responsables de un ajuste en el volumen de la cosecha estadounidense.

En cuanto a Brasil, si bien las lluvias caídas en las dos semanas precedentes contribuyeron con el avance de la siembra, que a principios de la semana fue relevada por AgRural sobre el 42% del área apta respecto del 44% promedio de los últimos cinco años, sigue preocupando la escasez de humedad en Estados como Mato Grosso, donde las labores progresaron sobre el 54% de la superficie prevista, frente al 68% promedio. Este Estado, además de ser el principal productor de la oleaginosa, es de los primeros en iniciar la cosecha, por lo que un atraso en sus etapas podrían demorar el ingreso del grano brasileño en el circuito comercial y darles más tiempo a las ventas estadounidenses. Pese a esto, el miércoles la consultora StoneX elevó de 132,61 a 133,48 millones de toneladas su proyección sobre el volumen de la cosecha. Vale recordar que el USDA prevé la producción brasileña en 133 millones de toneladas y la Conab, en 133,67 millones.

 

MAÍZ

En el mercado doméstico de maíz el balance semanal dejó bajas para los precios del grano disponible, en virtud de un cronograma de embarques más tranquilo para los exportadores. La transición de las ofertas fue de 190 a 185 dólares (de 14.843 a 14.597 pesos) por tonelada con entrega inmediata sobre el Gran Rosario y sobre Bahía Blanca, y de 185 a 180 dólares por tonelada para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 14.320, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 14.188 pesos. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos pasó de 225 a 223 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura.

En cambio, para el maíz de la próxima cosecha la semana dejó mayoría de alza, con propuestas para las entregas entre marzo y abril que crecieron de 180 a 185 dólares por tonelada para Bahía Blanca y de 170 a 175 dólares para Necochea, mientras que para el Gran Rosario las ofertas se mantuvieron en 175 dólares por tonelada.

Estos altibajos vistos en el balance semanal del mercado físico también se dieron en el mercado de futuros. En efecto, mientras la posición diciembre en el Matba Rofex bajó un 1,29%, tras pasar de 194 a 191,50 dólares por tonelada, el contrato abril ganó un 1,57%, al variar de 171,80 a 174,50 dólares por tonelada.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 4 y el 28 de noviembre deben salir desde el Gran Rosario 382.000 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 176.161 toneladas; desde Necochea, 122.978 toneladas, y desde otros puertos, 40.000 toneladas.

Acerca de los cultivos, el jueves la BCBA relevó el avance de la siembra de maíz para grano comercial sobre el 30,9% de los 6,3 millones de hectáreas previstos, con un progreso semanal de apenas 1,1 puntos. “Al presente informe se da por culminada la ventana óptima de siembra temprana en el centro del área agrícola. Las lluvias de las últimas semanas permitieron incorporar el remanente de las hectáreas presupuestadas con planteos tempranos, gracias a la mejora en la humedad superficial en los perfiles”, indicó la entidad. Añadió que luego de las precipitaciones de la última quincena de octubre las labores se retomaron en sectores que registraban falta de piso. “Gran parte de los avances se relevaron en Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y en La Pampa. En paralelo, los cuadros sembrados a principios de la ventana de siembra se encuentran expandiendo hojas bajo buenas condiciones de humedad y sanidad. Hacia los Núcleos Norte y Sur culminó la incorporación de planteos tempranos. Los lotes más adelantados transitan estadios fenológicos entre V2 y V6 con adecuadas reservas hídricas. Sobre las provincias de Córdoba y San Luis se sembraron los últimos cuadros tempranos”, dijo la Bolsa.

 

Tras las fuertes bajas de la semana anterior, el maíz también repuntó en la Bolsa de Chicago, donde los contratos diciembre y marzo sumaron un 2,07 y un 2,61%, al pasar de 156,88 a 160,13 y de 158,75 a 162,89 dólares por tonelada. La fortaleza de las exportaciones estadounidenses y la posibilidad de que el martes el USDA achique el stock de los Estados Unidos en su informe mensual fueron dos de los principales fundamentos alcistas.

Sobre el último factor, en La Previa del USDA te mostramos que el promedio de las estimaciones privadas sobre las existencias finales estadounidenses se ubicó en 51,64 millones de toneladas, debajo de los 55,04 millones proyectados por el organismo el mes pasado. Al igual que en el caso de la soja, los privados consideran que la reducción del stock no sólo se sustentará en una menor cosecha (la reducen de 373,95 a 372,35 millones), sino que lo hará fundamentalmente por mayores ventas externas.

En ese sentido, el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses fue muy positivo para el mercado de maíz, dado que el jueves el USDA relevó ventas por 2.610.900 toneladas del cereal, por encima de las 2.243.700 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los operadores, de entre 1,8 y 2,5 millones de toneladas. Antes del nuevo informe mensual del USDA vale recordar que para alcanzar la meta de exportaciones fijada en octubre, de 59,06 millones de toneladas, son necesarias ventas semanales levemente superiores a los 1,13 millones de toneladas.

De cara al informe mensual que el USDA publicará el martes, el mercado espera ver un sinceramiento del volumen de las importaciones chinas de maíz, que en octubre fue mantenido en 7 millones de toneladas. En general, los privados consideran que China demandará entre 20 y 22 millones de toneladas e, incluso, estiman que Estados Unidos colocará en ese destino de 13 a 15 millones.

Respecto de la cosecha de maíz estadounidense, su progreso el lunes fue relevado por el USDA sobre el 82% del área apta, contra el 72% de la semana pasada; el 49% de igual momento de 2019, y el 69% promedio de las últimas cuatro campañas. El dato oficial quedó levemente abajo del 83% previsto por los operadores. En Iowa y en Illinois la cosecha avanzó sobre el 87 y sobre el 89% de las respectivas áreas aptas. En el cierre de la semana los operadores estimaron el progreso de la cosecha sobre el 93% del área.

El interrogante con potencial bajista que todavía se cierne sobre el mercado es el Covid-19, por los graves rebrotes que se vienen registrando en Estados Unidos y en Europa. En la medida que la pandemia interrumpa la incipiente recuperación de las economías que venían dejando atrás la primera ola de contagios y vuelva a “pisar” la demanda de combustibles, con su consecuente efecto negativo sobre el etanol, el mercado de maíz podría perder parte de la firmeza de sus precios.

Por otro lado, con el aparente triunfo del candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Joe Biden (más allá de las proyecciones restan pasos naturales para su oficialización), la promoción de las energías alternativas podría ganar espacio dentro de la nueva Administración y con ella, el etanol y el biodiésel lograrían el fomento que no tuvieron durante la gestión de Donald Trump, más propensa al lobby petrolero, como quedó en claro con las exenciones que le Agencia de Protección Ambiental les otorgó a refinerías para que no debieran cumplir con las tasas obligatorias de corte de combustibles fósiles con los provenientes del procesamiento de maíz y de soja, entre otros.

 

TRIGO

El mercado de trigo argentino mostró durante la semana valores estables para el grano con entrega inmediata, dado que los exportadores mantuvieron sus propuestas en 205 dólares por tonelada (por acción de la devaluación del pesos el valor pasó de 16.015 a 16.175 pesos) para el Gran Rosario, Bahía Blanca y para Necochea.

En cambio, para las entregas diferidas hubo mayoría de alzas. En efecto, por el trigo para diciembre y enero las ofertas de los compradores crecieron de 205/210 a 213/215 dólares por tonelada para el Gran Rosario y de 205 a 210 dólares para Bahía Blanca. Para Necochea, en tanto, la propuesta se mantuvo en 205 dólares por tonelada.

Para el jueves el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 16.435, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 16.366 pesos. El valor FOB del trigo en los puertos argentinos para embarques cercanos pasó de 251 a 256 dólares por tonelada, mientras que para los embarques entre enero y febrero, pasó de 256 a 260 dólares por tonelada, según lo informado por Agricultura.

El balance se la semana resultó positivo para el trigo en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones diciembre y enero crecieron un 0,95 y un 1,41%, tras pasar de 211 a 213 y de 212,50 a 215,50 dólares por tonelada.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 4 y el 28 de noviembre deben salir desde el Gran Rosario, 27.500 toneladas de trigo y desde otros puertos, 2000 toneladas.

Respecto de los cultivos, el jueves la BCBA relevó el avance de la cosecha de trigo sobre el 8,7% del área apta, con un progreso semanal de 2,6 puntos y con un adelanto interanual de 1,6 puntos. “Con la recolección de los primeros lotes en la franja central del área agrícola, el rinde nacional promedia los 9,4 quintales por hectárea. Si bien las lluvias registradas durante las últimas semanas mejoraron la oferta hídrica en etapas reproductivas de llenado del grano, no revirtieron el escenario de mermas previsto para diferentes sectores del centro de la región agrícola”, aseguró la entidad. Añadió que comenzó la cosecha en las regiones Centro-Norte de Córdoba, Centro-Norte de Santa Fe y Centro-Este de Entre Ríos, con avances del 6, 11,2 y del 3%, respectivamente. “Hasta el momento los rendimientos son muy variables y oscilan entre 4 y 40 qq/ha, con gradiente negativo en dirección este-oeste. En cuanto al área en pie, las lluvias registradas la semana pasada llegaron tarde y no tendrían impacto en los rendimientos a cosecha. Sobre la franja sur del área agrícola las expectativas se mantienen elevadas. Luego de las lluvias se registraron nuevos focos de enfermedades foliares que están siendo controlados. En sectores del sur de Buenos Aires se necesitan nuevos eventos de precipitaciones para sostener el favorable escenario actual”, detalló la Bolsa, que mantuvo en 16,80 millones de toneladas su proyección de cosecha.

 

El trigo se sumó a la tónica alcista en el mercado estadounidense y terminó la semana con saldo positivo. En la Bolsa de Chicago las posiciones diciembre y marzo sumaron un 0,59 y un 1,50%, tras pasar de 219,91 a 221,70 y de 220,46 a 223,77 dólares por tonelada. En Kansas, los mismos contratos ganaron un 2,58 y un 2,74%, al variar de 198,88 a 204,02 y de 201,26 a 206,78 dólares por tonelada.

La falta de humedad en la zona de las Grandes Planicies y la devaluación del dólar frente a una canasta de monedas donde se destaca el euro, fueron dos de los principales factores alcistas para el grano fino, además de la posible caída de las existencias de maíz, que reduciría la competencia en el mercado forrajero.

El informe semana sobre las exportaciones de los Estados Unidos fue entre neutral a levemente positivo para el mercado, dado que el jueves el USDA relevó ventas por 597.100 toneladas de trigo, por debajo de las 743.200 toneladas del reporte anterior, pero dentro del rango previsto por los operadores, entre 200.000 y 700.000 toneladas. En este caso, para cumplir con la meta de exportaciones fijada en octubre, de 26,54 millones de toneladas, resulta necesario un promedio semanal de ventas levemente mayor a las 510.000 toneladas.

Acerca de los cultivos, el lunes el USDA relevó el progreso de la siembra de trigos de invierno sobre el 89% de la superficie estimada, contra el 85% de la semana pasada; el 88% de igual momento del año pasado, y el 86% promedio. El nuevo dato quedó abajo del 91% previsto por los operadores. Emergió el 71% de las plantas, frente al 62% de la semana anterior; al 69% de 2019, y al 70% promedio. El organismo ponderó el 43% de los cultivos en estado bueno/excelente, por encima del 41% de la semana pasada, pero por debajo del 57% de igual momento de 2019. Los operadores esperaban una mejora de entre 3 y 4 puntos. El viernes los privados estimaron el progreso de la siembra sobre el 96% del área y pronosticaron una mejora de 2 puntos en el estado de las plantas.

 

La siembra en verde de maíz y soja sobre Cultivos de Servicios (CS) reporta diversos beneficios en los planteos que apuntan a la sustentabilidad, según testimonios de productores que integran Aapresid. Bernardo Romano, de Chivilcoy, siembra en verde maíz temprano y tardío, o soja, sobre CS generalmente vicia sola o consociada con centeno. "Esta técnica me permite maximizar la ventana de crecimiento del CS, ganar biomasa y aportar más N y C", cuenta. Elige el momento óptimo de siembra en función del estado fenológico del CS, los pronósticos de lluvias y la humedad del suelo.

Para Ramón García de la Regional Aapresid Los Surgentes- Inriville es una opción para intensificar la rotación Maíz-Trigo/Soja de segunda, haciendo entrar un CS de vicia pura o consociada con centeno o trigo de buen volumen entre una soja de segunda y un maíz de septiembre u octubre.

Marcelo Arriola de la Regional Aapresid Pergamino-Colón también las elige para sembrar maíces sobre vicias entre agosto y hasta noviembre. "Las siembras en verde dan continuidad a la presencia de raíces vivas y, por tanto, a la vida en el suelo. En siembras tempranas de maíz nos aseguramos adelantar al máximo la siembra del CS para asegurar una buena acumulación de biomasa y N", dice.

Además, las siembras en verde mejoran la operatividad de la sembradora: "el CS vivo está bien anclado al suelo y evita que la máquina arrastre material", explica Romano. "El tren de siembra corta mejor el residuo, por lo que es posible arrancar a sembrar a la mañana temprano y hasta bien entrada la tarde sin esperar a que se oree, ganando horas de trabajo", agrega García. A esto se suma el mejor control de malezas, evitando el uso de residuales y estirando la primera aplicación hacia V4.

Si bien uno de los objetivos de la siembra en verde es maximizar la acumulación de biomasa del CS, el volumen excesivo puede jugar una mala pasada. Por eso, una de las claves de una buena siembra en verde es la puesta a punto de la maquinaria. Según Romano, "la sembradora debe estar en óptimas condiciones, en especial los implementos cortantes y tapadores".

Aun así, García no recomienda la técnica con CS por encima de las 9 t de MS/ha. "Complica la siembra y la emergencia del cultivo posterior", dice. Los equipos con cadenas presentan los mayores problemas porque tienden a enredarse con la vicia, que además de voluminosa está ya lignificada.

Romano resuelve este problema adelantando la fecha de siembra del cultivo de grano o con un rolado previo. Sin embargo, Arriola advierte que en siembras tempranas hay que prestar atención al riesgo de rebrote del CS. "Una siembra en verde de maíz en septiembre puede coincidir con una vicia en estado vegetativo más difícil de matar, incluso con rolado. Esto puede obligar el uso de desecantes, práctica que conviene evitar", advierte.

Temperatura del suelo

Otra cuestión es la temperatura del suelo, que asume un rol clave. "Elegimos cuchillas turbo agresivas - con menos cantidad de ondas - para hacer surco de siembra más ancho y subir la temperatura del suelo. También nos aseguramos de sembrar profundo, donde la temperatura es más homogénea, para asegurar una emergencia pareja", agrega García.

El buen cierre del surco de siembra es un punto a considerar, que sobre CS vivo es más complicado. "Si el surco de siembra queda abierto las plántulas recién emergidas pueden quedar mal ancladas, expuestas a lluvias excesivas o al roce de sus tallos con el CS seco. Esto reduce el stand final", precisa García. Para resolverlo, recomienda el uso de ruedas tapadoras agresivas. Además, destacan que conviene estar más atentos al control de cortadoras o chinches, que en esos lotes suelen estar en altas poblaciones.

Los productores coinciden en que lo más importante a la hora de decidirse por una siembra en verde es la disponibilidad hídrica: sin señales de lluvias inminentes o con suelos secos habrá que pensarlo dos veces. Es el caso de García, que este limita la técnica a lotes con napa.

Pero Romano se le anima aún en años como este: "Teniendo en cuenta las lluvias pronosticadas sigo eligiendo esta técnica por encima de la tradicional. De hecho encontramos mayor humedad en suelos debajo de la vicia que bajo rastrojos". Y parece no ser el único. "El 90% de los productores Aapresid en las zonas de Alberti, Bragado y 25 de Mayo se animaron a sembrar en verde", advierte.

Arriola agrega que en siembras de soja sobre centeno o centeno+vicia, la técnica necesita más ajustes: "hay que evaluar cuán arriesgado es dejar un centeno consumiendo agua hasta la siembra de soja a mediados de noviembre, o si en estos casos es mejor seguir rolando en septiembre".

Campo – La Nación

 
 
 

La siembra de trigo prometía en un inicio llegar a las 6,8 y 7 millones de hectáreas, según las fuentes privadas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y Bolsa de Comercio de Rosario, respectivamente, y una producción que rondaba las 21 a 22 millones de toneladas. Pero la falta de agua durante la ventana de siembra, que mermaron el área a 6,5 millones de hectáreas, y luego, la intensificación de este fenómeno durante el desarrollo del cereal, bajaron las estimaciones de cosecha por debajo de las 17 millones de toneladas. También la falta de agua le puso un freno a la siembra de maíz de primera en la cual se espera que el maíz tardío supere el 50% de las 6,3 millones de hectáreas proyectadas par el cultivo.

Así está “jugando” el clima en esta campaña agrícola siendo un condicionante cada vez más importante en cada año por los fenómenos que se viene dando en los últimos tiempos que son más intensos.

“Se da en la misma proporción la cantidad de años Niña, Niño y neutrales. De todas maneras, hubo una cierta presencia de la Niña en los últimos años que los otros tipos de eventos”, disparó el climatólogo Leonardo De Benedictis. Cabe recordar que la última campaña donde había predominado la sequía había sido el ciclo 2017/18.

En primer lugar, el experto en clima aclaró, que más allá de las abundantes lluvias registradas en la región pampeana día atrás, este año “es Niña”. “No tiene ningún tipo de discusión porque no se mide por lo que llueve, sino por la temperatura de superficie de agua del mar del la zona del Pacifico Central”. Precisamente, informó que para que sea Niña debe estar 5 décimas de grado por debajo de los niveles normales y hoy está casi un grado.

Una vez aclarado esto, remarcó que los impactos de este fenómeno pueden ser diferentes. “Puede ser que sea una Niña moderada o fuerte o que no genera un impacto negativo como comúnmente se asocia con una merma de lluvia en nuestro país en particular. No siempre el fenómeno sucede de la misma manera”, describió.

En este sentido, insistió que el fenómeno de la Niña se caracteriza por eventos de lluvias erráticas, aislados en el tiempo, como viene sucediendo en este ciclo agrícola. “Ahora no vamos a tener lluvias por 4 semanas y pueden volver las precipitaciones a finales de noviembre o principios de diciembre”, pronosticó.

Continuando con esta línea, la última previsión trimestral del Foro Interinstitucional del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevé que continúen las condiciones deficitarias de lluvias sobre casi todo el país. La perspectiva climática vigente para el trimestre noviembre y diciembre 2020 y enero 2021, indica una mayor probabilidad de lluvias por debajo de lo normal en toda la región Pampeana, Cuyo, Chaqueña, Litoral y el noreste de la Patagonia.

Dentro de esta área posiblemente deficitaria en lluvias, la chance de déficit es mayor sobre Córdoba, Santa Fe y las provincias del Litoral. Por el contrario, las zonas con una probabilidad a tener en este período lluvias normales o superiores a las normales se localizan sobre el oeste del NOA y la zona cordillerana de la Patagonia.

“La tendencia marca la probabilidad de que este verano esté dominado por la ocurrencia de un evento La Niña”, coincidió Roberto De Ruyver, director del Instituto de Clima y Agua del INTA. “Si bien es cierta esta mayor influencia hacia los déficits, existen eventos La Niña con influencia contraria, pero estos fenómenos de mayor lluvia en años de Niña, son a escala reducida y terminan siendo una excepción”, afirmó.

Un aspecto a tener en cuenta es la situación al inicio de la campaña: Existen ciclos que se inician con una condición de humedad en el suelo que amortigua los efectos negativos o de déficit de lluvia que suelen acompañar a los eventos La Niña. “Esa situación no es la que acompaña esta campaña, ya que el verano pasado tuvo lluvias ajustadas a lo necesario”, explicó el director, y agregó que “el otoño y el invierno también fueron deficitarios”.

“Se ve un aumento de eventos extremos, lo que implica que hay que pensar en estrategias de gestión de riesgo desde todos los puntos de vista. El impacto es cada vez mayor, sobre todo en el agro”, comenzó explicando Sandra Ochiuzzi, coordinadora General de la Oficina de Riesgo Agropecuario que depende de la Dirección Nacional de Riesgo y Emergencias Agropecuarias.

Haciendo referencia a esta campaña, donde predomina la falta de agua, remarcó que un seguro para sequía es de difícil implementación sin que haya un esquema de subsidio por parte del Estado a la prima o algún mecanismo de incentivo para la toma de seguros. “Las compañías también corren riesgo de tener un exceso de pérdida en sus carteras en caso de una sequía porque al ser un riesgo sistémico puede abarcar muchas regiones al mismo tiempo que pueden tener pérdidas”, sostuvo la consultora especialista en evaluación y gestión de riesgos.

Sin embargo, remarcó que algo promisorio es la implementación de seguros paramétricos para la sequía que funcionan bien y hay empresas del sector privado que están trabajando en este tipo de seguro.

La superficie asegurada en la Argentina oscila por año entre 17 a 20 millones de hectáreas con cultivos extensivos, esto es entre un 40 a 55%. Para Ochiuzzi, esta área asegurada es “bastante” teniendo en cuenta que prácticamente no hay apoyo del Estado.

“El tema es que por supuesto quedan riesgos sin cubrir. Este 50% del área cultivada está asegurada fundamentalmente contra granizo y heladas. Hay todavía cultivos y regiones donde el seguro está poco desarrollado. Hay que pensar otro tipo de esquemas de seguros, no sólo para la región pampeana”, consideró.

Según comentó, desde el ministerio de Agricultura vienen llevando adelante el Proyecto de Gestión Integral de Riesgos del Sector Agropecuario (GIRSAR), financiado por el Banco Mundial que se van abordar estudios para saber qué tipo de esquema se pueden apoyar desde la cartera agropecuaria.

“Se van a desarrollar programas pilotos para eventos como la sequía o inundación”, indicó la experta. “El seguro multirriesgo en general es bastante caro por lo que veo difícil que con el esquema que hay en Argentina pasemos a este esquema subsidiado. De todas maneras, lo va terminar de establecer los estudios de factibilidad que se van hacer el año que viene”, indicó.

Rural – Clarín – Esteban Fuentes

Martes, 10 Noviembre 2020 19:09

INFORME USDA NOVIEMBRE 2020

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos publicó hoy su nuevo informe mensual con las estimaciones agrícolas globales y con ellas sorprendió al mercado al reducir más de lo esperado por los operadores los volúmenes de las cosechas y de las existencias finales de soja y de maíz estadounidenses.

En efecto, para la soja ajustó de 116,15 a 113,50 millones de toneladas el volumen de la cosecha y de 7,90 a 5,17 millones las existencias finales. Ese volumen previsto como stock para el cierre de la campaña resulta el más bajo desde el ciclo 2014/2015.

Para el caso del maíz, el achique de la cosecha fue de 373,95 a 368,49 millones de toneladas y el de las existencias finales, de 55,04 a 43,23 millones de toneladas, el nivel más bajo desde la campaña 2013/2014. Vale destacar que además del ajuste en la producción, el USDA elevó en un 14 por ciento su meta de exportaciones de maíz estadounidenses, de 59,06 a 67,31 millones de toneladas. 

En ambos casos, los datos aportados por el USDA suman combustible alcista a precios que están en una clara tendencia ascendente desde la segunda semana de agosto. Nos encontramos en presencia de un mercado de demanda, frente a una oferta que se ajustó hasta niveles impensados cuando la campaña 2020/2021 daba sus primeros pasos, en medio de una pandemia que tornaba el escenario aún más incierto.

Para los productores argentinos, la posibilidad de capturar valores también impensados poco tiempo atrás debería ser la misión, con el diseño de estrategias comerciales flexibles y objetivas, que pongan a buen resguardo la inversión y que posibiliten usufructuar eventuales mayores alzas de los mercados.

A continuación, ofrecemos el detalle de las principales cifras proyectadas por el USDA sobre la campaña 2020/2021:

SOJA

Mientras la cosecha ingresa en el último tramo, el USDA estimó la producción de soja de los Estados Unidos en 113,50 millones de toneladas, por debajo de los 116,15 millones previstos el mes pasado y de los 115,70 millones calculados por los operadores en la previa del trabajo oficial. Para llegar a dicho volumen, el organismo ajustó el rinde promedio nacional, de 34,90 a 34,10 quintales por hectárea.

Acerca del resto de las variables comerciales estadounidenses, el USDA mantuvo la molienda en 59,33 millones de toneladas e incrementó levemente, de 63,03 a 63,11 millones, el uso total. Pese al raudo avance de las exportaciones, el organismo mantuvo su meta de ventas externas en 59,87 millones. Así, las existencias finales fueron proyectadas en 5,17 millones de toneladas, debajo de los 7,90 millones de octubre y de los 6,40 millones previstos por los privados. Este nuevo dato oficial marca el stock más bajo desde los 5,19 millones de la campaña 2014/2015.

Producción en Estados Unidos (en millones de toneladas)

USDA

Noviembre

USDA

Octubre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

113,50

116,15

115,70

96,67

Rinde promedio en Estados Unidos (en quintales por hectárea)

USDA

Noviembre

USDA

Octubre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

34,10

34,90

34,77

31,88

Stock final en Estados Unidos (en millones de toneladas)

USDA

Noviembre

USDA

Octubre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

5,17

7,90

6,40

14,25

 

Respecto de la oferta sudamericana, el USDA estimó la producción de Brasil en 133 millones de toneladas y las exportaciones en 85 millones, sin cambios frente a octubre. Hoy la Conab elevó de 133,67 a 134,95 millones de toneladas su cálculo sobre la cosecha brasileña, mientras que las ventas externas las ubicó en 85 millones.

Para la Argentina el USDA estimó la cosecha de soja en 51 millones de toneladas, por debajo de los 53,50 millones del trabajo precedente, pero las exportaciones las sostuvo en 7 millones.

Las importaciones de China fueron mantenidas por el USDA en 100 millones de toneladas.

En el nivel mundial el USDA estimó la producción de soja en 362,64 millones de toneladas, por debajo de los 368,47 millones del informe de octubre. En tanto que las existencias finales las proyectó en 86,52 millones de toneladas, frente a los 88,70 millones del mes pasado y a los 87,40 millones previstos por los privados.

Stock final en el Mundo (en millones de toneladas)

USDA

Noviembre

USDA

Octubre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

86,52

88,70

87,40

95,34

 

MAÍZ

Con poco menos del 10% del área por cosechar, el USDA estimó la producción de maíz de los Estados Unidos en 368,49 millones de toneladas, por debajo de los 373,95 millones del reporte precedente y de los 372,35 millones calculados en promedio por los privados. Para arribar a dicho volumen el organismo ajustó el rendimiento promedio nacional, de 111,97 a 110,34 quintales por hectárea.

En cuanto al resto de las variables comerciales estadounidenses, el USDA redujo el uso forrajero de 146,69 a 144,79 millones de toneladas y el uso total, de 311,16 a 309,26 millones (el uso para etanol fue sostenido en 128,28 millones). Pero el dato destacado es el aumento en un 14% de la proyección sobre las ventas externas, que pasó de 59,06 a 67,31 millones de toneladas. Con ese salto y con la caída de la producción, el organismo estimó las existencias finales estadounidenses de maíz en 43,23 millones de toneladas, lejos de los 55,04 millones del informe de octubre y de los 51,64 millones previstos por el mercado. Así, las reservas al finalizar la campaña serán las más bajas desde la campaña 2013/2014.

Producción en Estados Unidos (en millones de toneladas)

USDA

Noviembre

USDA

Octubre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

368,49

373,95

372,35

345,96

Rinde promedio en Estados Unidos (en quintales por hectárea)

USDA

Noviembre

USDA

Octubre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

110,34

111,97

111,53

105,13

Stock final en Estados Unidos (en millones de toneladas)

USDA

Noviembre

USDA

Octubre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

43,23

55,04

51,64

50,68

 

Respecto de la cosecha de Brasil, el USDA mantuvo sin cambios sus estimaciones de cosecha y de exportaciones, en 110 y en 39 millones de toneladas. Hoy, en su informe mensual, la Conab redujo de 105,17 a 104,89 millones de toneladas su proyección sobre la producción brasileña del cereal, pero la previsión sobre las ventas externas la sostuvo en 35 millones.

En cuanto a la Argentina, el USDA tampoco hizo cambios y mantuvo en 50 millones de toneladas el volumen de la cosecha y en 34 millones el de las exportaciones.

La producción de Ucrania fue recortada con fuerza, de 36,50 a 28,50 millones de toneladas, al igual que sus exportaciones, de 30,50 a 22,50 millones.

Para la Unión Europea el USDA redujo de 66,10 a 64,20 millones de toneladas el volumen de la cosecha de maíz, pero también ajustó las importaciones del bloque, de 24 a 20 millones. Sus exportaciones fueron mantenidas en 2,50 millones.

Como lo esperaba el mercado, el USDA elevó las importaciones chinas de maíz, de 7 a 13 millones de toneladas. Vale aclarar, no obstante, que la expectativa de los operadores era ver un volumen de compras de China más próximo a los 20 millones.

En el nivel mundial el USDA estimó la producción de maíz en 1144,63 millones de toneladas, por debajo de los 1158,82 millones del informe de octubre. En tanto que las existencias finales las proyectó en 291,43 millones de toneladas, frente a los 300,45 millones del mes pasado y a los 296,40 millones previstos por los privados.

Stock final en el Mundo (en millones de toneladas)

USDA

Noviembre

USDA

Octubre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

291,43

300,45

296,40

303,33

 

TRIGO

En su revisión sobre las cifras estadounidenses de trigo, el USDA mantuvo el volumen de la cosecha en 49,69 millones de toneladas, al igual que las importaciones, en 3,40 millones, y que el uso forrajero, en 2,72 millones. El uso total fue levemente elevado, de 30,51 a 30,67 millones, mientras que las exportaciones fueron proyectadas sin variantes, en 26,54 millones. Así, las existencias finales fueron calculadas por el organismo en 23,86 millones de toneladas, por debajo de los 24,03 millones de octubre y cerca de los 23,98 millones previstos por los privados.

Stock final en Estados Unidos (en millones de toneladas)

USDA

Noviembre

USDA

Octubre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

23,86

24,03

23,98

27,98

 

Fuera de las variables estadounidenses el USDA ofreció las siguientes proyecciones:

  • La cosecha de Rusia fue elevada de 83 a 83,50 millones de toneladas y las exportaciones, de 39 a 39,50 millones.
  • Para Ucrania no hubo cambios, la cosecha y las ventas externas fueron sostenidas en 25,50 y en 17,50 millones de toneladas.
  • Respecto de la Unión Europea, la producción fue ajustada de 136,75 a 136,55 millones de toneladas; las importaciones fueron elevadas, de 5,50 a 5,70 millones, y las exportaciones, de 25,50 a 26 millones.
  • La producción de Canadá fue sostenida en 35 millones de toneladas y las exportaciones, en 25 millones.
  • Sin cambios fueron mantenidas las cifras de cosecha y de exportaciones de Australia, en 28,50 y en 19 millones de toneladas.
  • Para la Argentina el volumen de la cosecha fue reducido de 19 a 18 millones de toneladas y el de las exportaciones, de 13 a 12,50 millones.
  • Las importaciones de Brasil fueron sostenidas en 6,70 millones de toneladas. Cabe tener en cuenta que hoy la Conab redujo de 6,83 a 6,35 millones de toneladas el volumen de la cosecha de Brasil y que elevó las importaciones de 6,7 a 6,8 millones.

En el nivel mundial el USDA estimó la producción de trigo en 772,38 millones de toneladas, por debajo de los 773,08 millones del informe de octubre. En tanto que las existencias finales las proyectó en 320,45 millones de toneladas, frente a los 321,45 millones del mes pasado y a los 319,80 millones previstos por los privados.

Stock final en el Mundo (en millones de toneladas)

USDA

Noviembre

USDA

Octubre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

320,45

321,45

319,80

300,76

En su informe semanal el USDA relevó el progreso de las cosechas de maíz y de soja sobre el 91 y el 92% de las respectivas áreas aptas, contra el 82 y el 87% de la semana anterior. La siembra de trigos de invierno avanzó sobre el 93% de la superficie prevista. El organismo ponderó el 45% del cereal en estado bueno/excelente, por encima del 43% de la semana anterior, pero abajo del 54% vigente un año atrás.

MAÍZ

El progreso de la cosecha de maíz fue relevado por el USDA sobre el 91% del área apta, contra el 82% de la semana pasada; el 62% de igual momento de 2019, y el 80% promedio de las últimas cuatro campañas. El dato oficial quedó levemente abajo del 92% previsto por los operadores. En Iowa y en Illinois la cosecha avanzó sobre el 94 y sobre el 95% de las respectivas áreas aptas.

SOJA

El avance de la cosecha de soja fue relevado por el USDA sobre el 92% del área apta, contra el 87% de la semana pasada; el 82% de igual momento de 2019, y el 90% promedio de las últimas cuatro campañas. El dato oficial resultó inferior al 95% previsto por los privados. En Illinois y en Iowa la recolección progresó sobre el 96 y sobre el 98% de las respectivas superficies aptas, mientras que sobre Ohio y Missouri, dos de los Estados más atrasados, lo hizo sobre el 87 y el 79%, respectivamente.

TRIGOS DE INVIERNO

El USDA relevó el progreso de la siembra de trigos de invierno sobre el 93% de la superficie estimada, contra el 89% de la semana pasada; el 91% de igual momento del año pasado, y el 91% promedio. El nuevo dato quedó levemente abajo del 94% previsto por los operadores. Emergió el 79% de las plantas, frente al 71% de la semana anterior; al 76% de 2019, y al 78% promedio.

El organismo ponderó el 45% de los trigos de invierno en estado bueno/excelente, por encima del 43% de la semana pasada, pero por debajo del 54% de igual momento de 2019. El dato oficial estuvo en línea con la expectativa de los operadores.

En momentos de elevadas tensiones cambiarias, la campaña agrícola 2020/21 será crucial para la economía argentina, tanto por el ingreso de divisas que generará a través de las exportaciones, como así también por el movimiento industrial y económico que impulsa, sobre todo, en el interior del país. Si bien se estima una caída en la siembra y en la producción total en relación a la campaña anterior, en un clima más seco que el normal por el fenómeno climático de La Niña, la suba sostenida de los precios internacionales hace prever que el valor total de la cosecha se acerque a los valores de la cosecha 19/20.

Precisamente, según cálculos del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de Fundación Mediterránea, bajo supuestos de escenarios en los cuales se tiene en cuenta los rendimientos de los cultivos y los precios internacionales, se estableció como probable que de constatarse una productividad entre un 5% y 15% por debajo de los rindes tendenciales y precios que se ubiquen similares o por encima de los actuales, el valor de la próxima campaña podría ubicarse entre US$ 33.000 millones y US$ 39.900 millones.

“Si bien faltan varios meses hasta que se complete la siembra, se coseche y salgan al mercado los principales productos agrícolas de la nueva cosecha, y por tanto muchas cosas pueden pasar, la buena noticia es que la suba de precios internacionales observada en las últimas semanas, tanto en los mercados de disponible como de futuros, podría compensar pérdidas de producción asociadas a eventos de sequía de intensidad leve y hasta moderada, y de esa manera posibilitar que el valor de la próxima cosecha supere al de aquella que está actualmente completando su ciclo comercial” destacó el informe realizado por el economista Juan Manuel Garzón.

Estos valores podrían arrojar tanto una baja de US$ 137 millones en el caso del primer estimativo o un crecimiento de USD 6.809 millones en el segundo, siempre comparándolo con los resultados de la campaña previa, cuando alcanzó U$S 33,1 millones.

Según el economista “para que la próxima cosecha valga menos que la de este año, debería observarse un gran daño sobre la producción (consistente con una sequía de intensidad fuerte) y/o una baja importante en los precios internacionales respecto de los niveles hoy esperados”.

En los eventos de sequía, la productividad de los cultivos sufre más en algunas regiones que en otras y por ende las primeras requieren precios de venta más elevados que las segundas para compensar los volúmenes perdidos. Así, la compensación que surge a nivel del “agregado país” en los escenarios antes planteados, no necesariamente aplicará a cada una de las zonas de producción. Más aún, sería de esperar que, en el caso de una sequía, algunas regiones agrícolas pierdan ingresos el próximo año, incluso en un contexto donde esto no sucede a nivel país.

 

Para el cálculo del valor de la cosecha 2020/21, el estudio establece cinco escenarios productivos (de los cuales tres cuentan con más posibilidad de concretarse) teniendo en cuenta a los principales cultivos de Argentina (soja, maíz, trigo, sorgo, girasol y cebada) que después se conjugan con tres escenarios de precios divididos en pesimista, base y optimista.

Respecto a la cuestión productiva, los tres escenarios con mayores posibilidades de concretarse son los siguientes: una baja de los rendimientos del 15% producto de una sequía moderada que arrojaría una producción de 113,3 millones de toneladas; otro con una merma de los rindes del 5% (con sequía leve) con una cosecha de 124,1 millones de toneladas; y un tercero que toma en cuenta los rindes tendenciales con 129,5 millones de granos trillados. En todos los casos esto supone una caída respecto al volumen respecto a la campaña 2019/20.

Por su parte, en relación a los precios, Garzón señaló que en los últimos meses muestran “una tendencia alcista sostenida”. Por ejemplo, precisa, en lo que va de octubre “la soja en puertos argentinos se ha pagado en promedio un 8% más que en septiembre, mientras que en el maíz (puertos argentinos) y el trigo (golfo de México) los incrementos han sido de un 9% y 11%, respectivamente”.

En el escenario pesimista, que se considera como tal que ya que “hay elementos como para pensar que los valores internacionales de las commodities estarán un escalón por arriba, por factores varios, recuperación de la economía mundial, una situación de reservas de granos un poco más ajustada, la gran fortaleza que está mostrando la demanda china en el segundo semestre del 2020”, supone precios similares a los de 2019/20 con una soja en torno a los US$ 345 o el maíz en US$ 163,

El escenario base tiene precios medios que, según los productos, se ubican entre un 5% y un 15% por encima de los del ciclo 2019/2020, con un valor promedio de US$ 397 (actualmente los futuros superan los US$ 400) y el maíz a US$ 187 (los futuros hoy a más de US$ 200), mientras que el escenario optimista mejora los precios del escenario base en un 10% y llevaría la soja a US$ 436. Al respecto, el informe considera en este último punto que “su realización implicaría problemas de producción ya más importantes en algunos líderes, caso de Brasil o la propia Argentina”.

Valor de la cosecha 20/21

De esta forma, el peor escenario resultaría de una mezcla entre una caída en los rindes de 15% con precios al nivel de 2019/20. Este combo arrojaría un valor de cosecha de US$ 28.865 millones, aunque si esos precios se mantienen los precios actuales, ese valor asciende a US$ 33.048 millones y si mejoran entre un 5% y 15% trepa a US$ 36.353 millones.

Ahora bien, si la pérdida de rendimiento se ubicara en un 5% y se mantienen los precios actuales estaríamos hablando de un valor de cosecha de US$ 36.359 millones, que, con una suba de los mismos, ese total ascendería a US$ 39.995 millones. En un escenario de rindes tendenciales, conjugado con una mejora en los precios el valor podría posicionarse en US$ 41.815 millones. Sin embargo, desde IERAL ven con una mayor posibilidad de concretarse un valor que fluctúe entre los US$ 33.000 y los US$ 39.000 millones.

BCR News

De acuerdo al reporte de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), con las lluvias del último fin de semana, la región núcleo promedia 100 milímetros como acumulado mensual. Gran parte de la región pampeana y el litoral recibieron lluvias muy importantes en el evento del 24 al 26 de octubre. “Paradójicamente, en el mes dónde el Pacífico intensific2ó su enfriamiento y ha dado comienzo su fase fría, “La Niña”, se ha quebrado una de las sequías más importantes de los últimos 10 años en el centro y norte del país. Tras seis meses sin lluvias importantes, los eventos que se han desarrollado en los últimos dos fines de semana cambia significativamente las reservas de agua en el suelo en pleno inicio de la campaña gruesa Argentina“, destacó el trabajo.

¿Por qué regresaron las lluvias?

En Clima nunca nada es negro o blanco. Encerrar la complejidad climática de Argentina en la dicotomía Niña o Niño simplemente no funciona. Una vez más, la respuesta al regreso del agua está en el Océano Atlántico. Alfredo Elorriaga, histórico asesor del GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario y también reconocido estudioso del comportamiento de este Océano explica el porqué de estas lluvias de octubre. “Se está sosteniendo el calentamiento en el océano Atlántico a lo largo de la costa del sur de Sudamérica. Ésta era la gran señal que sostenía el quiebre de la falta de agua en octubre. El calentamiento que se observa en el sur de Brasil es muy importante para Argentina porque implica que seguirá habiendo ingreso de aire húmedo desde el norte. De todas formas, no hay que confundir este cambio de circulación con un cambio de tendencia dentro del episodio La Niña. Estas lluvias son un efectivo mecanismo de los fenómenos regionales que pueden volver a repetirse, pero dentro del marco que el fenómeno del Pacífico le impone a la campaña”.

De esta forma, la región núcleo comenzó en rojo pero cierra el mes con un cambio muy esperado. Las lluvias muy generalizadas dejaron entre 50 y 60 milímetros este fin de semana entre el 24 y 25 de octubre. “Desde el centro del norte bonaerense, se distingue una lengua que asciende hasta el SE de Santa Fe con más de 60 milímetros. En ella están: Rosario que registró 72,4 milímetros , Maggiolo con 72 milímetros, Álvarez con 70 milímetros y Rojas con 68 milímetros entre otras. Otro gran foco de la tormenta estuvo en Córdoba, Hernando obtuvo el máximo registro del evento con 100 milímetros. Le sigue Bengolea que a pocos kilómetros acumuló 80 milímetros. La localidad que menos milímetros recibió fue General Villegas en el extremo oeste del norte bonaerense; solo recibió 31,8 milímetros”, detallaron los profesionales de GEA.

La media histórica de los últimos 30 años muestra para octubre lluvias entre los 90 y los 120 milímetros. Con este segundo evento consecutivo de lluvias, la región alcanzó, en menos de 10 días, el 90% de las lluvias históricas de octubre.

 

Las lluvias que se desarrollaron entre el 24 y el 26 de octubre dejaron en el 80% de Buenos Aires de 30 a 75 milímetros. El centro y el centro norte bonaerense son las áreas que más agua recibieron. Saladillo volvió a ser el epicentro de la tormenta con 81 milímetros. En lo que va del mes la localidad acumuló 230 milímetros. Con estas lluvias hay excesos hídricos en el 45% de la provincia.

En Santa Fe, la tormenta volvió a privilegiar al sur de la provincia con registros de 45 a 60 milímetros. El centro recibió lluvias en torno a los 30 a 45 milímetros y el norte entre 15 a 30 milímetros. Rosario recibió el mayor acumulado: 72 milímetros.

En Córdoba, la tormenta dejó esta vez de lado al norte y en particular al noroeste. Buena parte del centro y sur de la provincia recibió lluvias por encima de los 30 milímetros. El centro de la provincia se destaca con los 100 milímetros que recibió Hernando, que en los últimos 7 días acumuló 155 milímetros.

El 70% de la provincia de Entre Ríos recibió lluvias por encima de los 30 mm con un marcado gradiente creciente hacia el sureste. En La Pampa, el centro provincial alcanzó lluvias superiores a los 15 milímetros.

Pero la carga más importante de agua la recibió el litoral. En Mercedes, provincia de Corrientes, es la localidad que más agua ha recibido en los últimos días. Entre los días de análisis, del 24 al 26, sumó 100 milímetros Pero si se suman los acumulados de las lluvias del jueves 22 y viernes 23 el total de esos 4 días asciende a 220 milímetros.

 

¿Qué se espera en el corto plazo?

Octubre aún no termina y promete más lluvias. Para el próximo miércoles 28 y jueves 29 hay una nueva inestabilidad que puede seguir sumando algunos milímetros más en el centro de la región Pampeana. El área señalada es el centro y norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y sur de Córdoba.

BCR News

 

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