Agro Premiun S.R.L.

ANALISIS DE PRODUCTOS

En su informe semanal el USDA relevó el progreso de las cosechas de maíz y de soja sobre el 72 y el 83% de las respectivas áreas aptas, contra el 60 y el 75% de la semana anterior. La siembra de trigos de invierno avanzó sobre el 85% de la superficie prevista. Y, como dato destacado del reporte, sólo el 41% de los trigos fueron ponderados en estado bueno/excelente, lejos del 56% del año pasado para la misma fecha.

MAÍZ

El progreso de la cosecha de maíz fue relevado por el USDA sobre el 72% del área apta, contra el 60% de la semana pasada; el 38% de igual momento de 2019, y el 56% promedio de las últimas cuatro campañas. En Iowa y en Illinois la cosecha avanzó sobre el 78 y sobre el 80% de las respectivas áreas aptas.

SOJA

El avance de la cosecha de soja fue relevado por el USDA sobre el 83% del área apta, contra el 75% de la semana pasada; el 57% de igual momento de 2019, y el 73% promedio de las últimas cuatro campañas. En Illinois y en Iowa la recolección progresó sobre el 90 y sobre el 94% de las respectivas superficies aptas.

TRIGOS DE INVIERNO

El USDA relevó el progreso de la siembra de trigos de invierno sobre el 85% de la superficie estimada, contra el 77% de la semana pasada; el 83% de igual momento del año pasado, y el 80% promedio. Emergió el 62% de las plantas, frente al 51% de la semana anterior; al 60% de 2019, y al 60% promedio.

En su primera valoración sobre la condición de las plantas, el organismo ponderó el 41% de los trigos de invierno en estado bueno/excelente, por debajo del 56% de igual momento de 2019 y del 52% previsto en promedio por los operadores. El dato resulta el peor desde 2013.

Con saldo positivo para los precios de los granos finalizó la semana en la Bolsa de Chicago, donde las mejoras superaron el 3,2% para la soja, el 4,2% para el maíz y el 1,4% para el trigo. La demanda continúa siendo el principal motor de la tendencia alcista que evidencian las materias primas agrícolas desde la segunda semana de agosto. Las mejoras externas también se replicaron en el mercado local, donde las lluvias aplacaron en parte la necesidad de humedad de suelos y cultivos, pero no la firmeza de los precios, que sigue alentando el diseño de estrategias comerciales que resguarden la inversión y que posibiliten usufructuar subas todavía mayores.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

 

Viernes 23

Viernes 16

Variación en %

Petróleo

39,85

40,88

-2,52

Dólar/Euro

1,1859

1,1715

+1,23

Real/Dólar

5,6185

5,6416

-0,41

Peso/Dólar*

77,93

77,32

+0,79

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.

SOJA

Muy positivo resultó el balance de la semana para los precios de la soja en el mercado doméstico, donde las propuestas de los compradores crecieron de 317 a 338 dólares (de 24.510 a 26.340 pesos) por tonelada con entrega inmediata sobre el Gran Rosario y de 295 a 300 dólares por tonelada para Bahía Blanca y para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 25.409, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 25.713 pesos. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 326,20 dólares por tonelada, equivalentes a 25.466 pesos. El valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos creció de 448 a 462 dólares por tonelada; el del aceite, de 816 a 852 dólares, y el de la harina, de 432 a 465 dólares por tonelada, según los datos publicados por Agricultura.

En el Matba Rofex también se reflejaron las ganancias externas de la soja. Para los contratos noviembre y mayo el segmento dejó mejoras del 5,69 y del 2,41%, tras pasar sus ajustes de 325 a 343,50 y de 273,50 a 280,10 dólares por tonelada. En cuanto al mercado de operaciones forward, las ofertas de los compradores por la soja para abril/mayo crecieron de 267/275 a 277/280 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 273 a 275 dólares para Bahía Blanca, y de 267 a 275 dólares por tonelada para Necochea.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 21 de octubre y el 28 de noviembre deben salir desde el Gran Rosario 1.370.250 toneladas de harina y 422.350 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 36.000 toneladas de poroto, y desde Necochea, 21.839 toneladas de harina.

El martes, en su reporte de molienda mensual de oleaginosas, el Ministerio de Agricultura de la Nación relevó el procesamiento de soja durante septiembre en 3.127.112 toneladas, un 8,78% abajo de las 3.428.053 toneladas de agosto y un 0,83% detrás de las 3.153.285 toneladas de septiembre de 2019. En el acumulado de los primeros nueve meses de 2020, la molienda totalizó 29.139.810 toneladas, un 7,87% por detrás de igual período de 2019, cuando de industrializaron 31.630.210 toneladas de soja.

 

Tras la pausa de la semana anterior, los precios de la soja retomaron la senda alcista en la Bolsa de Chicago. Las posiciones noviembre y enero sumaron un 3,21 y un 2,93%, al pasar de 385,81 a 398,21 y de 385,90 a 397,20 dólares por tonelada. El auge ininterrumpido en los últimos tres meses de las ventas externas estadounidenses, con China como foco central, continúa siendo el principal fundamento de la tendencia alcista de las cotizaciones de la oleaginosa, dado que mantiene bajo presión el volumen de las existencias finales 2020/2021 de los Estados Unidos como no pasaba desde la campaña 2015/2016. Y, justamente, el nivel de precios, arañó los 400 dólares por tonelada, lugar que no frecuentaba desde mediados de julio de 2016.

Para revalidar lo antedicho, volvió a ser positivo para el mercado de soja el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que el jueves el USDA relevó ventas de poroto de soja por 2.225.500 toneladas, por debajo de las 2.631.300 toneladas del reporte precedente, pero cerca del máximo previsto por los privados, que trabajaron en la previa con un rango de 1,5 a 2,5 millones de toneladas. Del total comercializado, China respondió por 1.222.000 toneladas.

A riesgo de resultar reiterativos, recordamos que el promedio semanal para cumplir con la meta de exportaciones planteada por el USDA en su último informe mensual, de 59,87 millones de toneladas, es levemente superior a los 1,15 millones, un volumen que es superado (y por mucho) semana tras semana.

En el inicio de la semana la agencia Reuters informó que durante el tercer trimestre del año la producción de carne de cerdo tuvo un crecimiento interanual en China del 18%, lo que ratifica los síntomas de recuperación del sector porcino tras el fuerte impacto de la fiebre porcina africana que arrasó con más del 40% del rodeo total chino desde agosto de 2018. Esos síntomas de recuperación también quedan expuestos en una demanda de poroto de soja que muchos privados ya ubican en 105 millones de toneladas para el ciclo comercial 2020/2021, contra los 100 millones proyectados por el USDA en su último informe mensual.

Como fundamento alcista, la demanda china de soja de los Estados Unidos eclipsó la posibilidad (bajista) de que Brasil logre una cosecha superior a los 130 millones de toneladas en la campaña 2020/2021. Ese eclipse se volvió total cuando el atraso en la siembra de la oleaginosa brasileña –la vuelta de las lluvias podría acelerar el ritmo de las máquinas en las próximas semanas– volvió una certeza la posibilidad de que la oferta de Brasil no aparezca por el mercado durante enero, lo que les brindaría a los vendedores estadounidenses más tiempo de gracia para colocar granos en China.

Pero, como ya hemos advertido en alguna otra ocasión, los movimientos de los mercados no son inalterables y esta tendencia alcista iniciada tras el cierre de la rueda del 7 de agosto último, cuando la posición noviembre de la soja se cotizaba a 318,75 dólares por tonelada, es decir, casi un 25% abajo del nivel actual, tampoco lo es. Si bien sus fundamentos son sólidos y bien concretos, podría sufrir algún traspié parcial y transitorio si los compradores chinos advierten que ya están pagando más de lo necesario por el grano estadounidense.

Por eso, frente a precios externos y locales que ya alcanzaron niveles no imaginados pocos meses, el diseño de estrategias comerciales que contribuyan a resguardar la inversión puesta en la tierra y a asegurar niveles de rentabilidad conservadores se vuelve una necesidad y una opción virtuosa para capturar un momento particular sin perder la posibilidad de usufructuar eventuales mayores subas en los mercados.

En cuanto al avance de la cosecha de soja, el lunes fue relevado por el USDA sobre el 75% del área apta, contra el 61% de la semana pasada; el 40% de igual momento de 2019, y el 58% promedio de las últimas cuatro campañas. El promedio de las estimaciones privadas había augurado el avance de la cosecha sobre el 80% del área. En Illinois y en Iowa la recolección progresó sobre el 81 y sobre el 90% de las respectivas superficies aptas. El organismo agregó que está perdiendo hojas el 97% de la soja, contra el 93% del reporte anterior; el 91% del año pasado, y el 95% promedio. Atentos a las lluvias caídas en los últimos días sobre buena parte del Medio Oeste, el viernes los operadores estimaron un progreso de la cosecha sobre el 85% del área apta.

 

MAÍZ

Volvió a resultar positivo el balance de la semana para los precios del maíz argentino, dado que la transición de las propuestas de los exportadores fue de 190 a 200 dólares (de 14.691 a 15.586 pesos) por tonelada de grano disponible para la zona del Gran Rosario y para Bahía Blanca, y de 175 a 200 dólares por tonelada para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 14.787, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 14.797 pesos. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos aumentó de 219 a 235 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura.

En el Matba Rofex la mejora semanal se concentró sobre el maíz 2019/2020, dado que mientras la posición diciembre ganó un 5,91% al pasar de 194,50 a 206 dólares por tonelada, el contrato abril sumó un 0,56%, tras variar de 178 a 179 dólares. La mejora en la humedad de los suelos tras las últimas lluvias y la previsión de más humedad sobre las zonas donde avanza la siembra en la nueva semana le restaron fulgor al brillo actual del valor del grano nuevo.

La mejora de los precios también se plasmó sobre el segmento de operaciones forward de maíz para marzo/abril, dado que las ofertas de los compradores crecieron de 172 a 180 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 180 a 185 dólares para Bahía Blanca, y de 165 a 175 dólares por tonelada para Necochea.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 21 de octubre y el 28 de noviembre deben salir desde el Gran Rosario 897.800 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 142.500 toneladas; desde Necochea, 194.969 toneladas, y desde otros puertos, 29.000 toneladas.

Respecto de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) informó que la siembra de maíz para grano comercial avanzó sobre el 27,5% de los 6,3 millones de hectáreas previstos, con un progreso semanal de 4,2 puntos y con una demora interanual de 7,2 puntos. Los trabajos se concentraron sobre el centro y el sur del área agrícola. “Las lluvias relevadas durante los últimos días mejoran la humedad de los perfiles y apuntalan la siembra de planteos tempranos del cereal en Santa Fe y de Buenos Aires”, dijo la entidad.

 

El maíz estadounidense sumó otra semana con resultado positivo para sus precios. En efecto, las posiciones diciembre y marzo en la Bolsa de Chicago ganaron un 4,29 y un 3,25%, tras pasar de 158,26 a 165,05 y de 160,23 a 165,44 dólares por tonelada. La muy favorable evolución de las exportaciones estadounidenses; la posibilidad de que China se asuma como importador del grano de Estados Unidos; la menor oferta europea, y las lluvias que podrían ralentizar las labores de cosecha sobre el Medio Oeste fueron los principales factores alcistas para el cereal.

Según datos de la Administración Nacional de Aduanas de China, en septiembre el país importó 1,08 millones de toneladas de maíz, lo que elevó a 6,7 millones de toneladas las compras totales en los primeros 9 meses de 2020, un 73% por encima del volumen adquirido en igual período de 2019 y un 129% arriba del mismo segmento de 2018. Frente a este ritmo vertiginoso de negocios, el mercado espera que el gobierno de China incremente aún más sus cuotas de importación. Además, en función de los negocios ya acordados (todavía no embarcados) China ya tendría reservados unos 12 millones de toneladas de maíz de Estados Unidos y otros 5 millones de otros proveedores, como Ucrania. Frente a estos datos, los 7 millones de toneladas que el USDA estimó como importaciones chinas 2020/2021 resultan apenas testimoniales y requieren un sinceramiento, que posiblemente será igual de tardío que el hecho recientemente con el trigo de Rusia.

Fue positivo para el mercado de maíz el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que el jueves el USDA relevó ventas por 1.831.600 toneladas, por encima de las 655.200 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los operadores, de entre 800.000 y 1.400.000 toneladas. Del total comercializado, China respondió por 433.500 toneladas.

Acerca del progreso de la cosecha de maíz estadounidense, fue relevado el lunes por el USDA sobre el 60% del área apta, contra el 41% de la semana pasada; el 28% de igual momento de 2019, y el 43% promedio de las últimas cuatro campañas. En promedio, el mercado esperaba un avance sobre el 57% de la superficie apta. En Iowa y en Illinois la cosecha avanzó sobre el 65 y sobre el 66% de las respectivas áreas aptas. Además, ponderó el 61% de los cultivos en estado bueno/excelente, sin cambios respecto de la semana pasada, pero por encima del 56% de igual momento de 2019. El organismo indicó que está maduro el 97%, contra el 94% del reporte precedente; el 82% del año pasado, y el 94% promedio. En el cierre de la semana los operadores estimaron el avance de la cosecha sobre el 68% del área apta.

 

TRIGO

Con nuevas subas para sus precios transitó la semana el trigo argentino. En efecto, por la mercadería disponible los exportadores elevaron sus ofertas de 210 a 220 dólares (de 16.237 a 17.145 pesos) por tonelada para el Gran Rosario; de 205 a 215 dólares para Bahía Blanca, y de 205 a 210 dólares por tonelada para Necochea.

Las operaciones para las entregas diferidas sobre el Gran Rosario pasaron de 210 a 215 dólares por tonelada para noviembre; de 210 a 217 dólares para diciembre, y de 213 a 220 dólares para enero. En el sur, las propuestas por trigo con entrega en diciembre/enero crecieron de 210 a 215 dólares para Bahía Blanca y de 205 a 215 dólares por tonelada para Necochea.

Para el jueves el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 16.287, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 16.036 pesos. El valor FOB del trigo en los puertos argentinos para embarques cercanos pasó de 256 a 254 dólares por tonelada, mientras que para los embarques entre enero y febrero, subió de 260 a 270 dólares por tonelada, según lo informado por Agricultura.

La tónica alcista de los precios del trigo se reflejó con fuerza en el Matba Rofex, pese a las bajas registradas en la última rueda de la semana. En el balance del segmento, los ajustes de las posiciones diciembre y enero lograron ganancias del 4,23 y del 4,65%, tras variar de 212,90 a 221,90 y de 214,90 a 224,90 dólares por tonelada.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, y en la espera de que comiencen los despachos de la nueva campaña, la BCR indicó que entre el 21 de octubre y el 28 de noviembre deben salir desde el Gran Rosario, 30.000 toneladas de trigo.

Acerca de los cultivos, el jueves la BCBA publicó su primer estimación oficial sobre el volumen de la cosecha de trigo 2020/2021 y lo ubicó en 16,8 millones de toneladas, 700.000 toneladas de la valoración tentativa anterior y un 10,64% debajo de los 18,8 millones calculados por la entidad en el ciclo 2019/2020. Esta proyección también resultó inferior a los 17 millones de toneladas previstos por la BCR y a los 19 millones pronosticados por el USDA en su último reporte mensual. “La cosecha cubre el 3% de la superficie apta a nivel nacional, concentrada exclusivamente en el norte del país y entregando un rinde promedio de 8,5 quintales por hectárea. En cuanto al área en pie, pese a las lluvias registradas durante los días previos, los cuadros del centro del área agrícola que transitan estadios avanzados de desarrollo mantienen bajas expectativas de rinde a cosecha. No obstante, sobre la franja sur las precipitaciones de los últimos 15 días continuaron aportando humedad para acompañar el desarrollo del cereal y mantener buenas expectativas a cosecha”, dijo la Bolsa.

 

Con los mejores valores desde fines de 2014, el trigo de los Estados Unidos volvió cerrar la semana con saldo positivo. Los contratos diciembre y marzo en la Bolsa de Chicago ganaron un 1,20 y un 1,46%, al pasar de 229,74 a 232,50 y de 229,06 a 232,40 dólares por tonelada. En Kansas, las mismas posiciones sumaron un 1,97 y un 1,81%, tras variar de 205,31 a 209,35 y de 208,06 a 211,83 dólares por tonelada.

Las condiciones favorables por competitividad para la exportación de trigo forrajero estadounidense; la falta de humedad en las zonas productoras de variedades de invierno, y la acción compradora de los grandes fondos de inversión especuladores fueron los principales factores positivos para el grano fino.

El movimiento alcista fue menor que el visto en las semanas precedentes, en parte por una toma de ganancias registrada entre el miércoles y el jueves, pero, también por el progreso de las exportaciones de Rusia, que está lidiando con una competitividad jaqueada por la firmeza de los precios domésticos y que convive con la incertidumbre sobre eventuales imposiciones de cupos por parte del gobierno de Vladimir Putin. Por otro lado, lluvias en regiones rusas productoras de invierno mejoraron en forma parcial suelos y cultivos.

En cuanto a la siembra de los trigos de invierno en Estados Unidos, el lunes el USDA relevó su progreso sobre el 77% de la superficie estimada, contra el 68% de la semana pasada; el 74% de igual momento del año pasado, y el 72% promedio. El dato oficial resultó inferior que el 85% previsto por los operadores. Emergió el 51% de las plantas, frente al 41% de la semana anterior; al 50% de 2019, y al 48% promedio. El viernes los operadores estimaron el progreso de la siembra sobre el 85% del área prevista.

Entre neutro a levemente negativo resultó el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses, dado que el jueves el USDA relevó ventas de trigo por 367.500 toneladas, por debajo de las 528.500 toneladas del reporte anterior y lejos del máximo previsto por los privados, que manejaron un rango posible de entre 200.000 y 800.000 toneladas.

 

Granar Research

 
 
 

El gobierno de Alberto Fernández marcó un cambio frente al anterior ciclo kirchnerista sobre la política exportadora. Replegó en algo el discurso que privilegiaba el mercado interno (“la mesa de los argentinos”) por sobre las exportaciones. También abrió un canal de diálogo fluido con la Unión Industrial Argentina (UIA) y con las entidades del agro mediante el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), a través del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de su par de Agricultura, Luis Basterra.

El CAA prepara lo que se denomina "la estrategia nacional agroalimentaria" (ENA), con lineamientos para aumentar la producción y promover las exportaciones. Esto incluiría un marco impositivo para los próximos dos a tres años, con incentivos como la creación de una cuenta tributaria única para canalizar saldos y ayudas para mejorar la productividad invirtiendo en insumos y en maquinaria.

Pero esas buenas intenciones chocan con las posiciones más duras de sectores ligados a la vicepresidenta Cristina Fernández, según reconocen fuentes en contacto con el Gobierno.

De ahí que hasta ahora ninguna de las medidas torció las expectativas del sector exportador.

“Es justo reconocer que las medidas para frenar la pandemia provocaron un freno abrupto sin precedentes en la producción y en los flujos internacionales. Pero, por ahora, las señales oficiales son insuficientes y algunas medidas van en el sentido contrario”, advierte Beatriz Nofal, de la consultora Eco-Axis.

Un ejemplo fue el recorte de las retenciones a las exportaciones agropecuarias, agroindustriales y manufactureras. A pesar de que en la CAA las entidades del agro piden rebajas a las economías regionales y, en forma gradual, para granos y carnes, sólo se aplicaron desde octubre y en forma temporal, con un retorno paulatino hasta llegar en enero próximo a las tasas previas.

“Hay muchos funcionarios convencidos de aumentar las exportaciones y eso es un gran paso, pero hasta ahora no se ha plasmado en medidas concretas. Esta rebaja en las retenciones, al menos en el agro, no va a promover una mayor producción en la campaña 2020/2021. Además, la brecha cambiaria y el cepo juegan en contra”, señala David Miazzo, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (Fada).

Otro botón de muestra es la reciente modificación de la ley de la Economía del Conocimiento, que quitó la posibilidad de tomar a cuenta de Ganancias las retenciones que pagan las empresas en países con los que Argentina no tiene convenio de doble tributación y otras facilidades impositivas que tenía la norma aprobada en 2019. Ahora, las empresas de este sector buscan “mejorar” la ley tratando de incidir en la reglamentación.

Ventas en baja. Hasta agosto, las exportaciones cayeron 11,8 por ciento en dólares respecto de los primeros ocho meses de 2019, según el Indec. La proyección de Marcelo Elizondo, titular de DNI, es que 2020 termine en 10 por ciento a 12 por ciento por debajo de las ventas al exterior del año pasado, porcentaje en el que se redujo el comercio mundial por efecto de la pandemia.

La Voz del Interior – Diego Dávila

La Bolsa de Comercio de Rosario estimó que la agroindustria invierte por año U$S 9.160 millones en la economía argentina comprendiendo derogaciones en construcciones, maquinarias y equipos de transporte (dejando de lado semillas). Gran parte de la inversión que se hace en la economía argentina, año tras año, corresponde a construcciones tanto residenciales como no residenciales. Según datos del INDEC, el 62 % de la inversión del año 2019 fueron asignados a construcciones. El resto de la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) se agrupa en maquinaria, equipos y transporte. Esta clasificación surge de las consideraciones que se toman en la medición de las cuentas nacionales, elaboradas por el INDEC. Según estos cálculos, en el año 2019 la inversión total alcanzó un valor de 60.213 millones de dólares.

 

Así, según la Bolsa rosarina, en la metodología de Valverde (2018) se aplica una participación de la inversión del sector agricultura y pesca, al 9,5 % del total de la inversión en maquinarias y equipos y un 6,8 % de la inversión en construcción no residencial. Se aproxima la participación de la agroindustria en la inversión de maquinarias y transporte fue del 20,8 % y del 11,8 % de la construcción total.

Aplicando estas participaciones a los datos brutos del INDEC, sumados a la inversión en otros activos, se arriba a una inversión total del sector del orden de los 9.160 millones de dólares en el año 2019.

"En base a los datos obtenidos de manera preliminar, se puede inferir que la inversión de la agroindustria tuvo una fuerte correlación con el VA agregado del sector. Esto quiere decir que, a medida que el campo y la industrialización de estos productos fueron generando un mayor valor agregado, se ejecutaron las inversiones necesarias para seguir incrementando y mantener esta producción año a año.", remarcó la entidad.

 

En este sentido, remarcaron que hubo una caída importante en los valores calculados para el año 2018 y 2019. "La reducción en la inversión de estos años tuvo que ver con varios factores que se unieron en su momento, tales como la sequía más importante de los últimos 50 años, en el año 2018, el aumento en la tasa de interés doméstica, menores precios internacionales de los commodities y el aumento en el tipo de cambio y el incremento en los derechos de exportación en diversos sectores de la matriz agroexportadora", enumeró.

En el año 2019, cabe resaltar, que a pesar de la mayor producción agrícola, la inversión del sector siguió disminuyendo. La caída de la inversión del sector en los años 2018 y 2019 se puede corroborar con otros indicadores, como el patentamiento de comerciales pesados y camiones, la venta de maquinaria agrícola o las importaciones de bienes de capital en general.

Clarín

 
 
 

El campo comprende un amplio abanico de actividades a lo largo y ancho del país. Emplea a una cuantiosa mano de obra y moviliza a las economías del interior. Se trata de uno de los sectores más dinamizadores, al cual el Gobierno apuesta para que encabece la salida de la crisis. Para que eso suceda, los ruralistas piden trabajar en un programa de medidas que mejoren la competitividad, ya que afecta a la misma el complejo escenario político, social, económico y cambiario, que se ha profundizado con el coronavirus.

Si bien en general la palabra “campo” suele remitirse en gran medida a la producción de granos o de ganado bovino, tanto por una cuestión histórica como por su importancia en la generación de divisas, la realidad es que existe una variada cantidad de producciones, que en algunos casos están delimitadas en pequeñas porciones del territorio nacional, con una gran importancia en el entramado económico y social del país.

Infobae realizó un seguimiento de todas las actividades para poder conocer cuál es la actualidad de este amplio entramado productivo, con datos estimados al presente mes y que fueron aportados por Coninagro, una de las entidades de la Mesa de la Enlace.

Si bien algunos sectores mostraron signos positivos después de recurrentes crisis –como es el caso de las peras y manzanas–, otros siguen sumidos en profundas situaciones de inestabilidad, ya sea por caída en las exportaciones, baja en el consumo interno, volatilidad en los precios, suba de costos o cuestiones climáticas que afectan al normal desarrollo de las actividades.

Al respecto, la asesora económica de Coninagro Silvina Campos Carles, consideró que las economías regionales que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad ante estos factores son las que están mayormente atadas al mercado interno o que no tienen la capacidad de coordinar una oferta estable que no genere volatilidad en los precios o sobrecarguen al mercado con sus productos, en un contexto de crisis económica agravada por la pandemia de coronavirus y una constante suba de costos.

Detalle producción por producción  

“A nivel general las economías regionales de consumo interno están en la cuerda floja. Hay un mes que tienen buenas ventas, ya sea porque el consumo se recuperó o abrió alguna actividad o por stockeo, pero, en general, los volúmenes de ventas están tan bajos que generan sobreoferta, con baja de precios y costos siempre subiendo”, explicó la economista a este medio.

A partir de esto ejemplificó con las hortalizas: “En el caso de los tomates o el morrón que los precios están por las nubes o, por el contrario, la papa que está con precios planchados. Existe una volatilidad de que un mes sube el precio 300% y al otro mes baja. Eso sucede porque no hay mucha coordinación para mantener una oferta estable. Hay muchos volúmenes que son estacionales, en otros hay una ventana de exportación y al otro mes se registran faltantes”.

Otros factores que afectan a las diferentes producciones, son la falta de precipitaciones en el centro y norte del país, y los elevados costos dolarizados que deben enfrentar los productores.

Producciones en crisis

Según el seguimiento de Coninagro, de casi 20 actividades, 4 se encuentran en crisis, de las cuales 3 viene arrastrándolas hace ya varios meses. Estas producciones son: ganadería ovina, el algodón, la lechería y el tabaco.

En los primeros dos casos, el impacto de la pandemia y los problemas climáticos provocaron indicadores negativos. Si bien son dos actividades diametralmente diferentes, tienen dos puntos en común: la gran mayoría de su producción se exporta (en el caso de los ovinos, la lana) y su comprador es la industria textil, que todavía hoy sufre las consecuencias de la pandemia. Esto se reflejó en las abruptas caídas de sus ventas al exterior, que en el caso del algodón fue del 48% en el último año y de ovinos del 45 por ciento.

En el caso de la leche el problema surge del nulo movimiento de los precios y una baja en el consumo, conjugados con una mayor producción y una suba en los costos. Al respecto, la economista explicó que “los precios internos están planchados y el valor generado de la cadena está bajando, porque el consumo quedó estable a un nivel bajo, pero consumiendo productos con menor valor, como la leche fluida o queso cremoso, básicamente porque la gente no tiene plata. A eso se le suma un buen otoño con producción de leche y que las industrias no salen a pelear precio, quedando el valor congelado a febrero”.

Producciones con problemas

En el amplio espectro de las economías regionales, hay ciertos sectores que atraviesan problemas en su actualidad, aunque los mismos no son tan severos como para considerarlos en crisis y que, incluso, comienzan a mostrar mejoras en sus principales indicadores.

Tal es el caso del arroz, actividad que se concentra en litoral argentino, que muestra una mejora en sus precios internos debido a un incremento en el consumo, como así también, se registró una suba en los valores internacionales, aunque “acá todavía no mejoró tanto”, indicó Campos Carles y agregó: “El precio no despegó, pero mejoró un poco y mejoró el panorama a los productores”.

Caso similar ocurre en el sector aviar, donde hubo una mejora en los precios del pollo y una reactivación en las exportaciones que fueron frenadas por la pandemia, en especial, a China.

La actividad forestal, que se concentra parte en la Mesopotamia y otra parte en Neuquén, comenzó a mostrar signos positivos tras la reanudación de exportaciones, que fueron frenadas por la pandemia. "La mayoría de las ganancias vienen por exportar tablones para la construcción o pasta para papel. Esto venía planchadísimo hasta agosto, que empezó a mejorar de a poco”, señaló la economista.

Respecto a la papa, que se produce principalmente en el sudeste de Buenos Aires y en zonas de Córdoba, el principal problema se ubicó en la sobreoferta y en la caída de los precios, que “solo en agosto bajó un 18%, con los costos casi a la par”.

Por el lado del vino y el mosto, que si bien tiene su fuerte en Mendoza y San Juan, también se produce en otras provincias cordilleranas e incluso en Buenos Aires. Las señales positivas comenzaron a aparecer, con un aumento del precio al productor del 14% respecto a julio, el aumento de los reintegros y una caída en el stock, lo cual “está mejorando la situación del sector".

El caso de la yerba, que se produce en Corrientes y Misiones, es singular. Según explicó la economista de Coninagro, “es una de las pocas producciones en la que tenés que pedir permiso para plantar más, porque si lo haces producís sobreoferta y caen los precios. La sequía provocó una merma en la producción del 4% y se empieza a importar de Paraguay, porque no alcanza y eso está presionando mucho al alza los precios”.

En cuanto a los granos, subieron los precios internacionales y los valores pagados al productor, aunque la sequía afecta a los cultivos en el norte y el centro del área agrícola y se prevé recortes en la producción.

Producciones con signos positivos

En este aspecto, hay varias producciones que presentan números positivos en sus principales índices. Tal es el caso de la ganadería bovina, con subas en los precios, mayor faena y aumento en las exportaciones, aunque presenta una retracción en el consumo interno del orden del 10%, según Coninagro.

Por el lado de los cítricos dulces, que se producen en el Litoral y el NOA, se registró una suba de precios del 10% en agosto respecto a julio y del 156% interanual, aunque la producción sufre las consecuencias de la sequía. Siguiendo con las frutas, las peras y manzanas provenientes en su mayoría del Valle del Río Negro, tuvieron una recomposición en precios, producción y exportaciones. En este sentido, Campos Carles indicó que “hace años que venían mal, pero ahora los precios mejoraron y se están transfiriendo a los productores. Hubo una clase de rebote que ya viene hace cuatros meses”.

En el caso de la mandioca, que se produce casi exclusivamente en Misiones, los indicadores se mantienen positivos hace meses. Uno de los principales factores de su estabilidad es la caída de las importaciones de Brasil y Paraguay, los cuales compiten directamente con el producto argentino. Cabe mencionar que la harina de esta raíz es un importante componente de algunos alimentos, como por ejemplo, de los encurtidos.

En la miel, a pesar de los efectos negativos que produce la sequía en la actividad, los precios y las exportaciones siguen subiendo. En agosto se reportó incremento en el precio pagado al productor del 11% respecto a julio y del 108% si se toma en cuenta la comparación interanual. Asimismo, la exportación subió 9% en los últimos 12 meses.

Para el sector porcino, el incremento de las exportaciones y de los precios pagados a los productores pudieron revertir “tres meses malos sin poder vender la producción”, destacó la economista y agregó: “Sin embargo, se volvieron a abrir las exportaciones a China con mejores precios. Además, habrá que ver cómo se recompone el consumo interno”.

Con respecto al maní, cultivo cordobés por excelencia, el sector “viene viento en popa. La actividad funcionó a la perfección. Este es un cultivo carísimo de hacer, con un costo tres veces superior al maíz, pero se han asegurado muchos mercados en años anteriores, así que ahora está saliendo el maní con buen precio y costos estables. Si bien hubo una menor producción, la exportación lo compensa”.

Las autoridades de la Cámara de Comercio Exterior de Brasil (Camex) anunciaron que suspenderán temporalmente la aplicación del Arancel Externo Común (AEC) vigente sobre el maíz y la harina, aceite y poroto de soja con el propósito de asegurar el pleno abastecimiento interno de tales productos. La suspensión temporaria del AEC para productos del complejo sojero regirá hasta el 15 de enero de 2021, mientras que en el caso del maíz se extenderá hasta el 31 de marzo del año que viene, según informó el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil (MAPA por sus siglas en portugués).

En los primeros nueve meses de 2020 Brasil exportó un récord histórico de 79,1 millones de toneladas de poroto de soja, una cifra equivalente al 96% del saldo exportable estimado por la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab). En tal escenario, no se descarta que Brasil se quede sin existencias de soja antes del ingreso de la nueva cosecha local (comienzos de 2021), lo que obligaría a la nación sudamericana a importar poroto o harina.

El maíz, además de registrar exportaciones abultadas, está experimentando un aumento considerable del consumo interno para abastecer las necesidades de las industrias vacuna, aviar y porcina, dado que la demanda internacional de proteínas cárnicas –fundamentalmente china– viene creciendo de manera muy significativa en los últimos meses.

 

La medida, según explicó el director de Marketing y Abastecimiento del MAPA, Sílvio Farnese, se decidió al considerar “conveniente buscar una medida preventiva tendiente a igualar las condiciones de importación de terceros países (como EE.UU.) con el Mercosur (por Argentina, Uruguay y Paraguay) para fortalecer la oferta disponible en el mercado interno”.

El 9 de septiembre pasado Camex había reducido a cero el AEC para el arroz hasta el 31 de diciembre de este año tras una solicitud del MAPA, aunque para una cuota máxima de hasta 400.000 toneladas, lo que permitió negociar importaciones de ese cereal provenientes de EE.UU., India y Guyana, que se espera que ingresen a Brasil en noviembre.

El nivel extraordinario de exportaciones agroindustriales que se viene registrando en Brasil es impulsado por la devaluación del real brasileño y una demanda inusualmente elevada por parte de China, la cual puede representar, en el mediano plazo, un preaviso de un factor de inestabilidad global.

Valor Soja

 
 
 

En su informe semanal el USDA relevó el progreso de las cosechas de maíz y de soja sobre el 60 y el 75% de las respectivas áreas aptas, contra el 41 y el 61% de la semana anterior. En cuanto al estado bueno/excelente de las plantas, el organismo mantuvo en el 61% la proporción óptima de maíz. La siembra de trigos de invierno avanzó sobre el 77% de la superficie prevista.

MAÍZ

El progreso de la cosecha de maíz fue relevado por el USDA sobre el 60% del área apta, contra el 41% de la semana pasada; el 28% de igual momento de 2019, y el 43% promedio de las últimas cuatro campañas. En promedio, el mercado esperaba un avance sobre el 57% de la superficie apta. En Iowa y en Illinois la cosecha avanzó sobre el 65 y sobre el 66% de las respectivas áreas aptas.

Además, ponderó el 61% de los cultivos en estado bueno/excelente, sin cambios respecto de la semana pasada, pero por encima del 56% de igual momento de 2019. El organismo indicó que está maduro el 97%, contra el 94% del reporte precedente; el 82% del año pasado, y el 94% promedio.

SOJA

El avance de la cosecha de soja fue relevado por el USDA sobre el 75% del área apta, contra el 61% de la semana pasada; el 40% de igual momento de 2019, y el 58% promedio de las últimas cuatro campañas. El promedio de las estimaciones privadas había augurado el avance de la cosecha sobre el 80% del área. En Illinois y en Iowa la recolección progresó sobre el 81 y sobre el 90% de las respectivas superficies aptas.

El organismo agregó que está perdiendo hojas el 97% de la soja, contra el 93% del reporte anterior; el 91% del año pasado, y el 95% promedio.

TRIGOS DE INVIERNO

El USDA relevó el progreso de la siembra de trigos de invierno sobre el 77% de la superficie estimada, contra el 68% de la semana pasada; el 74% de igual momento del año pasado, y el 72% promedio. El dato oficial resultó inferior que el 85% previsto por los operadores. Emergió el 51% de las plantas, frente al 41% de la semana anterior; al 50% de 2019, y al 48% promedio.

Sábado, 17 Octubre 2020 21:03

INFORME DEL USDA – OCTUBRE 2020

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos publicó hoy su nuevo informe mensual con las estimaciones sobre oferta y demanda de granos en el nivel mundial. Lo destacado del reporte pasa por el espacio dedicado a la soja estadounidense, dado que entre la menor producción y las mayores exportaciones, el organismo reduce en un 36,9% el volumen de las existencias finales, de 12,52 a 7,90 millones de toneladas y las deja incluso debajo de los 9,88 millones previstos por el mercado. Ese nuevo dato, que potencia la firmeza actual de las cotizaciones de la soja, que están en el nivel más alto desde abril de 2018, resulta el más bajo desde los 5,35 millones del ciclo 2015/2016.

Frente a un volumen de existencias tan bajo, el mercado seguirá muy pendiente de lo que suceda con lo que resta de la recolección, dado que eventuales nuevas pérdidas podrían acercar el volumen de las reservas al antes citado caso de la campaña 2015/2016. De igual modo, la posibilidad de que un atraso en la siembra brasileña impida el ingreso del grano sudamericano en el mercado en enero podría alentar mayores ventas estadounidenses, sobre todo a China, que demandará un récord histórico de 100 millones de toneladas a lo largo de todo el ciclo comercial.

En cuanto al maíz, también el USDA hace recortes profundos sobre las existencias finales 2020/2021, producto del ajuste de las reservas 2019/2020 y de la caída en la producción esperada. No obstante, los 55,04 millones de toneladas proyectados por el organismo quedaron arriba de los 53,85 millones previstos por los privados.

Y en trigo, la nota la da el USDA con un tardío sinceramiento de la cosecha de Rusia, al elevarla de 78 a 83 millones de toneladas, con exportaciones que crecen de 37,50 a 39 millones. Sin embargo, el mercado ya está más pendiente de las siembras de invierno rusas, que vienen muy complicadas por el climay que posibilitan la firmeza de sus precios.

A continuación, detallamos los principales datos del nuevo trabajo oficial

SOJA

Campaña 2019/2020

Por ajustes en el consumos doméstico y en las exportaciones, el USDA redujo del 15,64 a 14,25 millones de toneladas el volumen de las existencias finales estadounidenses.

Además, el organismo redujo de 49,70 a 49 millones de toneladas el volumen de la cosecha argentina y de 10,25 a 10 millones las exportaciones de poroto de soja.

El organismo mantuvo en 126 millones de toneladas el volumen de la cosecha de Brasil y redujo de 93,50 a 92,48 millones las exportaciones, datos ambos que quedaron arriba de los publicados ayer por la Conab, de 124,85 y de 82 millones de toneladas.

Las importaciones chinas fueron reducidas de 98 a 97,40 millones de toneladas.

Campaña 2020/2021

El USDA estimó la cosecha de soja de los Estados Unidos en 116,15 millones de toneladas, por debajo de los 117,38 millones previstos en septiembre y de los 116,70 millones calculados por los privados en la previa del trabajo oficial. Para llegar a dicho volumen el organismo mantuvo el rinde promedio en 34,90 quintales por hectárea, pero redujo la superficie que llegará a ser cosechada de 33,59 a 33,31 millones de hectáreas.

En el resto de las variables comerciales, y con la reducción de las existencias iniciales antes descripta, el organismo redujo muy levemente el uso total, de 63,07 a 63,03 millones, pero dio el golpe al elevar su estimación sobre las exportaciones, de 57,83 a 59,87 millones de toneladas. Así, las existencias finales fueron proyectadas en 7,90 millones de toneladas, lejos de los 12,52 millones del informe anterior y también por debajo de los 9,88 previstos por los operadores. De este modo, el stock final cae debajo de los 10 millones por primera vez desde la campaña 2016/2017, que terminó con 8,21 millones, y resulta el más bajo desde los 5,35 millones del ciclo 2015/2016.

Producción en Estados Unidos (en millones de toneladas)

USDA

Octubre

USDA

Septiembre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

116,15

117,38

116,70

96,69

Área cosechada en Estados Unidos (en millones de hectáreas)

USDA

Octubre

USDA

Septiembre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

33,31

33,59

33,55

30,33

Rinde Promedio en Estados Unidos (en quintales por hectárea)

USDA

Octubre

USDA

Septiembre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

34,90

34,90

34,77

31,88

Stock Final en Estados Unidos (en millones de toneladas)

USDA

Octubre

USDA

Septiembre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

7,90

12,52

9,88

15,64

 

Acerca de la oferta sudamericana, el USDA estimó la producción de Brasil en 133 millones de toneladas y las exportaciones en 85 millones, sin cambios. Ayer, en su primer relevamiento 2020/2021, la Conab proyectó la cosecha de soja en 133,67 millones de toneladas y las ventas externas, en 85 millones.

En cuanto a la Argentina, el USDA estimó la cosecha de soja en 53,50 millones de toneladas, sin variantes, pero redujo de 7,50 a 7 millones las exportaciones de poroto de soja.

Las compras de China fueron elevadas por el USDA de 99 al récord histórico de 100 millones de toneladas.

La producción mundial del soja fue proyectada por el USDA en 368,47 millones de toneladas, por debajo de los 369,74 millones de septiembre, en tanto que las existencias finales fueron calculadas en 88,70 millones de toneladas, respecto de los 93,59 millones del mes pasado y de los 91,20 millones previstos por los privados.

Stock Final en el Mundo (en millones de toneladas)

USDA

Octubre

USDA

Septiembre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

88,70

93,59

91,20

96,01

 

MAÍZ

Campaña 2019/2020

En su repaso por la vieja campaña estadounidense, el USDA elevó el uso total de maíz de 301,39 a 307,58 millones de toneladas (mayor uso forrajero) y las exportaciones, de 44,83 a 45,17 millones. Así, las existencias finales fueron ajustadas de 57,23 a 50,68 millones.

La cosecha de la Argentina fue elevada de 50 a 51 millones de toneladas y las exportaciones fueron incrementadas de 37 a 38 millones.

Para Brasil fueron sostenidos sin cambios las cifras de cosecha y de exportaciones, en 102 y en 34 millones de toneladas.

Campaña 2020/2021

El USDA estimó la cosecha de maíz de los Estados Unidos en 373,95 millones de toneladas, por debajo de los 378,47 millones previstos en septiembre y de los 376,52 millones calculados por los privados en la previa del trabajo oficial. Para llegar a dicho volumen el organismo redujo de 112,04 a 111,97 quintales por hectárea el rinde promedio y de 33,79 a 33,39 millones de hectáreas la superficie que llegará a ser cosechada.

En el resto de las variables comerciales estadounidenses, y con el importante aporte de la reducción de las existencias iniciales, el organismo ajustó el uso forrajero de 147,96 a 146,69 millones de toneladas y el uso total, de 313,70 a 311,16 millones (el uso para etanol baja de 129,55 a 128,28 millones). Las exportaciones fueron sostenidas en 59,06 millones. Y tras estos ajustes, el stock final fue calculado en 55,04 millones de toneladas, por debajo de los 63,57 millones del mes pasado, pero por encima de los 53,85 millones esperados por los privados.

Producción en Estados Unidos (en millones de toneladas)

USDA

Octubre

USDA

Septiembre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

373,95

378,47

376,52

345,96

Área cosechada en Estados Unidos (en millones de hectáreas)

USDA

Octubre

USDA

Septiembre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

33,39

33,79

33,71

32,92

Rinde Promedio en Estados Unidos (en quintales por hectárea)

USDA

Octubre

USDA

Septiembre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

111,97

112,04

111,66

105,13

Stock Final en Estados Unidos (en millones de toneladas)

USDA

Octubre

USDA

Septiembre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

55,04

63,57

53,85

57,23

 

La producción de Brasil fue proyectada por el USDA en 110 millones de toneladas, sin cambios respecto del informe del mes pasado. De igual modo, las exportaciones fueron mantenidas en 39 millones. Ayer, la Conab publicó su primer relevamiento sobre el ciclo 2020/2021 y allí calculó el volumen total de la producción de maíz brasileño en 105,17 millones de toneladas, mientras que las ventas externas las proyectó en 35 millones.

Para la Argentina el USDA estimó la cosecha de maíz en 50 millones de toneladas y las exportaciones, en 34 millones, sin cambios.

La cosecha de Ucrania fue ajustada de 38,50 a 36,50 millones de toneladas y sus ventas externas, de 32,50 a 30,50 millones.

En cuanto a la demanda, el USDA redujo de 25 a 24 millones de toneladas las importaciones de la Unión Europea, pero elevó de 18,25 a 18,65 millones las compas de los países del Sudeste Asiático y mantuvo sin cambios las importaciones de México, en 18,30 millones; de Japón, en 16 millones, y de Egipto, en 11 millones. También mantuvo sin variantes las compras chinas, en 7 millones de toneladas.

La producción mundial del maíz fue proyectada por el USDA en 1158,82 millones de toneladas, por debajo de los 1162,38 millones de septiembre, en tanto que las existencias finales fueron calculadas en 300,45 millones de toneladas, respecto de los 306,79 millones del mes pasado y de los 299,60 millones previstos por los privados.

Stock Final en el Mundo (en millones de toneladas)

USDA

Octubre

USDA

Septiembre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

300,45

306,79

299,60

309,15

 

TRIGO

Campaña 2020/2021

Con la cosecha de los Estados Unidos en 49,69 millones de toneladas, tal lo había calculado el USDA en su informe de fines de septiembre, el organismo redujo de 28,41 a 27,98 millones de toneladas las existencias iniciales y de 3,54 a 3,40 millones las importaciones, pero elevó de 2,45 a 2,72 millones el uso forrajero y de 30,24 a 30,51 el uso total. Las exportaciones fueron sostenidas en 26,54 millones. Así, el stock final estadounidense fue calculado en 24,03 millones de toneladas, por debajo de los 25,19 millones del mes pasado y de los 24,22 millones previstos por los privados.

Stock Final en Estados Unidos (en millones de toneladas)

USDA

Octubre

USDA

Septiembre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

24,03

25,19

24,22

28,41

 

Fuera de las variables estadounidenses destacamos las siguientes estimaciones del USDA:

  • Tras un sinceramiento de las cifras, la cosecha de Rusia fue elevada de 78 a 83 millones de toneladas y las exportaciones, de 37,50 a 39 millones.
  • Para Ucrania la cosecha fue ajustada de 27 a 25,50 millones de toneladas y las ventas externas, de 18 a 17,50 millones.
  • La producción de Canadá fue reducida de 36 a 35 millones de toneladas, pero sus exportaciones fueron sostenidas en 25 millones.
  • Con una cosecha que fue elevada de 136,15 a 136,75 millones de toneladas, las importaciones de la Unión Europea fueron mantenidas en 5,50 millones y sus exportaciones, en 25,50 millones.
  • La cosecha de Australia se mantuvo sin cambios, en 28,50 millones de toneladas, al igual que sus exportaciones, en 19 millones.
  • Para la Argentina el volumen de la cosecha fue ajustado de 19,50 a 19 millones y las ventas externas, de 13,50 a 13 millones.

La producción mundial del trigo fue proyectada por el USDA en 773,08 millones de toneladas, por encima de los 770,49 millones de septiembre, en tanto que las existencias finales fueron calculadas en 321,45 millones de toneladas, respecto de los 319,37 millones del mes pasado y de los 317,20 millones previstos por los privados.

Stock Final en el Mundo (en millones de toneladas)

USDA

Octubre

USDA

Septiembre

Promedio

Privados

USDA

2019/2020

321,45

319,37

317,20

299,78

El trigo sigue sorprendiendo por su firmeza en el mercado estadounidense, donde las cotizaciones alcanzaron el nivel más alto desde fines de 2014. Esta semana el cereal terminó con subas mayores al 5,3% en la Bolsa de Chicago y al 4,3% en Kansas. La falta de humedad en Rusia y la perspectiva de una menor cosecha en Argentina fueron dos de los fundamentos alcistas. El maíz también terminó la semana con saldo positivo, al ganar más del 1,7%, en tanto que la soja registró una pausa en su tónica alcista, tras caer poco más del 1,4%, por el retorno de las lluvias a las zonas agrícolas de Brasil que se encuentran en los primeros tramos de las siembras. En el mercado local, la semana volvió a dejar subas generales, con ganancias que en el Matba Rofex fueron mayores al 5,7% para el maíz, al 2,3% para el trigo y al 1,8% para la soja.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

 

Viernes 16

Viernes 9

Variación en %

Petróleo

40,88

40,60

+0,69

Dólar/Euro

1,1715

1,1825

-0,93

Real/Dólar

5,6416

5,5218

+2,17

Peso/Dólar*

77,32

76,95

+0,48

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.

SOJA

Los precios de la soja argentina para las entregas inmediatas terminaron la semana con altibajos, dado que mientras las ofertas crecieron de 313 a 317 dólares por tonelada (de 24.100 a 24.510 pesos) para la zona del Gran Rosario, retrocedieron de 303 a 295 dólares por tonelada para Bahía Blanca y de 300 a 295 dólares para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 24.032, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 23.862 pesos. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 310,80 dólares por tonelada, equivalentes a 24.078 pesos. El valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos pasó de 447 a 448 dólares por tonelada; el del aceite, de 827 a 816 dólares, y el de la harina, de 420 a 432 dólares por tonelada, según los datos publicados por Agricultura.

En el Matba Rofex el balance semanal fue positivo para los precios de la soja. Los ajustes de las posiciones noviembre y mayo sumaron un 1,85 y un 0,74%, al variar de 319,10 a 325 y de 271,50 a 273,50 dólares por tonelada. También fue favorable el saldo para las operaciones forward, por soja con entrega entre abril y mayo, con transiciones de las ofertas de los compradores de 268/270 a 267/275 dólares por tonelada para el gran Rosario; de 270 a 273 dólares para Bahía Blanca, y de 265 a 267 dólares por tonelada para Necochea.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 14 de octubre y el 5 de noviembre deben salir desde el Gran Rosario 1.525.810 toneladas de harina y 325.479 toneladas de aceite, y desde Bahía Blanca, 36.000 toneladas de poroto y 13.000 toneladas de aceite.

Respecto de los cultivos, el jueves, en su informe mensual de estimaciones agrícolas, la BCR calculó la intención de siembra de soja 2020/2021 en 17,30 millones de hectáreas, levemente por encima de los 17,20 millones del ciclo anterior. "La soja podría producir 50 millones de toneladas, pero para comenzar a sembrar en los próximos días se necesitan más de 30 milímetros en la franja central del país y, en ese sentido, las expectativas de lluvias están puestas en la próxima semana, entre el lunes y el martes", indicó la entidad.

 

La tendencia alcista de la soja sufrió una pausa durante la semana en la Bolsa de Chicago, donde los contratos noviembre y enero resignaron un 1,45 y un 1,46%, al pasar de 391,50 a 385,81 y de 391,60 a 385,90 dólares por tonelada. La toma de ganancias registrada el lunes, en medio del feriado administrativo en Estados Unidos, hizo mella en el mercado y se sumó al retorno de las lluvias a las zonas agrícolas de Brasil que las necesitaban para mejorar el estado de los suelos donde se debe sembrar la soja 2020/2021.

Y si bien regularizar las labores en Brasil tras el atraso que marcó el inicio de la siembra más lento en 10 años no será una cuestión inmediata, la humedad impulsará las tareas y favorecerá el inicio del desarrollo de los cultivos implantados, en un ciclo que tiene la vara de las expectativas muy elevada, con una proyección de cosecha récord de 133,67 millones de toneladas, según lo proyectado la semana anterior por la Conab, que a diferencia de otras ocasiones, donde el organismo se mostró conservador, parece haber optado por una previsión de máxima desde la primera valoración oficial de la nueva temporada agrícola.

Más allá de las bajas comentadas, muy positivo volvió a ser el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que el viernes el USDA relevó ventas de poroto de soja por 2.631.300 toneladas, por encima de las 2.590.700 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los operadores, que fue de 1,5 a 2,2 millones de toneladas. Del total comercializado, China respondió por 1.592.500 toneladas. Cabe recordar que en función de la expectativa oficial de ventas externas 2020/2021, de 59,87 millones de toneladas, el promedio semanal necesario para cumplir esa meta es levemente superior a los 1,15 millones de toneladas.

En cuanto a los cultivos, el martes el USDA relevó el avance de la cosecha de soja sobre el 61% del área apta, contra el 38% de la semana pasada; el 23% de igual momento de 2019, y el 42% promedio de las últimas cuatro campañas. El promedio de las estimaciones privadas había augurado el avance de la cosecha sobre el 59% del área. En Illinois y en Iowa la recolección progresó sobre el 56 y sobre el 78% de las respectivas superficies aptas. En su valoración sobre la condición de las plantas, ponderó el 63% de la soja en estado bueno/excelente, por debajo del 64% de la semana pasada, pero por encima del 54% de igual momento de 2019. El organismo agregó que está perdiendo hojas el 93% de la soja, contra el 85% del reporte anterior; el 81% del año pasado, y el 90% promedio. En el cierre de la semana los operadores estimaron un progreso de la cosecha sobre el 80% del área apta.

 

MAÍZ

En la espera de lluvias que favorezcan la implantación del maíz de la nueva campaña, la semana terminó con resultado favorable para los precios del cereal con entrega inmediata. En efecto, la transición de las propuestas de los exportadores fue de 181 a 190 dólares (de 13.900 a 14.691 pesos) por tonelada para la zona del Gran Rosario; de 180 a 190 dólares para Bahía Blanca, y de 170 a 175 dólares por tonelada para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 13.507, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 13.643 pesos. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos pasó de 207 a 219 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura.

La tónica alcista encontró su mejor expresión en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones diciembre y abril del maíz ganaron un 5,71 y un 5,01%, tras pasar de 184 a 194,50 y de 169,50 a 178 dólares por tonelada. En el mismo sentido positivo se orientaron las propuestas de los exportadores por el maíz de la próxima cosecha, para las entregas entre marzo y abril, que crecieron de 166 a 172 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 175 a 180 dólares para Bahía Blanca, y de 160 a 165 dólares para Necochea.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 14 de octubre y el 5 de noviembre deben salir desde el Gran Rosario 658.855 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 131.100 toneladas; desde Necochea, 76.298 toneladas, y desde otros puertos, 40.500 toneladas.

Acerca de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) relevó el avance de la siembra de maíz para grano comercial sobre el 23,3% de los 6,3 millones de hectáreas previstos, con una demora interanual de 5,2 puntos. “Desde nuestro informe previo, la incorporación de cuadros de maíz avanzó sobre el centro y sur del área agrícola nacional. Las labores mantienen una demora en sectores donde la humedad de los perfiles es regular. Esta realidad podría condicionar la concreción de las siembras tempranas en las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, San Luis y de Córdoba”, dijo la entidad.

Por su parte, la BCR indicó en su informe mensual de estimaciones agrícolas que el área destinada al maíz para todos los usos será de 7 millones de hectáreas, levemente inferior al récord de la del ciclo 2019/2020, de 7,26 millones. "Algunos años atrás, ante este escenario de clima hubiera habido un pase de hectáreas de maíz a soja muy importante. Sin embargo, el cereal sigue firme en este 2020 con una siembra que apenas sería inferior a la del año pasado. De esta manera, la proyección del volumen comercial maicero se mantiene con un volumen de 48 millones de toneladas. Pero este año el protagonismo lo tendrán las siembras tardías", aseguró la entidad. Y advirtió que la sequía también se mete en la campaña maicera y acecha a los lotes que fueron sembrados recientemente y que necesitan lluvias para asegurar la emergencia.

 

Resultó positivo el balance de la semana para los precios del maíz en la Bolsa de Chicago, donde los contratos diciembre y marzo sumaron un 1,77 y un 1,18%, al pasar de 155,50 a 158,26 y de 158,36 a 160,23 dólares por tonelada. Entre los principales fundamentos alcistas se ubicó el recorte de la producción europea hecho por Strategie Grains, que podría obligar al bloque a incrementar sus importaciones, que la semana pasada fueron ajustadas por el USDA de 25 a 24 millones de toneladas.

Según la firma europea, por las condiciones calurosas y secas de verano boreal, la producción de maíz de la Unión Europea + Gran Bretaña sería de 62,70 millones de toneladas, menor que los 64,90 millones proyectados en septiembre y 4,70 millones por debajo de la estimación de agosto. Esta nueva estimación también quedó abajo de los 66,10 millones proyectados por el USDA en su reciente informe mensual.

Strategie Grains indicó que la reducción planteada este mes se debe principalmente a un recorte de 1,5 millones de toneladas en su estimación para la cosecha de Rumania y de 200.000 toneladas en Francia.

Las subas no fueron mayores como consecuencia de la incertidumbre que vuelve a plantear la pandemia de Covid-19, por los rebrotes que se evidencian en Estados Unidos y en Europa, que podrían volver a golpear la demanda de combustibles y detener el lento repunte de la demanda de etanol. Además, tras varios reportes con ventas semanales arriba del millón de toneladas, el viernes resultó negativo para el mercado el informe oficial sobre las exportaciones estadounidenses, dado que el USDA relevó ventas por 655.200 toneladas, por debajo de las 1.225.700 toneladas del reporte anterior y cerca del mínimo previsto por los privados, en un rango que fue de 600.000 a 1.200.000 toneladas. Vale recordar que para cumplir con la meta de exportaciones 2020/2021 fijada por el organismo en 59,06 millones de toneladas el promedio semanal necesario es levemente mayor a los 1,13 millones de toneladas.

En cuanto a los cultivos, el martes el USDA relevó el progreso de la cosecha de maíz sobre el 41% del área apta, contra el 25% de la semana pasada; el 20% de igual momento de 2019, y el 32% promedio de las últimas cuatro campañas. En promedio, el mercado esperaba un avance sobre el 39% de la superficie apta. En Iowa y en Illinois la cosecha avanzó sobre el 42 y sobre el 45% de las respectivas áreas aptas. Además, ponderó el 61% de los cultivos en estado bueno/excelente, por debajo del 62% de la semana pasada, pero por encima del 55% de igual momento de 2019. El organismo indicó que está maduro el 94%, contra el 87% del reporte precedente; el 69% del año pasado, y el 87% promedio. El viernes los operadores calcularon el avance de la cosecha sobre el 57% del área.

 

TRIGO

La corriente alcista externa y la previsible menor disponibilidad de trigo doméstico impulsaron las cotizaciones del cereal en el mercado local. En el inicio de la cosecha, las ofertas de los exportadores por el grano con entrega inmediata crecieron de 200 a 210 dólares (15.390 a 16.237 pesos) por tonelada para el Gran Rosario y de 200 a 205 dólares por tonelada para Bahía Blanca y para Necochea.

Para el jueves el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 16.028, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 16.038 pesos. El valor FOB del trigo en los puertos argentinos para embarques cercanos pasó de 258 a 256 dólares por tonelada, mientras que para los embarques entre enero y febrero creció de 253 a 260 dólares por tonelada, según lo informado por Agricultura.

La tónica semanal también fue positiva para el trigo con entregas diferidas. En la zona del Gran Rosario, las propuestas para noviembre/diciembre crecieron de 200 a 210 dólares por tonelada y para enero, de 205 a 213 dólares. Las ofertas para el bimestre diciembre/enero subieron de 200 a 210 dólares por tonelada para Bahía Blanca y de 200 a 205 dólares para Necochea. En el Matba Rofex, los ajustes de las posiciones diciembre y enero sumaron un 2,36 y un 2,33%, tras variar de 208 a 212,90 y de 210 a 214,90 dólares por tonelada.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 14 de octubre y el 5 de noviembre deben salir desde el Gran Rosario, 30.000 toneladas.

Acerca de los cultivos, el jueves la BCR publicó su primera estimación oficial de cosecha de trigo y fue de 17 millones de toneladas, un 12,8% debajo de los 19,50 millones reportados por la entidad en el ciclo 2019/2020. “El escenario es muy complejo y aún puede empeorar. Van 8 meses sin lluvias importantes en el norte argentino y 6 meses en el oeste y en el centro de la región pampeana. La falta de agua se agudiza en el momento en que el área atraviesa sus etapas más críticas. Es urgente la necesidad de lluvias importantes a gran escala para poder completar los granos y detener la caída de rindes que se viene corroborando”, explicó la entidad. Agregó que ya se estiman casi 4 quintales de rinde promedio nacional menos sobre los 32,5 quintales que se proyectaban al inicio de la campaña, “cuando el escenario productivo tenían por horizonte superar los 22 millones de toneladas, con una intención de siembra de 7 millones de hectáreas, de la que se implantaron 6,5 millones”.

Según la BCR, por los daños que provocaron la falta de agua y el efecto de las heladas, en forma total o parcial, no se cosecharán 608.000 hectáreas. “El impacto en el rinde es dramático en algunas provincias. Solo por las muy buenas condiciones que tiene el trigo en Buenos Aires se sostiene a nivel nacional un rinde promedio de 28,8 quintales por hectárea". Y detalló que en Córdoba el trigo pasa por un escenario de “desastre productivo” y que se estima, como media provincial, un rinde menor a los 22 quintales y casi 200.000 hectáreas perdidas. “La provincia este año quedaría muy lejos de acercarse a los casi 31 quintales que tuvo como promedio en los últimos 5 años. En Santa Fe el área también recibirá un durísimo golpe productivo, dado que apenas se alzaría con una marca provincial 25,9 quintales por hectárea, 10 quintales menos que el año pasado", señaló la Bolsa.

Por su parte, la BCBA relevó el progreso de la cosecha de trigo sobre el 1,3% del área apta. “Las labores cobran impulso en el norte del país, registrando rindes promedio debajo de los 10 quintales por hectárea, y aumenta el riesgo de abandono de superficie en cuadros que no superan los 5 quintales. En la franja central del área agrícola la situación se asemeja cada vez más a la del norte y, aún lejos de la cosecha, las mermas de rinde y de área continúan en aumento. Sin embargo, al sur se han registrado precipitaciones que permiten mantener la condición del cultivo”. La entidad todavía no difundió una estimación oficial sobre el volumen esperado de la cosecha.

 

El trigo volvió a sorprender a propios y a extraños al prolongar la tendencia alcista en los Estados Unidos y al ubicar el nivel de precios de la Bolsa de Chicago en lo más alto desde fines de 2014. Allí, las posiciones diciembre y marzo ganaron un 5,30 y un 4,29%, al pasar de 218,17 a 229,74 y de 219,64 a 229,06 dólares por tonelada. En Kansas, los mismos contratos sumaron un 4,35 y un 3,99%, tras variar de 196,76 a 205,31 y de 200,07 a 208,06 dólares por tonelada.

Entre los fundamentos que alentaron las nuevas ganancias se destacaron la falta de humedad en Rusia, donde las siembras de invierno 2021/2022 progresaron sobre el 84% de un área que resultará entre un 10 y un 15% menor a las previsiones iniciales. “Después de un verano seco, que dañó sustancialmente cultivos tardíos como el maíz, el Mar Negro se enfrenta con un otoño muy seco que amenaza la nueva cosecha de trigo. Casi todas las regiones productoras de trigo de invierno de Rusia recibieron entre el 20 y el 40% de las precipitaciones normales. Ucrania también ha estado relativamente seca, especialmente en el este”, informó durante la semana la consultora SovEcon. Esta firma, que recién dará su estimación oficial de cosecha a mediados de diciembre, elucubró que, dadas las condiciones actuales, la producción rusa de trigo podría ubicarse entre 75 y 78 millones de toneladas, por debajo de los 83,30 millones del ciclo 2020/2021.

Y además de la menor cosecha de trigo prevista en la Argentina, como se detalló anteriormente, el otro factor que impulsó las subas fue el estado de los suelos donde se están concretando las siembras de invierno de los Estados Unidos. En ese sentido, según el mapa de monitoreo de la sequía del Centro Nacional de Mitigación de la Sequía, la zona de las Grandes Planicies registra un 98,25% de los suelos con déficit hídrico, mientras que un 67,40% evidencia condiciones de sequía moderada; un 43,44%, sequía severa; un 19,41% sequía extrema, y un 3,42%, sequía excepcional.

Kansas, el principal Estado productor de trigo estadounidense, está así:

Respecto del progreso de las siembras de trigos de invierno, el martes el USDA la relevó sobre el 68% de la superficie estimada, contra el 52% de la semana pasada; el 61% de igual momento del año pasado, y el 61% promedio. El dato oficial resultó mayor que el 67% previsto por los operadores. Emergió el 41% de las plantas, frente al 24% de la semana anterior; al 37% de 2019, y al 35% promedio. El viernes los operadores estimaron el progreso de las siembras sobre el 85% de la superficie apta.

Entre neutro a levemente positivo resultó el viernes el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses, dado que el USDA relevó ventas por 528.500 toneladas de trigo, por debajo de las 530.600 toneladas del reporte anterior y dentro del rango previsto por los operadores, que fue de 200.000 a 600.000 toneladas.

 

La siembra del maíz en fechas consideradas tardías, a partir del 15 de noviembre, tiene sus particularidades en cuanto al manejo de plagas. En palabras del especialista en la materia Daniel Igarzabal, “es positivo para evitar daños de algunas plagas y negativo para otras”. Por un lado, explica el reconocido ingeniero agrónomo, los insectos de suelo como el gusano blanco son menos influyentes porque en el momento más susceptible de la planta ya se encuentran completando el ciclo de vida, pero advierte que se ha visto que hay daños en plantas entregadas y vuelco a partir de que los gusanos se alimentan de las raíces en etapas muy avanzadas.

Por su parte la chinche de los cuernos (Dichelops furcatus) también es más peligrosa en etapas tempranas de siembra. “En diciembre ya tiene muchos hospedantes y las poblaciones se distribuyen más extensamente. En resumen, la presión es menor, pero no debe ser descuidada en las etapas de emergencia hasta segunda hoja totalmente desplegada, que es cuando los daños son mayores”, detalla Igarzabal.

Luego agrega que el retraso de la siembra del cereal también puede ser beneficioso para evitar ataques tempranos de la chicharrita (Dalbulus maidis) que transmite una enfermedad similar a un virus. “Cuando se siembra temprano y no hay otros cultivos se concentran en el maíz, en etapas tardías de siembra las poblaciones están más desagrupadas. De cualquier modo digo que es menos impactante, pero chicharritas va a haber y cada año más. Es un problema a resolver de aquí en más”, advierte.

La plaga a la que sin dudas hay que dedicarle el mayor cuidado, según el experto, es la oruga cogollera (Spodoptera frugiperda), ya que a la hora de hacer daño no hace distinciones entre maíces tempranos o tardíos, y seguramente en los segundos las infestaciones serán importantes. “Hasta el año anterior los materiales con genes VIP se comportaron como tolerantes y no fueron necesarios tratamientos, pero cualquier otro material ya debe ser considerado susceptible”, comenta Igarzabal, y añade: “Lo importante en estos casos sigue siendo el monitoreo porque se ha demostrado que, para lograr eficiencia, deben efectuarse tratamientos antes de que la larva entre al cogollo. Una vez adentro, ningún tratamiento supera el 20 al 30 por ciento de eficiencia. Por tanto monitorear y detectar un 20 por ciento de plantas con raspado alargado y larvas vivas (pueden morir si el material es tolerante) es fundamental para proteger al cultivo”.

Rural – Clarín – Lucas Villamil

 

Fertilización en maíz tardío: con información se empiezan a derribar mitos

En los últimos años se fue despejando un mito que se venía escuchando con frecuencia en los campos: este era que el maíz tardío requería menos nutrientes durante su desarrollo que el que se siembra en fechas más tempranas.

Pero en el último tiempo, una vez que se afianzó la producción del maíz tardío en la Argentina, se fue trabajando con ensayos generando mucha información que pusieron de manifiesto lo que muchos expertos explicaban: El maíz tardío necesita la misma cantidad de nutrientes que el de primera. Lo único que se diferencia es que el cereal sembrado en diciembre tiene disponibles más nutrientes del suelo.

“El maíz tardío genera una ventana muy interesante para el cultivo y le le da mucha estabilidad al cultivo a lo largo de los años. Y este año es paradigmático para afirmar esto porque hay muchas regiones donde no se hubiera podido sembrar maíz”, comenzó describiendo Jorge Bassi, presidente de Fertilizar Asociación Civil.

“Parte de un suelo que está con mayor temperatura, lo que moviliza una gran cantidad de nutrientes. Sembramos sobre un suelo rico de nutrientes pero los modelos indican que no debemos subestimar el potencial de rinde que tiene las fechas tardías y hay que usar los mismos modelos que usamos para maíz temprano”, agregó el directivo.

Bassi señaló que “la fertilización balanceada es muy importante” y debe partir de “una estrategia clara y definida para los 4 nutrientes principales (nitrógeno, fósforo, azufre y Zinc) en toda la Pampa Húmeda”.

En este sentido, explicó que si en la región donde siembra el productor se apunta a 180 kilos de nitrógeno para los maíces de primera, se tiene que llegar al mismo umbral para los tardíos pese a que el suelo tenga más cantidad de nutrientes disponibles.

Un punto que destacó Bassi fue la importancia del análisis de suelo para el maíz tardío. “Es quizá el cultivo que más lo requiere porque te permite conocer la variabilidad de nutrientes que existen en los suelos”, especificó.

Ante los precios atractivos que presenta el maíz en esta campaña, el presidente de Fertilizar Asociación Civil, entiende que hay que aplicar muy bien la metodología de análisis de suelo y el objetivo de rinde debe estar apuntado a altos potenciales.

“En general la fertilización no se debe retrasar demasiado, a las dos o tres hojas, porque después el crecimiento es muy rápido, las plantas tienden a ser más grandes y es difícil poder entrar como se hace en maíz temprano”, dijo haciendo foco al cuidado a tener a la hora de fertilizar.

“Se llegó a fertilizar solamente el 65% del área de maíz tardío en 2015. Se había dejado de lado esta técnica. Ahora, ya igualó al maíz temprano con el 95% de la superficie fertilizada y además, con dosis en aumento que empiezan a acercarnos más a lo que deberíamos llegar”, graficó.

En este sentido, sostuvo que las brechas de rendimiento son similares entre maíz temprano y tardío.” No nos debe sorprender maíces tardíos de 12.000 kilos. El error del productor es poner un objetivo bajo de rendimiento, porque esa decisión dispara el resto del manejo”, explicó.

“La fecha de siembra no incide de ninguna manera en el diagnóstico de la fertilización. Hay que poner fósforo, azufre, zinc, en la medida medida que sean deficitarios. Y nitrógeno para que rinda más”, definió a su turno Gabriel Espósito, docente de la Universidad Nacional de Río Cuarto (Córdoba).

Coincidió que en el mismo lote hay mayor disponibilidad de fósforo y de zinc porque está más caliente el suelo pero los umbrales de fertilización son iguales tanto para maíz temprano como para maíz tardío.

“Lo único que te limita el uso de nitrógeno tanto en maíz temprano como en el tardío es la disponibilidad de agua”, definió.

Haciendo ensayos de alto potencial, la brecha de rendimiento del maíz de primera es de 3.600 kilos en relación al maíz tardío. El de primera podría alcanzar los 18.600 kilos versus 15.000 kilos del maíz tardío.

“Mucho de lo que falta es ajustar la nutrición, fertilizando de forma balanceada y agregando el nitrógeno que se necesita para alcanzar estos rindes”, dijo.

Rural – Clarín – Esteban Fuentes

 
 
 

 

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