Agro Premiun S.R.L.

ANALISIS DE PRODUCTOS

En marzo de 2018, un informe elaborado por técnicos del Área de Mecanización Agrícola del Inta Manfredi, con el recordado Mario Bragachini a la cabeza, ya era contundente. “Los fabricantes que en 2020 no ofrezcan una sembradora con tren cinemático que muevan los distribuidores en forma eléctrica guiados por software de funcionamiento inteligente, posiblemente quedarán fuera del mercado”, advertía. La frase que resumía la tendencia de mediano plazo en el mercado de sembradoras ya es parte de una tendencia irreversible y cuyo protagonismo comienza a adquirir dimensión en el mercado. Durante el año pasado, del total de sembradoras vendidas en el país, 77% estaban equipadas con dosificación neumática, más del 90% contaban con monitores de siembra y 30% con la opción de realizar dosificación variable, en su mayoría debido a la transmisión por motores eléctricos.

A partir de esta nueva configuración de la oferta y la demanda, el Inta Manfredi llevó a cabo durante la campaña anterior un ensayo para evaluar la distribución y el comportamiento de los sistemas de transmisión eléctricos y mecánicos en dosificadores neumáticos.

“La tendencia a tecnificar las sembradoras para mejorar la calidad de siembra y hacerlas que trabajen a mayor velocidad sin afectar la eficiencia es una premisa que se contempla en empresas fabricantes”, asegura el informe elaborado, a partir de esa experiencia a campo, por Fernando Scaramuzza, Diego Villarroel y Silvia Olivo, integrantes del Inta Manfredi.

Para los técnicos, que contaron para el ensayo con la colaboración de Diego Mathier, Marcos Bragachini, Santiago Tourn, Carolina del Pilar Díaz, Víctor Oscar y Claudio Ovando, lograr una siembra de calidad es conseguir que la diferencia entre la cantidad de plantas posibles de obtener (las sembradas) y las emergidas, sea mínima. Además de que la distancia entre ellas sea uniforme y que el tiempo transcurrido para emerger sea el mínimo para el conjunto de la población.

La incorporación de motores eléctricos en los sistemas de transmisión de las sembradoras cobró importancia en los últimos años, a partir del diseño y el desarrollo de una decena de proveedores en el mercado nacional. Su inclusión, entre otros beneficios, evita el solapamiento entre las pasadas de la máquina y permite realizar el corte de siembra “cuerpo por cuerpo”.

Trabajos realizados en el Inta Manfredi demuestran que esta tecnología aporta una mayor eficiencia en el uso de insumos con ahorros de entre 3% a 6% en semillas con valores de hasta el 10% en lotes irregulares.

El objetivo del ensayo fue evaluar el efecto de la velocidad de siembra sobre la distribución espacial de la semilla y su impacto en el rendimiento final del cultivo de maíz.

Resultados

La siembra para la evaluación se llevó a cabo el 22 de diciembre de 2020. Para su realización se utilizó una sembradora Crucianelli de 12 cuerpos, con una distancia de 52 centímetros entre líneas, equipada 100% con dosificadores neumáticos MaterMacc. La máquina se acondicionó con seis líneas con transmisión mecánica (cajas de levas variables Garro) y seis cuerpos con motores eléctricos (marca Bosch)

“El propósito de dividir la sembradora con ambos sistemas radica en afectar el estudio a las mismas variables que puedan incidir en los tratamientos en el momento de la siembra”, aclararon sus realizadores.

La siembra fue de segunda e incluyó al híbrido P2089 VYHR. La profundidad de siembra promedio fue de cinco centímetros, indicada para la disponibilidad de humedad al momento de la implantación.

Los factores evaluados fueron: velocidad de avance de la sembradora, densidad de siembra y transmisión. “A cada factor se le asignaron diferentes niveles; el factor velocidad de avance se evaluó con tres niveles: cinco, siete y nueve kilómetros por hora. En la transmisión se evaluaron dos niveles: mecánica y eléctrica. Y en la densidad de siembra dos poblaciones: 60 y 85 mil semillas por hectárea. Las combinaciones arrojan un total 12 tratamientos”, precisa el informe.

A la hora de evaluar el desempeño de la velocidad, con una densidad de 60 mil plantas, en cada uno de los niveles la respuesta del rendimiento fue mayor en el sistema eléctrico que mecánico. “En términos porcentuales, el eléctrico superó al mecánico en un cinco por ciento a una velocidad de cinco kilómetros; 3% a siete kilómetros; y 20% a nueve kilómetros de velocidad”, compara el ensayo. En promedio, el rendimiento alcanzado fue de 12,5 toneladas por hectárea con el sistema eléctrico y 11,5 toneladas con el mecánico.

Cuando se utilizó una densidad de 85 mil semillas por hectárea, el rendimiento alcanzado fue de 12,3 toneladas por hectárea con el sistema eléctrico y 11,4 toneladas por hectárea con la transmisión mecánica. Los cuerpos con motores eléctricos superaron a los mecánicos en un 17 % a cinco kilómetros por hora; por 2%, a siete kilómetros por hora; y en un 6% a nueve kilómetros por hora.

A modo de conclusión, el ensayo aporta que la mejor de calidad de siembra se logró con transmisión eléctrica a una velocidad de cinco kilómetros por hora y presento valores entre 95% para 60 mil semillas y 93% para 85 mil semillas.

“No obstante, la respuesta lograda por esta misma transmisión a siete y nueve kilómetros por hectárea se encuentra según lo reportado por bibliografía dentro de los valores aceptables”, aclara el informe.

Además, el sistema de transmisión eléctrico presenta la ventaja de lograr el corte por sección línea por línea en solapamiento. Eso representó entre un seis por ciento aproximadamente de ahorro en semillas de maíz o su equivalente aproximado a 15 dólares por hectárea.

En una condición normal de siembra de maíz de segunda en la zona centro de Córdoba, con una densidad de siembra de 60 mil plantas por hectárea y sembrada a una velocidad promedio de siete kilómetros por hora se registró una diferencia de rendimiento promedio de 400 kilos por hectárea a favor del sistema de transmisión eléctrico. Esto representa una diferencia de 80 dólares por hectárea (precio de agosto del 2021) o su equivalente a un camión por cada 75 hectáreas, según compara el informe.

Las nuevas tendencias en el mercado de sembradoras será uno de los temas que se desarrollará en el Segundo Congreso Latinoamericano de Agricultura de Precisión que se realizará del 30 de marzo al 1° de abril del año próximo.

Su lugar de realización será la experimental del Inta Manfredi e incluirá también al 19ª Capacitación del Inta en Agtech.

Los eje temáticos del Congreso serán: variabilidad de los recursos naturales, gestión de la variabilidad, equipamiento para tecnologías de precisión, precisión en el cuidado del medio ambiente y datos espaciales y economía.

Agrovoz – La Voz del Interior – Alejandro Rollán

Hasta el jueves pasado las empresas agroexportadoras ingresaron en el mercado de cambios local poco más de u$s2.200 millones y según las proyecciones, el último mes del año terminaría en un total de más de u$s2.500 millones, cifra récord para este período. Este dato es clave porque se enmarca en un momento de máxima tensión para las reservas netas del BCRA que según consultoras privadas se ubican en alrededor de u$s2.200 millones, luego de que la semana pasada el Gobierno pagara al FMI u$s1.855 millones, correspondientes al multimillonario crédito que tomó Mauricio Macri en 2018. La economía argentina necesita dólares frescos y una vez más el campo se convierte es uno de los pocos sectores que genera divisas genuinas. Es que este 2021 cerrará también con un récord en la liquidación de dólares de las agroexportadoras de más de u$s33.000 millones.

En tanto, en este último tramo del año el trigo continúa rompiendo batiendo todas las marcas con una súper cosecha estimada en 22 millones de toneladas y altos precios internacionales, es por ello que el viento de cola en el ingreso de divisas se prolongaría al menos durante el primer trimestre del próximo año. Según las proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario el sector liquidaría un total de alrededor de u$s9.000 millones, cifra también récord para este periodo.

Lo cierto es que si bien el ingreso de divisas será abultado estará lejos de ser suficiente ante los millonarios compromisos que deberá afrontar el Gobierno con el FMI. Concretamente, según explica la consultora Equilibra, en enero vencen u$s746 millones de capital e intereses de bonos y letras del Gobierno Nacional, y se le pagarán otros u$s731 millones al FMI que dejarán la cuenta de DEG en cero. A este escenario se le suma que habrá que contabilizar además u$s315 millones de vencimiento con otros multilaterales.

“A su vez, a partir de febrero, todos los servicios de deuda que no puedan refinanciarse deberán cubrirse con reservas internacionales. Entre febrero y marzo, se le deberán pagar u$s3.425 millones al FMI y u$s670 millones a otros multilaterales, además de caducar el “período puente” acordado con el Club de París para regularizar los servicios de deuda con el organismo (u$s2.000 millones). Es difícil pensar en un escenario en el que el Gobierno pueda afrontar estos pagos sin llegar a un acuerdo con el FMI”, adelanta la consultora económica.

Así las cosas, porque a pesar del ingreso extraordinario de dólares que el campo aportaría en diciembre y los primeros tres meses del 2022, la tensión sobre las reservas continuará en su máximo esplendor si el Gobierno no cierra un acuerdo con el FMI antes de marzo. Como dato positivo y que puede abrir un escenario favorable para la Argentina es que en la medida de que la administración de Alberto Fernández cierre un acuerdo “sustentable”, el 2022 promete ser un año de precios sostenidos para las commodities del campo, por ello las primeras proyecciones adelantan que el sector aportaría en total más de u$s37.400 millones.

Ámbito Financiero – Yanina Otero

Los altos rindes de trigo están asociados en la Argentina al sudeste bonaerense. Sucede desde hace décadas, aunque hay antecedentes históricos en el norte patagónico y la capital nacional de este cereal es Leones, en el sur cordobés. Pues bien, en esa zona, un poco más al oeste, en Coronel Baigorria, cerca de Río Cuarto, se acaba de registrar un récord de rendimiento “nunca visto” en la zona núcleo donde reinan la soja y el maíz: 104 quintales por hectárea. Ese fue el promedio, porque el monitor de rendimiento de la cosechadora reflejó picos de 120 qq/ha en algunas parcelas de un lote comercial, no experimental, de 70 hectáreas. El protagonista de esta historia es Juan José Boccolini, un ingeniero biomédico de 33 años, tercera generación de una familia de productores agropecuarios, que hasta hace 2015, cuando tenía 27 años, fue prácticamente “empujado” a buscar otros horizontes profesionales.

La relación padre-hijo: de las diferencias a la confianza ganadora

Santiago Boccolini, hoy de 60 años, siempre quiso que su hijo Juan José se dedicara a otra cosa. No lo quería en el campo para que desarrollara en otra actividad todo el potencial que le veía. A tal punto que lo incentivó a estudiar otra carrera, sin ninguna relación con el trabajo rural que él había heredado de su padre.

Así, Juan José se recibió de ingeniero biomédico en Córdoba y trabajó 5 años en una multinacional en Buenos Aires. Hasta que una noche de cerveza en el balcón, en 2015, sintió el llamado de protagonizar la tercera generación, que comparte con sus dos hermanas.

Desde entonces, ha sido un tire y afloje con distintos paradigmas, en un trabajo conjunto en el que Juan José reconoce la experiencia y Santiago valora el empuje innovador. El desarrollo que están logrando juntos expone que van pudiendo dejar atrás las diferencias. Y que el afecto filial se transforma también en confianza para la ganancia productiva.

La sangre tira y lo que se mama de chico en algún momento aflora por los poros. Depende de cómo se escuche ese latido interior y la audacia que cada persona decida poner en juego.

En este caso, Juan se está animando a romperle los paradigmas a su padre, y juntos, con “discusiones todos los días” están logrando objetivos de apariencia imposible, tal como creían incluso algunos técnicos especializados.

De la biomedicina a la gestión agropecuaria

Dedicado durante 5 años a prótesis y otros objetos sofisticados de la biomedicina, con un buen sueldo y proyección profesional en Buenos Aires, Juan se rebeló con el mandato paterno y se volvió para convencerlo de que podían crecer mucho más.

Todo se fue dando como un “efecto dominó”. De hecho, este trigo récord, sembrado el 1° de junio y cosechado el 11 de este mes, es “nieto” de las vacas e hijo de un maíz también superlativo. La metáfora refiere a que la intensificación productiva surgió para contar con granos como reserva forrajera para el feedlot. Y la siembra de trigo deriva de la apuesta por las rotaciones agrícolas.

“Estamos en una zona de bajas precipitaciones en invierno, por eso decidimos poner un equipo de riego subterráneo por goteo. Eso nos obligó a cambiar la cabeza productiva para ser más eficientes, a los fines de recuperar la inversión y amortizar el costo del equipo de riego”, explica Juan con naturalidad, casi sin darse cuenta de su actitud excepcional.

La instalación del riego subterráneo implica tres etapas: primero la instalación eléctrica, luego la del pozo de agua y finalmente el “sembrado de las mangueras”, de a 3 surcos por pasada, a 30 cm de profundidad.

De las 2.000 hectáreas que cultivan en la zona núcleo (1.200 propias) ya tienen 250 con manejo del agua independiente de las lluvias.

Jueguen por abajo

Como recomiendan los impulsores del buen fútbol, los Boccolini decidieron “jugar por abajo”. Para ganar productividad, en vez de mirar al cielo apostaron a la base. Y a partir de ahí pisaron fuerte.

En el primer año de disponibilidad de riego, sembraron maíz (el 10 de octubre de 2020) con un alto planteo tecnológico, con mayor densidad de semillas: 113.000 plantas por hectárea en promedio, con zonas del lote de 120.000 y otras 108.000, según midieron las respuestas del suelo. “Tenemos evaluado que en un sector hay mejores condiciones edáficas y amerita poner más plantas”, dice Juan, con precisión quirúrgica.

En secano, lo habitual es poner 70.000 plantas por hectárea. Y aun con riego, la recomendación oscila en torno de las 100.000 plantas por hectárea. Pero en este caso se animaron un poco más. Y el 23 de marzo de esta año les rindió 178 quintales por hectárea.

En todos los casos, el manejo es por ambientes, con mapas de rinde y “pinchazos” en el suelo para detectar situaciones particulares, metro a metro. Lógicamente, las siembras son variables,al igual que las aplicaciones periódicas de nitrógeno y fósforo.

La antesala del trigo estelar fue un barbecho químico con Traspect, un graminicida de Syngenta, aplicado 45 días antes de la siembra. Un mes antes se aplicaron 180 kg de urea granulada y finalmente se sembraron 180 kg de semillas por hectárea (más del doble que lo habitual) de Baguette 620 de Nidera, a 21 centímetros entre surcos. El tratamiento de las semillas se hizo con Bárbora Integral.

Con el complemento del arrancador fertilizante Foszinc45, el trigo nació parejito: con una emergencia del 98% de las plántulas.

El sistema de riego también es clave para la fertilización. “Permite elegir el momento y esta vez recibió justo el One Plus fertirregado por las mangueras subterráneas”, destaca Juan. Y remarca que “con la buena condición general y la evidente sanidad de la variedad de semillas elegida, no fue necesaria la segunda dosis de fungicidas que habíamos presupuestado”.

En esta campaña, la oferta hídrica tuvo viento de cola, para pasar de los 200 milímetros habituales en la zona a los 405 mm finales: este número se alcanzó con 50 mm iniciales, una nevada que representó otros 30 mm, más los 255 mm por riego subterráneo y una lluvia de 70 mm que brindó el envión final.

La ecuación permitió ese rinde que cuadruplicó el promedio de la zona: no son muchos los productores que apuestan allí por el trigo, y los rendimientos oscilan en torno a los 25 quintales por hectárea. Claro que la cuestión va más allá del agua. “No sé que podría haber pasado con otra variedad de semillas”, plantea el productor, todavía sorprendido.

Vale recordar que todo surgió desde la “necesidad” de contar con maíz y picado de maíz disponible para el feedlot de la empresa familiar. Pero el círculo virtuoso de la intensificación augura que con 5 campañas de maíz y trigo como la de este año, se paga la inversión en riego... Si, se puede...

Números nacionales

Este jueves, el informe semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indicó que el promedio nacional de rendimientos en trigo es de 32,8 quintales por hectárea, y en el sur de Córdoba, con un 91,5 % de avance de cosecha, el promedio regional es de 29,2 quintales por hectárea.

La Bolsa porteña reflejó que el porcentual cosechado en todo el país es de 78,3 %. Se esperan un total de 22 millones de toneladas de trigo.

Maquinaria propia

Una particularidad de los Boccolini es que si con el trigo parecen franceses, con el uso de maquinaria se asemejan a agricultores de otros países: como muchos norteamericanos, u otros latinoamericanos, cuentan con fierros propios e incluso los manejan ellos mismos. Aunque Juan “pelea” todos los días con la dificultad de Santiago para delegar. “Si querés estar en todo, nunca llegarás lejos”, repite como lema.

El parque de maquinaria incluye una cosechadora, con su plataforma y su maicero, dos monotolvas, dos tractores, cuatro sembradoras (2 a 52 y 2 a 42 centímetros), dos pulverizadoras, embolsadoras, extractoras de granos, un paratil, casillas, y hasta 2 camiones y una jaula para hacienda, entre otros equipos mecanizados.

Más allá de los gustos, la dinámica productiva no se detiene. En ese mismo lote mágico, en estos días están sembrando soja, el otro gran cultivo argentino que va por un resultado asombroso... Apuestan a 410.000 plantas por hectárea de semillas Asgrow, sembradas a 42 centímetros entre surcos.

Juan explica, como argumenta todos los días ante Santiago, que “si los números demuestran la razón de los planteos, no hay que temer a la rotura de paradigmas”. Y advierte: “Tengo más ideas innovadoras. Veremos en el tiempo qué resultados nos dan”.

Rural – Clarín – Mauricio Bártoli

Martes, 28 Diciembre 2021 23:11

INFORME DEL USDA – DICIEMBRE

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos publicó hoy su nuevo informe mensual con las estimaciones sobre oferta y demanda de granos en el nivel mundial. Sin cambios en las previsiones respectivas a la soja y al maíz estadounidenses, y con muy pocas variantes para el resto de los países productores y proveedores, lo más interesante del nuevo reporte estuvo en el espacio del trigo.

En efecto, el organismo redujo las exportaciones y elevó las existencias finales de trigo de los Estados Unidos. Además, y quizás lo más importante, elevó las exportaciones de Australia, de 23,50 a 25,50, y las de la Unión Europea, de 36,50 a 37 millones. Asimismo, sostuvo las ventas externas rusas en 36 millones de toneladas, cuando el mercado las espera más cerca de los 34 millones, y redujo la demanda de China, de 10 a 9,50 millones.

Con la excepción de los precios del trigo, que sumaron fundamentos para operar en baja por la calma que trajo al mercado la entrada de la cosecha del hemisferio Sur, ahora refrendada por el USDA con su valoración sobre Australia –quizás el organismo deba revisar al alza en enero su cálculo sobre la Argentina–, las cotizaciones del maíz y de la soja en Chicago siguen con sus propias lógicas, el cereal sostenido por la fuerte demanda externa y por las buenas perspectivas para el etanol y la oleaginosa presionada por la debilidad del aceite. Cabe señalar, sin embargo, que para la soja puede interpretarse como positivo el hecho de que el USDA no modificara su estimación sobre el stock final estadounidense, frente al leve aumento previsto por los privados. Pero eso puede ser rápidamente eclipsado por el buen estado de los cultivos en el centro y en el norte de Brasil, sumado al hecho de que la cosecha ingresará en el circuito comercial de manera anticipada, desde las primeras semanas de enero. 

Ofrecemos a continuación los principales datos del nuevo reporte oficial:

SOJA

El USDA no hizo ningún cambio sobre las variables comercial estadounidenses, al sostener la cosecha de soja en 120,43 millones de toneladas, el uso total en 62,77 millones, las exportaciones en 55,79 millones y las existencias finales en 9,25 millones, por debajo este último dato de los 9,58 millones previstos por los privados.

Stock final 2021/2022 en Estados Unidos (en millones de toneladas)

USDA

DICIEMBRE

USDA

NOVIEMBRE

Promedio

Privados

USDA

2020/2021

9,25

9,25

9,58

6,97

 

Acerca de la oferta sudamericana, el USDA estimó la producción y las exportaciones de soja de Brasil en 144 y en 94 millones de toneladas, sin cambios.

Hoy la Conab elevó de 142,01 a 142,79 millones de toneladas su estimación sobre la cosecha de soja de Brasil y de 89,92 a 90,67 millones el cálculo sobre las exportaciones.

Cosecha 2021/2022 en Brasil (en millones de toneladas)

USDA

DICIEMBRE

USDA

NOVIEMBRE

Promedio

Privados

USDA

2020/2021

144,00

144,00

143,79

138,00

 

Para la Argentina tampoco hubo cambios, con la cosecha fija en 49,50 millones de toneladas y las exportaciones de poroto, harina y aceite en 5,35, 29,30 y en 6,25 millones de toneladas, respectivamente.

Cosecha 2021/2022 en la Argentina (en millones de toneladas)

USDA

DICIEMBRE

USDA

NOVIEMBRE

Promedio

Privados

USDA

2020/2021

49,50

49,50

49,39

46,20

 

Las importaciones chinas de soja fueron sostenidas en 100 millones de toneladas, pese a un recorte de la producción, de 19 a 16,40 millones de toneladas.

En el nivel mundial el USDA estimó la producción de soja en 381,78 millones de toneladas, por debajo de los 384,01 millones del informe de noviembre. En tanto que las existencias finales fueron proyectadas en 102 millones, frente a los 103,78 millones del reporte anterior y a los 104,13 millones previstos en promedio por los privados.

Stock final 2021/2022 en el Mundo (en millones de toneladas)

USDA

DICIEMBRE

USDA

NOVIEMBRE

Promedio

Privados

USDA

2020/2021

102,00

103,78

104,13

99,81

 

MAÍZ

Al igual que en el caso de la soja, el USDA no hizo cambios en las diversas variables comerciales estadounidenses, con la cosecha estable en 382,59 millones de toneladas, el uso total en 313,20 millones –la demanda de la industria del etanol fue mantenida en 133,36 millones de toneladas–, las exportaciones en 63,50 millones y las existencias finales en 37,94 millones, levemente arriba ese último dato de los 37,77 millones previstos por los operadores.

Stock final 2021/2022 en Estados Unidos (en millones de toneladas)

USDA

DICIEMBRE

USDA

NOVIEMBRE

Promedio

Privados

USDA

2020/2021

37,94

37,94

37,77

31,41

 

Respecto de la oferta de América del Sur, el USDA proyectó la cosecha de maíz de Brasil en 118 millones de toneladas y las exportaciones, en 43 millones, sin cambios respecto de noviembre.

En su informe mensual la Conab elevó hoy de 116,71 a 117,18 millones de toneladas su estimación sobre la producción de maíz brasileño, pero mantuvo en 36,68 millones el cálculo sobre las exportaciones.

Cosecha 2021/2022 en Brasil (en millones de toneladas)

USDA

DICIEMBRE

USDA

NOVIEMBRE

Promedio

Privados

USDA

2020/2021

118,00

118,00

118,26

86,00

 

El USDA tampoco modificó sus perspectivas para la Argentina, con la cosecha y las exportaciones estables en 54,50 y en 39 millones de toneladas

Cosecha 2021/2022 en la Argentina (en millones de toneladas)

USDA

DICIEMBRE

USDA

NOVIEMBRE

Promedio

Privados

USDA

2020/2021

54,50

54,50

53,96

50,50

 

Rompiendo la apatía del informe, para el otro gran proveedor mundial de maíz, Ucrania, el USDA elevó de 38 a 40 millones de toneladas su estimación sobre la cosecha y de 31,50 a 32,50 millones sus ventas externas.

En cuanto a la demanda, las importaciones de China fueron mantenidas en 26 millones de toneladas.

Las compras de México, la Unión Europea y de Japón fueron sostenidas sin variantes, en 17, 15 y en 15,60 millones de toneladas, respectivamente.

Las importaciones de Canadá fueron mantenidas en 3 millones de toneladas. Vale recordar que en la campaña anterior las compras canadienses sumaron 1,58 millones de toneladas. El gran destinatario de esta mayor demanda está resultando Estados Unidos.

En el nivel mundial el USDA estimó la producción de maíz en 1208,73 millones de toneladas, por encima de los 1204,62 millones del informe de noviembre. En tanto que las existencias finales fueron proyectadas en 305,54 millones, frente a los 304,42 millones del reporte anterior y a los 304,47 millones previstos en promedio por los privados.

Stock final 2021/2022 en el Mundo (en millones de toneladas)

USDA

DICIEMBRE

USDA

NOVIEMBRE

Promedio

Privados

USDA

2020/2021

305,54

304,42

304,47

292,69

 

TRIGO

El espacio del trigo en el informe del USDA es el que trae la mayor cantidad de modificaciones. En efecto, con la cosecha estadounidense estable –y ya lejana– en 44,79 millones de toneladas, las importaciones fueron reducidas de 3,13 a 2,99 millones de toneladas y las exportaciones, de 23,41 a 22,86 millones de toneladas. Sin cambios en el uso para forraje y en el uso total –3,67 y 31,65 millones de toneladas–, las existencias finales fueron estimadas en 16,28 millones de toneladas, por encima de los 15,87 millones de noviembre y de los 16,03 millones previstos por los privados.

Stock final 2021/2022 en Estados Unidos (en millones de toneladas)

USDA

DICIEMBRE

USDA

NOVIEMBRE

Promedio

Privados

USDA

2020/2021

16,28

15,87

16,03

23,00

 

Fueras de las cifras respectivas a Estados Unidos destacamos lo siguiente:

  • La producción de Rusia fue eleva de 74,50 a 75,50 millones de toneladas, en tanto que las exportaciones fueron sostenidas en 36 millones de toneladas.
  • Para Ucrania la cosecha fue mantenida en 33 millones de toneladas, mientras que las ventas externas fueron elevadas de 24 a 24,20 millones.
  • La cosecha de la Unión Europea fue incrementada de 138,40 a 138,70 millones de toneladas y sus exportaciones, de 36,50 a 37 millones.
  • En cuanto a Canadá, la producción fue revisada al alza, de 21 a 21,65 millones de toneladas, pero las exportaciones fueron sostenidas en 15 millones.
  • En pleno progreso, la producción de Australia fue elevada de 31,50 a 34 millones de toneladas y sus ventas externas, de 23,50 a 25,50 millones. La semana pasada ABARES elevó de 32,63 a 34,42 millones de toneladas su estimación sobre la cosecha de trigo australiano.
  • La producción argentina de trigo fue mantenida en 20 millones de toneladas y las exportaciones, en 13,50 millones. Ayer la Bolsa de Comercio de Rosario elevó de 20,40 a 22,10 millones de toneladas su previsión sobre la cosecha de trigo argentino.
  • Las importaciones chinas fueron reducidas de 10 a 9,50 millones de toneladas.

En el nivel mundial el USDA estimó la producción de trigo en 777,89 millones de toneladas, por encima de los 775,28 millones del informe de noviembre. En tanto que las existencias finales fueron proyectadas en 278,18 millones, frente a los 275,80 millones del reporte anterior y a los 276,30 millones previstos en promedio por los privados.

Stock final 2021/2022 en el Mundo (en millones de toneladas)

USDA

DICIEMBRE

USDA

NOVIEMBRE

Promedio

Privados

USDA

2020/2021

278,18

275,80

276,30

289,64

 

El valor de la soja volvió a superar ayer la barrera de los 500 dólares por tonelada en la Bolsa de Chicago tras completar la novena rueda alcista consecutiva, algo que no sucedía desde mediados de agosto último. El tiempo seco que afecta el sur de Brasil y zonas agrícolas de la Argentina y de Paraguay es el principal fundamento de la tónica alcista, por las pérdidas que podría ocasionar sobre los volúmenes exportables de los tres grandes proveedores sudamericanos. Al cierre de los negocios, las pizarras del mercado estadounidense mostraron subas de US$11,20 y de 11,30 sobre los contratos enero y marzo de la soja, cuyos ajustes resultaron de 500,63 y de 503,94 dólares por tonelada. En lo que va del rally alcista, estas posiciones ganaron un 9,53 y un 9,65% frente a los 457,09 y a los 459,57 dólares vigentes al término de los negocios de la rueda del 13 de diciembre. Dichas mejoras ya se consideran una prima de riesgo climático construida por las sucesivas compras concretadas por los grandes fondos de inversión.

Dentro del complejo sojero que se negocia en Chicago, la harina es el producto estrella. Esto surge de la comparación de las subas logradas por los tres productos en lo que va de diciembre. En efecto, el valor de la harina acumula una ganancia del 21,36%, al crecer de 376,77 a 457,23 dólares por tonelada; el de la soja, un 11,93%, de 447,27 a 500,63 dólares, y el del aceite, apenas un 2,73%, de 1217,16 a 1250,44 dólares.

Ocurre que los operadores consideran que ante una caída en la oferta de la Argentina, el principal proveedor mundial de harina de soja, habrá más opciones de negocios para el subproducto de la oleaginosa estadounidense. Como contrapartida, un incremento de la molienda en Estados Unidos para abastecer esa eventual mayor demanda de harina elevará las existencias de aceite, razón por la cual sus valores acompañan con poco entusiasmo las subas.

Comienzan a relevarse las pérdidas

Si bien la atención del mercado está sobre la evolución de las condiciones meteorológicas en Sudamérica, el hecho de tener ciclos de cultivos más anticipados en comparación con la Argentina hace que el foco esté puesto sobre Brasil. “La mayor preocupación es la falta de lluvias en el sur, donde ya se confirman pérdidas para Paraná y para Rio Grande do Sul”, contó a LA NACION desde San Pablo Ana Luiza Lodi, especialista en análisis de mercado de la estadounidense StoneX.

Agregó que actualmente los técnicos de la firma están relevando cultivos para publicar la nueva estimación para la cosecha brasileña. “A principios de diciembre StoneX proyectó 145,10 millones de toneladas, pero este volumen caerá en el próximo informe del 3 de enero por el tiempo seco en el sur”, explicó la analista y descartó que la producción del centro de Brasil –Mato Grosso, por ejemplo–, donde las lluvias están siendo mucho más generosas con los cultivos, logre compensar las pérdidas de los Estados sureños, que son parte de las consecuencias del fenómeno Niña que persiste en la región.

El miércoles pasado, en su informe mensual, el Departamento de Economía Rural de Paraná redujo un 12,09% su estimación sobre la cosecha del Estado –es el segundo mayor productor de soja en Brasil–, de 20.985.665 a 18.448.213 toneladas. El dato actual implica, además, una merma del 6,83% frente a las 19.800.827 toneladas recolectadas en la campaña 2020/2021.

Y las expectativas en cuanto al clima para la región sur de Brasil no mejoran, tanto es así que para las próximas dos semanas se prevén lluvias inferiores a los registros normales sobre Paraná, Santa Catarina y sobre Río Grande do Sul.

Respecto de la Argentina, el jueves pasado la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ajustó del 87 al 71% la proporción de soja en estado bueno/excelente, que sigue arriba del 45% vigente un año atrás. También redujo la proporción de suelos bajo condición hídrica óptima/adecuada, del 90 al 80%, en comparación con el 71% de igual momento de 2020.

“Las regiones más afectadas por el déficit hídrico son el centro-norte de Santa Fe, el centro-este de Entre Ríos, el sudeste de Buenos Aires y la cuenca del Salado”, describió la entidad, que relevó el progreso de la siembra sobre el 73,3% del área prevista, demorada frente al 77,2% de la misma fecha de 2020 y al 81,1% promedio del segmento 2016/2021.

En Paraguay, donde ya se iniciaron las labores de cosecha de soja, Rubén Sanabria, integrante de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, le dijo al diario ABC Color que en algunas parcelas levantadas el rinde no supera los 1000 kilos por hectárea, frente a una expectativa inicial de 3500 kilos por hectárea. Según la entidad, ese es el peor resultado registrado en 24 años.

“Las pérdidas son cuantiosas y lo que se cosecha no salva ni el costo de producción, que equivale a 2000 kilos por hectárea. Las parcelas más tardías se están perdiendo también y ni sabemos si las podremos cosechar”, relató Sanabria. Las estimaciones iniciales ubicaban la producción de soja de Paraguay en 10 millones de toneladas, pero el impacto de la falta de humedad ajustaría las expectativas hasta un volumen más próximo a los 8 millones.

Mercado local

Las subas externas se reflejaron ayer sobre las pizarras del Matba Rofex, donde los contratos enero y mayo de la soja ganaron US$6,90 y 7,70 al terminar la jornada con ajustes de 377 y de 343,50 dólares por tonelada. En lo que va de diciembre, la posición que marca la entrada formal de la nueva cosecha aumentó un 9,57% frente a los 313,50 dólares del cierre del 30 de noviembre.

En el mercado físico las fábricas ofrecieron 375 dólares por tonelada de soja para las terminales del Gran Rosario, US$5 más que el jueves pasado. Fuentes del sector comercial señalaron que por lotes grandes se llegaron a proponer 378 dólares. Además, para el caso de la denominada “soja sustentable”, las propuestas fueron de 378 dólares más una bonificación de 5 dólares.

Por soja de la próxima cosecha, para las descargas en mayo, las fábricas ofrecieron 335 dólares por tonelada y los exportadores, 340 dólares, por encima de los 330 y de los 335 dólares vigentes al cierre de la semana pasada, respectivamente.

En cuanto a los precios de exportación, el Ministerio de Agricultura de la Nación indicó que los valores FOB en los puertos argentinos subieron ayer de 577 a 588 dólares por tonelada para la soja; de 442 a 448 dólares para la harina, y de 1350 a 1377 dólares para el aceite.

En su informe semanal sobre cultivos el USDA relevó hoy el avance de la cosecha de maíz sobre el 10% del área apta, en línea con lo esperado por los operadores. El progreso de la recolección de soja fue reportado sobre el 6%, por encima del 5% esperado por los privados. En cuanto al estado de las plantas, el organismo elevó del 58 al 59% la proporción de maíz en estado bueno/excelente y del 57 al 58% el dato respectivo a la soja. La siembra de trigos de invierno progresó sobre el 21% del área prevista.

A continuación brindamos los principales datos del nuevo reporte:

MAÍZ

El USDA relevó el avance de la cosecha de maíz sobre el 10% del área apta, contra el 4% de la semana pasada, el 8% de igual momento de 2020, el 9% promedio de las cuatro campañas precedentes y el 10% estimado por los operadores.

Además, ponderó en estado bueno/excelente el 59% del maíz, por encima del 58% de la semana pasada, pero por debajo del 61% de igual momento de 2020. El dato oficial quedó por encima del 58% previsto en promedio por los privados.

Está dentado el 93% del maíz, respecto del 87% del reporte anterior, del 94% de 2020 y del 89% promedio. Está maduro el 57% del maíz, contra 37% de la semana anterior, el 56% de igual momento del año pasado y el 47% promedio.

Evolución de la cosecha en los principales Estados productores:

Estado

Cosechado

Semana pasada

Año pasado

Iowa

4%

-

4%

Illinois

11%

1%

4%

Minnesota

6%

3%

1%

 

SOJA

En su primer relevamiento nacional del progreso de la cosecha, el USDA lo marcó sobre el 6% del área apta, contra el 5% de 2020 para la misma fecha y el 6% promedio. El dato oficial quedó por encima del 5% previsto en promedio por los privados.

Acerca de la ponderación sobre la condición de los cultivos, el organismo relevó un 58% de la soja en estado bueno/excelente, por encima del 57% de la semana pasada, pero por debajo del 63% vigente un año atrás. El dato oficial quedó por encima del 57% previsto por los privados.

Está perdiendo hojas el 58% de las plantas, en comparación con el 38% de la semana pasada, el 56% de 2020 y el 48% promedio.

 Evolución de la cosecha en los principales Estados productores:

Estado

Cosechado

Semana pasada

Año pasado

Illinois

1%

-

1%

Iowa

4%

-

6%

Minnesota

11%

3%

6%

 

TRIGOS DE INVIERNO

La siembra de la nueva campaña de trigos de invierno avanzó sobre el 21% del área prevista, frente al 12% de la semana pasada, al 19% de igual momento de 2020, al 18% promedio de las cuatro campañas precedentes y al 22% previsto por los privados. Emergió el 3% de los cultivos, contra el 3% del año pasado y el 2% promedio.

Granar Research

El biodiésel argentino sufrió un nuevo revés judicial en Estados Unidos. Este martes se dio a conocer que la Corte de Comercio Internacional de Estados Unidos confirmó el análisis del Departamento de Comercio de ese país sobre el régimen de impuestos a las exportaciones argentinas. En 2016, Argentina exportó a Estados Unidos alrededor de U$S 1.200 millones en biodiésel, siendo el principal mercado. Y en 2017, el departamento de Comercio de EE.UU. determinó que estas importaciones estaban siendo subsidiadas injustamente y Estados Unidos comenzó a imponer aranceles compensatorios de hasta 72,28%.

En 2018, el gobierno argentino solicitó al Departamento de Comercio que revisara estos aranceles a la baja mediante una revisión de circunstancias cambiantes.

El departamento determinó de manera preliminar que el régimen de impuestos a las exportaciones de Argentina ya no estaba diseñado y estructurado para alentar el desarrollo de la industria del biodiesel aguas abajo asegurando la disponibilidad de soja relativamente barata. Esto habría reducido sustancialmente los tipos de derechos compensatorios estadounidenses.

Pero en los resultados finales de Comercio, el departamento se revirtió. El departamento dijo que “el régimen fiscal de exportación de Argentina está cambiando, lo que lleva a Comercio a concluir que no hay suficientes circunstancias cambiantes para justificar una reducción de los aranceles. El gobierno argentino y LDC demandaron.

El Tribunal de Comercio Internacional de EE. UU. confirmó los resultados de la revisión de Comercio

Comercio sopesó adecuadamente la evidencia del expediente, incluido el diferencial de impuestos a la exportación entre la soja y el biodiesel, dijo el tribunal de comercio. Si bien la diferencia temporal constante puede restar valor a la conclusión de Comercio, “los numerosos cambios en el régimen fiscal de exportación de Argentina y el proyecto de ley que establece que los aranceles de exportación se reducirían para las mercancías que agregan valor a través de su producción, restan valor a la conclusión de que los subsidios sujetos a medidas compensatorias se encuentran en la investigación subyacente ya no estaba en su lugar ”, dijo el tribunal.

El tribunal también rechazó el argumento de los demandantes argentinos de que las conclusiones de Comercio se basaban inadmisiblemente en especulaciones. “Aunque el Departamento de Comercio basó sus conclusiones en parte en predicciones sobre el régimen fiscal de exportación de Argentina en el futuro inmediato, estas predicciones se basaron en tendencias establecidas por pruebas sustanciales de antecedentes y circunstancias existentes”, dijo el tribunal.

Los demandantes no mantuvieron su argumento de que Comercio emitió los resultados de su revisión después de la fecha límite reglamentaria, concluyó el juez Gary S. Katzmann.

Trade Law Defense PLLC representa al gobierno de Argentina. White & Case LLP representa LDC. Cassidy Levy Kent (EE. UU.) LLP representa a la Coalición de Comercio Justo de la Junta Nacional de Biodiesel, que se unió al caso en oposición a la reducción de los aranceles.

Clarín - Bloomber

El ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, se metió de lleno con la carne, el tema que hoy preocupa a la Mesa de Enlace por la extensión hasta el 31 del mes próximo del cepo a las exportaciones, que están cuotificadas en un 50% por decreto del presidente Alberto Fernández. Según pudo reconstruir LA NACION, Domínguez recibió a técnicos de la Mesa de Enlace para tener un diagnóstico en el actual contexto marcado por la restricción para exportar. Fue la primera reunión con los técnicos de las entidades. Ocurrió casi en simultáneo mientras los presidentes de las entidades de la Mesa de Enlace estaban con el gobernador Juan Schiaretti en Córdoba para hablar del cepo a la carne y buscar su apoyo al reclamo, algo que obtuvieron. En este contexto, trascendió que en las últimas horas el Senasa empezó a solicitar a los frigoríficos que informen el stock acumulado de carne en sus cámaras.

Domínguez estuvo acompañado por su segundo, el secretario de Agricultura Jorge Solmi; el subsecretario de Ganadería, José María Romero; el director Nacional de Control Comercial Agropecuario, Luciano Zarich, y el presidente y vicepresidente del Senasa, Carlos Paz y Carlos Milicevic, respectivamente.

Los técnicos de las entidades llegaron con la sensación de que la carne es el primer conflicto que, de manera rápida, Domínguez quiere resolver. No surgieron promesas, pero sí habrá otro encuentro el próximo viernes en la previa de la reunión que el ministro mantendrá el lunes con los presidentes de la Mesa de Enlace. Hubo un intercambio de datos, opiniones, sobre el mercado.

“Fue para ponerse de acuerdo en los números que manejamos, como stock, consumo, vientres, entre otros”, señaló una fuente de la producción.

“Están buscando una salida para el decreto”, agregó en relación al decreto presidencial 408 de mayo pasado que puso el cepo.

El cepo es del 50%, pero si se suman las cuotas arancelarias asignadas al país para Europa y los Estados Unidos, más un cupo de 3500 toneladas extra mensual a Israel, se está en torno de una exportación permitida del 65%. En la reunión se cruzaron números que indicarían que, con el arrastre de las ventas antes de la restricción, posiblemente en el cierre de 2021 se esté cerca del 80% exportado en 2020, que fue de casi 900.000 toneladas.

Diagnóstico

“Se hizo un diagnóstico de la situación, dónde estamos parados y qué alternativas puede haber para salir de este conflicto”, apuntó la fuente consultada.

Según graficó, los funcionarios escucharon la información brindada, los números. “Se llevaron la información, la pelota quedó del lado de ellos”, señaló.

“Se apunta a que se libere la vaca, lo que se hace ruido es el 50%”, agregó. La vaca a la que menciona es un animal viejo, casi de descarte cuya carne no tiene consumo local masivo. En cambio, posee una buena colocación en China, que se venía llevando el 75% de la carne exportada por la Argentina.

“Quieren solucionar, la pelota quedó ahora del lado de ellos”, opinó la fuente consultada por este medio. “Insistimos que la solución es liberar las exportaciones”, agregó otra fuente.

En el cierre de campaña del Frente de Todos antes de las PASO, la vicepresidenta Cristina Kirchner se había referido a esa vaca que se exporta a China relativizando que se tratara de un animal viejo.

“Dicen que en realidad las vacas que se iban para afuera eran todas vacas viejas, entonces en el campo tenemos un geriátrico en lugar de producción vacuna”, apuntó.

La Nación – Fernando Bert

Sembrar una hectárea de maíz o de soja en la nueva campaña en Córdoba será más cara que en el ciclo anterior y es probable que ofrezca una menor rentabilidad. La disminución en los precios de ambos granos, respecto a la cosecha pasada, es la principal razón por la cual la foto previa a la siembra de los dos granos gruesos en la provincia muestra números ajustados. Una hectárea de maíz tardío en el territorio provincial tendrá un costo directo de 510 dólares por hectárea, lo que representa un aumento de 16 por ciento en relación al ciclo anterior, cuando el valor fue 440 dólares la hectárea, de acuerdo con las cifras elaboradas por la Bolsa de Cereales de Córdoba.

Si se tiene en cuenta el rendimiento promedio para el cultivo tardío en Córdoba (78 quintales por hectárea), 10 quintales menos (11,3 por ciento inferior) al aportado por el cereal sembrado a partir de diciembre del año pasado, la rentabilidad también se ve afectada.

A tal punto que la imagen de hoy refleja una renta sobre el capital invertido del uno por ciento, muy por debajo del 32 por ciento que aportó el cereal en la campaña pasada.

“Los precios del maíz para la nueva campaña son inferiores a los del año pasado, pero eso no significa que sean malos; todo lo contrario”, aclara Gonzalo Augusto, economista Jefe de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA).

Para el cálculo de la rentabilidad, se partió de la base de un precio a cosecha para el maíz de la nueva campaña de 175 dólares la tonelada, 7,40 por ciento menos que los 189 dólares que cotizó el grano en el ciclo 2020/2021.

 

Los números de la agricultura en Córdoba

El resultado económico, que es la cantidad de ingresos que tiene el productor por hectárea descontados los costos directos de producción, los gastos comerciales y el costo de la tierra (en el caso de los dueños de la tierra se toma como un costo de oportunidad), también es menor para la soja y el maíz respecto a la campaña pasada.

“Son más bajos porque se toman rendimientos promedios que se proyectan como normales, a diferencia de la campaña anterior donde a pesar de La Niña fueron muy buenos; además de tener precios que también son más bajo para la próxima campaña, es especial soja”, agrega Augusto, para quien el clima es el mayor interrogante.

“De acuerdo con los modelos meteorológicos, hay un 70 por ciento de probabilidades de que vuelva a ser un año Niña; pero el año pasado se produjo el mismo fenómeno y la campaña fue muy buena, a tal punto que el maíz tuvo la segunda mejor campaña”, observa el economista de la BCCBA.

La foto actual

Para las cuatro secuencias de cultivos –soja de primera, trigo/soja de segunda, maíz temprano y maíz tardío– en la provincia de Córdoba, los números de la entidad bursátil muestran que el maíz temprano es el que mejor rentabilidad proyecta: 20 por ciento.

Al cereal lo siguen la rotación trigo/soja también con el mismo porcentaje, la soja de primera, con el cinco por ciento; y el maíz tardío con el uno por ciento.

En la previa a la siembra, para Pablo Solfanelli, responsable del equipo técnico del Grupo Río Seco, la cotización que muestra el maíz es una de las mejores de la serie.

“Si bien los precios son inferiores a los muy buenos que tuvimos en la cosecha pasada, no recuerdo muchas campañas haber entrado a la siembra con un precio de alrededor de 180 dólares”, reconoce.

Por ahora, la ecuación para el maíz muestra que los costos de producción han crecido, por la incidencia de los herbicidas, fertilizantes (en especial la urea) y también del alquiler. “Lo que no sabemos cómo va a impactar es la inflación en dólares, que va a tener efecto sobre las labores; ahí va a incidir cómo se mueva el tipo de cambio y la inflación en pesos. Si el índice de precios en pesos llega a ser mayor a la actualización del tipo de cambio, vamos a tener un alza de costos en dólares”, admitió el asesor técnico, para quien la relación insumo-producto del cereal sigue siendo positiva.

En este escenario, para Solfanelli el maíz va a conserva en el centro y norte de Córdoba la participación de la rotación de las últimas campañas, que se reparte en partes iguales con la soja (50 por ciento).

“Puede haber algún productor que venía algo más atrasado en la proporción de la rotación, que no son muchos, y decida ahora aumentarla hasta llegar al 50 por ciento, pero de ninguna manera el que está en ese nivel la va a bajar”, sostiene el asesor del grupo de empresas agropecuarias que siembra en la zona alrededor de 27 mil hectáreas de maíz.

Sobre las fechas de implantación, la región ratificará una vez más la estrategia de los últimos 15 años: sembrar el maíz en fechas tardías.

“Puede haber algunos ambientes, en pie de sierra y que con el aporte de lluvias, que se puedan sembrar en la primera quincena de noviembre. Pero serán puntuales. El resto irá posterior a esa fecha”, asegura.

La soja, la otra socia en partes iguales de la rotación de verano en el centro y norte cordobés, tiene números más finos que el maíz; no obstante, a pesar de ello, mantendrá su participación histórica. “Subieron los costos, por incidencia del herbicida y también las labores”, destaca Solfanelli.

En la zona núcleo de la provincia, para Santiago Lorenzatti y Martín Sánchez, titulares de Okandu, una empresa de servicios agronómicos y de asesoramiento en el sudeste de Córdoba, la soja tampoco muestra resultados muy alentadores es términos económicos. “Ajustando la estrategia de manejo podemos aspirar a rentas positivas, aunque menores a las del maíz, y con algo más de riesgo productivo en año Niña al menos en las condiciones de zona núcleo”, aclaran los asesores.

A pesar de tener menores márgenes que en la campaña anterior, Lorenzatti y Sánchez sostienen que desde el punto de vista del negocio, el maíz sigue siendo interesante para los planteos productivos en el sudeste de Córdoba.

Si bien, en términos generales, la relación insumo-producto se vio deteriorada por aumento de varios insumos, principalmente los fertilizantes que son clave dentro del paquete tecnológico del cereal, la precampaña dio momentos para hacer buenos números.

“Hubo momentos o ‘ventanas temporales’ en la que la relación insumo-producto (por menor precio de los fertilizantes) fue más favorable, lo que permitió presupuestar mejores márgenes. Quien logró posicionarse en insumos de manera temprana puedo capturar esa mejora en el negocio potencial (por menores costos). La habilidad para comprar insumos y la forma de financiarse también es un aspecto clave para encarar la actual campaña”, observaron los socios de Okandu.

El maíz tardío, una opción también en la zona núcleo

La campaña 2021/2022 presenta un escenario desafiante, por la alta probabilidad de un fenómeno “La Niña”, caracterizado por una menor oferta hídrica, con alta probabilidad de que el cultivo transite por períodos de sequía y estrés térmico.

Desde la consultora Okandu, con influencia en el sudeste de Córdoba, aconsejan repartir entre fechas tempranas (en lo mejores lotes y con presencia de napa) y fechas tardías (ambientes con mayor riesgo hídrico) la siembra de maíz. Para Santiago Lorenzatti y Martín Sánchez, esta estrategia permitirá bajar los riesgos productivos y apuntar a rendimientos medios aceptables; lo cual resulta clave para la viabilidad de la empresa.

En siembras de diciembre, el cultivo logra sortear los meses de menores lluvias por efecto de la Niña y, si bien tendrá menor radicación solar, su potencial podría superar los 10 mil kilos por hectárea.

Agrovoz – La Voz del Interior – Alejandro R

Jueves, 23 Septiembre 2021 01:45

PANORAMA AGRICOLA SEMANAL AL 19-09-2021

Mientras avanza la cosecha de granos gruesos en Estados Unidos, la semana de negocios dejó como resultado subas próximas al 3% para el trigo en Chicago, que se elevaron hasta el 4,6% en Kansas. Buenas ventas estadounidenses y reducciones en las cosechas de Canadá y de Francia fueron las responsables de la tónica alcista para los precios del cereal. También el maíz concluyó el segmento comercial con subas que superaron el 1,8%, favorecido por la fortaleza del petróleo y por buenos datos de producción de etanol, que morigeraron el efecto bajista de la cosecha. La soja cerró la semana casi sin cambios, en los primeros días de trilla sobre el Medio Oeste. Las persistentes restricciones que se registran para exportar desde la zona del Golfo de México son un factor bajista para el maíz y para la soja, los granos que mayormente utilizan esa vía para salir al mundo. En el mercado argentino la semana mostró precios sostenidos para los granos, con buenas chances para diseñar estrategias de comercialización.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

 

Viernes 17

Viernes 10

Variación en %

Petróleo

71,97

69,72

+3,23

Dólar/Euro

1,1729

1,1816

-0,74

Real/Dólar

5,2882

5,2454

+0,82

Peso/Dólar*

98,16

97,89

+0,28

*Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación

SOJA

La soja argentina terminó la semana con resultado positivo en la zona del Gran Rosario, donde las propuestas de las fábricas crecieron de 340 a 350 dólares por tonelada (de 32.283 a 34.356 pesos), mientras que para Bahía Blanca y para Necochea las ofertas se mantuvieron estables, en 340 y en 335 dólares por tonelada.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 34.372, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 34.242 pesos. En su última referencia semanal, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 349 dólares por tonelada, equivalentes a 34.310 pesos. El valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos pasó de 547 a 546 dólares por tonelada; el del aceite, de 1270 a 1300 dólares, y el de la harina, de 403 a 415 dólares por tonelada.

En el Matba Rofex el balance semanal fue alcista para la soja, dado que los ajustes de las posiciones noviembre y mayo sumaron un 2,71 y un 1,44%, al pasar de 343 a 352,30 y de 313,50 a 318 dólares por tonelada.

También hubo mayoría de alzas para la soja de la próxima cosecha, con ofertas para abril/mayo que pasaron de 310/316 a 310/318 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 310 a 315 dólares para Bahía Blanca, y de 308 a 312 dólares por tonelada para Necochea.

En su informe semanal sobre carga de buques programada para el período del 15 de septiembre al 11 de octubre, la BCR marcó que deben salir desde el Gran Rosario 170.000 toneladas de poroto de soja, 1.402.660 toneladas de harina y 301.999 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 244.400 toneladas de porotodesde Necochea, 99.930 toneladas de poroto y 15.000 toneladas de aceite, y desde otros puertos, 24.370 toneladas de harina y 24.000 toneladas de aceite.

El martes, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) proyectó la nueva cosecha de soja en 44 millones de toneladas, levemente por encima de los 43,50 millones estimados para la campaña 2020/2021. Cabe recordar que el viernes pasado el USDA calculó la producción argentina 2021/2022 en 52 millones de toneladas y la del ciclo anterior, en 46 millones.

 

Para la soja la semana cerró con muy ligeras bajas en Chicago, donde los contratos noviembre y enero resignaron un 0,19 y un 0,13%, al pasar de 472,71 a 471,79 y de 475,74 a 475,10 dólares por tonelada. Los dos factores principales que influyeron en el descenso de las cotizaciones fueron el inicio de la cosecha estadounidense y las restricciones que todavía existen para exportar desde la zona del Golfo de México por los destrozos dejados por el huracán Ida. En ese sentido, si bien los trabajo continúan, el mercado necesita que la logística se rehabilite completamente para evitar cuellos de botella cuando las labores de cosecha se generalicen en todo el Medio Oeste.

En ese sentido, el mercado tuvo una muestra de lo que implican esas restricciones para embarcar el miércoles, cuando el USDA confirmó dos cancelaciones de compras de soja, la primera, por 132.000 toneladas con China, y la segunda, por 196.000 toneladas con destinos desconocidos. En esa rueda se comentó que los compradores habrían optado por cambiar el origen de esas compras por Brasil, dada la incertidumbre sobre los embarques en Estados Unidos.

También había dado cuenta de esto, el lunes, el reporte semanal sobre inspección de embarques, en esa ocasión para el segmento de 3 al 9 de septiembre. Allí el USDA relevó la salida de 105.368 toneladas de soja, por encima de las magras 90.603 toneladas de la semana pasada y cerca del mínimo previsto por los privados, en un rango que fue de 75.000 a 300.000 toneladas. Un año atrás el volumen despachado en ese mismos segmento fue de 1,63 millones de toneladas.

En cuanto a los cultivos, el lunes el USDA relevó un 57% de la soja en estado bueno/excelente, sin cambios respecto de la semana pasada, pero por debajo del 63% vigente un año atrás. Está perdiendo hojas el 38% de las plantas, en comparación con el 18% de la semana pasada, el 35% de 2020 y el 29% promedio. Este lunes el organismo publicará su primer relevamiento sobre el avance de la cosecha. El viernes los operadores lo estimaron sobre el 3% de la superficie apta. Para los próximos 8 a 14 días los pronósticos auguran tiempo mayormente seco sobre las principales zonas productoras, que podrían agilizaría las tareas.

En su informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses, para el período del 3 al 9 de setiembre, el USDA relevó el jueves ventas por 1.264.200 toneladas, por debajo de las 1.471.900 toneladas del reporte anterior, pero dentro del rango previsto por los privados, de entre 600.000 y 1.400.000 toneladas. De ese total, 945.200 toneladas correspondieron a compras chinas.

En el cierre de la semana, el rumor sobre la posibilidad de que finalmente la Casa Blanca determine un mandato de corte obligatorio con biocombustibles inferior al esperado por el mercado condujo los precios a la baja.

MAÍZ

Mayormente firmes se mantuvieron los precios del maíz en el mercado disponible local, donde la única caída se vio sobre Bahía Blanca, con ofertas de los exportadores que descendieron de 230 a 225 dólares por tonelada (de 22.515 a 22.086 pesos). En cambio, para la zona del Gran Rosario las propuestas crecieron de 195 a 200 dólares por tonelada (de 19.086 a 19.632 pesos), en tanto que para Necochea se mantuvieron estables, en 225 dólares por tonelada.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 19.447, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 19.459 pesos. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos pasó de 238 a 245 dólares por tonelada.

Fue positivo el balance semanal del maíz en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones diciembre y abril subieron un 2,48 y un 0,79%, tras variar de 202 a 207 y de 190 a 191,50 dólares por tonelada.

El maíz de la próxima cosecha, para las entregas entre marzo y abril, se mantuvo estable, con propuestas de los exportadores de 210 dólares por tonelada para Bahía Blanca y Necochea, y de 190 dólares por tonelada para el Gran Rosario.

En su informe semanal sobre carga de buques programada para el período del 15 de septiembre al 11 de octubre, la BCR marcó que deben salir desde el Gran Rosario 1.893.500 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 989.426 toneladas; desde Necochea, 123.967 toneladas, y desde otros puertos, 92.641 toneladas.

La BCBA proyectó el martes en 55 millones de toneladas el volumen de la cosecha 2021/2022 de maíz argentino para grano comercial, por encima de los 50,50 millones del ciclo 2020/2021. El viernes pasado el USDA calculó 53 millones de toneladas para la nueva campaña y 50 millones para la precedente. Además, el jueves la Bolsa marcó el inicio de la siembra en el centro del área agrícola nacional. La mejora en las reservas hídricas de los perfiles permitió que se incorporen los primeros lotes de planteos tempranos. El avance de siembra cubrió el 2,3% de los 7,1 millones de hectáreas proyectadas. Esta superficie representa en números absolutos 500.000 hectáreas más que las implantadas en la campaña previa. Al momento de la presente publicación, las labores muestran una demora interanual de 4 puntos porcentuales”, dijo la entidad.


Tras dos semanas negativas, los precios del maíz lograron un balance positivo para sus precios en Chicago, donde los contratos diciembre y marzo sumaron un 1,88 y un 1,47%, al pasar de 203,73 a 207,57 y de 207,27 a 210,32 dólares por tonelada. Además de las compras de oportunidad de fondos y comerciales luego de las caídas recientes de las cotizaciones, contribuyeron con la tónica alcista la fortaleza del petróleo, que se contagia al mercado del etanol, y algunas buenas noticias de parte de la demanda, como el repunte en la producción semanal del biocombustible y la caída de sus existencias, y la posibilidad de que Canadá deba incrementar sus importaciones forrajeras por las malas cosechas domésticas de cebada, avena y trigo. Los factores que limitaron las ganancias fueron el progreso de la cosecha y las limitaciones que imperan en la zona del Golfo para exportar de manera normal.

Volviendo a los factores alentadores para el mercado de maíz, el miércoles la Administración de Información sobre Energía de EE.UU. marcó por segunda semana consecutiva un leve repunte en la producción de etanol, de 923.000 a 937.000 barriles por día. Además, el organismo redujo por séptima semana seguida las existencias del biocombustible, de 20.390.000 a 20.010.000 barriles, el nivel más bajo desde principios de junio último.

En cuanto al informe de estimaciones agrícolas de StatCan, el organismo proyectó la producción de cebada de Canadá en 7,14 millones de toneladas y la de avena, en 2,58 millones, por debajo de los 7,80 y de los 3,10 millones del mes pasado y de los 10,74 y de los 4,58 millones de 2020. Si a esto sumamos –como se amplía a continuación– la caída en la cosecha de trigo, que en parte es para uso forrajero, queda claro que Canadá tendrá en el presente año un déficit de forraje que debería ser compensado con mayores importaciones.

Los datos sobre embarques y ventas estuvieron del lado negativo del mercado esta semana. En efecto, el lunes, en su trabajo semanal sobre inspección de embarques, el USDA relevó despachos de maíz por 138.189 toneladas, por debajo de las 278.294 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los privados, de entre 250.000 y 600.000 toneladas. Un año atrás el volumen embarcado en este mismo segmento fue de 939.113 toneladas. Esto está relacionado con las restricciones con las que operan las terminales en el polo exportador de Nueva Orleans que, además, durante buena parte de la semana padeció intensas precipitaciones como consecuencia del paso de la tormenta tropical Nicholas.

Además, el jueves, en su reporte semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, el USDA relevó ventas de maíz por 246.600 toneladas, por debajo de las 905.800 toneladas del informe anterior y del rango esperado por los operadores, de entre 500.000 y 1.000.000 de toneladas.

Respecto de los cultivos, el lunes el USDA relevó el avance de la cosecha de maíz sobre el 4% del área apta, por debajo del 5% de igual momento de 2020 y del 5% promedio de las cuatro campañas precedentes. Además, ponderó en estado bueno/excelente el 58% del maíz, por debajo del 59% de la semana pasada, del 60% de igual momento de 2020 y del 59% previsto en promedio por los privados. Está dentado el 87% del maíz, respecto del 74% del reporte anterior, del 88% de 2020 y del 81% promedio. Está maduro el 37% del maíz, contra 21% de la semana anterior, el 39% de igual momento del año pasado y el 31% promedio. El viernes los operadores calcularon el progreso de la cosecha sobre el 12% del área apta.

Como se señaló en el espacio de la soja, en la última rueda de la semana el rumor sobre la chance de que la Casa Blanca finalmente imponga un mandato de corte inferior a las necesidades previstas por los operadores le restó firmeza al mercado del maíz.

TRIGO

En el último tramo de la comercialización del trigo 2020/2021, los exportadores elevaron de 225 a 230 dólares por tonelada (de 22.025 a 22.577 pesos) sus ofertas por el cereal para las entregas sobre el Gran Rosario, mientras que para Bahía Blanca y para Necochea las propuestas se mantuvieron sin cambios, en 235 dólares para Bahía Blanca y en 220 dólares por tonelada para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 23.393, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado 23.407 pesos. El valor FOB del trigo en los puertos argentinos pasó de 290 a 293 dólares por tonelada.

Para el trigo nuevo el balance semanal fue positivo, con un transición de 235 a 245 dólares por tonelada (de 23.004 a 24.049 pesos) para Bahía Blanca; de 235 a 238 dólares para el Gran Rosario, y de 225 a 235 dólares por tonelada para Necochea.

La tónica semanal alcista también se replicó en el Matba Rofex, donde los ajustes de los contratos diciembre y enero del trigo subieron un 1,94 y un 1,48%, luego de pasar de 232,50 a 237 y de 236 a 239,50 dólares por tonelada.

En su informe semanal sobre carga de buques programada para el período del 15 de septiembre al 11 de octubre, la BCR marcó que deben salir del Gran Rosario, 30.000 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 71.500 toneladas, y desde Necochea, 50.200 toneladas.

Eb su informe semanal sobre cultivos, la BCBA redujo el jueves del 79 al 78% la proporción de trigo argentino en estado excelente/normal, un dato que se mantiene por encima del 60% vigente un año atrás. En cuanto a la condición hídrica de los suelos, la categoría óptima/adecuada bajó del 68 al 67%, frente al 51% de igual momento de 2020. Más allá de estos indicadores nacionales, la entidad indicó que “la condición de cultivo buena/excelente en las regiones del centro y del sur del área agrícola aumentó entre 5 y 12 puntos porcentuales en comparación con nuestro informe previo. En contraposición, la falta de lluvias en el extremo norte del país compromete el rendimiento en cuadros que transitan etapas de llenado del grano”, destacó la BCBA.

 

Luego de las bajas de las dos semanas precedentes, el trigo de los Estados Unidos terminó el segmento con saldo positivo. En Chicago las posiciones diciembre y marzo recuperaron un 2,94 y un 2,93%, al pasar de 252,98 a 260,42 y de 256,93 a 264,46 dólares por tonelada. En Kansas los mismos contratos sumaron un 4,59 y un 4,34%, tras variar de 250,48 a 261,98 y de 254,17 a 265,20 dólares por tonelada. Entre los fundamentos que alentaron las mejoras se destacaron noticias del lado de la oferta, con reducciones en las cosechas de Canadá y de Francia, pero también aportaron a la tónica alcista los buenos embarques estadounidenses que, a diferencia de lo que pasa con los granos gruesos, administra la mayor parte de sus exportaciones por puertos alternativos a los de la zona del Golfo de México.

En ese sentido, en su informe semanal sobre inspección de embarques, el USDA relevó el lunes la salida de 547.943 toneladas de trigopor encima de las 413.649 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los operadores, de entre 200.000 y 500.000 toneladas. Un año atrás el volumen despachado fue de 694.154 toneladas.

También fue positivo el jueves el reporte semanal sobre las exportaciones estadounidenses para el segmento del 3 al 9 de septiembre, el USDA relevó ventas de trigo por 617.100 toneladas, por encima de las 388.400 toneladas del informe anterior y cerca del máximo previsto por los operadores, en un rango de entre 300.000 y 700.000 toneladas.

Y en cuanto a las noticias internacionales, el martes StatCan estimó la producción de trigo de Canadá en 21,71 millones de toneladas, por debajo de los 21,90 millones previstos en promedio por los privados y de los 22,95 millones proyectados por el organismo a finales de agosto. La caída interanual de la producción de trigo canadiense es del 38,3% frente a los 35,18 millones de toneladas obtenidos en 2020. Además, el nuevo dato de StatsCan resulta inferior que los 23 millones calculados por el USDA en su reciente informe mensual, en el que ajustó de 17,50 a 17 millones su pronóstico de exportaciones. Ahora, los operadores consideran que las ventas externas canadienses quedarán debajo de esos 17 millones de toneladas.

El martes el Ministerio de Agricultura de Francia redujo de 36,69 a 36,06 millones de toneladas el volumen de la cosecha del principal productor de trigo de la Unión Europea. Un día después, FranceAgriMer redujo de 10,50 a 9,60 millones de toneladas su previsión sobre las exportaciones francesas de trigo blando fuera de la Unión Europea, pero elevó de 7,30 a 8 millones las ventas dentro del bloque comercial. Además, ajustó de 3,70 a 2,90 millones de toneladas el nivel de las existencias finales 2021/2022. 

Por último, la siembra de la nueva campaña de trigos de invierno avanzó sobre el 12% del área prevista, frente al 5% de la semana pasada, al 9% de igual momento de 2020, al 8% promedio de las cuatro campañas precedentes y al 12% previsto por los privados.

Granar Research


 

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