Agro Premiun S.R.L.

ANALISIS DE PRODUCTOS

Lunes, 06 Julio 2020 01:42

PANORAMA AGRICOLA SEMANAL 05/07/2020

Con el maíz como protagonista exclusivo de la semana, el balance de los negocios fue muy positivo para los precios de los granos en la Bolsa de Chicago. El importante ajuste en el área sembrada con maíz en la campaña 2020/2021 en los Estados Unidos le posibilitó al cereal cerrar el segmento con mejoras de hasta el 8%. La soja y el trigo, con alzas superiores al 3%, acompañaron la tendencia del forrajero que, no obstante, seguirá con un nivel de existencias que hará necesario que las exportaciones y que la industria del etanol superen los niveles con que se despiden el ciclo comercial 2019/2020. En el mercado local las mejoras también se evidenciaron sobre los mercados de maíz y de soja, mientras que el trigo cerró con pocas variantes.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

 

Viernes 3 de Julio

Viernes 26 de Junio

Variación en %

Petróleo

40,32

40,46

-0,35

Dólar/Euro

1,1246

1,1256

-0,09

Real/Dólar

5,3205

5,2635

+1,08

Peso/Dólar*

70,44

70,02

+0,60

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.

SOJA

Fue positivo el balance de la semana para los precios de la soja argentina, en sintonía con las mejoras externas. La transición de las propuestas de los compradores fue de 15.400 a 15.850 pesos por tonelada disponible para las terminales del Gran Rosario, donde las ofertas en dólares crecieron de 221 a 225 dólares (en negocios con entrega contractual el viernes se tocaron los 230 dólares), y de 225 a 230 dólares por tonelada para los puertos de Bahía Blanca y de Necochea.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 15.272, mientras que para el inicio de la nueva semana fue fijado en 15.285 pesos. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 217,40 dólares por tonelada, equivalentes a 15.345 pesos. El valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos subió de 344 a 358 dólares por tonelada; el del aceite, de 652 a 655 dólares, y el de la harina, de 314 a 327 dólares por tonelada, según los datos publicados por Agricultura.

Las ganancias semanales también se reflejaron en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones julio y noviembre crecieron de 224,60 a 229 y de 229,30 a 232,60 dólares por tonelada. El contrato mayo, en tanto, subió de 217,50 a 219,70 dólares por tonelada. Para los negocios forward con soja 2020/2021 para las entregas entre abril y mayo las propuestas de los interesados repuntaron de 210/213 a 215/217 dólares por tonelada para el Gran Rosario

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 1º y el 28 de julio deben salir desde el Gran Rosario 305.000 toneladas de poroto de soja; 1.355.850 toneladas de harina y 508.921 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 179.400 toneladas de poroto, 30.000 toneladas de harina, y 3150 toneladas de aceite; desde Necochea, 110.364 toneladas de poroto y 37.600 toneladas de aceite, y desde otros puertos, 155.000 toneladas de poroto y 11.700 toneladas de aceite.

 

El balance de la semana cerrada el jueves en el mercado estadounidense fue positivo para los precios de la soja, dado que los contratos julio y agosto en la Bolsa de Chicago subieron un 3,18 y un 3,63%, tras pasar de 317,83 a 327,94 y de 316 a 327,48 dólares por tonelada. El principal fundamento alcista fue el informe sobre áreas sembradas publicado el martes por el USDA, dado que el organismo marcó una superficie de 33,91 millones de hectáreas que, pese a superar los 33,79 millones de marzo, quedó debajo de los 34,32 millones previstos en promedio por los privados en la previa del trabajo oficial.

Un dato para tener en cuenta del reporte del USDA es la aclaración hecha por el organismo en cuanto a que al momento de hacer el relevamiento (del 30 de mayo al 16 de junio) unos 4,9 millones de hectáreas, incluidos en los 33,91 millones estimados, aún no habían sido cubiertos. Esto deja abierta la posibilidad a algún ajuste adicional sobre la superficie implantada en la campaña 2020/2021.

La suba de precios no fue mayor por el muy buen estado que presentan los cultivos. En ese sentido, el lunes el USDA ponderó el 71% de la soja en estado bueno/excelente, por encima del 70% de la semana pasada y lejos del 54% de igual momento de 2019. El mercado esperaba un informe sin cambios. El organismo agregó que emergió el 95% de las plantas, frente al 89% de la semana anterior; al 80% de igual momento de 2019, y al 91% promedio. Por la floración pasó el 14% de los cultivos, contra el 5% de la semana pasada; el 2% del mismo momento del año pasado, y el 11% promedio. El jueves los operadores estimaron que la condición óptima de las plantas habría caído al 70% y que un 25% de las plantas habría atravesado la floración.

El otro informe publicado por el USDA el martes, respecto de las existencias al 1º de junio, fue neutro para el mercado de la soja, porque los 37,72 millones de toneladas de soja quedaron muy en línea con los 37,86 millones estimados en promedio por los operadores.

Y en cuanto a las exportaciones estadounidenses, el informe semanal resultó entre neutro a levemente alcista para el mercado. En efecto, el jueves el USDA relevó las ventas 2019/2020 en 241.700 toneladas, por debajo de las 601.800 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los operadores, de entre 300.000 y 800.000 toneladas. El dato positivo estuvo en el espacio del ciclo 2020/2021, con negocios por 841.700 toneladas, por encima de las 560.800 toneladas de la semana pasada y del rengo proyectado por los privados, de entre 300.000 y 800.000 toneladas. Por fuera de este informe, también el jueves el USDA confirmó una nueva venta de soja 2020/2021 a China por 126.000 toneladas.

 

MAÍZ

Si bien perdió algo de fuerza en las últimas dos ruedas de la semana, el balance fue muy positivo para los precios del maíz argentino. En efecto, las propuestas de los exportadores crecieron de 8500 a 8870 pesos por tonelada para el Gran Rosario, donde las ofertas en dólares aumentaron de 121 a 126 dólares, y de 132 a 137 dólares por tonelada para Bahía Blanca y para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 8588, mientras que para el inicio de la nueva semana fue fijado en 8595 pesos. La BCBA informó que durante el segmento comercial que aquí reseñamos el rango de propuestas de los consumos pasó de 8500/9100 a 8800/9100 pesos por tonelada, según calidad, condición, procedencia y forma de pago. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos aumentó de 144 a 154 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura.

El balance alcista se extendió al Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones julio y septiembre del maíz crecieron de 122,80 a 129,50 y de 126,60 a 133,50 dólares por tonelada. El contrato abril aumentó de 128,60 a 134 dólares por tonelada. Fue importante el incremento que registraron las propuestas de los exportadores por el maíz 2020/2021 para las entregas entre marzo y mayo sobre el Gran Rosario, que pasaron de 123 a 130 dólares por tonelada, con algunas ofertas muy puntuales que rondaron los 135 dólares. También hubo propuestas para Bahía Blanca, que se ubicaron en torno de los 140 dólares por tonelada.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 1º y el 28 de julio deben salir desde el Gran Rosario 1.668.190 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 459.353 toneladas; desde Necochea, 164.187 toneladas, y desde otros puertos, 70.800 toneladas.

Respecto de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) relevó el avance de la cosecha de maíz para grano comercial sobre el 81,7% del área apta, tras un progreso semanal de 3,4 puntos. “El adelanto interanual en las labores ya se ubica en 32,4 puntos porcentuales. A excepción del sur del área agrícola, el resto del país mantiene importantes avances en la recolección del cereal de verano. Luego de cosecharse más de 5 millones de hectáreas, el rinde medio nacional es de 84 quintales por hectárea. Bajo este escenario, se mantiene la proyección de producción en 50 millones de toneladas para el ciclo 2019/2020”, dijo la Bolsa.

 

El maíz atravesó la mejor semanal en materia de precios del año. En el balance, las posiciones julio y septiembre en la Bolsa de Chicago ganaron un 8,04 y un 7,60%, al pasar de 124,80 a 134,84 y de 125,68 a 135,23 dólares por tonelada. El informe sobre áreas sembradas publicado el martes por el USDA fue el dato alcista excluyente para el mercado del forrajero, dado que el organismo sorprendió a todos al reducir de 39,25 a 37,23 millones de hectáreas su estimación sobre la superficie cubierta, frente a los 38,49 millones calculados por los privados.

Al igual que en el caso de la soja, el USDA advirtió que al momento de cerrar el relevamiento, unas 906.000 hectáreas incluidas en los 37,23 millones aún no habían sido cubiertas. Dadas las buenas condiciones climáticas que se sucedieron tras el 16 de junio, momento en que el organismo cerró el relevamiento de siembras, sería difícil imaginar que el remanente de tierras no hubiera logrado implantarse, aunque la certeza no puede ser plena tras un reporte tan sorpresivo.

En su trabajo el USDA estimó que 34 millones de hectáreas llegarán al momento de la cosecha, una superficie inferior a los 36,26 millones sostenidos hasta el informe mensual de junio. En función de la nueva cifra y del rinde promedio de 112,04 quintales estimados por el organismo en el último reporte mensual, el impacto del ajuste del área será una caída de la cosecha de maíz estadounidense de 406,29 a 380,80 millones de toneladas. Es muy posible que el viernes próximo, en su nuevo informe mensual de estimaciones agrícolas, el USDA eleve su proyección sobre el rinde promedio nacional y la aproxime a los 113 quintales, con lo cual la producción se ubicaría en torno de los 384 millones de toneladas, muy cerca del récord histórico de la campaña 2016/2017, que cerró con 384,78 millones de toneladas.

Para tener en cuenta, si bien es cierto y alcista el hecho de que la superficie sembrada resultó muy inferior a las previsiones iniciales, no es menos cierto que aún así la cosecha se prevé abundante y que las existencias actuales de maíz estadounidenses son elevadas, en buena medida por exportaciones 2019/2020 que no fueron lo buenas que deberían haber sido y por la caída de la demanda de grano para la producción de etanol. En ese sentido, el otro informe publicado por el USDA el martes también fue sorpresivo, dado que el stock de maíz al 1º de junio fue calculado en 132,69 millones de toneladas, por encima de los 125,96 millones previstos en promedio por el mercado. Entonces, al momento de ensayar un análisis de lo que viene, es necesario poner en la balanza tanto la menor siembra, como las elevadas existencias que Estados Unidos deberá “administrar” hasta el cierre de la campaña 2020/2021. Si en el medio de ese tránsito no se logra sacar de la crisis a la industria del etanol y no se consigue multiplicar las exportaciones pese a la competencia de América del Sur y de Ucrania, lo que hoy fue motivo de fuertes alzas (más bien, repuntes) podría convertirse en una anécdota.

Frente a esta incertidumbre, que exacerbará la volatilidad en el actual mercado climático estadounidense, se vuelve indispensable estar atentos para “capturar” oportunidades de precios que permitan cerrar márgenes lógicos y que posibiliten mantener latente la chance de usufructuar eventuales mayores ganancias. Para esto, las herramientas de los mercados de futuros y opciones vuelven a cobrar relevancia. Y pese a estar en tiempos de “Big Data” y de “Agtech”, todavía resulta necesario recordar que su buen uso no es un gasto sino una inversión más en la búsqueda de los mejores resultados posibles para el negocios agropecuario, como lo es una buena semilla o un buen control de enfermedades y malezas.

Igual que en el caso de la soja, las muy buenas condiciones actuales de los cultivos limitan las ganancias de los precios. El lunes el USDA ponderó el 73% del maíz en estado bueno/excelente, por encima del 72% de la semana pasada y del 56% de igual momento de 2019. En promedio, los privados esperaban estabilidad, con el 72% de las plantas en condiciones óptimas. Además, el organismo indicó que el 4% de los cultivos fue polinizado, contra el 2% de la semana pasada; el 2% de igual momento de 2019, y el 7% promedio de las cuatro campañas anteriores. El jueves, los operadores estimaron que el estado óptimo de los cultivos habría desmejorado un 1% y que la polinización habría sido superada por el 15% de las plantas.

En cuanto a los reportes meteorológicos, tras el cambio de patrones advertidos en el inicio de la semana, los augurios para los próximos 6 a 14 días son de tiempo cálido y con lluvias inferiores a los registros considerados normales sobre buena parte de los Estados que determinan el volumen de la producción de granos gruesos en los Estados Unidos. Así están actualmente las condiciones de los suelos en el Medio Oeste:

 

Resultó negativo para el mercado de maíz el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses. En efecto, el jueves el USDA relevó ventas 2019/2020 por 361.100 toneladas, por debajo de las 461.700 toneladas del reporte anterior y del rango estimado por los privados, de entre 450.000 y 700.000 toneladas. Las ventas 2020/2021 fueron calculadas en 262.700 toneladas, que si bien quedaron por encima de las 77.000 toneladas de la semana pasada y del rango previsto por el mercado entre 0 y 200.000 toneladas, resultó un volumen insuficiente para hacer frente a una oferta que pese al ajuste de la siembra se mantiene con potencial de ser récord. Fuera del reporte, también el jueves el USDA confirmó nuevas ventas a China de maíz 2020/2021 por 202.000 toneladas.

 

TRIGO

En el mercado de trigo, las ofertas por el cereal disponible crecieron en la semana de 175 a 185 dólares por tonelada para el Gran Rosario, mientras que para Bahía Blanca y Necochea las propuestas se mantuvieron estables, en 190 y en 182 dólares por tonelada.

Para el jueves el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 13.775, mientras que para el inicio de la nueva semana fue fijado en 13.787 pesos. El rango de ofertas de los molinos relevado a diario por la BCBA pasó de 12.450/14.500 a 12.450/15.100 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago. El valor FOB del trigo en los puertos argentinos pasó de 240 a 242 dólares por tonelada, según lo informado por Agricultura.

Para el trigo 2020/2021 hubo pocos cambios, pero lo que los precios se mantuvieron lejos de las expectativas de los vendedores. En efecto, en la zona del Gran Rosario las propuestas para noviembre/diciembre/enero pasaron de 158/160/163 a 160/160/162 dólares por tonelada. En los puertos del Sur, las ofertas por el trigo para las entregas en diciembre/enero pasaron de 162/165 a 165 dólares por tonelada para Bahía Blanca, mientras que para Necochea quedaron estables en 155/160 dólares por tonelada. Fue positivo el balance de la semana en el Matba Rofex, donde los ajustes de los contratos julio y diciembre crecieron de 192 a 197 y de 161,70 a 165 dólares por tonelada.  

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 1º y el 28 de julio deben salir desde el Gran Rosario 90.000 toneladas de trigo y desde Bahía Blanca, 27.000 toneladas.

Acerca de los cultivos, la BCBA ajustó el jueves de 6,7 a 6,5 millones de hectáreas su previsión sobre el área destinada al trigo en la campaña 2020/2021, en momentos en que la ventana de siembra en el centro y en el norte del área agrícola nacional está próxima a cerrarse. “La falta de precipitaciones y el déficit hídrico superficial que afecta gran parte de la franja oeste se ha expandido hacia el centro-este. Este escenario impide la incorporación de lotes y obliga a resignar hectáreas, no solo en la provincia de Córdoba y en la región NOA, ahora también en las regiones NEA y en el Núcleo Norte. En paralelo, sobre el margen este del área agrícola se registran focos de excesos hídricos que interrumpieron el avance de las máquinas, principalmente en sectores de Buenos Aires”, indicó la entidad. Agregó que la falta de pronósticos de lluvias para los próximos 15 días, si bien compromete la implantación de los cuadros restantes del centro y en el oeste del área agrícola, favorecería la recuperación del piso en los lotes anegados del este y de sur de la misma. Tras relevar que el progreso de la siembra se dio sobre el 79,1% de la actual previsión de área, la Bolsa indicó que la nueva marca representa una caída de 100.000 hectáreas frente a la superficie implantada en el ciclo 2019/2020.

 

Tras cuatro semanas bajistas consecutivas, el trigo estadounidense cerró con saldo a favor. Los contratos julio y septiembre del cereal en la Bolsa de Chicago sumaron un 3,37 y un 3,42%, al pasar de 174,17 a 180,04 y de 174,81 a 180,78 dólares por tonelada. En Kansas, las mismas posiciones repuntaron un 1,43 y un 1,46%, al variar de 154,78 a 156,99 y de 157,17 a 159,47 dólares por tonelada. En la primera de las Bolsas, la euforia desatada por el maíz favoreció por simpatía al trigo. Además, una menor oferta de maíz podría favorecer al trigo forrajero. En la segunda de las Bolsas, la mejora estuvo limitada por el avance de la cosecha de las variedades de invierno.

En cuanto a los informes publicados por el USDA el martes, redujo muy levemente su estimación sobre el área cubierta con trigo, de 18,07 a 17,93 millones de hectáreas, contra los 18,09 millones previstos por los privados. El organismo ratificó así que la actual superficie triguera es la más baja desde que en Estados Unidos se llevan registros de siembras, en 1919.

Acerca de las existencias, el USDA relevo el stock de trigo estadounidense al 1º de junio en 28,41 millones de toneladas, por encima de los 26,86 millones previstos en promedio por los operadores.

Respecto de los cultivos, el lunes el USDA relevó el avance de la cosecha de los trigos de invierno sobre el 41% del área apta, contra el 29% de la semana pasada; el 26% de igual momento de 2019, y el 41% promedio de las cuatro campañas precedentes. El dato oficial quedó por debajo del 45% previsto por el mercado. El organismo ponderó un 52% de los trigos en estado bueno/excelente, sin cambios respecto de la semana pasada y por debajo del 63% vigente un año atrás. El dato oficial estuvo en línea con la expectativa de los operadores. En Kansas, la proporción de cultivos en estado bueno/excelente creció del 44 al 46 por ciento. El jueves los privados estimaron el progreso de la cosecha sobre el 60% de la superficie apta.

Fue fuerte el ajuste en el estado bueno/excelente del trigo de primavera, dado que el USDA lo redujo del 75 al 69%, contra el 75% de igual momento del año pasado. Agregó que está espigado el 36% de las plantas, contra el 12% de la semana pasada; el 20% de 2019, y el 45% promedio. El jueves los operadores estimaron como posible una nueva caída de la condición óptima de las plantas hasta el 68 por ciento.

Resultó neutro para el mercado el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que el USDA relevó el jueves ventas de trigo por 414.300 toneladas, por debajo de las 518.700 toneladas del reporte anterior, pero dentro del rango previsto por los privados, que manejaron un rango de 250.000 a 600.000 toneladas.

El girasol fue sin dudas el principal cultivo afectado por el boom de la soja que se extendió por todos los lotes de la pampa húmeda. En este ciclo la producción mermó a 3,4 millones de toneladas, un 13%, mientras por que el área disminuyó un16%, datos que están muy lejos de lo que fue la campaña 2007/08 cuando en el país se produjeron más de 4,5 millones de toneladas en 2,5 millones de hectáreas. Sin embargo, para este ciclo agrícola las perspectivas son favorables en que vuelva a crecer la superficie motivados por los buenos precios del aceite de girasol. “La situación del girasol es positiva”, dio el puntapié inicial Juan Martín Salas, presidente de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir).

En este sentido, remarcó que próximamente empieza la siembra de la oleaginosa en el noreste del país, una de las principales zonas productoras girasolera, y las primeras sensaciones es que habría un aumento en la superficie.

girasol argentina superficie produccion 

“Vemos con una voluntad creciente por parte de los productores de sembrar y las venta de semillas de las empresas asociadas a Asagir lo confirman”, dijo.

Esta posible suba del área de girasol se explica por el aumento del precio del aceite de girasol, más las bonificaciones y la reducción de las retenciones al 5%, que hicieron al cultivo más competitivo. “En el zona sur están ofreciendo precios sostenidos y en relación a otros cultivos, el girasol es competitivo en el área girasolera”, sostuvo Salas.

Hoy, en Rosario cotiza a 250 dólares por tonelada y 235 dólares para la posición diciembre a febrero en el mercado de futuro. Y la bonificación por el aceite suele ser un 10 a 12%.

Hay que agregarle que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) estimó que para esta campaña la Argentina cosechará 4 millones de toneladas de grano de girasol, un 20% más que el año pasado, por lo que ara que se alcance esta cifra se necesitarían 2 millones de hectáreas.

“Mi estimación es que vamos a recuperar en 5 años al cultivo de girasol, volviendo a las 2,5 millones de hectáreas que se sembraron en 2007 y a superar las 5 millones de toneladas del girasol”, proyectó Jorge Ingaramo, economista y asesor económico de Asagir, dando números que entusiasman al productor girasolero.

La formación del precio del girasol dependen en gran medida de la exportación del aceite porque el girasol tiene 45% de aceite contra los 18% que tiene la soja.

La Argentina comercializa principalmente aceites a nivel mundial (se exporta muy poco como semilla).Fundamentalmente a graneles (crudos), que se embarcan a India, China, sudeste asiático y Medio Oriente. Y en menor medida, los refinados, que son envasados y embotellados en origen, destinados a América Latina que se ingresa con preferencias arancelaria por los acuerdos de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y el Mercosur.

“Todo el mundo protege a la importación de aceite refinado para favorecer a su industria local. Se estuvo trabajando mucho en intentar penetrar en estos mercados. Hace 10 años el mercado mundial eran 4,5 millones y hoy es arriba de 11 millones de toneladas. Hay una gran demanda pero poner penetrar estos mercados se necesita promocionar los productos y nosotros tuvimos en una época 32% de retenciones”, recordó el economista.

En este sentido, Argentina exportó 935 millones de dólares (Valor FOB) en 2019 de los cuales el 60% correspondió a aceite crudo.

Según el economista, la cotización del aceite de Rotterdam (base de referencia) está en un momento especial porque todavía no ingresó la cosecha de hemisferio norte, que está en curso,con 805 dólares por tonelada, 5% más alto a la misma altura del año pasado. “Hay perspectivas de precios muy buenos”, adelantó.

De todas maneras, alertó que va a modificarse ese valor cuando ingrese la cosecha de Ucrania, que es el 55% del mercado mundial y Rusia, que representa el 27% . “Dependemos de cómo le vaya en la cosecha a estos dos países para ver los precios parecidos o no a los del año pasado”, explicó.

En lo que viene hacia adelante, hay algunos indicios que hacen entusiasmar a la cadena girasolera argentina.

Desde hace una década que viene creciendo el consumo de aceite de girasol a nivel mundial un 5,5% por año, un valor inédito, según Ingaramo, y también las exportaciones totales se han incrementado un 10%.

“Esto no se ha registrado en ningún mercado alimentario. Estamos por encima del crecimiento poblacional. A medida que crecieron los ingresos de la clase alta y media en China, India y los países de Medio Oriente, ellos optaron por el aceite de girasol”, explicó Ingaramo.

Para el referente del cultivo, Ucrania no puede seguir creciendo en producción porque ya llegó a ocupar el 33% de la superficie con girasol de las 22 millones de hectáreas que implanta. Y en rinde tampoco puede subir porque está llegado a su techo, agregó. Además, comentó que los productores comenzaron a sembrar semillas de soja y maíz transgenicas que los hace competitivos. “Por lo que ese espacio a ocupar que se generaría ante el parate que puede llegar a tener el crecimiento de Ucrania puede ser aprovechado por otros países, y Argentina puede ser uno de ellos. Se requiere al menos un millón de hectáreas/año en el mundo para poder abastecer es demanda creciente de aceite”, informó.

De todas maneras, Ingaramo deslizó los inconvenientes que tiene la Argentina. “La industria argentina compite con costo/flete contra la industria ucraniana, que tiene diez preferencias arancelarias contra solamente dos que tiene la local", indicó.

Además, sostuvo que Argentina no puede ingresar a la Unión Europea (principal mercado) como sí lo hace Ucrania. “Cuando hay que abastecer de mayor poder adquisitivo, que entra con Rotterdam, obviamente la Argentina no tiene nada que hacer. No tenemos cómo competir porque nos ponen limitaciones de tolerancia insecticidas que es muy complicado de cumplir”, detalló.

Sin embargo, aclaró que esta restricción no aplicó cuando el bloque europeo necesitó aceite alto oleico, como sucedió el año pasado, tras el fracaso de las cosechas en Francia y Rumanía. “Como lo necesitaban, compraron todo lo que pudieron, lo que marcó un gran negocio para el girasol alto oleico argentino”, cerró.

Rural – Clarín – Esteban Fuentes

La producción total de maquinaria agrícola exhibió un incremento de 13% en el acumulado a abril de 2020, según la medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Se fabricaron 3.343 equipos en el primer cuatrimestre. En el período hubo dos etapas bien marcadas, bajo la influencia de la pandemia. En enero y febrero hubo mejoras interanuales, mientras que en marzo y abril se registraron bajas. Según el último informe de IES Consultores, entre enero y abril de 2020 se verificó una caída de las ventas de cosechadoras (5,6%), mientras que los tractores exhibieron un repunte de 9,4% respecto de 2019, aunque con ventas muy inferiores a los volúmenes de 2017.

El crecimiento en la producción y en las ventas del primer bimestre chocó con el efecto del Coronavirus en marzo. Tras exhibir una dinámica positiva en su nivel de actividad en el primer bimestre del año, el efecto del Covid-19 frenó la recuperación del sector de maquinaria agrícola en marzo, con un derrumbe en la producción y ventas en el tercer mes del año, aunque a distintas velocidades según el segmento (peor cosechadoras que tractores y sembradoras).

“Un factor positivo es que el negocio se está reacomodando tras la cuarentena, en línea con el mejor financiamiento disponible a través de créditos baratos de bancos públicos (Nación y Provincia) y algunos privados, que beneficiaron las ventas en el comienzo del año”, indicó el informe.

La demanda de equipos mostraba signos de recuperación a principios de año, de la mano del mejor financiamiento disponible y en cierta medida por la dificultad para atesorar dólares. El impacto del derrumbe de las ventas de maquinaria agrícola en marzo afectó el resultado del primer cuatrimestre del año. En abril, la actividad fue considerada esencial y quedó exceptuada del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (Aspo), lo que le permitió retomar sus operaciones, situación que avaló una mejora de la actividad sectorial en este mes.

Al analizar las ventas de los principales equipos entre enero y abril de 2020, se verificó una caída de las ventas de cosechadoras (5,6%), mientras que los tractores exhibieron un repunte de 9,4% respecto de 2019, aunque con ventas muy inferiores a los volúmenes de 2017. En efecto, el nivel de ventas de ambos segmentos en el período enero – abril de 2020, estuvo por debajo de 2016 y 2017 (año récord), pero fue mayor al volumen vendido en 2014 y 2015.

Para Alejandro Ovando, director de IES Consultores “para lo que resta del año esperamos mayor producción pero con ventas estancadas por el efecto de la pandemia”.

Mayor producción pero ventas estancadas en 2020. La recuperación inicialmente prevista para el sector de maquinaria agrícola en producción y en ventas en 2020 quedó en suspenso por el efecto del Covid-19 en la economía, a pesar de que la producción de maquinaria agrícola fue exceptuada del cese de actividades por ser considerada una actividad esencial. Si bien las tasas de interés registraron bajas y las condiciones crediticias existentes para la compra de equipos mejoraron en el corriente año respecto al año previo, el direccionamiento de los recursos financieros hacia otros sectores afectados genera incertidumbre sobre el acceso de los productores a línea crediticias.

Además, el sector agrícola (principal demandante de maquinaria y equipos) enfrentará en el ciclo 2020/21 márgenes brutos más ajustados para todos los granos, lo que atenta contra sus decisiones de inversión en equipos durables. No obstante, la producción podría crecer en 2020 ya que parte de un bajísimo nivel en 2019 (además, la empresa de cosechadoras Vasalli reinició su producción en enero tras una inyección de capital), aunque prevemos ventas estancadas a lo largo del año, que podrían ser levemente inferiores a las de 2019.

Las exportaciones en valores de maquinaria agrícola y afines totalizaron, en los primeros cuatro meses de 2020, u$s 25 millones, una contracción de 34,4% respecto de igual periodo de 2019, debido al impacto de pandemia en la logística del comercio exterior. En volúmenes (medidas por las toneladas despachadas), se verificó una brusca disminución de 27% en este período analizado.

En el primer cuatrimestre de 2020, el bloque de países destino de nuestras ventas externas fue encabezado por Brasil, con el 60,3% del valor total exportado (conserva el primer lugar), seguido por: Uruguay (14,1%), Chile (8,2%) y Estados Unidos (4,9%). Entre los países de origen de las importaciones en valores, Brasil continuó siendo el principal de ellos, con una participación del 53%. A mucha distancia, aparecen los Estados Unidos (14,7%), y Alemania (6,3%).

A pesar de la recuperación de la competitividad externa por la devaluación del peso en 2018 y 2019, diversos factores explican la débil performance de las ventas al exterior, que se vio reflejada en el abultado déficit comercial del sector. La menor demanda brasileña en 2018 y en 2019, agravada en 2020 por el impacto del coronavirus en el país vecino, impactó negativamente sobre los volúmenes despachados, ya que Brasil que es el primer destino de las exportaciones. Si bien la devaluación nominal del tipo de cambio le dio algo de respiro a la competitividad del país, la suba de costos internos limita la mayor competitividad, a lo que se sumó la imposición de retenciones y la baja de reintegros a la exportación. Por otro lado, se destacó un aspecto positivo para las exportaciones, como la eliminación del plazo de 360 días que era exigido para liquidar las divisas de la exportación.

Por el lado de las importaciones, en el primer cuatrimestre totalizaron u$s 263,3 millones, un incremento de 19,8% respecto de 2019. Por otro lado, las toneladas importadas crecieron 39,4% en este período al considerar la totalidad de equipos agrícolas y los destinados a la industria del vino, a la industria lechera y avicultura y a actividades afines), al adquirirse 25 mil toneladas.

Las importaciones de equipos propiamente agrícolas totalizaron u$s 152 millones, un aumento de 55,8% respecto de 2019, mientras que en toneladas treparon 64,4% respecto de 2019.

En el primer cuatrimestre de 2020, hubo un aumento en las importaciones de la mayoría de los equipos agrícolas. En valores, las importaciones de pulverizadoras totalizaron u$s 8,6 millones en 2020, una expansión de 123,1% respecto de 2019. Por su parte, las compras de sembradoras treparon 278% en este período (u$s 2,1 millones), mientras que los implementos de labranza subieron 9,6% (u$s 1,5 millón).

Las importaciones de cosechadoras ascendieron a u$s 31 millones, con un aumento de 373,5%, mientras que las demás máquinas de trillar registraron compras externas por unos u$s 7,5 millones, una baja de 46,4%. Asimismo, se importaron cabezales por u$s 11 millones, un retroceso de 0,4%, mientras que las importaciones de tractores, en todas sus categorías, crecieron 51,6%, y totalizaron compras por u$s 78,3 millones. Estos equipos (de mayor importancia por sus compras), representaron, en valores, un 48,3% de las importaciones totales en lo que va de 2020.

Entre las variaciones más significativas para los países más relevantes, sobresalió el aumento en las compras originadas en Brasil (56,1%), a lo que se sumaron las contracciones en las compras desde los Estados Unidos (9%), mientras que las importaciones desde Alemania cayeron (30%). Las importaciones provenientes de China cayeron 18,5% en valores respecto de igual periodo de 2019.

IES Consultores remarcó que “el saldo comercial negativo que presenta históricamente el sector de maquinaria agrícola, tuvo un récord de déficit de u$s 1435 millones en 2017, y se redujo, en 2018 a u$s 1107,6 millones. En 2019, el déficit comercial cayó a u$s 658 millones, el más bajo en diez años, y acumuló u$s 238,7 millones en el primer cuatrimestre de 2020”.

Mayor producción pero ventas estancadas en 2020. La recuperación inicialmente prevista para el sector de maquinaria agrícola en producción y en ventas en 2020 quedó en suspenso por el efecto del Covid-19 en la economía, a pesar de que la producción de maquinaria agrícola fue exceptuada del cese de actividades por ser considerada una actividad esencial. Si bien las tasas de interés registraron bajas y las condiciones crediticias existentes para la compra de equipos mejoraron en el corriente año respecto al año previo, el direccionamiento de los recursos financieros hacia otros sectores afectados genera incertidumbre sobre el acceso de los productores a línea crediticias.

Además, el sector agrícola (principal demandante de maquinaria y equipos) enfrentará en el ciclo 2020/21 márgenes brutos más ajustados para todos los granos, lo que atenta contra sus decisiones de inversión en equipos durables. No obstante, la producción podría crecer en 2020 ya que parte de un bajísimo nivel en 2019 (además, la empresa de cosechadoras Vasalli reinició su producción en enero tras una inyección de capital), aunque prevemos ventas estancadas a lo largo del año, que podrían ser levemente inferiores a las de 2019.

Agroclave – La Capital (Rosario)

El sector agropecuario está reconfigurando y repensando su futuro desde hace un tiempo, pero en el marco de la pandemia donde todos los actores económicos se replantean qué lugar ocupar y qué camino seguir tomó protagonismo la bioeconomía. Durante el segundo encuentro del Ciclo “Bioeconomía: la salida de la crisis con sustentabilidad”, organizado por la fundación La Usina Social, que hizo eje sobre la sustentabilidad en el primer eslabón de la cadena, se debatió vía Zoom algunos lineamientos a seguir tanto desde el ámbito público como privado. La charla que contó con el apoyo del Inta, la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la Universidad Nacional del Litoral (UNL), la Universidad Nacional Noroeste Buenos Aires (Unnoba), la Universidad Nacional de Mar del Plata y la Academia Ciencias Médicas de Santa Fe, habló sobre los retos del sector agroindustrial.

El ingeniero agrónomo y doctor en ciencias agropecuarias, Federico Bert, destacó que “la agroindustria global y Argentina previamente a la pandemia que sacude al mundo ya estaban en un proceso de transformación muy fuerte en el cual se están redefiniendo cómo se hacen las cosas y qué hace la agroindustria”.

“En el planeta somos cada vez más, la demanda es cada vez mayor y el tipo de alimentos que se demanda es distinto, y hay una demanda fuerte para que los procesos de producción no impacten ni en la salud ni en el ambiente”, detalló el director del área de Investigación y Desarrollo de Crea.

Bert destacó tres ejes que marcan el proceso que está aconteciendo. En primer lugar, mencionó lo ambiental. “Hay una necesidad imperiosa de producir más impactando menos. El sector agropecuario tiene parte que ver con el cambio climático pero a su vez el cambio en el clima impacta en primera instancia a la producción agropecuario, surge la necesidad de adaptar los sistemas de producción para que se minimice el impacto sobre el ambiente y que los sistemas de producción sean menos sensibles a los cambios en el ambiente”, señaló el investigador del Conicet.

El segundo eje tiene que ver con la tecnología que tiene como fin producir con más eficiencia y menos impacto. “Hay una gran oferta de tecnología pero la adopción es muy baja en relación a todo lo disponible. Algo tiene que ver con que las nuevas tecnologías suponen desafíos para el productor, muchos no son nativos digitales y hace falta un proceso de aprendizaje. Además, mucha de esa tecnología se origina de la mano de pequeños productores. La matriz de desarrollo tecnológico está cambiando”, detalló Bert.

El tercer eje, dijo, tiene que ver con la industrialización. “Hablamos de la posibilidad de que el productor genere nuevos productos, que antes no podía generar, que explote nuevos canales de comercialización apoyado sobre la tecnología, que se integre más fácilmente en cadenas agroindustriales globales”, resaltó.

Bert hizo una distinción entre “un agro que soñamos y lo que hoy tenemos” y recordó algunos datos del censo agropecuario 2018 en los que se destaca que sólo el 10% de las explotaciones agropecuarias tiene algún tipo de transformación, y son elementales.

El potencial

Respecto al tercer eje de generar nuevos productos, canales comerciales, dijo que está bastante limitado. “El censo dice que hay sólo 60% de explotaciones agropecuarias que tiene algún tipo de gestión, 44% tiene un registro de producción, 34% usa computadora, 35% tiene algún tipo de asesoramiento externo. Eso nos pinta una realidad en la cual hay mucho margen de mejora en relación a las capacidades para captar todos los elementos que aparecen hoy para transformar un agro más competitivo con menos impacto en el ambiente”, detalló al tiempo que destacó que “no es posible pensar en el agro del futuro sin nuevos esquemas organizacionales, muchos desafíos del agro del futuro no son posibles con los esquemas actuales”.

El economista Ramiro Costa, subdirector ejecutivo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, destacó el avance de una visión compartida sobre el camino que tiene que seguir la producción agroalimentaria y remarcó el rol el conocimiento para impactar en la producción.

“En la bioeconomía un conjunto de sectores utilizan procesos y recursos biológicos para la producción de bienes y servicios en sectores tradicionales como la agricultura, ganadería, forestal, pesca y acuicultura, industria alimenticia pero el desafío que tenemos es pensar este enfoque en los nuevos sectores como la industria química, farmacéutica, cosmética, pulpa y papel, textil, energía”, señaló el consultor de la Cepal y FAO.

Costa remarcó el camino recorrido en Argentina en donde los recursos naturales están pensados desde el punto de vista de la sostenibilidad, bajo un esquema de buenas prácticas agropecuarias y la producción agropecuaria aprovecha la biomasa disponible, para un aumento de productividad y valor de producción agropecuaria, salud animal pero, dijo, hay un gran lugar para “agroindustria y energía, diversificación en calidad y trazabilidad, producción forestoindustrial, ampliación del share en la matriz energética argentina, luego salud humana, medicamentos, kits de diagnóstico, terapia génica”. En ese sentido, remarcó “todo permite pensar un desarrollo distinto” y por eso instó a “pensar en los modelos de negocios para una nueva matriz productiva”.

“Hay fuerzas inductoras que nos empujan, demanda social por comportamientos más responsables y comprometidos con la sustentabilidad, oportunidades no aprovechadas en sectores tradicionales, agricultura, ganaderías, pesca. Hay avances en ciencia y tecnología que amplían las posibilidades y tenemos que ver como insertar nuestra agroindustria en esta nueva visión, cuál es esa matriz puede hacer de esto una realidad”, destacó el subdirector ejecutivo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Costa detalló algunos ejemplos y mencionó producciones agropecuarias con consorciadas eficientes, sistemas integrados de producción, recuperación y bioremediación de suelos, energía en base a biomasa rural, energía en base a desperdicios urbanos, intensificación agrícola sustentable, producciones alimentarias en grandes series, producción verticales, producción de bioinsumos y biomateriales. “Toda una serie de modelos de negocios que desde la Bolsa intentamos generar una masa crítica para construir esa visión que nos permita acceder a esta realidad”, indicó.

El economista de la entidad porteña destacó “las oportunidades que ofrecen la bioeconomía” y resaltó que “los países de América latina tienen los atributos para convertirse en actores relevantes, potenciar el rol de las nuevas tecnologías y el desarrollo de capacidades industriales” aunque reconoció que “deben superarse cuellos de botella y desafíos regulatorios, promover adecuada vinculación del sector público y privado, cuestiones de fundamental importancia”.

Pilu Giaudo, productora agropecuaria y presidenta honoraria de Aapresid, detalló los retos para la agricultura frente a “una demanda creciente de cantidad y calidad de producción con superficie cultivable escasa, y la exigencia para que se haga con menor impacto ambiental, que se reduzca el uso de combustible fósil y se favorezca a la mitigación del cambio climático”.

“Estos retos a la agricultura argentina no es que nos tiene sin cuidado, sabemos que el conocimiento es clave para poder afrontarlo y también tenemos en nuestras espaldas que el 30% de lo que producimos se desecha, argentina no escapa a esta norma a nivel global. El camino de trabajar juntos, ciencia y experiencia, nos da la posibilidad de recorrer el camino de la sustentabilidad encontrando en la bioeconomía la posibilidad transformar toda la biomasa, primero maximizar la producción de biomasa y después transformarla en diferentes productos”, reseñó.

La ingeniera agrónoma especializada en agronegocios apuntó que hoy el país se encuentra frente a una economía circular con la posibilidad de minimizar la disponibilidad de desechos, en el camino del reciclaje para ser cada vez más eficiente, pero reconoció que se necesita una planificación del territorio más exhaustiva para el uso correcto de la producción y el diseño de las urbanizaciones, redes viales y el manejo de la cuenca hídrica.

“La siembra directa busca todo el tiempo mejores alternativas en los que producción y ambiente vayan de la mano con el correcto desarrollo junto a la comunidad social. En el camino, la intensificación sustentable, la posibilidad de tener cultivos verdes a lo largo de todo el año, de tener mayor y mejor diversidad, la integración de los sistemas productivos, como pueden ser diferentes clases de ganadería y de esta manera poder encontrar la posibilidad de dar respuesta al famoso mandato de producir más con menos”, indicó Giraudo al tiempo que también apuntó a la importancia de “imitar a la naturaleza, ir dejando la utilización de productos de síntesis química para dar lugar y utilizar al máximo todas las variables de la naturaleza para maximizar la producción de biomasa que nos hace capturar el dióxido de carbono, transformándolo, y guardar el carbono en el suelo”.

La también miembro de la red Mujeres Rurales instó a recorrer un “camino superador” y propuso que primero la biomasa, el carbono, tenga como destino lo que se produce, los alimentos, pero también que pueda ser alimento para el ganado, producción de bioenergía, producción de biomateriales para la construcción y biofármacos. “Hay muchísimas posibilidades de transformación, que brinda la posibilidad de cambiar el mapa productivo en Argentina, de llevar el desarrollo a cada región, generar nichos productivos en cada rincón del país, con el aporte del entramado de instituciones públicos y privado que tenemos y con las herramientas de informática y comunicación disponibles”, puntualizó.

Giraudo pidió “un paquete de políticas públicas que acompañen esta visión” e instó a “trabajar todos juntos” ya que “la bioeconomía empuja a una disrupción total y dar un vuelco profundo”. En ese sentido, destacó: “Tenemos la posibilidad de ganar todos”.

La productora ganadera Patricia Gorza, quien además es delegada de la Federación de Asociaciones de Centros Educativos para la Producción Total (Facept), también aportó su mirada y dejó sobre la mesa de debate muchos interrogantes abiertos.

“Me surgen un montón de dudas e interrogantes. Hay 7.700 millones de habitantes y producimos para 11 mil millones, pero algo está fallando porque no solucionamos el tema del hambre. Encuentro que este sistema de la bioeconomía viene a ser tan importante que no estamos teniendo la real dimensión, se vienen cambios como ocurrieron en la era industrial, esto es lo mismo. El cambio que plantea este sistema no sólo es productivo sino cultural, cambia la manera de producir y de consumir, de quienes van a ser los actores que van a llevar adelante este proceso. A veces limitamos este debate a cuestiones netamente productivas cuando es algo mucho más importante”, expuso Gorza.

En rigor, apuntó a “tener conciencia plena de que este cambio viene”, de poner sobre una mesa amplia el tema ya que la bioeconomía atraviesa todas las áreas de la sociedad. Se manifestó en este sentido y dijo: “Si no logramos consensos terminaremos cometiendo muchísimos errores, y esos errores son personas, es pobreza, marginalidad”.

Agroclave – La Capital (Rosario) – Patricia Martino

En el segundo semestre el complejo cerealero oleaginoso podría aportar al país entre 10.500 y 12 mil millones de dólares en divisas, aunque para que esto suceda, indican especialistas, debería acortarse la distancia entre el dólar Contado Con Liquidación y el oficial. En lo que va del año ya se liquidaron antes el Banco Central ventas por unos US$ 10.300 millones del complejo cerealero - oleaginoso entre enero y junio, cifra que está por debajo de lo observado en años anteriores. Al respecto, el economista Martín Polo explicó a Ámbito: “En 2020 se podrían totalizar US$ 21.000 millones en exportaciones del sector. Es más bajo que el promedio de los últimos años”. El año pasado, según el balance cambiario del Banco Central, se totalizaron unos US$ 26.600 millones.

“La estacionalidad típica es que a partir de julio va a aflojar el ritmo de liquidaciones y en octubre alcanzaría el mínimo. Pero repunta en noviembre y diciembre, cuando empieza el trigo", añadió Polo.

El economista indicó también que en el segundo semestre se suele liquidar alrededor del 45% del total del año. Sin embargo, esta vez la participación de dicho período podría incrementarse debido a ventas que se hayan rezagado.

Existe un dato que alienta a creer que se está revirtiendo la tendencia: en los primeros cinco meses del año la liquidación del agro fue menor a 2019, pero en junio se quebró esa racha y se liquidaron unos US$ 2.474 millones contra US$ 2.367 del año pasado.

“Hay granos que no se están liquidando. Hay unos 12 mil millones de dólares que se podrían liquidar si la brecha entre el paralelo y el oficial cambia ”, afirmó en su disertación en el EFI Week, el estadounidense Walter Stoeppelwerth, chief investment de Portafolio Personal Inversiones.

Un especialista en agroexportación explicó a Ámbito que la pandemia bajó el flujo comercial y los precios de los commodities y que a eso hay que añadirle la bajante histórica del Paraná. “Eso reduce volúmenes y ritmos de ventas. No obstante, este año deberíamos estar por encima de 2018 (año de la sequía), en base al volumen total de la cosecha. Pero con una curva más aplanada”.

Este mismo experto, agregó también: “Si vemos cómo avanza la devaluación semanal del Central, la oportunidad de mantener en los silobolsas la soja dar mayores ingresos. Y eso se ve plasmado hoy en la capacidad ociosa de la industria cerealera exportadora, que supera al 50%. Y no podemos desvincular lo que pasa con Vicentín y la renegociación de la deuda, que mete ruido en el comercio cerealero”. Más allá de esto, confió en que el país va a terminar el año en niveles de divisas similares al año pasado. “Con lo cual, queda bastante por ingresar”.

Por su parte, el economista jefe de Ecolatina, Matías Rajnerman, indicó que el mayor desequilibrio en materia de divisas no hay que buscarlo por el lado la postergación de exportaciones, sino por lo que sucede en la otra ventanilla: “Hay una caída, sí, pero mucho más vinculada a la crisis. De hecho, es mucho más fuerte en manufacturas que en todo lo que es sector agropecuario. Lo que hubo, sobre todo en abril y mayo, fue un adelantamiento de pago de importaciones, lo cual es lógico pensando en las expectativas devaluatorias por los valores de los tipos de cambio paralelos”.

Para ilustrar esta situación, Rajnerman destacó: “La diferencia que hubo en mayo entre el superávit comercial (que se puede ver en el índice ICA, del Indec) y el superávit cambiario por bienes fue histórica. Y son dos números que suelen estar alineados en el mediano plazo. Se importaron mucho menos bienes de los que se pagaron, porque los pagos se habían adelantado”.

Lo sucedido obligó a que el Banco Central tenga una posición neta vendedora de divisas, precisamente en un período en el que la autoridad monetaria suele acumular reservas, debido a que es la temporada alta de liquidación de soja. En abril y mayo el BCRA vendió un promedio diario de US$ 27 millones y US$ 56 millones.

Rajnerman advirtió: “Mientras siga el cepo endurecido para importadores, los riesgos de que vuelva a pasar esto son acotados, pero se va trasladando a precios porque hay gente que importa al blue”.

El especialista en comercio exterior y director de la consultora DNI, Marcelo Elizondo consignó: “Algo se está guardando, sí y hemos visto los silobolsa agredidos. Pero no me imagino que sea de una gran magnitud ni de salida comercial tan veloz”.

Ámbito Financiero – Juan Pablo Álvarez

Jueves, 02 Julio 2020 18:51

INFORMES DEL USDA – STOCKS & SIEMBRAS

Hoy, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos publicó dos nuevos informes sobre el devenir del mercado agrícola estadounidense:

  • Stocks al 1º de Junio
  • Áreas Sembradas

Las novedades más relevantes de estos nuevos informes están en el espacio del maíz, dado que relevó existencias trimestrales superiores a las expectativas de los operadores y una superficie sembrada muy inferior a las cifras manejadas por el mercado. Este último dato resulta el más importante, dado que tiene un fuerte correlato sobre las expectativas de cosecha 2020/2021 que, según las cifras oficiales vigentes, caería de 406,29 a 380,80 millones de toneladas. Esto, no obstante, podría modificarse muy parcialmente en el próximo informe mensual si el organismo eleva, como muchos operadores prevén, la cifra de rinde promedio nacional, desde los 112,04 quintales por hectárea actuales.

A continuación ofrecemos los principales datos contenidos en dichos reportes:

Stocks al 1º de Junio (en millones de toneladas)

SOJA

El USDA relevó el volumen de existencias de soja al 1º de junio en 37,72 millones de toneladas, en línea con los 37,86 millones previstos en promedio por los privados. Dicho volumen resulta un 22,58% inferior al vigente un año atrás.

USDA 1º

Junio 2020

Promedio

Privados

USDA

1º Marzo

USDA

1º Junio 2019

37,72

37,86

61,32

48,72

 

MAÍZ

Sorprende el USDA al calcular las existencias estadounidenses de maíz al 1º de julio en 132,69 millones de toneladas, un 5,34% más que los 125,96 millones estimados, en promedio, por los privados. A diferencia de lo visto en el caso de la soja, el volumen de maíz queda casi sin cambios respecto de los 132,14 millones vigentes un año atrás.

USDA

1º Junio 2020

Promedio

Privados

USDA

1º Marzo

USDA

1º Junio 2019

132,69

125,96

202,01

132,14

 

TRIGO

El USDA relevo el stock de trigo estadounidense al 1º de junio en 28,41 millones de toneladas, un 5,77% arriba de los 26,86 millones previstos en promedio por los operadores. El dato oficial quedó un 2,64% debajo de los 29,18 millones vigentes un año atrás.

USDA

1º Junio 2020

Promedio

Privados

USDA

1º Marzo

USDA

1º Junio 2019

28,41

26,86

38,43

29,18

 

Áreas Sembradas (en millones de hectáreas)

SOJA

Como el mercado lo esperaba, el USDA elevó su estimación sobre el área cubierta con soja respecto de lo proyectado en marzo, de 33,79 a 33,91 millones de hectáreas. No obstante, la mantuvo debajo de los 34,32 millones previstos en promedio por los operadores.

USDA

Junio

Promedio

Privados

USDA

Marzo

USDA

2019/2020

33,91

34,32

33,79

30,80

 

MAÍZ

Así como sorprendió al relevar existencias de maíz mayores a las esperadas por el mercado, el USDA también sorprende al revisar con una baja importante su previsión sobre el área sembrada con el grano grueso, que cae un 5,15% respecto del reporte de marzo, al pasar 39,25 a 37,23 millones de hectáreas. El dato oficial también quedó muy por debajo de los 38,49 millones previstos en promedio por los operadores.

Además, el organismo proyecta que llegarán a la cosecha 34 millones de hectáreas que, con el rinde promedio vigente hasta el último informe mensual, de 112,04 quintales por hectárea, daría una cosecha de 380,80 millones de toneladas, contra los 406,29 millones previstos en dicho trabajo mensual. Muy probablemente, esto habilite al USDA a elevar su proyección sobre el rinde medio en su informe del 10 de julio.

USDA

Junio

Promedio

Privados

USDA

Marzo

USDA

2019/2020

37,23

38,49

39,25

36,30

 

TRIGO

El USDA revisó a la baja su estimación sobre el área cubierta con trigo, de 18,07 a 17,93 millones de hectáreas. Así, el organismo ratificó que la actual superficie triguera es la más baja desde que en Estados Unidos se llevan registros de siembras, en 1919.

USDA

Junio

Promedio

Privados

USDA

Marzo

USDA

2019/2020

17,93

18,09

18,07

18,27

Jueves, 25 Junio 2020 04:18

PANORAMA AGRÍCOLA SEMANAL

Los negocios en el mercado estadounidense dejaron ligeras subas para la soja, que así completó la cuarta semana alcista consecutiva, mejoras también leves para el maíz y bajas superiores al 4% para el trigo en Chicago y en Kansas, en el tercer segmento comercial seguido negativo para los precios del grano fino, golpeado por el avance de la cosecha de invierno. En el mercado local lo más relevante fue la mejora de los precios de la soja sobre la zona del Gran Rosario.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

 

Viernes 19

Viernes 12

Variación en %

Petróleo

39,75

36,26

+9,62

Dólar/Euro

1,1190

1,1228

-0,34

Real/Dólar

5,3182

5,0503

+5,30

Peso/Dólar*

69,60

69,17

+0,62

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.

SOJA

La semana fue positiva para los precios de la soja argentina en el mercado disponible, dado que la transición de las ofertas fue de 15.300 a 15.700 pesos por tonelada para la zona del Gran Rosario, donde la mejora en dólares fue de 224 a 226 dólares, y de 225 a 227 dólares por tonelada para Bahía Blanca y para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 14.959, mientras que para el inicio de la nueva semana fue fijado en 15.028 pesos. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 213,40 dólares por tonelada, equivalentes a 14.869 pesos. El valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos pasó de 346 a 350 dólares por tonelada; el del aceite, de 650 a 680 dólares, y el de la harina, de 322 a 318 dólares por tonelada, según los datos publicados por Agricultura.

El saldo semanal en el Matba Rofex fue modestamente alcista. Los ajustes de las posiciones julio y noviembre crecieron de 227,10 a 228,50 y de 232,50 a 233,50 dólares por tonelada. Continuó siendo muy bajo el interés por la soja del ciclo 2020/2021 en la plaza física, donde las propuestas se mantuvieron en torno de los 210 a 215 dólares por tonelada.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 17 de junio y el 7 de julio deben salir desde el Gran Rosario 432.000 toneladas de poroto de soja; 1.203.108 toneladas de harina y 343.400 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 200.000 toneladas de poroto y 53.650 toneladas de harina; desde Necochea, 164.935 toneladas de poroto, 24.552 toneladas de harina y 10.000 toneladas de aceite, y desde otros puertos, 128.000 toneladas de poroto y 19.000 toneladas de harina.

Acerca de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) indicó que si bien restan escasos lotes por recolectar en el sur de Buenos Aires, dicha superficie no es significativa y ello “permite dar por culminada la cosecha de soja. El presente ciclo finaliza con un rinde medio de 29,4 quintales por hectárea y con una producción estimada en 49,6 millones de toneladas. Ambas variables se ubican en el séptimo puesto de las últimas 20 campañas. En comparación con el ciclo previo, pese a haberse registrado una misma superficie sembrada, el estrés hídrico que afectó al cultivo en sus etapas críticas generó mermas interanuales del orden del 12% en rinde y del 10% en producción”, señaló la entidad.

 

La soja completó la cuarta semana alcista consecutiva en la Bolsa de Chicago, donde los contratos julio y agosto sumaron un 0,61 y un 0,40%, tras variar de 320,12 a 322,06 y de 320,59 a 321,87 dólares por tonelada. La menor conflictividad vigente entre Estados Unidos y China, coincidente con la calma que al respecto evidencia la cuenta de Twitter de Trump, y la expectativa de mayores compras chinas en las próximas semanas mantuvieron las cotizaciones de la oleaginosa con signo positivo. No obstante, la devaluación del real, que le devuelve competitividad a las ventas brasileñas y las buenas condiciones que muestran los cultivos estadounidenses limitaron las ganancias.

En cuanto a los cultivos, el lunes el USDA informó que la siembra de soja avanzó sobre el 93% del área prevista, por encima del 86% de la semana pasada; del 72% de igual momento de 2019, y del 88% promedio. El dato oficial resultó levemente inferior al 94% previsto por los operadores. El USDA agregó que emergió el 81% de las plantas, frente al 67% de la semana anterior; al 49% de igual momento de 2019, y al 75% promedio. En su valoración sobre la condición de las plantas, el organismo ponderó el 72% de la soja en estado bueno/excelente, sin cambios respecto de la semana pasada y en línea con el 72% previsto, en promedio, por los operadores. El viernes los operadores estimaron un avance de la siembra sobre el 97% del área y una posible caída de la condición de las plantas en 1 a 2 puntos.

Dentro de las expectativas, el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos resultó neutro para el mercado. El jueves el USDA relevó ventas 2019/2020 de poroto de soja por 538.100 toneladas, por debajo de las 1.003.700 toneladas del reporte anterior y cerca del mínimo estimado por los privados, en un rango que fue de 500.000 a 1.200.000 toneladas. Este dato adverso fue compensado por el volumen de ventas 2020/2021, que totalizó 1.382.100 toneladas, por encima de las 1.212.500 toneladas de la semana pasada y del rango calculado por los operadores, de entre 600.000 y 1.300.000 toneladas. China fue responsable por la compra de 1.033.000 toneladas de la cosecha nueva.

 

MAÍZ

Para el maíz argentino la semana dejó pocos cambios. La transición de las ofertas fue de 8700 a 8600 pesos por tonelada para la zona del Gran Rosario, donde, no obstante, se pudieron mantener negocios en 125 dólares por tonelada. En Necochea se dio una baja de 137 a 135 dólares, mientras que en Bahía Blanca el precio se mantuvo en 135 dólares por tonelada.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 8252, mientras que para el inicio de la nueva semana fue fijado en 8318 pesos. La BCBA informó que durante el segmento comercial que aquí reseñamos el rango de propuestas de los consumos se mantuvo en 8800/9100 pesos por tonelada, según calidad, condición, procedencia y forma de pago. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos pasó de 150 a 151 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura.

El balance de la semana en el Matba Rofex dejó una ligera caída del valor del maíz, dado que los ajustes de las posiciones julio y septiembre descendieron de 127 a 126 y de 128,60 a 128,50 dólares por tonelada. También registraron una leve merma las propuestas por el maíz 2020/2021 para la zona del Gran Rosario, que pasaron de 127 a 125 dólares por tonelada, con la mayor parte del mercado a la espera de los 130 dólares.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 17 de junio y el 7 de julio deben salir desde el Gran Rosario 1.311.900 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 488.650 toneladas, y desde Necochea, 176.236 toneladas.

Respecto de los cultivos, el jueves la BCBA indicó que la recolección de maíz con destino a grano comercial avanzó sobre el 70,7% del área apta, tras un progreso semanal de 9,8 puntos porcentuales. “El adelanto interanual en las labores ya se ubica en 26,5 puntos, en tanto que los rendimientos regionales se mantienen cercanos a las expectativas iniciales y, luego de cosecharse más de 4,3 millones de hectáreas, el rinde medio nacional es de 85,7 quintales por hectárea. Así, se mantiene la actual proyección, de 50 millones de toneladas”, dijo la Bolsa.

 

El balance de la semana dejó leves mejoras para los precios del maíz en la Bolsa de Chicago, donde los contratos julio y septiembre sumaron un 0,75 y un 0,82%, tras variar de 129,92 a 130,90 y de 131,69 a 132,77 dólares por tonelada. La expectativa por compras chinas de las que hay más rumores que hechos y la especulación de los fondos con una incipiente falta de humedad en áreas del Medio Oeste fueron los factores que le posibilitaron al cereal el cierre positivo para sus cotizaciones.

Acerca de los cultivos, y tras el cierre de la siembra, el lunes el USDA ponderó el 71% de los cultivos en estado bueno/excelente, por debajo del 75% de la semana pasada, pero por encima del 59% de igual momento de 2019. En promedio, los privados esperaban un reporte sin cambios. Además, el organismo indicó que emergió el 95% de las plantas, frente al 89% de la semana pasada; al 74% de igual momento del año pasado, y al 92% promedio. El viernes los operadores estimaron que en su nuevo trabajo del lunes, el USDA podría reducir en un 1 o en un 2% la proporción de cultivos en estado bueno/excelente.

Fue negativo para el mercado de maíz el reporte semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos. En efecto, el jueves el USDA relevó ventas 2019/2020 por 357.800 toneladas, por debajo de las 660.700 toneladas del trabajo anterior y del rango previsto por los privados, de entre 450.000 y 850.000 toneladas. No fue más alentador el número de las ventas 2020/2021, que sumaron 114.800 toneladas, contra las 26.000 toneladas de la semana pasada y frente a un rango estimado por los operadores que fue de 50.000 a 300.000 toneladas.

 

TRIGO

En línea con la tónica bajista externa, el trigo argentino terminó la semana con mayoría de bajas en sus precios. Por el grano disponible las propuestas cayeron de 185 a 180 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 198 a 185 dólares para Bahía Blanca, y de 183 a 182 dólares para Necochea.

Para el jueves el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 13.495, mientras que para el inicio de la nueva semana fue fijado en 13.507 pesos. El rango de ofertas de los molinos relevado a diario por la BCBA se mantuvo estable en 12.450/14.500 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago. El valor FOB del trigo en los puertos argentinos pasó de 242 a 240 dólares por tonelada, según lo informado por Agricultura.

A excepción de Bahía Blanca, donde las propuestas por el trigo de la próxima campaña para las entregas entre diciembre y enero se mantuvieron estables, en 165/170 dólares por tonelada, hubo bajas para Necochea, de 165 a 155/160 dólares, y para el Gran Rosario, de 163/165 a 160/163 dólares por tonelada. El balance semanal negativo también se reflejó en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones julio y diciembre retrocedieron de 190,50 a 186,50 y de 164 a 162,50 dólares por tonelada.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 17 de junio y el 7 de julio deben salir desde el Gran Rosario 63.000 toneladas de trigo y desde Bahía Blanca, 58.000 toneladas.

Acerca de los cultivos, el jueves la BCBA redujo en 100.000 hectáreas la intención de siembra de trigo, que ahora resulta de 6,7 millones de hectáreas, lo que implica un incremento interanual del 1,5%. “Esta reducción se debe al clima seco que ha prevalecido sobre el norte y sobre el oeste del área agrícola durante la mayor parte de la ventana de siembra del cereal. Sobre esta nueva superficie, el avance de siembra actual es del 58,1%”, dijo la entidad. Y añadió que en paralelo con el clima seco en amplios sectores del norte y del oeste de la región agrícola, “al sur del área agrícola se acentúa el traslado de superficie de cebada a trigo, compensando parcialmente la reducción de área registrada en la provincia de Córdoba y las regiones NOA y NEA”.

 

El trigo estadounidense cerró la tercera semana consecutiva bajista. En efecto, las posiciones julio y septiembre en la Bolsa de Chicago cayeron un 4,15 y un 4,43%, tras pasar de 184,45 a 176,80 y de 186,57 a 178,30 dólares por tonelada. En Kansas, los mismos contratos resignaron un 4,52 y un 4,54%, al variar de 164,80 a 157,35 y de 167,92 a 160,29 dólares por tonelada. El inminente inicio de la cosecha de trigo en la Unión Europea y en la zona del Mar Negro, sumado al progreso de la recolección de las variedades de invierno en los Estados Unidos, fueron los principales fundamentos bajistas para los precios del grano fino.

En ese sentido, el lunes el USDA relevó el avance de la cosecha de los trigos de invierno sobre el 15% del área apta, contra el 7% de la semana pasada; el 7% de igual momento de 2019, y el 15% promedio de las cuatro campañas precedentes. El dato oficial quedó por debajo del 17% previsto por el mercado. Acerca de la condición de las plantas, el organismo ponderó un 50% de los trigos de invierno en estado bueno/excelente, por debajo del 51% de la semana pasada y del 64% vigente un año atrás. El dato oficial quedó abajo del 51% previsto por los operadores. En Kansas, la proporción de cultivos en estado bueno/excelente creció del 42 al 45%. El organismo añadió que está espigado el 91% de las plantas, frente al 85% de la semana pasada; al 87% del año pasado para la misma fecha, y al 94% promedio de las cuatro campañas precedentes. El viernes los operadores estimaron un progreso de la cosecha hasta el 30% de la superficie apta.

Acerca del trigo de primavera, el USDA informó que emergió el 95% de las plantas, respecto del 81% del reporte anterior; del 92% de igual momento de 2019, y del 97% promedio. Y ponderó el 81% de los cultivos en estado bueno/excelente, por debajo del 82% de la semana pasada, pero por encima del 77% del año pasado para la misma fecha. El dato oficial quedó en línea con el 81% previsto por los operadores. Agregó que está espigado el 4% de las plantas, contra el 2% de 2019 y el 8% promedio. En opinión de los operadores, este lunes el USDA podría reducir en 1 o 2 puntos la proporción de cultivos en estado óptimo, por la falta de humedad que se registra en zonas determinadas del Medio Oeste.

Más allá del revés de las cotizaciones, el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses de trigo resultó positivo, dado que el jueves el USDA relevó ventas 2020/2021 por 504.800 toneladas, por encima de las 270.400 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los operadores, de entre 250.000 y 500.000 toneladas.

Por mejora en los rindes, se espera que la cosecha de soja finalice en 49,6 millones de toneladas, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), aunque el último informe del Usda recortó la estimación de la cosecha de soja argentina a 50 millones toneladas, un recorte de un millón de toneladas respecto al informe de mayo. Por el lado del trigo, la siembra tuvo un progreso intersemanal de 11,7 puntos porcentuales (pp) y permitió alcanzar la cobertura del 41,7% de las 6,8 millones de hectáreas estipuladas para el cereal, informó la BCBA.

Desde la entidad porteña explicaron que el incrementó la estimación final de producción de soja en 100.000 toneladas, que ubicó la cosecha en 49,6 millones, cuando restan pocos días para finalizar la cosecha, tiene que ver con mejores rendimientos a los esperados en lotes sembrados con oleaginosa de segunda.

A la fecha, se trilló el 99,4% de las 16,9 millones de hectáreas aptas con una producción acumulada de 49,5 millones de toneladas y un rendimiento promedio de 29,5 quintales por hectárea (qq/ha). De esta manera, solo resta recolectar una superficie de 93.000 hectáreas en la provincia de Buenos Aires, con lo que la producción final se ubicaría en 49,6 millones de toneladas.

“Este incremento en el último tramo de la cosecha se debe a que en diferentes sectores de Buenos Aires, donde se encuentra la totalidad del área aún en pie, se están recolectando rendimientos levemente superiores a lo previsto en lotes de segunda”, indicó la BCBA.

En paralelo, se dio por finalizada la campaña en las regiones NEA, Núcleo Sur y Norte de La Pampa y oeste de Buenos Aires, por lo que en 10 de las 15 zonas productivas en las cuales la entidad bursátil divide el área agrícola nacional culminaron con sus labores. Todavía cuentan con lotes en pie el NOA; el centro de Córdoba; suroeste de Buenos Aires - sur de La Pampa; sureste de Buenos Aires; y la Cuenca del Salado.

Por el lado del trigo, la siembra tuvo un progreso intersemanal de 11,7 puntos porcentuales (pp) y permitió alcanzar la cobertura del 41,7% de las 6,8 millones de hectáreas estipuladas para el cereal. A pesar de que las labores de implantación cuentan con un adelanto de 5,6 pp respecto al ciclo previo, “la falta de humedad empieza a generalizarse sobre el norte y parte del oeste de la misma, comprometiendo la intención inicial de siembra”, destacó la entidad.

Al respecto, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) indicó que la actual sequía retrasa la siembra de trigo en las principales zonas productoras del país, aunque el área dedicada al cultivo podría llegar a las siete millones de hectáreas, mientras que la perspectiva climática de los próximos meses advierte la presencia de un fenómeno de “La Niña” débil de baja intensidad a partir de septiembre, que podría condicionar los rendimientos de la próxima cosecha gruesa. “En algunos lugares de la región pampeana la siembra de trigo está parada, pero la intención triguera sigue en pie”, afirmó.

Por último, la bolsa porteña señaló que la cosecha de maíz se ubicó en el 61% de las 6,2 millones de hectáreas aptas para la trilla con un rendimiento promedio nacional de 87,8 qq/ha y una producción acumulada hasta la fecha de 33,1 millones de toneladas. Por último, la bolsa porteña mantuvo la estimación de cosecha de maíz en 50 millones de toneladas.

En paralelo el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) recortó la estimación de cosecha de soja en Argentina de la presente campaña a 50 millones de toneladas y aumentó las previsiones de exportación de maíz hasta las 35 millones de toneladas.

Con respecto a las previsiones para la campaña 2020/21, las proyecciones se mantuvieron en una producción final de 53,50 millones de toneladas de soja.

En tanto, las estimaciones de producción de maíz para esta campaña en Argentina se mantuvieron en 50 millones de toneladas, mientras que previsión de exportación creció un millón de toneladas hasta las 35 millones. Para el ciclo que viene se calculó una producción de 50 millones de toneladas de maíz y envíos al exterior por 34 millones de toneladas.

En el caso del trigo, la actual campaña aportaría en 21 millones de toneladas en producción y 14,5 millones en despachos al exterior.

Los analistas de mercado de FYO señalaron que China, que es el principal importador de soja e incrementaría sus compras para la campaña actual a 94 millones de toneladas, lo que implica una revisión al alza del 5,6% en los últimos dos reportes según estiman desde el Usda en su análisis de oferta y demanda mundial.

Ante este escenario, Brasil sería el principal beneficiario de la cuota de un mercado que se expande, incrementando su nivel de exportaciones a 85 millones de toneladas para el ciclo 2019/20, siendo 10 millones de toneladas superior al registro de la campaña previa, y consolidándose como líder en la exportación de soja. Teniendo en cuenta los elevados volúmenes que lleva exportando Brasil en estos meses, podría darse la oportunidad de que Argentina también reciba una mayor demanda de poroto de soja para empalmar con la llegada de la cosecha estadounidense.

En trigo, el panorama internacional se centra en la evolución del comienzo de la cosecha en el hemisferio norte, donde se concentra casi el 80% de la producción total. Las preocupaciones en torno a la primavera seca en la región europea y del Mar Negro finalmente se vieron aminoradas y el impacto sería de menor consideración, dejando un escenario de amplios niveles de suministros, sumado a una gran recuperación productiva en Australia del 71% a 26 millones de toneladas.

En Argentina, la cosecha de maíz tardío se adelantó y el avance nacional cubre el 61% del área, alcanzando un ritmo de 18 puntos porcentuales por delante del año anterior.

Agroclave – La Capital (Rosario)

 
 
 

En la zona de San Andrés de Giles, plena Pampa Ondulada pero lejos de la zona núcleo, una familia hace agricultura de manera exitosa valiéndose de una alquimia especial de habilidades, como la asignación inteligente de cada recurso, la constancia en el trabajo de equipo y el fuerte compromiso en la tarea de cada uno de sus integrantes. “Aplicamos tecnología moderna que nos cambia la manera de trabajar” afirma Gustavo Miroglio, el tractor del grupo, quien desde 1983 se dedica de lleno a las tareas de la producción.

“Como siempre hemos sido muy inquietos hurgando entre lo posible para renovar ideas y procesos, en 1987 transformamos la primera sembradora convencional en una máquina para siembra directa. Una Migra de cinco surcos a la que le trabamos los cuerpos y sembramos las 2 primeras hectáreas en directa. En esa época la directa acá en la zona no existía. Era muy extraño ver ese modo de siembra jamás pensada en los alrededores”, explica Gustavo.

Pero para encontrar el origen de la empresa familiar es necesario remontarse al año 1969, cuando el papá de Gustavo inició su granja avícola con muy pocos pollos. El trabajo comenzó totalmente en familia: Rubens (padre de Gustavo) junto con su esposa Marta, su cuñada Raquel y sus dos hijos, Adrián y Gustavo. Los mayores eran docentes y los niños alumnos de primaria, y a la mañana todos iban a la escuela por sus actividades. A la tarde, construían ese sueño familiar en la granja, cada uno poniendo todas sus fuerzas y dedicación.

“Operando la granja fuimos creciendo hasta que en 1983 comenzamos la actividad agrícola con las primeras hectáreas. Obviamente en labranza convencional, con tractores muy antiguos, con un Fahr 66 modelo 68 y herramientas muy elementales”, recuerda Gustavo.

“Siempre muy atraídos por los cultivos y sus alternativas de manejo, asistimos a numerosos cursos y fui socio de Aapresid muchos años, desde el año 1985 cuando éramos muy pocos en la Asociación. Y ya en el año 1986 nos casamos con Alejandra, mi compañera leal de toda la vida, conformamos la familia con cuatro hijos y la nueva generación fue creciendo y viviendo cada momento siempre unidos, acompañando con mucha fuerza y empuje en la tarea agrícola”, cuenta.

El desarrollo fue el resultado de constantes pruebas y correcciones. Y un ejemplo fue aquella soja en directa inédita de la zona. Con mucha incertidumbre y sin los herbicidas necesarios, cuando se escardillaba, se aporcaba y se hacía todo tipo de movimientos de suelo.

“Si bien nos consideramos privilegiados por una ubicación cercana a puertos y a la gran ciudad, carecemos de suelos homogéneos. Desde el punto de vista agronómico rotamos los cultivos en una secuencia próxima al 33 por ciento de cada cultivo -trigo, soja y maíz- buscando la sostenibilidad de toda nuestra actividad”, detalla Miroglio.

Otra innovación que incorporaron de manera temprana en la zona fue la soja RR (resistente a glifosato) en 1996. “Al siguiente año, debido a las relaciones desarrolladas con fabricantes de maquinaria, me invitan a una vista a Sudáfrica. El objeto era revisar unos cabezales maiceros con sinfines en lugar de cadenas acarreadoras para ver si convenía producirlos en Argentina, proyecto que quedó en carpeta ya que los desarrollos nacionales eran más efectivos”, recuerda el hombre.

Pero en aquella visita encontró trigos sembrados a 40 centímetros entre hileras, con una densidad de siembra de 30 kg/ha y con plantas de 30 macollos. Y también maíces a 2,20 m de distancia entre líneas, con 20 a 25 mil plantas por ha, con macollos fértiles y más de 10 espigas por planta de maíz. “Partiendo de un kilo de semilla, a los cinco años cosechamos 700 toneladas de trigo de origen sudafricano. En cada cosecha estábamos a la par de la mejor variedad de la época con rindes de 5000 kg/ha, sin los fungicidas que tenemos en la actualidad”, recuerda Gustavo, y agrega que también sembró maíz blanco de Pannar con 1,40 m entre hileras y 37000 plantas a cosecha. “Nos anticipamos a la llegada a nuestro país de aquel semillero y sacamos ventaja del 5% en rinde a los materiales de punta”.

A medida que pasaron los años, los hijos Gustavo y Aquiles fueron sumándose a la actividad en la parte de producción. Por su parte Antonela, veterinaria de profesión, empuja en la administración. Igual que Catalina, pronta a licenciarse en Administración de Empresas. Alejandra, esposa y madre, brinda la contención fundamental del grupo familiar.

La nueva generación empuja fuerte para encarar cosas nuevas como la incorporación de una cosechadora Case HI 9230 y una Claas 760. “Estos equipos nos dieron capacidad de trabajo y agilidad -señala Gustavo-. En siembra sumamos una air drill Tanzi de 18,30 m de ancho de trabajo y 14.000 kg de capacidad de tolva con una autonomía muy importante. Y en tractores la flota es Pauny con las prestaciones para operar los equipos de siembra y cosecha sin restricciones”.

Recientemente se agregó a la flota un draper MacDon de 45 pies, con el que Aquiles logra excelente productividad recolectando hasta 11 ha/h, con condiciones de cultivo ideales y pérdidas del 1%. “Hoy trabajamos 7.500 hectáreas alrededor de San Andrés de Giles. Realizamos fertilización de acuerdo a medición de suelos y de índice verde para lograr la mayor respuesta a la nutrición aplicada”, dice el productor. Y para finalizar remarca: “Todos los días los integrantes de la empresa, empleados y grupo familiar, trabajan mancomunadamente en pos de conseguir nuevos logros. Apostamos a seguir en ese camino porque creemos en nuestra Argentina, que tiene todas las condiciones para producir alimentos, para más de 400 millones de personas. El productor argentino es absolutamente reconocido en el mundo por su eficiencia productiva”.

Rural – Clarín – Juan B. Raggio

 
 
 

La Cámara de Apelación en lo Civil, Comercial y Laboral de Rafaela rechazó los recursos de nulidad y apelación interpuestos por la Municipalidad de Sastre y una productora agraria en relación a la medida cautelar que estableció la prohibición de asperjar cualquier tipo de agroquímico en un radio de 800 metros desde el fin de la zona urbana de Sastre, en el departamento San Martín. La decisión judicial avaló además, en todos sus términos, la cautelar impuesta por el juez en lo Civil, Duilio Hail, quien en febrero de este año dictó esa disposición considerada histórica ya que es la primera vez que en la provincia se aplica una restricción para proteger a la población de toda una ciudad.

Tras los recursos opuestos únicamente por el municipio y la productora Marta del Carmen Alasino, la cámara de alzada desestimó la pretensión de dejar sin efecto la cautelar y revalidó la decisión del juez Hail. Los camaristas entendieron que quienes intentaron bajar la medida judicial de protección a los vecinos —el municipio y la productora— "pretendieron fundar el recurso de nulidad en falsas afirmaciones", para invalidar el curso de administración de justicia por vicios en el proceso".

En el análisis de los recursos de apelación la Cámara menciona los artículos Nº 41 y 43 de la Constitución Nacional, que establecen que "todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica y a la información y educación ambientales". Los camaristas observaron que esta disposición "va ensamblada con el derecho a la vida, a la salud y a la integridad física".

También invocan el principio de prevención del daño ambiental y de precaución ante la creación de un riesgo con efectos desconocidos y por tanto imprevisibles. Aclaran que "aplicando el principio precautorio debe entenderse que este supuesto se configura en el caso ya que, en principio y sin que signifique adelantar opinión sobre el fondo de la cuestión, no puede dejar de señalarse que en esta instancia no hay información ni certeza de la inocuidad de los agroquímicos".

Además, la Cámara consideró que no corresponde apartar al juez de la causa por prejuzgamiento, porque "no se advierte que se haya pronunciado sobre el fondo de la cuestión, ya que sus manifestaciones son las indispensables para fundar la decisión que tomó".

Absurdo

"Es ofensivo y absurdo que se hayan asociado los poderes del Municipio, el económico de los productores y la representación de dos renombrados abogados como (Ivan) Cullen y (Domingo) Rondina para enfrentar a un grupo de vecinos que defienden su salud, la de sus hijos y la integridad del ambiente. Por eso es muy gratificante que la Justicia atienda nuestro reclamo cuando el poder político no aporta las soluciones necesarias para resguardar nuestro derecho a la salud y a un ambiente sano", indicó Walter Bianchi, uno de los vecinos autoconvocados de Sastre que impulsaron el reclamo.

El caso

En marzo de 2018 un grupo de vecinos se autoconvocó para presentar ante el Concejo sus inquietudes respecto a las aplicaciones de agroquímicos en los campos colindantes con la zona urbana y solicitar que promulguen una nueva ordenanza ampliando la zona de exclusión que, hasta ese momento era de 100 metros. A los vecinos se sumaron los padres de Zoe Giraudo, una niña de dos años que se recuperaba de un linfoma no Hodking (enfermedad oncológica científicamente relacionada con la exposición al glifosato). A fin de ese año, unos 40 sastrenses emprendieron una acción de amparo ambiental contra el municipio, a fin de alejar las fumigaciones de sus viviendas, impulsada desde la Procuración General de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe.

Hacia fin de 2018 los amparistas celebraron la decisión del juez de San Jorge, Daniel Zoso, quien dispuso una cautelar de 400 metros. Sin embargo, una presentación de productores y el municipio encontró eco en la jueza, Beatriz Forno de Piedrabuena quien, en plena feria judicial, hizo caer la cautelar por problemas de forma. La causa pasó al juez Hail, quien en febrero de este año dictó la medida cautelar de 800 metros.

Por la contundencia de los fundamentos de ese fallo, la provincia y un grupo de productores incorporados a la causa como terceros interesados aceptaron la resolución del juez. Sólo el municipio y una productora atacaron la medida preventiva e intentaron sin éxito recusar al juez.

La Capital – Luis Emilio Blanco

 

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